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Los grupos cristianos que basan su accionar en el poder del Espíritu Santo no son muy apreciados en occidente.

Sin embargo producen fenómenos espirituales como el que vamos a relatar en este artículo.

Que tienen algunas similitudes a los que sucedieron en pentecostés a los apóstoles.

Sea cual fuere tu opinión sobre lo que vas a leer debes saber que todo esto está muy documentado, no es una historia que se le ocurrió a un periodista en una noche de insomnio.

Se trata de fenómenos que los católicos desconocen porque la Renovación Carismática Católica y los fenómenos carismáticos son combatidos dentro del clero.

Sucede un poco menos entre los protestantes con el Movimiento Pentecostal.

Pero quiérase o no, estos grupos son los que están manteniendo el crecimiento del cristianismo en el planeta.

Son las espiritualidades que crecen explosivamente en el único lugar donde crece el cristianismo, en el Sur Global.  Leer aquí un artículo al respecto.

   

¿ES POSIBLE QUE EL ESPÍRITU SANTO PRODUZCA UNA BORRACHERA?

La Biblia nos dice que sí.

Cuando Hechos de los Apóstoles 2: 1-13 nos describe la venida del Espíritu Santo en Pentecostés en formas de lenguas de fuego, que causó en los apóstoles hablar en lenguas, algunos se burlaban por la conducta externa de ellos:

«Pero otros, burlándose, dijeron: ‘Están llenos de vino'».

El apóstol Pablo retoma el tema Efesios 5:18:

«No os embriaguéis con vino, que es causa de libertinaje; llenaos más bien del Espíritu».

San Ambrosio  decía:

“¡Bebamos la Soberana Intoxicación del Espíritu con Alegría!”

Frase que el Papa Pablo VI recomendó como lema en 1975 a la Renovación Carismática Católica, como una forma de revivir la vida de la Iglesia.

Que es similar a lo dicho en el siglo IV San Agustín:

«[El Espíritu Santo] te ha encontrado sediento y te ha embriagado. ¡Que Él te embriague!”.

¡Qué interesante manera de describir el llenado del Espíritu Santo: una borrachera!

Cuando piensas en un grupo de personas que se emborrachan, incluso en diferentes culturas puedes imaginar la misma escena.

Probablemente una escena bulliciosa, efusiva, caótica y de gran expansividad.

Puedes imaginarlos aturdidos, tambaleando, cayendo, alegres y riendo.

Llevado a lo que experimentaron los apóstoles en pentecostés debemos hablar de una intoxicación espiritual.

Que es cuando una persona está fuera de su mente, pero no porque esta desprovista de razón, como es el caso del vino o las drogas, sino porque pasa más allá de la razón a la luz de Dios.

Esta presencia embriagadora los llevó a hablar en otras lenguas declarando alabanzas de Dios.

Para entender el fenómeno de estar borracho en el Espíritu, tenemos que llegar a comprender que Dios nos toca no sólo de una manera «espiritual», sino también de una manera física real.

La borrachera del Espíritu, tal como sucedió en el Día de Pentecostés, depende de Dios no de la bebida o de las personas.

Una actitud de profunda y sincera humildad delante de Dios – que nos vacía – es lo único que podemos hacer para permitir que el Espíritu Santo venga y nos emborrache.

Y en este proceso el Espíritu Santo nos cura en alma y cuerpo.

Una estrofa del himno Veni Creator muestra esta acción:

«Enciende una luz en nuestras mentes, derrama el amor en nuestros corazones, cura lo que está enfermo en nuestros cuerpos, por tu poder eterno«.

Esta acción del Espíritu Santo es la que genera la efervescencia en las misas de alabanza carismáticas, aunque generalmente no llegan a mostrar signos muy fuertes de borrachera espiritual.

¿Pero hay momentos en que esta borrachera si se produce en forma?

Sí y podemos contar un caso.

   

LA BENDICIÓN DE TORONTO

La Bendición de Toronto es un término que describe el reavivamiento cristiano y los fenómenos asociados que comenzaron en enero de 1994 en la Iglesia del Viñedo del aeropuerto de Toronto.

Se trata de una iglesia cristiana evangélica neo-carismática.

Estos sucesos dieron vuelta el globo y recalaron también, aunque más recatadamente, fuera del movimiento pentecostal, en la Renovación Carismática Católica.

El 20 de enero de 1994, 120 personas se reunieron en la reunión del jueves por la noche en la iglesia del Aeropuerto de Toronto.

Los fenómenos que allí se produjeron incluyen caerse, reír, llorar, sacudirse, bailar, gritos, rugidos, gozo embriagador e incoordinación.

