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Siendo la Eucaristía el vínculo más fuerte que realiza la unión entre todos los cristianos en si y de ellos con DIOS, de una manera maravillosa e incontrovertible, el CREADOR viene a demostrar al mundo a través de la vidente Julia Kim, que en la Santa Misa, en el momento de la Consagración, ocurre de verdad el fenómeno sobrenatural de la «Transubstansiación».

¡No puedes ganar la victoria sin pasar por la cruz. Debes entender el fascinante misterio de la Santa Eucaristía por la cual Dios viene del Cielo por medio de los sacerdotes para estar contigo. Por lo tanto, has frecuentes confesiones para que recibas al Señor dignamente; abre tu corazón totalmente, consérvalo limpio y ordenado, ámense los unos a los otros para que sean un palacio y un tabernáculo donde el Señor pueda morar. Entonces, el Señor vivirá en ti, aunque eres indigna, y encenderá Fuego en ti! (el 21 de abril de 1991, cuando Julia vio una visión del gran castigo del mundo y del triunfo de la Madre Santísima).

¡La Santa Eucaristía es el centro de todos los eventos sobrenaturales, pero está siendo pisoteada por tantos hijos por medio de sacrilegios, insultos y humillaciones. Por lo tanto, mis mensajes de amor deben ser difundidos por todo el mundo con más vigor para que el tiempo del Señor, quien está presente en la Eucaristía, y el del Nuevo Pentecostés, puedan ser adelantados!. (el 24 de noviembre de 1994, cuando la Santa Hostia descendió milagrosamente en la Capilla en Naju dos veces durante la visita de Nuncio apostólico).

¡Enseña la importancia de la Misa, la importancia del Sacramento de la Confesión y el Misterio de la Santa Eucaristía a todos los hijos en el mundo que no los conocen y, por lo tanto, continúa perpetuamente el don de los Misterios Pascuales de la Última Cena y la Resurrección. El cambio visible de la Eucaristía hoy fue para mostrar que Jesús vino a ustedes por medio del Sacrificio de la Santa Eucaristía, la cual es una repetición del Sacrificio completado en el Calvario, Gólgota, para lavar los pecados del mundo con Su Preciosa Sangre!. (el 31 de octubre de 1995, cuando la especie Eucarística del pan y vino milagrosamente se convirtió en la carne y sangre en la forma de un corazón pequeño en la lengua de Julia Kim ante la presencia de Papa Juan Pablo II durante una misa celebrada en su Capilla privada en el Vaticano).

 

SÉPTIMO MILAGRO EUCARÍSITICO

Pasó en una tal circunstancia, que la Iglesia Católica en el mundo entero se dio cuenta del hecho. Estaba presente el Nuncio Apostólico de la Santa Sede en Corea. El Arzobispo del Vaticano informó al Director espiritual de la vidente Fray Raymond Spies y las otras autoridades presentes, que no estaba allí en la Capilla como un simple peregrino, vino como representante oficial, en la Celebración Eucarística del 24 de noviembre de 1994, conmemorativa del 2º Aniversario del derramamiento de aceite perfumado por la imagen de NUESTRA SEÑORA.

Primero NUESTRA SEÑORA dijo que Julia fuese a recibir la bendición del Arzobispo y del Fray Spies. Después ELLA le envió el Arcángel San Miguel que le dio una Hostia Consagrada, para ella conducirla a los dos prelados.

La Hostia que el Arcángel trajo era del tamaño grande, similar aquéllas que los sacerdotes usan en las celebraciones de las Misas. San Miguel no era visible a las personas en la Capilla, sólo era visto por la vidente que acompañó todos sus movimientos. Sin embargo, las personas pudieron ver la Sagrada Partícula aparecer de súbito entre los dedos de Julia.

En la Hostia estaba grabada la imagen de una Cruz entre dos letras: (Alfa) y (Omega), de la misma manera como aparecieron en una foto de otro milagro proporcionado por NUESTRA SEÑORA el 27 de junio de 1993. La Partícula traída por San Miguel ya estaba rota en dos partes cuando Julia la recibió, por ese motivo ella quedó con una parte en la mano derecha y otra en la mano izquierda. De modo inesperado, por fuerza de una poderosa luz venida de arriba, Julia cayó, pero mantuvo los dos pedazos de la Sagrada Hostia en las manos.

En seguida, se levantó cuidadosamente y dio los dos pedazos al Nuncio y a Fray Spies. Los prelados tomaron comunión con uno de los pedazos y el otro, fue distribuido en porciones pequeñas en orden de dar Comunión a las personas que estaban en la Capilla, totalmente perplejas, en completo asombro y temor, delante la grandeza de los eventos.

