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Quieren cambiar la moral cristiana del mundo.

Desde el año 2020 hemos presenciado la irrupción, visible para todos, del gobierno único mundial a través de la ONU.

Sobre el que las élites estuvieron trabajando durante décadas para quitar del mundo la moral cristiana y sustituirla por una moral luciferina.

Lo que estaba sucediendo en la ONU lo pidió investigar Juan Pablo II hace 3 décadas y es impactante lo que encontró su enviado, Monseñor Michel Schooyans.

Aquí hablaremos sobre las operaciones que estaba realizando la ONU para cambiar la moral cristiana del mundo hace tres décadas y como se ha ido consolidando ese poder hasta llegar al primer acto visible por todos, de un gobierno mundial único. 

En la década de 1990 Juan Pablo II pidió a Monseñor Michel Schooyans, demógrafo belga, filósofo y teólogo, sentarse en la ONU para investigar lo que sucedía allí. 

Lo que descubrió fue sorprendente y cada vez está más ante nuestros ojos, especialmente luego de la primera medida del gobierno mundial que fue el manejo de la crisis de salud por el coronavirus.

De esta investigación de Michel Schooyans surgió un libro publicado en el 2001 con el título «La cara oculta de las Naciones Unidas», pero ha escrito muchos más.

Uno de sus libros titulado «El Evangelio: Confrontando el Desorden del Mundo», que es una especie de manifiesto católico antiglobalización, tiene prólogo del Cardenal Ratzinger.

Cardenal que denunció al Nuevo Orden Mundial como más o menos la culminación del marxismo.

Denunció que la filosofía del hombre nuevo y del mundo nuevo de este Nuevo Orden, recomienda no preocuparse por el cuidado de los que ya no son productivos, ni da alguna esperanza de una vida de calidad.

Y que recomienda reducir el número de participantes en la mesa de la humanidad, para que la llamada felicidad material, ya adquirida por algunos, no sea tocada.

Por lo tanto dice que el cristiano está obligado a protestar contra esto y que el Nuevo Orden Mundial no puede reducir la libertad al silencio.

Monseñor Schooyans nos advierte en su investigación sobre la transformación de la ONU original, defensora tradicional de los derechos humanos, con la «Declaración Universal de los Derechos del Hombre» de 1948, hasta hoy en que está haciendo una reinterpretación perversa de los derechos del hombre.

Opuesta a los estados soberanos.

Que convoca constantemente, de modo engañoso, a anular las legislaciones nacionales. 

Y que establece una inquisición laicista al amparo de la llamada tolerancia.

Una organización que fue creada como forma de coordinar y consensuar a las naciones ha adquirido autonomía propia, y ya no es manejada por las naciones. 

¿Y cómo están haciendo esto?

El Padre Schooyans ilustra el proceso de toma de decisiones sobre políticas en la ONU.

Dice que el consenso se obtiene en las asambleas internacionales, gracias a las organizaciones no gubernamentales, que hacen un impresionante trabajo de cabildeo.

Estas ONGs están financiadas por los poderosos dominadores del capital financiero a nivel mundial, el más notorio es George Soros.

Quienes están detrás de la creación del Nuevo Orden Mundial y del Gran Reinicio lanzado por la excusa de la pandemia, para cambiar el mundo a su medida.  

Luego de este consenso se presiona a las naciones para firmar pactos sobre esos asuntos y programas de acciones.

Y condicionan la ayuda económica internacional a los países, los préstamos y las inversiones, al cumplimiento de esos acuerdos.

El Padre Michel Schooyans sustituye en su libro lo que alguna vez fue una noble imagen de las Naciones Unidas con una aterradora realidad.

Un plan para formar un nuevo orden mundial basado en una visión, que él define como satánica, de los nuevos derechos del hombre.

Muchos de éstos en áreas tales como la ideología de género, la terminación de la vida en el extremo y el final de la vida, la pedofilia, el divorcio, la prostitución.

Algunos han sospechado durante mucho tiempo la verdad sobre las Naciones Unidas, con su fachada de dedicación a la paz, al progreso y la prosperidad.

Pero al inicio del milenio, este sacerdote católico, miembro de la Academia Pontificia de Ciencias Sociales del Vaticano y profesor en prestigiosas Universidades, ha puesto de manifiesto la transformación de esta organización.

La alguna vez prometedora organización para las naciones, devino en una máquina para la destrucción de las soberanías y las culturas nacionales.

Y trabaja para su sustitución por un nuevo orden moral y político.

Una cultura mundial basada en una visión maligna de los nuevos derechos del hombre.

Que está absolutamente oculto para la mayoría de los católicos.