Sacudidas, pérdida de fuerza corporal, respiración pesada, temblor de los ojos, labios temblorosos, sudoración aceitosa en el cuerpo, cambios en el color de la piel.

Visiones, oír audiblemente cosas del reino de los espíritus, profecías, hablar e interpretar lenguas, y manifestaciones angélicas.

Experimentaban viento, calor, electricidad, frialdad, náuseas cuando el discernimiento del mal, olores, sabores.

Se observó también una transformación dramática en la vida de muchas de las personas afectadas por estos fenómenos, un gran número de conversiones y la mayoría de la gente llamó a esto un avivamiento.

Por lo general, no había una pérdida total de conciencia, y la mayoría eran capaces de oír, aunque podrían no responder.

Era común un sentimiento de desapego: las horas podían pasar y parecían minutos.

Una aparente parálisis espástica o fláccida estaba frecuentemente presente en los individuos afectados.

Muchas de las impresiones y visiones se les comunicaron mientras estaban en el suelo.

Algunos se sentían como si estuvieran físicamente atrapados en el suelo y se sentían incapaces de moverse.

Incluía también saltos repetitivos a gran altura, un temblor fisiológico intenso, y la apariencia de ser arrojados como golpeados por una carga eléctrica.

A veces estos fenómenos seguían a la oración, o cuando la imposición de las manos, o comenzaban espontáneamente durante la adoración, la predicación.

La gente se embriagaba tanto que tenían que ser llevados a sus coches.

Algunos eran llevados rígidos, otros tambaleantes como bebidos.

Era muy difícil observar todo esto sin preguntarse, ¿Qué está pasando aquí?

La gente, y especialmente los líderes de la iglesia, acudieron a las iglesias afectadas para investigar.

Incluso los escépticos se vieron afectados, para su sorpresa.

A su regreso a sus templos, a menudo antes de asimilar lo que había sucedido, encontraban eventos similares estallando en sus propias iglesias.

   

LOS FRUTOS Y LOS EVENTOS MILAGROSOS

El fruto inmediato fue increíble.

Se ha señalado que a finales de 1995, 600.000 personas habían visitado Toronto desde casi todas las naciones del planeta.

Además, hubo más de 900 conversiones en el primer año de la renovación.

El movimiento se extendió a este tipo de Iglesias en EE.UU. y el Reino Unido.

Desde ese momento la Bendición de Toronto se ha convertido en sinónimo – dentro de los círculos cristianos carismáticos – para describir eventos que incluyen:
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una mayor conciencia del amor del Padre, éxtasis religioso, el descanso en el Espíritu, la risa incontrolable, la euforia emocional, la curación de las heridas emocionales, la curación de las relaciones dañadas, y las ondas del espíritu.

La risa santa, como resultado de una alegría abrumadora, fue una manifestación característica.

Y también hubo algunos informes de casos de participantes rugiendo como leones o haciendo otros ruidos de animales.

Un elemento común a las reuniones fue la descripción de acontecimientos milagrosos que ocurrieron en cada servicio.

Algunos de estos milagros eran físicos, que según se informa, se manifestaron como curaciones sobrenaturales de varias lesiones.

Otras manifestaciones reportadas fueron más emotivas donde la gente afirmaba que tenía una nueva conciencia del amor de Dios, liberación de los temores del pasado, de los enojos y de los problemas de relación.

Incluso hubo reclamaciones de que Dios había rellenado de oro algunos dientes de gente durante el servicio.

Más de 300 de los visitantes testificaron que sobrenaturalmente recibieron rellenos de oro o plata en sus dientes durante las reuniones.

En 1995 se realizó un estudio que encuestó a 1.000 personas que visitaron la Iglesia del Viñedo y aproximadamente la mitad de ellas informaron que se sentían espiritualmente restablecidos después de las reuniones. (Barrett, David. The New Believers: A Survey of Sects, Cults and Alternative Religions. Cassell, 2001)

Cerca del 90% dijeron estar «más enamorados de Jesús» de lo que habían estado en cualquier otro punto en sus vidas.

Y el 88% de los encuestados casados ??declararon que también estaban más enamorados de su cónyuge.

Un estudio de seguimiento realizado en 1997 también arrojó cifras similares a las de los encuestados originales. (Poloma, Margaret. Inspecting the fruit: A 1997 sociological assessment of the blessing. The Journal of the Society for Pentecostal Studies, 1998).

   

ESTOS FENÓMENOS NO SON NUEVOS

En la historia de los últimos siglos se han reportado casos similares. Mencionaremos algunos.

A principios del siglo XX, en el renacimiento del Congo Belga, hubo muchos borrachos con el Espíritu, muchos temblando más allá de su control, otros arrojándose al suelo… pero ninguno resultó herido.

