Las organizaciones cristianas de distintas denominaciones que monitorean la persecución de los cristianos muestran que avanza año a año.
En occidente es más de tipo de intimidación, mientras que en otras partes del mundo es más de tipo de violencia física.
Pero lamentablemente muchos católicos no se dan por enterados.
Le ponen el rótulo de operación que trata de meter miedo y no lo consideran.
Y si se dan por enterados es para convencerse que le sucede a otros y que a ellos no les pasará porque son buenos.
Esta persecución no se debe a causas coyunturales, como que coincidieron justo en el mundo una serie de situaciones atípicas que llevan a la persecución.
Sino que es parte de la batalla del final de los tiempos.
Aquí hablaremos sobre cómo se está produciendo, como fue profetizada y cómo transcurrirá.
El número de delitos de odio contra los cristianos en Europa aumentó 70% respecto al año anterior según Open Doors, organización que monitorea a nivel mundial la persecución de los cristianos.
Dieciséis cristianos son asesinados por día.
Los cristianos detenidos sin juicio y encarcelados subieron 44% por ciento respecto al año anterior y los secuestrados más que se duplicaron.
Y esto crece año a año.
Nunca los cristianos han sido tan perseguidos en occidente como ahora, desde del Edicto de Milán en el siglo IV, que legitimó al cristianismo.
Los sacerdotes no hablan de esto.
Y la jerarquía vaticana tampoco, salvo pedir oración por cada caso particular sin entrar en la globalidad.
Mientras dan señales de estar más preocupados de contemporizar con los perseguidores.
Y de que los cristianos quiten de su mente y de su prédica la parte de la doctrina que molesta a los perseguidores.
¿Esta persecución es circunstancial o está obedeciendo a que entramos en un nuevo tiempo?
La consistencia del crecimiento de la persecución año a año muestra que la persecución es una tendencia que crece.
Los cristianos son un tercio en el mundo, pero sufren más del 80% de las persecuciones.
Y no es una persecución que sucede en medio de una guerra entre religiones, sino que se trata de una persecución unilateral.
Porque en ninguna parte del mundo los cristianos persiguen a fieles de otras religiones.
En occidente la persecución es más sutil, no implica aún mayor violencia física, pero sí represalias legales.
Mientras que en otras partes del mundo la persecusión es física, especialmente en el mundo musulmán.
A través de atentados, encarcelamientos, la muerte y la exigencia a convertirse a través de la violencia física.
La persecución de la religión católica en occidente se hace a través de tres procedimientos.
Por un lado a través de leyes que condenan lo que llaman discurso de odio.
Por otro lado, a través de la estigmatización de los cristianos en los medios de comunicación, el mundo del espectáculo y la educación.
Y por otro, coartando posibilidades laborales a los cristianos.
El caso más típico es por la presión de los grupos no heterosexuales, que se niegan a permitir que se mencione la posición bíblica contra su estilo de vida.
Y utilizan los tribunales para sancionar económicamente y penalmente a quienes osan hablar de ello, porque dicen que es un discurso de odio y discriminatorio.
Es así como los cristianos pierden su trabajo, son relegados en ascensos, pierden sus empresas, se enfrentan a multas y cárcel.
Pero es más que la presión de un grupo, es una represión cultural.
Es el resultado de una visión del futuro implementada desde los más altos niveles del orden social.
No es la persecución cruel e irracional de los que simplemente se han planteado odiar a los católicos.
Es más bien un proceso cuidadosamente orquestado de intervención cívica.
Se trata de una versión nueva del laicismo que sostiene que en una sociedad laica no hay lugar para el cristianismo.
Que una sociedad no puede ser realmente libre si los mandamientos de Dios, expresados por el cristianismo, están presentes.
Es una nueva situación en que el Estado tiene una ideología particular y exige que todo el mundo se ajuste a ella.
Y está a la vista que en el mundo occidental la mayoría de las religiones son toleradas.
El Budismo, el Hinduismo, la Nueva Era incluso son promocionadas como sustitutos del cristianismo.
Y el Islam, a pesar de los ataques terroristas y que es una ideología absolutamente opuesta al liberalismo occidental, es más tolerado que el cristianismo.
Y por ejemplo, en muchos lugares a la Navidad se llama vacaciones o simplemente fiestas, los pesebres están prohibidos o son reprimidos, la Semana Santa es semana de turismo o similar.
Sin embargo las fiestas musulmanes, judías, budistas y de otras religiones se llaman por su nombre.
