Los estudios científicos que se realizaron.

La presencia real de Jesucristo en la hostia y el vino consagrados es tan difícil de entender, tanto como es una realidad científica y de fe. 

En la última cena, del jueves santo, dijo a los discípulos unas palabras, que se comprobaron como una realidad científica en estos últimos 20 siglos.

Partió el pan y les dijo «Tomen y coman, este es mi cuerpo» mientras le daba el pan.

Y luego levantó la copa y dijo: «Tomen y beban, este es el cáliz de mi sangre» y les dio de beber.

Y les dijo que hicieran eso en su memoria de ahora en adelante.

Aquí te queremos hablar de cuatro milagros eucarísticos del siglo XXI, que muestran que eso se está produciendo hoy, cada vez con más comprobaciones de laboratorio.

La Iglesia ha reconocido más de 120 milagros eucarísticos en estos 20 siglos, muchos de los cuales ocurrieron durante tiempos de fe debilitada en la transubstanciación.

Son manifestaciones perceptibles para los presentes y corroboradas por estudios de laboratorio, de que dentro de la hostia hay un cuerpo, que dice sangrando «aquí estoy como prometí».

El milagro eucarístico de Lanciano en Italia, es el más famoso históricamente. 

Y tuvo lugar en el siglo VIII cuando un monje que tenía dudas acerca de la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía, descubrió al momento de pronunciar las palabras de consagración durante la misa, que el pan y el vino se transformaban en carne y sangre. 

Y uno de los más impresionantes tuvo lugar en Buenos Aires en 1996, donde una hostia consagrada se transformó en un pedazo de corazón vivo.

Los estudios de laboratorio mostraron que era una parte del ventrículo izquierdo del músculo del corazón, de una persona de aproximadamente 30 años, sangre grupo AB+ y que había sufrido mucho al morir, con seguridad maltratado y golpeado.

Sobre este milagro eucarístico hemos hecho un video específico.

Algunos pueden decir que eso ya fue, que ahora no se producen esos milagros.

Sin embargo deben saber que por lo menos se han producido 4 milagros eucarísticos importantes en este tercer milenio, y varios más de menor entidad, y otros ocultados por los sacerdotes o sus obispos.

Uno de los milagros verificados más recientes comenzó el 28 de abril de 2001 en Trivandrum, India. 

El padre Johnson Karoor estaba diciendo misa cuando vio tres puntos rojizos en la hostia consagrada. 

Dejó de recitar las oraciones y se quedó mirando la Eucaristía. 

Luego invitó a los que estaban en la misa a mirar, y también vieron los puntos que eran tres, símbolo de la Santísima Trinidad. 

Pidió a los fieles que permanecieran en oración y colocó la Sagrada Eucaristía en el sagrario.

Y en la misa del 5 de mayo, el padre Karoor volvió a notar otra imagen en la hostia, esta vez un rostro humano. 

Durante la adoración, la figura se hizo más clara.

Era la imagen de Jesucristo. También es uno de los milagros más impresionantes de la historia.

Otro milagro Eucarístico del siglo XXI ocurrió en México, en 2006.

En octubre de 2006, durante una misa, dos sacerdotes y una religiosa estaban repartiendo la comunión cuando la religiosa miró al celebrante, el padre Goring, con lágrimas en los ojos. 

La hostia que sostenía había comenzado a derramar una sustancia rojiza. 

Para determinar la validez del evento, el obispo Alejo Zavala Castro pidió al doctor Ricardo Castañón Gómez, quien investigó el milagro eucarístico en Buenos Aires de la década del 90 y a su equipo, que realizaran una investigación científica. 

En 2013, la investigación concluyó que la sustancia rojiza analizada corresponde a sangre en la que hay hemoglobina y ADN de origen humano

El tipo sanguíneo es AB+, similar al que se encuentra en la Hostia de Lanciano y en la Sábana Santa de Turín.

Y también en la hostia del milagro eucarístico de Buenos Aires.

El padre Goring luego explica lo que encontraron los investigadores científicos:

«Dos estudios realizados por eminentes peritos forenses con diferentes métodos han demostrado que la sustancia se origina en el interior, excluyendo la hipótesis de que alguien pudiera haberla aplicado desde el exterior«.

Este fue un descubrimiento fascinante, porque esta sustancia roja que rezumaba de la hostia consagrada tenía las propiedades de una herida, la sangre provenía del interior de la hostia y se esparcía.