La así llamada «risa santa» era también una característica del renacimiento galés de 1904, al igual que las reuniones sollozantes desordenadas.

En 1859, un renacimiento estalló en Irlanda, que luego se extendió ampliamente en las Islas Británicas.

Las «postraciones» físicas eran muy marcadas en Irlanda, y también en Escocia y partes de Inglaterra.

Incluso hombres fuertes se tambaleaban y caían por las heridas de su conciencia. Produciéndose una gran debilidad corporal.

Hacia finales del siglo XVII, en reuniones de campamentos en los Estados Unidos, un gran número cayó y permanecería inmóvil durante horas o gritando.

Algunos hablaban, pero no podían moverse.

Algunos golpeaban el suelo con sus talones.

Era común ver a hombres saltar, sollozar, gritar, reír o desmayarse.

Estos fenómenos hoy suelen englobarse bajo el término descanso en el espíritu.

   

HISTORIA PREVIA DE LA BENDICIÓN DE TORONTO

El rastreo concreto de este fenómeno de Toronto llega a Reinhard Bonnke, un misionero en Kenia, en 1988, quien profetizó públicamente que la gente experimentaría a Jesús en dos días y muchos milagros ocurrirían.

Según el Kenyan Times, dos días después, el 11 de junio de 1988, un hombre de túnica blanca apareció de repente entre la multitud en un servicio cristiano de sanación y oración en una aldea cerca de Nairobi.

Tanto cristianos como musulmanes lo reconocieron como Jesús y muchos milagros fueron reportados.

Rodney Howard-Browne, un ministro sudafricano recibió el espíritu de Reinhard Bonnke y luego se lo pasó al pastor estadounidense Randy Clark.

En 1989, el evangelista sudafricano, Rodney Howard-Browne, se quejó de que su reunión se estaba arruinando cuando mucha gente se caía de sus asientos y comenzaba a reír.

Pronto se convenció de que Dios era el culpable.

Estos acontecimientos siguieron a Howard-Browne y persistieron después de que él se marchara, extendiéndose rápidamente.

En abril de 1993, durante reuniones en la Florida a las que asistieron 10.000 personas, olas de risa afectaron a la congregación.

Lo interesante fue que lejos de decaer después que este evangelista abandonara la ciudad, el fenómeno continuó y se extendió.

El movimiento no parecía estar centrado en un hombre

Randy Clark recibió la unción de Rodney Howard-Browne y la pasó a la Iglesia del Viñedo de Toronto cuando fue invitado por John Arnott el 20 de enero de 1994.

Fue ese día que el fenómeno estalló en toda su dimensión y muchos otros grupos fueron afectados.

Un relato particularmente asombroso de una reunión en el Viñedo en Putney, Londres, fue publicado en el Times:

«Después de su sermón, el Sr. John Mumford oró para que un tornado visitara la iglesia’.

Fuera estaba tranquilo, pero de repente las cortinas que protegían una puerta abierta soplaron sobre mi rostro [dice el cronista], un enorme viento se precipitó, dispersando hojas y papeles.

Alunas personas se cayeron, se quedaron rígidos o temblaban, sollozaban, agarraban sus caras o agitaban sus manos ante ellos.

De repente me encontré riendo incontrolablemente.

Me sentí mareado y cogí una silla para no colapsar…”

   

¿QUE EXPLICACIÓN TIENEN ESTOS FENÓMENOS?

Ha habido numerosas explicaciones de los fenómenos.

Histeria en masa o la hipnosis han sido sugeridas por muchos laicos.

Hipnotismo no puede explicar los fenómenos, sobre todo cuando el mismo «hipnotizador» (el líder de la iglesia) ya está en el piso.

La sugestión y la presión de los compañeros son otros factores que se han utilizado para explicar lo que está sucediendo.

En reuniones donde los fenómenos son todos de un tipo, o los individuos se oran durante períodos prolongados, la presión para conformarse debe ser fuerte.

Algunas personas también pueden aprender las respuestas «apropiadas» a ciertos estímulos.

Por otro lado, la presencia de fenómenos extraños, aun suponiendo que sean de origen sobrenatural, no garantiza que el Espíritu esté en acción.

Las escrituras mencionan muchos de los fenómenos vistos.

La acusación de «borracheras» (Hechos 2: 13-16) hecha a los apóstoles es interesante.

Las Escrituras no dicen qué fue lo que llevó a la acusación.

Es improbable que haber hablado en idiomas que no sabían fuera suficiente en sí mismo para producir estas acusaciones.

