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Estamos acostumbrados a leer noticias negativas que nos vienen desde el centro de occidente, o sea Estados Unidos, sobre el avance de la reingeniería anticristiana.
No sólo avances en la implantación del aborto, la eutanasia, la anticoncepción, sino referido a la persecución religiosa, especialmente atacada por la promoción del estilo de vida homosexual.
Pero no circulan tanto algunas cosas que está sucediendo en Estados Unidos, y que reflejan la resistencia que están haciendo los cristianos a toda esta tendencia inicua.
Una de esas noticias es lo que está sucediendo en el estado de Tennessee, donde la semana pasada la cámara de representantes o sea de Diputados, votó por un amplio margen a favor de la Biblia el libro oficial del estado.
Luego debía pasar a ser votado por el Senado.
Ya el año pasado habían presentado este proyecto pero no había tenido los votos necesarios.
Esfuerzos similares se han hecho en Louisiana y Mississippi este año aunque han fracasado, pero demuestran que hay una tendencia a la resistencia ante el avance de las fuerzas anti cristianas.
El lunes pasado finalmente el Senado Estatal voto por 19 a 8 a favor del proyecto de ley de hacer de la Biblia un libro oficial del estado, a pesar de los argumentos del fiscal general del estado, de que genera conflicto con la Constitución de Tennessee, que dice que nunca se dará ninguna preferencia por ley a cualquier institución religiosa o modo de rendir culto.
A esto respondió respondió el senador republicano Steve Southerland, quien argumento que su proyecto de ley tiene como objeto el reconocimiento de la Biblia por sus contribuciones históricas y culturales al estado, en lugar de como respaldo del gobierno a una religión.
Hay que considerar que estamos en año electoral y Tennessee es sólidamente repúblicano.
El gobernador Bill Haslam ha dicho que tiene dudas sobre la constitucionalidad del proyecto y no ha dicho que hará cuándo lo pongan en su escritorio para que lo firmen.
El mayor opositor fue la American Civil Liberties Union que desplegó todo su esfuerzo para que el proyecto fuera detenido.
De cualquier forma, lo firme o no el Gobernador, esto muestra que hay una resistencia viva, y que además hay políticos que todavía piensan poner a Dios en el centro de la actividad pública en EE.UU.
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