Aunque fuese la mitad de una Hostia grande, toda la gente en la Capilla, cerca de 70 personas, recibieron la Comunión. Admirados, muchos testificaron que simplemente era una experiencia que desafiaba la comprensión humana, y también eso, hizo recordarles el pasaje evangélico de la multiplicación de los panes. (Mateo 14,13-21).

En el momento en que Julia recibió el pedazo pequeño de la Sagrada Comunión en la lengua, sorprendentemente la Partícula creció alcanzando el tamaño de una Hostia pequeña absolutamente normal. El Nuncio Apostólico al presenciar el fenómeno, respetuosamente quitó la Hostia de la boca de Julia y mostró a las personas. Después con Fray Spies, la puso en la Custodia, guardándolo cuidadosamente afín de testificar esa notable manifestación.

NUESTRA SEÑORA habló a la Vidente, que aquella Hostia grande que el Arcángel trajo, debería ser consumida por un sacerdote, pero San Miguel no lo permitió porque él estaba en estado de pecado y JESUS no podría vivir en él. Esta realidad hace presente una conclusión muy importante: durante la Comunión en las Santas Misas, las personas que están en pecado e insisten en recibir la Hostia Sagrada, ellos no reciben al SEÑOR de verdad porque DIOS solo habita en los corazones limpios y puros. Así ellos reciben «trigo y agua y la propia condenación.»

NUESTRA SEÑORA preguntó a Julia, se ella deseaba recibir la Sagrada Comunión una segunda vez. En esta oportunidad el Arcángel trajo una Hostia más pequeña, igual a aquéllas que los fieles reciben en las Misas, y dio la comunión a vidente.

Cuando ella recibió la Partícula Sagrada en su lengua, en lugar de la Partícula quedarse en la posición horizontal, asumió la posición vertical, como si quisiera estar en pie. El Arzobispo al ver la Partícula aparecer de súbito en la boca de la vidente y observándola en la posición vertical, la quitó inmediatamente y mostró a las personas que no salían de la Capilla. Se hicieron muchas fotos para registrar el sorprendente evento. A continuación, el Arzobispo dio la Hostia a Fray Spies que lo puso en la misma Custodia donde estaba la otra.

Después de todos estos acontecimientos el Nuncio Apostólico quedó lleno de asombro y tan entusiasmado, que no consiguió dormir durante tres noches seguidas, pensando en aquellos extraordinarios hechos sobrenaturales.

 

8º, 9º Y 10º MILAGROS

Ocurrieron en Naju, el 30 de junio, 1º y el 2 de julio de 1995, con miles de peregrinos que llenaban la Iglesia Parroquial en la conmemoración del 10º Cumpleaños del derramamiento de lágrimas por la imagen de NUESTRA SEÑORA.

La Santa Misa fue por la noche del 30 de junio y concelebrada por ocho sacerdotes. La vidente se sentó en el fondo de la Iglesia y fue la última a tomar comunión. En el momento sagrado de la comunión, de repente, las personas que estaban cerca de Julia pudieron observar el instante en que la Sagrada Hostia en su lengua se transformó en Cuerpo y Sangre del SEÑOR JESÚS.

Asustados y repletos de emoción, muchas personas lloraron delante de la realidad, bien a la vista de todos, que pudieron contemplar el Cuerpo Vivo del propio DIOS. Los sacerdotes y las personas que estaban en las proximidades testificaron el notable fenómeno.

Terminada la Santa Misa, los peregrinos acompañaron la vidente hasta la Capilla, donde se encontraba la imagen de NUESTRA SEÑORA, para el servicio nocturno de oración en continuidad las conmemoraciones.

En el medio de la oración Julia sintió dolores terribles en el área del abdomen, en reparación de los abortos que asesinan tantos inocentes. Entonces sucedió una escena impresionante que retrataba fielmente la resistencia desesperada del niño que no deseaba salir del útero de su madre que quería abortarlo, y por medio de la boca de la vidente, manifestaba todo su pavor y su miedo por la muerte que se acercaba, y gritaba: » No mamá, no mi madre, no me mate». En el silencio de la Capilla, donde sólo se oyeron los gritos dolorosos de la Vidente, Fray Francis Su, de Malasia, invitó a todos quedarse en las rodillas y orar a la conversión de las personas que son responsables por la cruel muerte de los bebés. Con emoción y llorando las personas oraron con gran fe y en agradecimiento a DIOS por aquella experiencia mística maravillosa.

