Con esta poesía de Rosario de la Cueva inauguramos una nueva sección de poesía católica.
Puedes leer sobre la historia de Juan de Arco aquí.
LA ELEGIDA
Y sopló el viento
entre la altivez verde
de los bosques.
Besó los cencidos y los
vetustos robles,
y sobre el Arbol de las hadas
silbó anunciando:
«Surgirá la doncella de los
remansos de Domremy.
Sus ojos negros serán
carbones encendidos
en la hoguera de la Fé.
Su estandarte blasonado de Lises,
ondeará a los piés de las
vestustas almenas de Orleans.
Y su voz, sonará nítida,
y después trémula,
cuándo vea tambalearse
su alta misión.
Destilando maldad,
los encapuchados rostros,
macilentos,
irán circundando
hasta el martirio a «La elegida»
Volará una blanca paloma
de entre las rojas lenguas
donde el odio transformará
en ceniza la virtud.
Pero del firmamento descenderá
una lágrima diviana.
Apagando los rescoldos
de aquel pecado inicuo.
Purificando para toda la eternidad,
la memoria de JUANA,
La Doncella.
La Elegida.
Rosario de la Cueva.
Rosario de la Cueva, de España, Poeta, Coordinadora del ciclo «La Rioja Poética» en el Centro Riojano de Madrid
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