Los obispos y laicos alemanes votaron a favor de reformas en la doctrina, que los excluye de la comunión con la Iglesia Universal.
La última sesión del Camino Sinodal alemán consagró su alejamiento definitivo de la Iglesia Católica.
No han hecho caso de las advertencias del Vaticano y pondrán en marcha cambios doctrinales que son considerados una herejía para la Iglesia Universal.
Pero aún estamos a tiempo de rescatar a una parte de los católicos alemanes y arrinconar a los rebeldes, depende de la jerarquía vaticana.
Aquí hablaremos sobre qué cambios en la doctrina de la Iglesia aprobaron realizar en Alemania, qué consecuencias tiene, a quienes puede contagiar, y que podemos hacer nosotros.
El 11 de febrero de 2023 culminó la última sesión del Camino Sinodal Alemán que insumió 3 años, cuyo objetivo fue aggiornar a la Iglesia Católica.
Y han acordado implementar cambios en la Iglesia Alemana, que la ponen en un cisma abierto con la doctrina de la Iglesia Católica Universal, lo que tanto se temía.
Han resuelto la predicación de los laicos en las misas y la presidencia de laicos en bautismos y casamientos.
Que los sacerdotes bendigan a parejas no reconocidas por la Iglesia, como los no casados por la Iglesia, los que viven en concubinato, los divorciados vueltos a casar y parejas no heterosexuales.
También aprobaron pedir al Vaticano que se ordenen mujeres y personas abiertamente no heterosexuales, y la terminación del celibato sacerdotal.
Este Camino Sinodal se llevó adelante con tácticas autoritarias, porque no aceptó la votación secreta, para exponer públicamente a los obispos y otros participantes que no estaban de acuerdo con los cambios.
Y reinó en él un tono ampliamente emocional, con lágrimas y abrazos luego de cada resolución.
Por ejemplo, la resolución sobre bendición a las parejas irregulares como los no casados, los casados en segundas nupcias o las parejas no heterosexuales, se denominó “Ceremonias de bendición para parejas que se aman”.
Todo esto ha llevado a que las resoluciones tuvieran el voto de más del 90% de los laicos y más del 80% de los obispos.
Y que hicieran oídos sordos a la carta del 16 de enero de 2023, donde altos dignatarios del Vaticano, como los cardenales Parolín, Ladaria y Ouellet, con la aprobación de Francisco, les recriminaron fuertemente de que «nadie tiene derecho a constituir un Consejo sinodal ni a nivel nacional, ni a nivel diocesano o parroquial».
Para otro momento quedó la moción de que los sacramentos de la confesión y la unción de los enfermos sean dirigidos por laicos, pero sigue en carpeta.
Y para que se vea el tenor de la rebelión podemos citar expresiones por ejemplo de la Superiora General Franciscana, Hna. Katharina Ganz, que dijo,
“¿Por qué siempre necesitamos al sacerdote y no podemos celebrar nuestra Eucaristía nosotros mismos?”
Y lamentó que el Sínodo no haya ido tan lejos como para aprobar que los laicos hagan las confesiones en lugar de los sacerdotes.
Los dos actores principales de este proceso han sido el poderoso grupo laico del Comité Central de Católicos Alemanes (Zdk) y la Conferencia Episcopal Alemana (DBK).
Y tuvo un claro predominio de profesores universitarios y teólogos, al punto que la emisora Deutsche Welle dijo que «los no académicos podrían reunirse en una cabina telefónica».
Lo que ha llevado a Francisco a decir que se trata de un proceso de élite.?
Sin embargo, los obispos no tienen la obligación de implementar en sus diócesis las resoluciones adoptadas por el Camino Sinodal.
Pero los observadores sostienen que las medidas seguramente se implementarán en la mayoría de las diócesis, porque la mayoría de los obispos las apoyan y se comprometieron con ellas identificando su voto.