Eran 3 horas y 45 minutos del 1º de julio y toda la asamblea en silencio escuchaban el relato traducido al inglés, de los últimos mensajes de nuestra MADRE BENDITA. Aconteció que mientras hacían la lectura de los mensajes que ella mismo había recibido de la VIRGEN, vio la imagen de JESÚS Crucificado que estaba en la pared, arriba donde estaba la imagen de la VIRGEN MARIA y el SEÑOR con el rostro repleto de sufrimiento, dejaba el sangre salir en cantidad de siete heridas más grandes hechas por los clavos de hierro en los pies y en las manos, por la lanza del soldado romano que clavó en el costado derecho de JESÚS, por la apertura del Corazón traspasado y por la herida en la cabeza causada por la Corona de Espinos. De las siete heridas, salieron el precioso sangre que luego se transformó en círculos blancos, o sea, en admirables Hostias Sagradas.

Algunas personas en la Capilla dijeron que vieron una luz brillante, como si fuese un rayo rápido que salió del crucifijo. Otras personas oyeron un ruido similar a la caída de granizo. Hostias Sagradas salieron de las heridas de JESÚS y empezaron a caer. Fue en este justo momento que Julia se apresuró y estiró las manos con determinación a cogerlas y no permitir que ellas cayesen en la tierra. Pero las Hostias graciosamente evitaron las manos de la vidente y se acomodaron en el altar, a los pies de la imagen de la VIRGEN MARIA, en la presencia de la asamblea sorprendida, que pudieron verlas en el Altar. En el momento en que las siete partículas alcanzaron el altar, fue el instante en que algunas personas oyeron el ruido como si fuera de una granizada.

Ellos también recordaron la demanda de la MADRE BENDITA en 24 noviembre de 1994, haciendo la recomendación a preparar un tabernáculo en la Capilla, al lado de SU imagen. Por supuesto queda bien claro, que esas siete Hostias que llegaron, debían estar destinadas a quedarse allí dentro en un Custodia.

Este milagro fue llevado al conocimiento del Arzobispo local en el mismo día. Sin embargo, él instruyó a Julia y a los otros, a consumir de pronto las Sagradas Partículas y no dejarlas guardadas en el Tabernáculo. En obediencia ellos seleccionaron siete personas para recibirlas: dos sacerdotes y cinco legos, entre ellos estaba la vidente.

En el día siguiente, 2 de julio, los escogidos tomaron comunión. Así que ella recibió el Sagrado Sacramento el milagro se repitió, la Hostia se transformó en Cuerpo cubierto con Sangre, en su lengua. De hecho nadie esperaba otro milagro puesto que se recordaban que en menos de las últimas 48 horas, había se pasado un evento en la Iglesia Parroquial. Pero de esa manera, se entendió que nuestra SAGRADA MADRE estaba tan ansiosa para restaurar una fervorosa devoción a la Eucaristía que envió otra señal sorprendente.

El fenómeno pasó así: La Capilla, estaba repleta de personas con mucha fe, que oraban y se quedaban ansiosas en la expectativa de que algún nuevo hecho pudiera se pasar, al mismo tiempo en que sensibilizadas, estaban agradeciendo al SEÑOR DIOS por toda la enseñanza y demostraciones de amor. Julia fue instruida por el celebrante de la Santa Misa, que por orden del Arzobispo de la Archidiócesis, si ocurriese el Milagro de nuevo, ella debía ingerir inmediatamente la Hostia transformada en Cuerpo y Sangre Vivo del SEÑOR.

Delante del milagro impresionante que se repitió luego enseguida, delante la alegría y conmoción de todos, Fray Su y Fray Marcial que estaban atentos a los eventos, invitaron a las personas a orar delante DIOS y fervorosamente suplicar la misericordia Divina debido al muchos pecados del mundo. Y todos en una postura de adoración admirable, oraron y glorificaron al PADRE ETERNO por aquella señal magnífica y sin igual, mientras Julia se quedaba con la boca abierta para mostrar al SEÑOR, que se filmó y fue fotografiado por las personas. Y para que esto no dejase ninguna duda, los dos sacerdotes mojaron sus dedos en la preciosa sangre bajo la lengua de la vidente y mostraron a todas las personas en la Capilla. Era más una prueba incuestionable y definitiva del fenómeno que había ocurrido.

Después, ellos secaron los dedos en un «Corpóreo», (pequeño tejido de lino blanco rectangular) no sólo una vez, sino varias veces, hasta que esa tela se quedó sensiblemente marcada por la Sangre de JESÚS. Se guardó celosamente como más un testimonio de esas notables manifestaciones sobrenaturales. Hasta hoy el Corpóreo es conservado en Naju. Fray Marcial, con el mismo dedo que colocó en la Sagrada Sangre del SEÑOR, hizo un señal de la cruz en el rostro de un bebé de seis meses que tenía epilepsia y estaba condenado a la muerte. El bebé se quedó completamente curado desde esa misma noche.

