La Devoción al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María son una misma devoción en el Final de los Tiempos, según planificación del Cielo.
La historia de la humanidad comenzó en el Corazón de Dios.
Y siguió cuando Su hijo vino a rescatarnos y nació de una mujer, la Virgen María.
Allí el corazón de Dios y del hombre latieron juntos por primera vez.
Y reservó la comunicación de los misterios del Sagrado Corazón de Jesús para el siglo XVII, los misterios del Inmaculado Corazón de María para el siglo XX y la unión de ambos, que llevaría al triunfo sobre el maligno, para el siglo XXI, en el Final de los tiempos.
Aquí hablaremos sobre cómo el Cielo fue comunicando los misterios del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María, y cómo está uniendo ambas devociones en el Final de los Tiempos.
En el siglo XIII, en la fiesta de San Juan Evangelista, Santa Gertrudis tuvo una visión del Sagrado Corazón de Jesús.
Y le preguntó a San Juan por qué en sus escritos no revelaba los misterios del Sagrado Corazón de Jesús, habiéndolos experimentado, cuando reposó su cabeza sobre Él en la Última Cena.
Y respondió que la revelación de los misterios del Corazón de Jesús estaba reservada para las últimas épocas, cuando el mundo, envejecido y enfriado en su amor a Dios, necesitara ser calentado nuevamente por la revelación del amor de Dios que brota del Corazón de Jesús.
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A varios santos se les manifestó el Sagrado Corazón luego.
Pero no fue sino hasta el siglo XVII que había llegado el momento de que Jesús revelara el gran misterio de Su Corazón, porque el mundo se había enfriado en su amor a Dios.
En 1675 el Sagrado Corazón de Jesús apareció a Santa Margarita María de Alacoque diciéndole “He aquí este Corazón, que tanto ha amado a los seres humanos… y a cambio recibe, de la mayor parte, nada más que ingratitud”.
Jesús le hizo saber que esta devoción es un esfuerzo final de Su amor por los hombres, de estos últimos siglos, para sacarlos del imperio de satanás y llevar a muchas almas a la salvación eterna a través de Su gracia.
Le pidió a Santa Margarita María que reparara su Corazón herido por tantas ofensas a través de recibir la Sagrada Comunión el primer viernes de nueve meses consecutivos, con espíritu de reparación.
Y también pidió que hiciera una Hora Santa todos los jueves desde las 11 hasta la medianoche.
Además, que se estableciera una fiesta especial en la Iglesia el primer viernes después de la Octava del Santísimo Sacramento, para honrar Su Sagrado Corazón y repararlo solemnemente.
Jesús también hizo muchas promesas a los devotos de Su Corazón, que están en un artículo de nuestro sitio web, cuyo link te dejo en la descripción del video.
Y en 1898 el Sagrado Corazón apareció a la Beata María del Divino Corazón, indicándole que escribiera al Santo Padre para pedirle que consagrara el mundo entero y toda la humanidad a Su Sacratísimo Corazón.
Y a diferencia del rey Luis XIV, el papa León XIII obedeció con prontitud el mandato divino, indicándoles a todos los obispos del mundo que se unieran para hacer la Consagración en cada catedral, en la Fiesta del Sagrado Corazón del 11 de junio de 1899.
Luego de esa consagración, el mundo estaba listo para establecer la devoción al Inmaculado Corazón de María.
La veneración del Corazón de María fue un proceso gradual a lo largo de la historia.
El primer ejemplo de algo parecido a una devoción genuina al Corazón de María se produjo en 1184 cuando Ekbert de Schonau dirigió una oración a Su Corazón.
En la primera parte del siglo XV, San Bernardino de Siena subrayó la devoción al Corazón de María y San Francisco de Sales del siglo XVI hizo frecuentes referencias a los Corazones de Jesús y de María.
Pero fue San Juan Eudes quien propagó la devoción al Corazón de María y al Corazón de Jesús por todas partes en el siglo XVII.
En 1836 fue inaugurada por el Abate Desgenettes la Archicofradía del Inmaculado Corazón de María en Nuestra Señora de las Victorias en París.
Y en el siglo XIX San Antonio María Claret jugó un papel decisivo en la difusión de la devoción.
Pero el eslabón fundamental fueron las apariciones de Fátima en 1917.
Durante la aparición del 13 de julio la Santísima Virgen dijo a los pastorcitos, que Dios deseaba establecer en el mundo la devoción a Su Inmaculado Corazón, para salvar a los pecadores de ir al infierno.
Que si la gente obedecía su pedido, muchas almas se salvarían y habría paz en el mundo.
Y luego pidió la consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón y las Sagradas Comuniones de Reparación en los Cinco Primeros Sábados.
Después, durante la Segunda Guerra Mundial, mientras el Papa Pío XII rezaba en los jardines del Vaticano, vio girar el sol como lo había hecho en Fátima en 1917.