El Padre Schooyans acusa a los funcionarios de la ONU de presionar para que los nuevos derechos del hombre sean adoptados por los países

Los principales enunciados que quieren imponer son: 

Que las diferencias de roles entre hombres y mujeres no son naturales sino culturales.

Que todo el mundo es libre de elegir su sexo o cambiarlo.

Que las uniones no heterosexuales tienen el derecho a la adopción. 

Y las que familias monoparentales o uniones del mismo sexo, son buenos modelos familiares

Que hay que legalizar y dar fácil acceso a la anticoncepción en todas sus formas y a la terminación forzada de la viva al principio de la existencia y al final de ella.

También la educación sexual obligatoria para niños incluso sin el control de los padres.

Y entre esos derechos está la deificación de la Tierra y desacralización de la vida humana.

La Carta de la Tierra de 1992, fíjense cuantos años hace, subordina el hombre a la ecología.

También Schooyans denuncia que están tratando de crear una religión mundial para obtener una nueva ética planetaria.

Hace 3 décadas el Padre Schooyans nos dijo que la ONU es un auténtico criadero para una elite soberana mundial, que detente una concentración de poder sin precedentes en la historia.

Que dejará a los gobiernos y parlamentos de cada país en un papel totalmente residual.

Y esto lo vemos claramente hoy.

A partir del año 2020 vimos la consolidación de ese poder mundial.

Por primera vez en la historia humana la ONU fue capaz de implantar su gobierno a todo el mundo, sin excepciones, con los confinamientos obligatorios, los usos de máscaras, y las inoculaciones, para combatir un patógeno de escasa letalidad, pero contagioso, sobre el que ellos mismos inocularon una campaña de miedo permanente.

Y paralelamente sucedieron dos cosas.

Primero que las medidas de cierre de las economías produjeron destrucción de las economías de los países, desempleo y pobreza, que sólo será posible superarlos con asistencia del capital financiero, que es el que detentan precisamente quienes están en el proyecto de cambiar el mundo.

O sea que los préstamos y las inversiones serán más condicionadas.

Y en segundo lugar, la pandemia se está utilizando como catalizador para emprender una revolución global contra la soberanía nacional, los derechos individuales y la libertad económica, a través del Gran Reinicio que propone el Foro Económico Mundial.

Lo que los cristianos católicos deben tener claro es que la base de este proyecto, de la ONU y del Gran Reinicio, es luciferino.

Su propuesta es destruir la moral inculcada en el mundo por el cristianismo, por una nueva moral contraria, para que el cristianismo desaparezca.

Quieren quitar a Dios de la cabeza de las personas y de las tradiciones culturales de los países.

Y esto lo están haciendo por la fuerza, porque nadie excepto la élite, está pidiendo un gran reinicio del planeta. 

Y todos excepto la élite, nadie está pidiendo la restauración completa de las libertades y terminar con el caos que han creado.

Vera Sharav, una activista médica sobreviviente del holocausto, advirtió recientemente sobre los elementos opresivos y represivos sin precedentes instituidos en esta crisis de salud.

Ella dijo que «como niña sobreviviente aprendí lecciones imborrables sobre la naturaleza del mal». 

«Se nos exigió llevar una estrella de David amarilla para identificarnos, para segregarnos».

«Las leyes de exclusión excluían a la familia de la vida normal, de asistir a las actividades ordinarias. Nuestra propiedad fue incautada, se nos prohibió participar en todas las reuniones educativas, religiosas y culturales. 

Los judíos tenían prohibido viajar, por lo que no había escapatoria».  

Y ella dice que esto está pasando ahora con el manejo de la crisis de salud por el gobierno mundial de la ONU, los pases verdes y demás restricciones.

Gracias a la pandemia, en que se asustó a todos a través de los medios de comunicación y las redes sociales, ahora el Foro Económico Mundial, la organización de los más poderosos del mundo, y la ONU, están listos para invadir todos los aspectos de nuestra vida.

Su plan de toma del poder total tiene la meta del año 2030.

La próxima etapa será apretar más el control de las personas.

Y promover un segundo escenario de miedo a través del deterioro del medio ambiente y el cambio climático, que será la base para gobernar más férreamente al mundo y seguir con su plan de eliminar la moral cristiana.

Bueno hasta aquí lo que te queríamos contar sobre lo que encontró Monseñor Michel Schooyans sobre la clase de gobierno mundial que estaban preparando y cómo se ha hecho visible ahora a partir de la crisis de salud.

Y me gustaría preguntarte si crees que la gente que tu conoces se está dando cuenta que sucede esto o no. 

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