En Buffalo, la segunda ciudad del estado de Nueva York, en el distrito de Larkin, hay una ermita con una estatua de la Virgen María.
Por ahí pasan muchos habitantes a orar.
Sin saber que la construcción fue un pedido de la propia María que se apareció a un barbero.
Se la conoce como Nuestra Señora de la Calle Séneca.
Este es uno de los tantos testimonios con los que la Virgen María marca su presencia entre nosotros, nos da mensajes de lo que va a suceder y pide nuestro cambio.
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Pero hemos tapado nuestros oídos.
UN BARBERO EN LOS AÑOS ’50 EN UN BARRIO DE BUFFALO
Seneca Street, cerca del distrito de Larkin era un bullicioso barrio no muchos años atrás. Y en la década de 1950 había un barbero llamado Joe Battaglia.
Su tienda estaba en un edificio sin pretensiones de ladrillo y de tablas de madera, y él y su familia vivían en el piso de arriba.
Mientras que el negocio era bueno, el mundo tenía sus problemas. Era el momento cumbre de la guerra fría.
Battaglia era un tipo común, iba a la iglesia, católica italiana, nunca podía haberse preparado para el mensaje que recibió una mañana temprano el 17 de septiembre de 1950.
El presidente del Consejo David Franczyk recuerda la historia del antiguo barrio.
“El tenía la convicción que la Virgen María se le apareció de madrugada y quería construir un santuario dedicado a ella como un mensaje de paz y un mensaje para volver a rezar y así sucesivamente.”
Battaglia describió la visión como una figura brillante fuera de su ventana, mirando como un brillante árbol de Navidad blanco.
El barbero salió y la figura comenzó a tomar forma, dice, en última instancia revelándose como la Madre de Dios.
Dijo que María le dijo:
“No tengas miedo, mi querido, tengo una misión para ti.”
De acuerdo con Franczyk
“Así que el construyó este santuario increíble, y le tomó un año para hacerlo … ya sabes, ladrillo por ladrillo por ladrillo, con una estatua de la virgen María en una caja de vidrio.”
Cientos de personas pasan por este santuario cada día, la mayoría no tiene idea de lo que es.
LA APARICIÓN
La mañana del 17 de septiembre de 1950 Joe Battaglia se despertó con un sobresalto.
Fue justo antes de la salida del sol y miró al otro lado de la calle desde la ventana justo por encima de su barbería. Vio una extraña visión.
Un brillo extraño con un resplandor blanco como un brillante adorno del árbol de Navidad. Su esposa estaba durmiendo en la cama.
Mientras continuaba viendo el objeto brillante flotando fuera en la calle, corrió afuera para ver mejor lo que era. Él no tenía miedo, sólo curiosidad.
A pesar que la luz era muy brillante, se encontró con que todavía podía mirarla y aún no ser cegado.
Y en esa luz brillante pudo distinguir una figura – una figura humana. Pero era extraño. A veces parecía ser como un niño, y en otras ocasiones parecía ser un adulto o incluso una anciana.
La figura parecía joven y al mismo tiempo llena de edad y sabiduría. También pudo discernir que la figura era de sexo femenino.
Al mirar más de cerca a la luz, pudo simplemente comenzar a distinguir los detalles de la figura. La figura era como de una mujer joven increíblemente hermosa.
Su vestido era inusual. Encima tenía como vestido de un estilo antiguo de campesina francesa, pero por debajo algo estaba fluyendo. Todo era blanco.
Se dio cuenta que tenía una corona de oro en la parte superior de su cabeza con miles de joyas de múltiples facetas. ¿Quién era esta mujer hermosa?
Joe ahora podía ver que estaba bañado en esta hermosa luz y que esta mujer estaba ahora sólo unos pocos metros de distancia de él.
Su piel era como la de una fina porcelana, impecable, y tenía un resplandor que parecía venir de dentro de ella.
Su pelo era oscuro, pero de una especie de brillaba como si estuviera llena de miles de pequeñas joyas.
La figura le miró con ojos de amor como si ella lo conociera, a pesar que él nunca la vio antes.
Joe cayó de rodillas. «¡Oh, Madre de Dios!» exclamó. La figura siguió mirándolo fijamente con ojos de amor, sin decir una palabra. Él vaciló y no podía hablar. Simplemente balbuceaba.
