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Un surfista de Rio de Janeiro, médico y seminarista, que murió ahogado en el 2009, tiene avanzada su causa de beatificación.

Guido Schaffer surfeando

Un caso extraño de un proceso de beatificación abierto a tan pocos años de su muerte.

 

QUIEN FUE GUIDO SCHAFFER

Guido Vidal França Schaffer, de Río de Janeiro, había nacido en Copacabana, surfeaba en la playa Arpoador, era médico y seminarista. Murió en el 2009 a los 34 años.

De sonrisa fácil y muy simpático, era un joven que se metía en fiestas sin ser invitado, era osado y le gustaba hacer bromas.

guido predicando

Usaba ropa de marca, le encantaba el sonido metálico de Pearl Jeam y solía bailar  en las discotecas. Un joven normal y alegre que amaba el mar y el surf.

El tuvo sus noviazgos y admiradoras, pero percibió que aquello no le llenaba.

 

SU CONVERSION

Un día, Guido participó de un seminario de vida del Espíritu Santo.  De ahora en adelante el Surfista del Arpoador sufrió una vuelta de 180 grados en su vida.

En 1997, el papa Juan Pablo II visitó Río de Janeiro y Guido formó parte de la coral que cantó para esta ocasión tan especial.

guido con monjas

Pudo sentir de cerca en los ojos del Papa esa mirada de pescador de hombres.

Cuando Juan Pablo II dijo «Tenemos que ir a aguas más profundas», todo comenzó a tener sentido para este surfista que con mucha alegría decía a su grande amigo el padre Jorjão: «Es eso lo que yo quiero».

Terminó la escuela de medicina antes de decidirse a ser sacerdote y trabajó con los pacientes más pobres en un hospital público.

En el 2000 Guido sorprendió a su familia cuando, después de un viaje con sus padres al santuario de Fátima, en Portugal, y después de leer el libro Nuestro Hermano de Asís, de Ignacio Larrañaga, les reveló que quería ser sacerdote.

Decidido, entró en el seminario. Pero por esto no dejó de ir a la playa con amigos para hacer surf.

«Siempre decía que el entorno ideal para encontrarse con Dios estaba en el agua, donde podrían darles las gracias por la grandeza del mar y por su belleza», dice Maria Nazareth, la madre de Guido Schaffer.

«El mar representaba para él la inmensidad de Dios. Guido vio ninguna contraindicación para esta pasión. El mar era un lugar de profunda intimidad con Dios», agregó su amigo el padre Jorjão, de la Iglesia Nuestra Señora de la Paz, en Ipanema.

 

SU TRABAJO

Aceptó el desafío de sus amigos y el Padre de formar un grupo de oración para jóvenes.

Incluso cuando ya cuando era seminarista, también formó con una amiga un grupo en la playa, donde también enseñaba a muchos jóvenes a surfear.

Guido tuvo que aprender a conciliar los estudios de medicina con el grupo de oración.

guido en la arquidiócesis de rio

Conforme pasaba el tiempo centenas de jóvenes fueron atraídos por el testimonio y unión de su vida con la cristiana.

El cuidado con los pobres fue una marca en su vida. Trataba enfermos en un callejón en Río, y también operaba una clínica médica en un refugio para personas sin hogar dirigido las monjas de la Santa Madre Teresa de Calcuta.

A pesar de estar en el Seminario no abandó el surf, donde él decía encontrarse diferentes veces con Jesús; siempre iba cuando podia.

Después de entrar en el seminario, crecía en humildad y llevaba la palbra de Dios a diversas parroquias donde muchas personas se acuerdan de la acción del Espíritu Santo a travéa de él: profecias, tranquilidad de Espíritu y  muchas gracias concedidas.

Donde llegaba, Guido era señal de esperanza y alegría.

Guido difundía el Evangelio por medio del surfing. Antes de ir a una sesión de surf rezaba en la playa con sus amigos. A menudo, los otros de la playa se les unían.

Fuera del agua, entablaba conversaciones con sus compañeros surfistas. Le gustaba decir que Jesús, que caminaba sobre el agua, que fue la primera persona que practicó surf.