Cuando los discípulos se llenaron repentinamente del Espíritu parecería que podrían haber tenido la misma embriaguez que describimos.

   

LAS CUATRO RESPUESTAS QUE SE OYEN

Se pueden observar cuatro grandes categorías de respuestas críticas a estas experiencias.

   

LA ENFOQUE TIPO FARISEO

Después de una investigación mínima, posiblemente en gran medida fundada en rumores, algunos se opusieron vigorosamente a lo que estaba pasando.

Como un pastor bautista que nunca había asistido a una reunión declaró: «Este movimiento no es de Dios».

La denuncia extrema de cualquier movimiento está fuera de lugar sin una cuidadosa investigación.

   

EL ENFOQUE TIPO GAMALIEL (HECHOS 5)

Gamaliel aconsejó a los judíos que dejaran en paz a los apóstoles, puesto que si es de Dios, continuará; de lo contrario, se terminará.

El enfoque es ver qué pasa, esperar.

   

LA ACEPTACIÓN CIEGA DE TODO

Hay quienes se vuelven tan fascinados por experiencias que nada más importa.

Este es un camino lleno de peligros.

Puede resultar en una herejía, un error y un pecado.

   

RECONOCER CUIDADOSAMENTE LA OBRA DE DIOS

Se requiere una cuidadosa investigación y discernimiento.

Porque es algo temible oponerse a Dios.

Al mismo tiempo, necesitamos ser sabios para no ser engañados.

Lo que sucedió en Toronto fue la punta de la madeja.

Al igual que con el primer pentecostés a los apóstoles hace 2000 años no volvió a suceder con esa intensidad.

Pero estas manifestaciones del Espíritu Santo se han ido canalizando en el Movimiento Pentecostal y en la Renovación Carismática Católica.

Y hoy están presentes sobre todo en la evangelización del Sur Global, especialmente en África, que sí cree en lo sobrenatural y donde el cristianismo está creciendo más rápido que en ningún otro lado.

Para conocer las características del cristianismo que crece explosivamente en el Sur Global leer este artículo: Las IMPRESIONANTES Diferencias entre el Cristianismo del Sur Global y de Occidente.

Estos fenómenos como el que describimos suceden y por eso lo informamos para tu discernimiento.

   

LAS CRÍTICAS A LA PÉRDIDA DE CONTROL

La llegada del Espíritu Santo en una persona es un don dado a todos los creyentes que tienen fe en Cristo, cómo sucedió con los discípulos en el cenáculo el día de Pentecostés.

Desde ese momento vive permanentemente en los creyentes.

Pero aunque no desaparezca, el Espíritu puede ser apenado.

El pecado dificulta que el Espíritu Santo actúe en plenitud en cada uno de nosotros y en obediencia a Dios.

Sólo nuestra obediencia a los mandamientos de Dios permite que nos llenemos de la a plenitud del trabajo del Espíritu Santo.

De modo que es lícito e imprescindible llenarse del Espíritu Santo para que el actúe con toda su potencialidad.

Y esto puede ser una contradicción con el término de embriaguez o borrachera.

La borrachera en la Biblia es el exceso de tomar vino y considerado un pecado.

Y por tanto puede apenar al Espíritu Santo y no permitir que actúes lleno del Espíritu Santo.

La escritura también habla sobre embriaguez espiritual en Isaías 29, y se refiere al juicio de Dios sobre el pecado y la apostasía.

Podemos considerar sin embargo que la borrachera en el espíritu que promueve la Bendición de Toronto es una alegoría que indica que la persona está tan inundada de alegría por el Espíritu Santo, que no hace más que festejar.

Algo así como un estado superior de llenado y actividad del Espíritu Santo.

Sin embargo esto tiene la dificultad de que las personas se deshacen de toda moderación.

Es la glorificación de la pérdida de control.

Sin embargo en Gálatas 5: 23 se menciona que una ganancia de la residencia del Espíritu Santo dentro de cada uno es el autocontrol.

Porque una experiencia altamente emocional no significa que el Espíritu Santo esté actuando más fuertemente en la persona.

Quizás esté siendo inhibido porque la persona perdió el control racional.

Dejarse llevar por la emoción, limitando la razón, no es un criterio cristiano.

El cristianismo, y especialmente el catolicismo, ponen énfasis en la marcha conjunta entre emoción y razón, de la fe y la razón.

Otra dificultad qué podemos ver en el criterio de borrachera del espíritu es que se hace del servicio religioso un espectáculo, porque la gente pierde sus funciones corporales.

Y se centra más en su emoción de gozo que en enfocarse hacia Cristo.

Fuentes:


Equipo de Colaboradores de Foros de la Virgen María

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