Él estaba pensando para sus adentros, «Madre María, en la Tierra ¿que quieres de mí?»
Ella parecía saber lo que estaba pensando, hizo un gesto para que se levantara, y así lo hizo. Y ella le habló mente a mente y le dijo,
«No tengas miedo, mi querido. Tengo una misión para ti.»
Él todavía no podía hablar, pero pensó: «¿Qué tipo de misión?»
María le respondió como si pudiera oír sus pensamientos.
«La Iglesia se está volviendo apóstata y así muchos se están apartando de la verdadera fe.
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Pronto muchos abandonarán la fe por completo hacia la razón sin fe.
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Ellos se detendrán de decir el Rosario y las oraciones. Ellos dejarán de ir a misa y confesar sus pecados.
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El laicismo va dominar a la iglesia y la fe disminuirá lentamente.
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Las escuelas enseñarán adhesión a única a la razón.
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Pero la razón sin la fe conduce a la destrucción».
«Considera todas las guerras y la violencia que enfrenta en el mundo.
Y todas las bombas atómicas y nucleares que Estados Unidos y los comunistas ateos han acumulado. Pero no tiene que ser de esta manera».
«Traigo un mensaje de esperanza y paz para el mundo. La gente tiene que volver a la verdadera fe, a la creencia en Dios y en Jesucristo, mi Hijo.
Ellos deben regresar a la Iglesia y confesar su apostasía, deben aceptar a Jesús como su Salvador y comer su carne y beber su sangre para el perdón de sus pecados».
“Deben rezar el rosario y todas las oraciones, porque es bueno para el alma.
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Tienen que volver a los valores morales.
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Deben permanecer castos antes del matrimonio; deben respetar la santidad del matrimonio».
«Más hombres jóvenes deben entrar en el sacerdocio para llenar las filas de los sacerdotes que están muriendo. La gente tiene que volver a Dios y a la fe verdadera».
“Este mensaje es especialmente para los jóvenes. Ellos necesitan esto más. Tienen que ver lo que has visto. Hacerles ver lo que has visto.
Se les debe dar fe y esperanza. Ellos deben regresar a la verdadera fe. Hacerlos ver lo que has visto».
En ese momento, la visión comenzó a oscurecerse, hubo un destello brillante y luego se había ido.
Joe estaba luego de pie fuera. No sabía cuánto tiempo había estado allí. El sol se había ya subido.
Dedujo que había estado allí durante aproximadamente una hora y media, pero parecían ser sólo varios minutos.
NACE LA IDEA DEL SANTUARIO
Volvió dentro de su casa y a su dormitorio. Su esposa aún dormía. Volvió a la cama, pero no pudo volver a dormir. No dejaba de pensar sobre esa visión y todo lo que había visto.
No se atrevió a decirle a su esposa. Ella diría simplemente que estaba soñando.
¿Pero había sido un sueño? No estaba seguro. Y él tenía miedo de decirle a alguien.
Toda esa semana en su barbería seguía pensando en la última cosa que la Madre María dijo: «Haz que ver lo que has visto.» ¿Qué quiso decir?
Un día, dos semanas más tarde, él se armó de coraje para volver al lugar al otro lado de la calle donde se había producido la visión.
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Se había quedado meticulosamente lejos del área.
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Miró hacia abajo en el suelo y vio algo.
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Era una pequeña cruz de madera, perfectamente formada de una rama de un árbol.
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Esta fue una señal que la visión era real.
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Y este signo le dio el valor para decirle a su esposa.
Su esposa, para su sorpresa, sin embargo no se rió o ridiculizó su visión.
Ella se limitó a escuchar con atención mientras él le decía.
Y lo que ella le respondió lo sorprendió aún más.
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«Si la Madre María te ha dicho que hagas algo, en el nombre de Dios, debes hacerlo.
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Muéstrales lo que has visto.»
En ese instante, una visión brilló en su mente en cuanto a lo que debía hacer.
Lo vio con claridad en su mente – una especie de santuario – con una representación de la Santísima Virgen, una figura que llevaría un vestido totalmente blanco y la corona – a la vez como un niño y una anciana, la juventud y la edad de la sabiduría.
