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El patriarca Kirill, líder de la Iglesia Ortodoxa Rusa predicó el domingo pasado, primer domingo de la cuaresma ortodoxa, sobre la herejía global que se está extendiendo por el mundo a través de los nuevos Derechos Humanos.
Kirill se refirió concretamente a los intentos de aprobar leyes para garantizar el derecho a cualquier tipo de opción, incluida la elección del pecado y concluyó que las consecuencias pueden ser apocalípticas.
«Estamos viendo cómo se están haciendo esfuerzos en muchos países prósperos por establecer por ley el derecho cualquier elección de parte de las personas, incluyendo los más pecaminosos, los que contradicen la Palabra de Dios, el concepto de la santidad, el concepto de Dios», en una clara referencia a los matrimonios del mismo sexo y a la oposición incondicional de la iglesia rusa a tales uniones.
El Patriarca dijo que el criterio universal de la verdad ahora es el individuo y sus derechos, y qué se está expulsado a Dios de la vida del hombre y de la sociedad.
«Hoy estamos tratando con una herejía mundial de adorar a los hombres, la nueva idolatría que elimina a Dios de la vida humana».
Hablando en la Catedral de Cristo Salvador en Moscú, advirtió que esta tendencia se está desarrollando a escala de todo el mundo.
«Nada como esto había ocurrido en una escala global antes».
E interpretó que este movimiento comenzó en Europa Occidental y Estados Unidos, y ahora también ha llegado a Rusia.
E hizo un llamado a que la iglesia dirija toda su fuerza, palabras y pensamientos para contrarrestar directamente esta herejía de la contemporaneidad.
«Es específicamente a la superación de la herejía del día de hoy – cuyas consecuencias pueden llegar a ser apocalípticas – , lo que la iglesia debe tener como objetivo, a través de la fuerza de su protección, su palabra, su pensamiento».
Pero inmediatamente se hicieron sentir voces contrarias dentro de Rusia.
Boris Vishnevsky, un legislador municipal de San Petersburgo, del partido político de oposición liberal Yabloko, dijo
«El espíritu y la letra de las leyes rusas están determinadas por los derechos humanos y las libertades, y no por la palabra de Dios. Al menos eso es lo que dice la constitución hasta el momento».
Y agregó
«La iglesia debe operar dentro de los límites de la Constitución y las leyes, porque así es como funciona un estado laico, donde no todo el mundo es un creyente, y no todo creyente es un cristiano ortodoxo, pero todo el mundo es un ciudadano».
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