Pero en mayo de 2009 Guido estaba surfeando con amigos en Río de Janeiro, cuando tuvo un accidente, se golpeó la cabeza con la tabla de surf. Perdió el conocimiento y se ahogó. Tenía 34 años.

 

SU MUERTE

Era precisamente la despedida de soltero de su amigo Dudu, en la playa «Do recreio».

Antes de entrar en el mar sus amigos hicieron con él una oración.

jesus is our wave guido

Ya en el mar Guido encontró una serie de ondas gigantes e inesperadamente sus amigos lo encontraron ahogado. Los exámenes mostraron que se había roto una vértebra.

Fue llevado al hospital donde se confirmó su muerte. Guido murió así surfeando y así nació para los cielos.

«Fue el día antes de mi boda«, dice Eduardo Martins el amigo cercano de Schäffer.

«Se suponía que iba a ser mi despedida de soltero… era un día de fiesta así que Guido estaba fuera del seminario y nos fuimos a la playa.

Las olas eran altura de la cabeza pero no era nada a lo que Guido no estuviera acostumbrado. Como solíamos hacer antes de lanzarnos al agua, oramos juntos«.

Guido había intentado bucear con su tabla bajo una ola gigante, pero quedó atrapado debajo de ella. Dudú Martins sacó a Guido a la orilla, pero fue incapaz de reanimarlo.

 

CRECE SU FAMA

En su funeral, la Parroquia de Nuestra Señora de Copacabana dio la bienvenida a una gran multitud vino a dar su último adiós.

Después de su muerte, la gente comenzó a llamarlo el «Angel Surfista» y a hacer peregrinaciones a su tumba. 

traslado del cuerpo de guido

En los meses siguientes, la tumba del médico seminarista se convirtió en un punto de peregrinación de devotos que dejaban flores y exvotos de favores recibidos.

El ritual se repite hoy en la Iglesia de Nuestra Señora de la Paz en Ipanema, donde sus restos fueron trasladados luego.

Algunos dejan grabadas placas dándole las gracias por las oraciones contestadas.
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Otros dejan moldes de pies y cabezas que indicaban las partes del cuerpo curadas por su intercesión.

El culto a Guido creció tanto que sacerdotes comenzaron a celebrar una misa mensual en la tumba de Guido.

«Hasta ahora no teníamos la percepción de lo que había hecho. En el momento de las condolencias, varias personas dieron las gracias por la ayuda ofrecida por él en momentos de depresión, o para liberarlos de alcoholismo y otras adicciones «, recuerda la hermana de Guido, la abogada Angela Isnard.

 

SUS MILAGROS

Hoy en día, muchos testimonios son contados como milagros por la intercesión de Guido Schaffer.

Un libro titulado «O Anjo Surfista«, del escritor Manuel Arouca cuenta su historia.

Hay muchos testimonios e informes de milagros, de curación, de intercesiones en momentos críticos.

santo surfista guido

La vida del cardiólogo Bernardo Amorim, de 46 años, ha cambió drásticamente en 2015.

Víctima de una enfermedad nerviosa que le había dejado completamente paralizado, comenzó una dura batalla para recuperar los movimientos.

A su madre Eliana Amorim los médicos había dicho que su hijo podría comenzar a caminar de nuevo dentro de seis meses pero difícilmente pudiera funcionar como médico.

Pero «Justo antes de salir del hospital ya era capaz de ponerse de pie y dar unos pasos» dice la madre. «Hoy en día, casi un año después, Bernard trabaja y dirige [su institución]».

«Recé a Guido, diciéndole que quería que Bernardo volviera a la medicina y le pedí que pudiera volver a su trabajo», dice la madre.

Juliana Gomes de Almeida, una empleada de 37 años, no podía quedar embarazada. Guido le aconsejó que buscara un grupo de mujeres con el mismo problema para rezar juntas.

Incluso después de su muerte, el grupo de oración no se ha detenido.

«Me hice un examen y de repente el doctor me dijo que estaba embarazada«, dice Juliana. «Estoy segura que fue una bendición de Guido, el médico mismo estaba impresionado».