Sería un santuario simple para que todo el mundo lo vea. Aquí la gente podía poner sus oraciones, esperanzas y sueños en un receptáculo.
Aquí la gente podía orar por un mundo mejor. Aquí la fe tradicional se podía observar.
Se dedicó a la construcción de la capilla, en un primer momento de cachivaches viejos.
Lo hizo a pesar de miradas y burlas. Él tenía a alguien para pintar lo que había visto.
Pero el primer santuario fue un fracaso.Por un lado no fue duradero y podía ser fácilmente destruido por los inviernos de Buffalo.
Así que al final, consiguió materiales con sus ahorros y se dedicó a la construcción de una estructura más permanente.
Incluso se las arregló para conseguir un permiso de construcción para construir la estructura.
Sería encendida una luz en el interior e incluso con el clima controlado para proteger el contenido.
Encontró a alguien para construir la figura de la Madre de Dios, lo mismo que para la pintura.
Aunque era una pequeña estructura, le tomó un poco más de un año completar la estructura final, trabajar en ella de vez en cuando, a la vez que atendía su barbería y hacía otras cosas.
Cuando la estructura fue finalmente completa, en efecto, fue un faro. Al principio fue ridiculizada y visto como una rareza.
Pero entonces la gente comenzó a pedir oraciones – oraciones por la sanación, oraciones para la reconciliación, oraciones para el amor, oraciones por la paz.
Después de que Joe Battaglia murió fue demolida la peluquería y el santuario cayó en mal estado y finalmente fue programado para ser demolido por la ciudad de Buffalo.
Pero un grupo de conservación local alzó su voz para preservarlo y pronto una familia local del barrio vino al rescate para repararlo y preservar la esencia de la visión de Joe.
Y aunque la peluquería y el propio Joe se han ido, la capilla permanece.
LA ERMITA LA MANTIENEN LOS VECINOS
La visión no ha sido confirmada por la iglesia, pero la importancia de esta estructura ha sido reconocida por la ciudad.
Después que el Sr. Battaglia falleció en los años 70, la propiedad quedó en mal estado, siendo asumida con el tiempo por la Ciudad.
En los años 80 consideraron tirarla abajo. Los defensores lucharon y ganaron, y la ciudad la preservó hasta hace poco.
Ahora está en manos de propietarios privados, que, junto con los vecinos, ayudan a mantener la estructura y pagar la electricidad.
Lo tenía la familia de Helen Grek, de 88 años, que ha vivido en la zona toda su vida y cuya hija y yerno son ahora los administradores de la estructura religiosa.
Luego en 1992, los familiares de Helen Grek, el primer cuidador designado del santuario, simplemente se lo entregó al vecino Luis Batista, que vive justo enfrente de la ermita en una antigua tienda de puros.
Luis, de 65 años y ahora retirado mayormente de su negocio cree que ser el guardián del santuario ha traído grandes bendiciones en su vida.
Prevé que en unos cuantos años va a estar entregando las llaves a un nuevo cuidador.
Parece ser que la transferencia al propietario privado se hizo con la condición que el santuario sería protegido aunque el nuevo propietario no se haría cargo de los gastos de mantenimiento.
Luis reporta una relación buena y amable, y el pleno apoyo con el actual propietario.
Franczyk ha hecho un esfuerzo especial para preservar el futuro de este hito poco conocido.
“Mi única condición para cualquier persona que la posea, ya sea la ciudad o ahora un propietario privado, es que deben proteger la estatua como un tesoro del barrio”.
Un tesoro que se encuentra, casi proféticamente, justo abajo de la esquina de Séneca Street … y Lord Street (calle del Señor).
La dirección de la ermita es 847 Seneca Street, Buffalo NY 14210.
Fuentes:
- http://fredscruton.com/2012-daytrips/shrine-at-847-seneca-street-buffalo-ny/
- http://www.peninsulaplayers.com/players-pen-posts/october-9-players-pen/
- http://www.visionsofjesuschrist.com/weeping1693.html
- http://www.visionsofjesuschrist.com/weeping1694.html
- http://www.visionsofjesuschrist.com/weeping1695.html
- http://www.visionsofjesuschrist.com/weeping1697.html
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