Lo que está sucediendo no nos debe sorprender porque esto ya está avisado genéricamente por Jesús.
En Juan 15 Jesús no avisó, «Si el mundo los odia, sepan que a mí me ha odiado antes que a ustedes».
Y «Si a mí me han perseguido, también los perseguirán a ustedes».
Sin embargo muchos cristianos no toleran que el mundo los odie y comprometen su fe quitando de su creencia cualquier práctica cristiana que cause persecución.
Pero esto es un signo pecaminoso de debilidad porque el Señor dijo en Santiago 4,
«¡Adúlteros!, ¿no saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios?»
Sin embargo esto será infructuoso.
A pesar de que muchos católicos quieran reformar su doctrina para evitar la persecución, igual serán perseguidos.
Porque la Iglesia tiene la impronta del Señor y esto es intolerable para el «padre de la mentira», el maligno.
Es una persecución sobrenatural, que ya nos fue avisada por Nuestra Señora en Fátima.
En el segundo secreto la Virgen le dice a los pastorcitos que Dios va a castigar al mundo por sus crímenes por medio de la guerra, del hambre y de persecuciones a la Iglesia y al Santo Padre.
Y que si se consagra Rusia a Su Inmaculado Corazón, y se realiza la Comunión reparadora de los primeros sábados, Rusia se convertirá y habrá paz.
Si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia.
Y entonces dice que los buenos serán martirizados, el Santo Padre tendrá que sufrir mucho y varias naciones serán aniquiladas.
Pero al final, Su Inmaculado Corazón triunfará, el Santo Padre consagrará Rusia, que se convertirá, y será concedido al mundo un tiempo de paz.
La consagración de Rusia aún no se hizo como pidió la Virgen.
Y la visión del tercer secreto reafirma la persecución.
Se muestra a obispos, sacerdotes y religiosos subiendo una montaña, que tenía en la cima una gran cruz de troncos.
Antes de llegar, el Santo Padre pasó por una gran ciudad medio en ruinas y oraba con paso vacilante por las almas de los cadáveres que encontraba en su camino.
Y cuando llegó a la cima de la montaña, de rodillas ante la cruz, fue asesinado por un grupo de soldados que le dispararon balas y flechas.
Lo mismo fueron muriendo uno tras otro los demás obispos, sacerdotes, religiosos y laicos.
Y debajo de los dos brazos de la Cruz estaban dos Ángeles que recogían la sangre de los mártires y con ella rociaban las almas que se dirigían a Dios.
Las autoridades vaticanas interpretaron que el Papa que mostraba la visión era Juan Pablo II, pero como no murió con el atentado entonces muestra la condicionalidad de las profecías.
Tratando de dar así por cerradas las incómodas profecías de Fátima.
Sin embargo Benedicto XVI, aunque participó en la presentación del año 2000 con un comentario teológico, diría luego en el 2010, que las profecías de Fátima estaban aún por cumplirse.
Es que en realidad aún no se consagró Rusia al Inamculado Corazón de María, ni se cumplió la visión, porque en la época de Juan Pablo II no había tal persecución contra los sacerdotes y laicos.
De modo que en la época del Final de los Tiempos, que estamos cursando, y que se cerrará con el triunfo del Inmaculado corazón de María, habrá un momento de gran persecución de los católicos fieles.
Y eso ya los monitoreos de la persecución están mostrando cómo va creciendo año tras año.
En resumen, Nuestra Señora en Fátima nos hizo advertencias de lo que pasaría en el futuro.
Nos dijo que al final vendría el triunfo del Inmaculado Corazón de María.
Pero antes deberíamos pasar por una persecución a través de los errores que introduciría el comunismo, que provocaría una persecución a la Iglesia.
Y en la visión del tercer secreto, aprobada por la Iglesia, mostró a los pastorcitos la persecución a sacerdotes y laicos, y la muerte de un Papa.
Esto aún no sucedió, incluso Benedicto XVI dijo en el 2010 que las profecías de Fátima aún estaban por cumplirse.
Y los estudios que siguen la persecución de los cristianos, nos están informando que la persecución crece año tras año, preparando ese escenario de la visión que la Virgen mostró.
Bueno hasta aquí lo que queríamos hablar sobre el carácter profético de la persecución de los cristianos y cuando van a terminar.
Y me gustaría preguntarte si hoy ves más persecución a los cristianos que hace un par de décadas o no.
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