Y no menos importante, el tejido correspondía al músculo cardíaco, lo cual es consistente en todos los milagros eucarísticos.

Esta la sangre fresca se mantuvo así aún pasados tres meses.

Los otros dos milagros eucarísticos importantes del siglo XXI sucedieron en Polonia.

Uno sucedió en la ciudad de Sokolka, en 2008 en la iglesia de San Antonio. 

Esa mañana, durante la misa, un sacerdote dejó caer accidentalmente una hostia mientras distribuía la Comunión. 

Luego se puso la hostia en un pequeño recipiente con agua. 

El párroco, Stanislaw Gniedziejko, pidió a la sacristana, la hermana Julia Dubowska de la Congregación de las Hermanas Eucarísticas, que colocara el recipiente en una caja fuerte en la sacristía.

Después de una semana, la hermana Julia revisó el receptáculo.  Cuando abrió la caja fuerte, olió algo parecido a pan sin levadura y la hostia tenía una mancha de sangre roja. 

Inmediatamente, la Hermana Julia y el P. Gniedziejko le contaron al arzobispo de Bialystok sobre el suceso. 

El obispo hizo sacar la hostia manchada del recipiente y colocarla sobre un corporal, donde permaneció en el tabernáculo durante tres años. 

Durante este tiempo, el fragmento teñido de la hostia se secó, pareciendo más una mancha de sangre o un coágulo, y se encargaron varios estudios sobre el la hostia. 

Los estudios encontraron que el fragmento con manchas de sangre de la hostia es tejido del miocardio, del corazón de una persona que está a punto de morir. 

Además, la estructura de las fibras musculares y la de la hostia están entretejidas de una manera imposible de producir por medios humanos.

Cinco años más tarde, el día de Navidad de 2013 se produjo otro milagro eucarístico en Polonia, en la localidad de Legnica.

El párroco de San Jacinto, padre Andrzej Ziombra informó que ese día, una hostia consagrada cayó al suelo. 

Se recogió y se colocó en un recipiente con agua, de acuerdo con los procedimientos de la Iglesia. 

Poco después, aparecieron manchas rojas en la hostia, según el padre Ziombra.

El obispo local encargó un estudio científico de la hostia a dos departamentos médicos universitarios en febrero de 2014.

En una investigación histopatológica detallada, bajo un microscopio, se encontró un fragmento del músculo cardíaco en agonía.

El sacerdote polaco explicó también que «se encontró un fragmento de la secuencia de ADN, pero para saber de quién podría ser el ADN, todavía se necesita más investigación».

La Congregación del Vaticano para la Doctrina de la Fe aprobó la veneración de la Hostia en Legnica en 2016.

La práctica de la Iglesia es monitorear los estudios y luego seguir examinando si el milagro da frutos espirituales.

Para el padre Ziombra es visible que ya hay conversiones milagrosas a partir de ese milagro, hay curaciones y también hubo un gran movimiento de peregrinaciones antes de la Pandemia.

El párroco se ha sorprendido por la cantidad de personas que han acudido a su localidad del suroeste de Polonia, cerca de las fronteras con Alemania y la República Checa, para venerar la hostia. 

Una de las conversiones más conmovedoras vino de un hombre de la ciudad que había sido «hostil a la Iglesia toda su vida, e incluso luchó contra ella».

Y de una manera inexplicable, extraordinaria, se convirtió y después de 50 años acudió a su primera confesión y la primera Sagrada Comunión. 

Y de hecho cambió radicalmente su vida y su actitud hacia Dios, se convirtió en un creyente muy ardiente.

El párroco también ha documentado otras «conversiones repentinas» similares en las vidas de las personas que rezaron en Legnica.

Bueno hasta aquí lo que te queríamos contar sobre los milagros más recientes que Jesús produce cada tanto para reafirmar la transubstanciación.

Para que los fieles recuerden que Él está realmente presente con Su Cuerpo y Su Sangre en cada eucaristía, y no es un símbolo, está realmente ahí.

Y como en esta época hay más posibilidad de hacer estudios científicos, se hacen y reafirman que Jesucristo está presente y vivo en las hostias consagradas.

Y me gustaría preguntarte si piensas que la mayoría de los católicos creen en que Jesús está presente con su carne y sangre en la hostia consagrada o no.

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