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La Virgen María se le apareció y le dio mensajes.

Estamos acostumbrados a pensar que cuando se aparece la Santísima Virgen es para dar mensajes para la humanidad, que hablan del futuro que nos vendrá y cómo irá guiando a Sus hijos.

Este es el glamour que acompaña a las apariciones.

Pero no pareciera que es lo más común que suceda.

Lo más común parece que son las manifestaciones para consolar, iluminar la conciencia, convertir a una persona y pedir una vida de testimonio.

Y en general estas apariciones se conocen poco, porque tienen un carácter más personal y privado.

A veces suele acompañar el testimonio, que pide que dé la persona, con eventos sobrenaturales, por ejemplo lluvia de escarchas, como el caso que vamos a contar.

Aquí hablaremos sobre la aparición que tuvo la famosa actriz colombiana Margalida Castro, cómo fue su iluminación de conciencia y cómo las escarchas la han acompañado en su testimonio.

Hay un preconcepto erróneo que ha entrado entre los católicos por influjo de los protestantes y el modernismo.

De que es rarísimo, absolutamente anormal, que la Virgen, Jesucristo, Ángeles y Santos se aparezcan a las personas, sobre todo para dar un mensaje personal.

O sea que el mundo sobrenatural no tiene contacto físico con nuestro mundo material, en general y especialmente para temas aparentemente menores.

Pero para los primeros cristianos las apariciones eran parte de su experiencia religiosa; si bien era algo extraordinario, podía darse con regularidad.

Y durante el milenio de la cristiandad, que dio comienzo en el siglo VI, lo mismo.

No como ahora que cuando le sucede a alguien lo miran raro, los propios católicos creen que está inventando o que tiene un problema mental

Y piden de inmediato que se lo investigue y que la Iglesia lo apruebe, o de lo contrario lo considerarán falso.

O sea que en el cristianismo primitivo y durante la cristiandad, las experiencias místicas de apariciones estaban incorporadas a la vida de la religiosidad.

Mientras que ahora no tienen cabida, incluso entre los católicos y los propios sacerdotes.

Por eso salen muy raramente a luz, y lo hacen cuando le sucede a alguien famoso, que vence el miedo al ridículo y lo divulga.

Y este es el caso de la conocida actriz colombiana Margalida Castro, ya septuagenaria.

En 1990 tuvo una aparición de la Santísima Virgen como la Medalla Milagrosa, que le provocó una iluminación de conciencia.

Le resignificó una serie de locuciones que había tenido por años y esta manifestación le siguió acompañando en su vida a través de las escarchas.

Margalida había crecido con una madre muy devota.

Pero cuando su hermano mayor entró en el seminario para ser sacerdote, sufrió un intento de abuso sexual que le hizo desistir, y con eso a ella la alejó de la fe.

Ella se sentía como a la deriva, cada situación frustrante era para ella traumática y tuvo que recurrir al tratamiento psiquiátrico.

Y luego se acercó a la New Age.

Leía todo tipo de libros de espiritualidad mundana, con la esperanza de ir sanando todas las amarguras que le habían pasado en la vida.

Creía en la angeología y en la ufología.

En las noches sacaba un cuaderno y apuntaba lo que escuchaba de unas voces interiores que no sabía de donde provenían ni por qué.

Y siempre le dictaban mensajes religiosos.

Dice que tiene muchos cuadernos llenos de esos mensajes que estuvo escuchando por cerca de 20 años.  

Pero en realidad era san Miguel Arcángel que la preparaba para la aparición de la Virgen, pero como aún no creía, pensaba que eran cosas de su mente o extraterrestres.

El 21 de junio de 1990, ella dice que exactamente a las 3:26 de la madrugada, estaba acostada en su cama cuando empezó a escuchar esas voces que le hablaban y se levantó. 

Y de repente sintió que el tiempo se detenía y que una fuerza superior la tiraba de rodillas en el piso de su habitación.

La voz le indicó que se arrodillara y venerara lo que estaba a punto de suceder. 

Entonces el cuarto se iluminó y supuso que los extraterrestres habían llegado por ella.

Es que en realidad prefería que fuese un extraterrestre en lugar de ver a la Virgen María.

Y empezó a formarse una figura en medio de una escarcha dorada, como chispitas de nácar, que formaban minúsculas constelaciones, desde los pies de su cama hasta el techo de su habitación.

Y vio la forma de la Virgen de la Medalla Milagrosa.   