En el libro escrito por el padre Jorjão también hay un episodio en el que Guido, ya con su título de médico, ayudó a una persona sin hogar.

Pasó tres horas hablando y curando la infección que el hombre tenía en la cabeza por una pedrada. Al final, el mendigo le dio las gracias, diciendo: «¡Bendita lapidación! Fue necesaria para conocer a Jesús!»

 

FUNERAL Y TRASLADO DEL CUERPO

Cerca de 2000 asistentes, entre ellos los surfistas, médicos, monjas y las personas sin hogar, se presentaron para su funeral. 

Una parroquia envió cinco autobuses llenos de dolientes, y la fama de Guido como un posible santo se afianzó, dijo el padre Lópes.

«Cuando murió, era difícil de entender. Preguntamos a Dios, ¿por qué lo tomas, ya que como sacerdote, iba a llevar a mucha gente a la iglesia?«, dijo el padre Roberto Lópes, un cura de Río de Janeiro que actúa como enlace con el Vaticano para el trámite de una posible santidad.

misa con el arzobispo por guido

«Entonces nos dimos cuenta: tal vez él traiga aún más gente a la iglesia como santo».

La ceremonia de traslado de sus restos de la Basílica de la Inmaculada Concepción en Botafogo a la Parroquia de Nuestra Señora de la Paz en Ipanema fue impresionante.

En esta parroquia se ha establecido un lugar de peregrinación y devoción.

Sus compañeros de surf acompañaron los restos encima de un camión de bomberos en una procesión animada con las tablas de surf en alto. 

«Para él, el surf era una experiencia mística, como la oración. Sentía la presencia de Dios en el mar», dijo el Padre Jorge Neves, quien fue mentor de Guido en Nuestra Señora de la Paz.

Un cartel gigante de Guido cuelga en el exterior de la iglesia de Ipanema. En ella, un bronceado y atlético Guido acaba de surfear una onda y está montando la espuma.

«Todo fue un acto de Dios. Dios lo hizo así Guido moriría en la playa, moriría en el surf», dijo Ricardo Bretas un surfista de Río de 29 años de edad que se conoció a Guido alrededor de un año antes de morir.

 

SU BEATIFICACION

Se habla de la beatificación de Guido Schaffer desde Mayo del 2009, el padre Jorjão, amigo e confesor de Guido, habló de este posible acontecimiento:

«La iglesia es muy prudente en relación a eso. Los testimonios van a poder ser analizados. Lo impresionante es ver como personas que nunca los conocieron se organizan para orar y pedir su intercesión.

El Papa Juan Pablo II acostumbraba decir que necesitamos santos vestidos con pantalones de jeans. Guido es un ejemplo fehaciente de esto, un muchacho joven que vivia plenamente su juventud».   

surfistas al atardecer

Menos de una década después de su muerte, Guido tiene una legión de fieles, algunos de los cuales garantizan que hace milagros.

El padre Jorjão puso de relieve cómo Guido estaba completamente en manos de los necesitados, dando incluso su propia ropa, si era necesario.

«La santidad es posible para cualquier persona en el mundo hoy en día. Tenía las características del líder, y vivió una constante preocupación social, tanto es así que fundó un grupo de oración con los jóvenes de la parroquia». El grupo se llama Fogo do Espírito.

Se realizó una solicitud de beatificación por la Arquidiócesis de Río de Janeiro y el Vaticano concedió el «nihil obstat ‘ en el 2014. Desde ese momento Guido ya es ‘Siervo de Dios’.
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Y una carta firmada por el cardenal Orani abrió el proceso de beatificación en enero de 2015.

Durante la misa de apertura del proceso de la vida y virtudes, de Guido, el arzobispo de Río de Janeiro, Cardenal Orani Tempesta, elogió el trabajo social realizado por él. El trabajo que desarrolló con los pobres de Lapa y Santa Casa fue fundamental, es un ejemplo para los jóvenes católicos”.

A finales de agosto de 2016, la Arquidiócesis de Río de Janeiro ha terminado con su trabajo y envió toda la documentación – más de 20 mil páginas – al Vaticano pensando ya en la beatificación.

Fuentes:

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