 

12º MILAGRO EUCARÍSTICO

Ocurrió en el Vaticano en el 31 de octubre de 1995. Julia en compañía de Monseñor Nam Ik Paik, de su marido Julio, de Rose la hija y Raphael un seminarista, participaron de una Santa Misa privada celebrada por el Papa Juan Pablo II. También estaban presentes varias autoridades y personas de la Francia que fueron invitadas.

Durante la Santa Misa, la vidente y sus compañeros fueron autorizados a cantar himnos en coreano. En el momento de la comunión cuando el Santo Padre dio la Sagrada Hostia a Julia, otro Milagro ocurrió, la Partícula Consagrada en la lengua de la vidente se transformó en Cuerpo y Sangre del SEÑOR.

Este milagro fue acompañado minuciosamente por Monseñor Paik que estaba al lado de la Vidente. Él testificó que la Partícula en la lengua de Julia cuando cambió en Cuerpo cubierto con la Sangre, quedó un poco más grande y tomó la forma de un corazón. Este fenómeno fue igual al que ocurrió en el 11º Milagro Eucarístico en Naju, según la palabra del Monseñor, ocurrido en el 22 de septiembre de 1995, durante una Santa Misa celebrada en una montaña próxima a la ciudad por el Obispo Dom Roman Danylak de Toronto, Canadá y concelebrada por dos otros sacerdotes. Terminada la Santa Misa, inmediatamente Su Santidad se acercó de la vidente y testificó el milagro. Él le dio la bendición papal y un Santo Rosario de presente.

 

13º MILAGRO EUCARÍSTICO

Ocurrió en la Capilla de Naju, en el día de la conmemoración del 11º Aniversario del derramamiento de lágrimas por la imagen de NUESTRA SEÑORA. Los peregrinos de muchos países que comparecieron a la oración nocturna en honor de la MADRE SANTÍSIMA, abarrotaban el salón. Cerca de las 3 horas de la madrugada del 1º de julio de 1996, Julia vio la Preciosa Sangre fluir de las siete Llagas de JESUS en el Crucifijo atado en la pared, como en el año anterior.

La Sangre de pronto se transformó en blancas y puras Hostias Sagradas rodeadas por una luz brillante muy densa. La luz se hizo más fuerte y empezó a brillar en todos aquéllos que estaban presentes en la Capilla, así como en las personas que estaban en el lado externo. Entonces una luz muy poderosa radió del Crucifijo y focalizó a la vidente que dio un grito fuerte y cayó (al piso) debido a extremos dolores en siete lugares de su cuerpo: en la cabeza, en el corazón, en ambas las manos, en los pies y en el lado. Los mismos lugares de las heridas más significativas de JESÚS. Todavía ella estaba con la boca abierta después de los gritos de dolor, y entonces, fue cuando las Sagradas Hostias se soltaron del Crucifijo y entraran suave y de manera muy delicada en su boca. Fray Francis Su, dos otros sacerdotes y las personas que se encontraban cerca de la vidente, pudieron apreciar las Partículas Sagradas quedar acomodadas en la boca de Julia Kim.

Después de las 12 horas y 30 minutos del 1º de julio de 1996, de nuevo tuvo dolores fuertes de la crucifixión y empezó sangrar en los orificios de los clavos en las palmas de las dos manos. Fray Raymond Spies, Fray Francis y algunas personas testificaron el evento.

Aproximadamente a las 13 horas del día siguiente, el 2 de julio de 1996, Fray Spies, la Vidente y otras personas, oraban delante la imagen de nuestra SAGRADA MADRE en la Capilla, cuando de repente, Julia gritó muy fuerte y dejó caerse a tierra. Había recibido simplemente una poderosa luz del Crucifijo y había sufrido los mismos dolores de la crucifixión en siete partes de su cuerpo, como en el día anterior, sangrando en las palmas de las dos manos. Colocó guantes para esconder las heridas y la hemorragia, pero los guantes quedaron húmedos con la sangre.

Por recomendación de su director espiritual, a las 16 horas de este mismo día, Julia visitó dos hospitales en Kwangju para mostrar las heridas en las palmas de las manos. Los doctores examinaron las heridas y la hemorragia y emitieron declaraciones por escrito, diciendo que eso tenía origen desconocido y que no podían ser explicadas como cualquier causa natural. En el mismo día, más tarde, el flujo de sangre se detuvo y las heridas de las manos desaparecieron.

 

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