Terminó escondiéndose debajo de la cama.

Y la Virgen le dijo,

«No temas, soy yo la Inmaculada Madre de la Dulzura. 

Hoy vengo hasta ti florecita de mi jardín porque te necesito, vas a dar testimonio de Mí y no importa que te llamen loca. 

Cada palabra que salga de tu boca quedará grabada en el corazón de todos aquellos que te escuchen».

Y Margalida en ese momento sacó sus manos hacia afuera desde abajo de la cama, como una forma de aceptar lo que la Virgen le decía.

E inmediatamente, la actriz empezó a llorar, porque en ese momento tuvo la iluminación de conciencia.

Pasó toda la noche con la Virgen hasta las ocho de la mañana.

Le hizo escribir mensajes que le dictaba y notó que sus manos brillaban con escarchas. 

Margalida dice que desde ahí sucede que las escarchas cubren a menudo los sitios donde ella está.

Esa es una de las cosas que más le agradece, porque avala su testimonio.

Por lo tanto ella considera que su testimonio no es sólo decir que se le apareció, sino también que Ella regala una cantidad de eventos sobrenaturales demostrables, tangibles y visibles.

Y ese mismo día le sucedió también otra cosa impresionante.

Esa tarde del día de la aparición, tenía consulta con el dentista y una mujer se le acercó imprevistamente para decirle que desde Yugoslavia rezaban por su conversión y le dio un rosario.

Algo que ella odiaba desde su juventud, porque le habían obligado a rezarlo por obligación.

Por primera vez Margalida contó su experiencia y la mujer le pintaría lo que sería la primera imagen de la Virgen que tendría en su casa.

Tiempo después Margalida escribió varios libros sobre cómo la Virgen la ayudó a salir de sus problemas.

Sus experiencias con las escarchas se han transformado en situaciones frecuentes.

Una vez estaba en la sala de maquillaje con todos los actores de una telenovela y las maquilladoras, y estaba mandándole un libro a un señor que le pidió que se lo enviara con su autógrafo, pero que le mandara escarchas. 

Y de repente se le llenó el libreto de escarchas, Margalida dijo «madrecita gracias».

Y luego se llenó todo el sitio donde estaba sentada, la sala de maquillaje, el piso, y las vestuaristas empezaron a gritar.

Todo ese día hasta la noche estuvieron cayendo escarchas.

También cuenta que una noche que estaba en la casa rural del padre Hulfencio, a uno de los niños que estaban ahí en el coro se le llenaron las manos de escarcha.  

Le sucedió también cuando estaba rezando el rosario junto a la actriz y modelo colombiana Taliana Vargas, ex Miss Colombia.

Ambas estaban rezando el rosario conjuntamente, mientras eran trasladadas en bus a un set de grabación y de repente comenzaron a caer escarchas.

Taliana Vargas es otra actriz que había sido criada en un hogar católico, pero luego cuando fue a estudiar a EE.UU. comenzó a buscar paz en la New Age y lo oriental.

Probó tai chi, yoga, etc., pero no encontraba esa paz hasta que fue a un grupo de oración. 

La lluvia de escarchas se ha convertido para Margalida en la señal de que la Virgen está junto a ella, sobre todo cuando está dando su testimonio de conversión y fe. 

Nuestra Señora le habla al oído y le dice que la lluvia de escarchas es el medio por el cual Ella afirma que lo que Margalida está diciendo es la completa verdad.

Varias personas han dado testimonio de que cuando Margalida reza se van formando escarchas.

Estas experiencias llevaron a la actriz a convertirse en terciaria carmelita, tratando de llevar una vida siguiendo las huellas de Santa Teresa de Jesús.

Otra devoción que ha desarrollado es a San José, que considera su abogado.

Y difunde la devoción hacia él por orden directa de la Virgen María, quien le encomendó esa misión.

En él ha depositado el pedido que le solucione sus problemas económicos, y le alivie el dolor en el brazo que se le quebró cuando la asaltaron, y en ocasiones le duele mucho.

Y la imagen más grande que tiene en su casa es la de San José.

Bueno hasta aquí lo que queríamos contar sobre la iluminación de conciencia de la actriz Margalida Castro, como consecuencia de una aparición de la Santísima Virgen.

Y cómo la lluvia de escarchas alrededor de ella es parte de su testimonio.

Y me gustaría preguntarte si a ti o a alguna persona que conozcas le sucedió presenciar lluvia de escarchas y en qué situación fue.

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