Y determinó consagrar el mundo entero al Inmaculado Corazón de María en octubre de 1942.
Y al hacerlo, manifestó que la devoción al Inmaculado Corazón de María está en relación, y es paralela a la del Sagrado Corazón de Jesús.
El 13 de mayo de 1967 el Papa Pablo VI renovó la Consagración del mundo al Inmaculado Corazón de María en Fátima.
Y también lo hizo Juan Pablo II el 13 de mayo de 1982 desde Fátima.
Pero la consagración más importante fue la del 25 de marzo de 1984 en el Vaticano, en que lo hizo con el llamado a todos los obispos del mundo.
Un año después, en marzo de 1985, Mikhail Gorbachev llegó al poder en la Unión Soviética, e instituyó la libertad de prensa y la libertad de religión, que fue el impulso para la caída del sistema soviético.
El 9 de noviembre de 1989 cayó el Muro de Berlín y Gorbachev se reunió con el Papa en Roma, donde le prometió la libertad religiosa en su país.
Al año siguiente, el 13 de mayo se legalizó en Rusia la libertad religiosa.
Las peticiones del Sagrado Corazón de Jesús dadas a Santa Margarita María en Paray-le-Monial en el siglo XVII y las del Inmaculado Corazón de María dadas a los pastorcitos de Fátima en el siglo XX son muy similares.
Está la petición de que los seres humanos devuelvan el amor a su Dios y dejen de ofenderlo.
La petición de reparación por el pecado y sacrificios por la conversión de los pecadores.
La solicitud de la devoción de los Nueve Primeros Viernes en reparación de las ofensas al Sagrado Corazón de Jesús y la devoción de los Cinco Primeros Sábados en reparación de las ofensas al Inmaculado Corazón de María.
La solicitud de Jesús en 1689 de que el Rey Luis XIV consagrara Francia a Su Sacratísimo Corazón para evitar la Revolución Francesa y la solicitud de la Santísima Virgen María en 1917 de que Rusia fuera consagrada a Su Inmaculado Corazón.
De hecho, la historia del mundo moderno sólo puede comprenderse correctamente a la luz de los pedidos hechos por el Sagrado Corazón de Jesús a Santa Margarita María en el siglo XVII y los pedidos hechos por el Inmaculado Corazón de María a los pastorcitos en Fátima en el siglo XX, y la respuesta o falta de respuesta a esos pedidos.
Y ahora Dios ha querido dar un paso más y llevarnos a la devoción conjunta del Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Jesús le dijo a la mística belga Bertha Petit, “Debes pensar en el Corazón de Mi Madre de la misma manera que piensas en el Mío. Entrégate a Su Corazón, como te entregas al Mío.”
“Con la consagración confiada a Mi Madre, la devoción a Mi Corazón se fortalecerá y, por así decirlo, se completará”.
“Esta consagración será, según Mi promesa, una renovación para Mi Iglesia, una renovada fuerza para el cristianismo y una fuente de gracias para las almas”.
La devoción a Su corazón unido al Mío traerá la paz”
Y el 18 de mayo de 1936 Sor Lucía de Fátima le preguntó a Jesús por qué no convertía a Rusia sin que el Santo Padre hiciera la consagración al Inmaculado Corazón de María junto con todos los obispos.
Y Él respondió, “porque quiero que toda Mi Iglesia reconozca esa conversión como un triunfo del Inmaculado Corazón de María para que luego extienda su devoción, y ponga la devoción a Su Inmaculado Corazón junto a la devoción a Mi Sagrado Corazón”
El cardenal Ricardo J. Vidal afirmó que la devoción a los Corazones de Jesús y María, es la devoción de nuestro tiempo.
Y la Iglesia está tratando de manifestar esta unión a ambos Corazones trasladando la fiesta del Inmaculado Corazón de María para que sea al día siguiente de la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús.
Vivimos un momento dramático en el inicio del tercer milenio.
La revelación de los misterios del Sagrado Corazón de Jesús fue reservada por Dios para los últimos tiempos y no salió a la luz hasta el siglo XVII y la consagración del género humano estaba reservada para el umbral del siglo XX.
La devoción al Inmaculado Corazón de María estaba reservada para el siglo XX, al igual que la Consagración del mundo a Su Inmaculado Corazón.
Y si ahora en el siglo XXI vivimos en la Era de los Corazones de Jesús y de María juntos, que sin duda es la devoción para el Final de los Tiempos que estamos cursando.
Bueno, hasta aquí lo que queríamos hablar sobre cómo el Cielo fue desarrollando las devociones a los corazones de Jesús primero y de María después, y comunicando sus misterios, para luego unir ambas devociones en el Final de los Tiempos.
Y me gustaría preguntarte si crees que se está avanzando en considerar que las devociones a los corazones de Jesús y María confluyen en una sóla o aún no.
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