Y los más reacios tendrán la intensa presión por parte de los empleados de la Iglesia, los medios católicos e incluso los obispos hermanos.
Además, muchas de las cosas que ahora se aprobaron formalmente, hace tiempo que están implementadas en algunas diócesis, como la predicación de los laicos en misa.?
¿Y cómo llegó la jerarquía de los católicos alemanes a este nivel de rebelión contra la doctrina católica?
Tanto los protestantes como la Iglesia Católica combinados perdieron más de 1 millón de miembros el año pasado, en un país de 83 millones.
La Iglesia Católica es el mayor empleador de Alemania, pero concurren a misa solo un 10% más que los empleados que tiene la Iglesia.
La sociedad alemana está en un proceso de distanciarse de Dios.
Por lo que los católicos a veces pueden tener la sensación, de que su proclamación es como la de un carnicero apasionado, en una reunión de veganos.
Y por lo tanto se ven tentados a adaptar su oferta a la demanda del mercado.
O sea acompasar su doctrina al espíritu del mundo, para evitar una sangría aún mayor.
Pero sin el correctivo de la Palabra de Dios, la Iglesia pronto se convierte en una comunidad amistosa de buenas personas, en la que predominan los conceptos morales socialmente dominantes, y ahí solamente se revisten de un contenido espiritual.
Una iglesia que descuida su relación central con los mandamientos de Dios pierde el gran tesoro que la hace rica y única.
¿Qué tiene para ofrecer a los alemanes distinto a lo que les ofrece el mundo?
Si se convierten en un brazo comunicacional más del sistema laicista gobernante, promoviendo la justicia climática, las migraciones, promoviendo por ejemplo que enviar armas a Ucrania es una obligación cristiana, o que la Iglesia misma debe enviar barcos para rescatar migrantes del mediterráneo, y muchas cosas más que no podemos mencionar.
La experiencia de las iglesias protestantes de Europa, que abrazaron la ideología del mundo, muestra claramente que es una mala opción, porque han sido las que más han decrecido.
Y como contrapartida, por ejemplo, las congregaciones femeninas que tienen más vocaciones, son las que están más firmes con los valores tradicionales del cristianismo, mientras las otras mueren.
Antes del comienzo del Concilio Vaticano II, el joven teólogo Joseph Ratzinger dijo que la Iglesia se reduciría y ya no podría habitar los grandes templos que construyó en el pasado.
Será una pequeña comunidad pero con una tremenda fuerza espiritual, impulsada por el Espíritu Santo, que pronto volverá a ser imprescindible, cuando los hombres comprendan su soledad y los caminos equivocados que tomaron.
Quizás eso ya está comenzando a suceder, incluso en Alemania.
El Camino Sinodal Alemán ha creado sus propios anticuerpos.
Antes de estas últimas votaciones hubo renuncias al sínodo de algunos católicos relevantes, quienes afirmaron que las resoluciones adoptadas eran incompatibles con la fe católica y ponían en duda la doctrina y las creencias católicas centrales.
La organización María 1.0 se ha movilizado en su contra con pancartas que decían “No hagan otro Lutero”.
También lo han hecho los católicos alemanes afrodescendientes.
Y en general en el mundo católico se ha tomado el Camino Sinodal Alemán como un movimiento cismático.
Pero eso no quiere decir que no haya contagio en otros países, como por ejemplo Bélgica, Suiza, EE.UU., etc.
Sin embargo, la mayoría de los católicos tienen la esperanza de que el Vaticano termine de raíz con la revuelta, y el pontífice tome medidas ejemplarizantes.
Hay que orar por esto, porque un dejar hacer significa asociarse a la rebelión contra Dios.
Bueno hasta aquí lo que queríamos hablar sobre el cisma que se produjo con la resolución final del Camino Sinodal Alemán.
Y me gustaría preguntarte si crees que ese cisma se puede contagiar a tu país o no.
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