Parece que fueran del mismo bando ¿o lo son?.
El viernes los ejércitos islamistas que actúan en Siria atacaron otra ciudad cristiana, andan en busca de cristianos y a los que detectan los detienen. Y al mismo tiempo, una monja que denuncia los ataques islamistas en Siria es defenestrada en occidente desde Gran Bretaña como aliada a Assad, por el simple hecho de difundir ataques como este.
¿Qué siniestra evaluación política lleva a occidente a entregar a los cristianos a las bandas islámicas que quieren limpiar de cristianos oriente medio? ¿Hay algún pacto oculto o simplemente los cristianos son la carne de cañón que pueden permitirse como bajas de guerra?
INVASIÓN DE ISLAMISTAS A UNA CIUDAD CRISTIANA EN SIRIA
Abriéndose camino con dos atentados suicidas, las facciones militantes islamitas han invadido la ciudad de Deir Atieh, al norte de Damasco, sembrando el terror, la muerte y la destrucción.
Según informan fuentes de Fides en la Iglesia greco ortodoxa, el ataque tuvo lugar el 22 de noviembre. Los milicianos entraron en el hospital municipal y tomaron como rehenes a los enfermos.
El museo de Deir Atieh que acoge miles de obras y valiosos hallazgos arqueológicos ha sido devastado. Las mezquitas y las iglesias dañadas. Numerosas casas saqueadas y los civiles capturados y utilizados como escudos humanos.
La situación es especialmente preocupante para los cristianos. La población, unas 25 mil personas, ha comenzado a huir. Los milicianos examinan los documentos de identificación de las personas que tienen la intención de abandonar la ciudad y retienen a los que tienen nombres cristianos.
Para poder salir de la aldea, un sacerdote greco ortodoxo ha tenido que decir que estaba casado y presentarse con una mujer: le han permitido salir porque su nombre era árabe y no tenía ascendencia o referencia cristiana.
El padre F.H., quien, en una nota enviada a la Agencia Fides pide el anonimato por razones de seguridad, ruega a la comunidad internacional y a la Santa Sede que se movilicen para tratar de organizar la liberación de los rehenes y salvar la ciudad de Deir Atieh.
No está claro, señala la fuente de Fides, que ha impulsado a las bandas armadas a penetrar en eta pequeña ciudad. En Deir Atieh se había refugiado cientos de personas de Qara, otra localidad siria en las montañas de Qalamoun, a 90 km de Damasco. En las últimas semanas, Qara había sido atacada por combatientes islámicos provenientes de la ciudad de Arzal. Entre los refugiados de Qara, que estaban en Deir Atieh, también se encuentra el sacerdote greco-católico Padre George Luis y todos sus feligreses.
SIN EMBARGO OCCIDENTE CARGA CONTRA LOS CRISTIANOS QUE DENUNCIAN A LOS ISLAMISTAS
Este es solo un episodio, pero indica el nivel de la violencia y la manipulación que en el Occidente (Estados Unidos y Gran Bretaña particularmente) rodea lo que está sucediendo en Siria.
Vive allí una monja desde hace veinte años. Se llama sor Agnes-Mariam de la Croix y creó un movimiento llamado “Mussahala” (Reconciliación), que exige el fin de la guerra y que las diferentes partes en conflicto se sienten a negociar. Gracias a ella surgieron algunas noticias que habían quedado escondidas o que habían sido descuidadas por los grandes medios de comunicación. Durante esta guerra sucia ha sido una voz para las personas que no la tienen: las personas comunes, las víctimas de siempre de todas las guerras
Sus actividades, pues, han llevado a poner en tela de juicio la interpretación dominante de esta guerra. Si, por una parte está Bashar al-Assad (exponente de un régimen dictatorial y represivo), por otra no hay ninguno de los paladines de la democracia y de los derechos que dicen Gran Bretaña y Estados Unidos, sino un ejército compuesto casi completamente por mercenarios islamistas financiados por Arabia Saudita (régimen claramente anti democrático…) y Qatar; y por “halcones” occidentales. Los “rebeldes” se han mostrado mucho más crueles que el ejército sirio.
“En Siria todos están en peligro –declaró hace dos meses sor Agnes-Mariam la Croix. Ha habido casos de líderes religiosos musulmanes secuestrados y decapitados. Fueron humillados y torturados. Los ismaelitas, los drusos, los cristianos, gente de la sociedad siria son asesinados en masa. Quiero decir que si estos carniceros no contaran con el apoyo internacional, nadie habría tenido el valor de atravesar esa línea. Pero hoy, desgraciadamente, la violación de los derechos humanos y el genocidio en Siria son ocultados a nivel internacional”.
Después de esas declaraciones, los hechos (como la masacre de Sadad y otros que ha admitido públicamente Human Rights Watch) confirmaron la veracidad de las palabras de la religiosa. Pero todo esto va en contra de las fanfarrias de guerra que tocan algunos gobiernos occidentales. La de sor Agnes-Mariam de La Croix es una voz incómoda desde hace tiempo.
Y así, cuando se supo que la religiosa recibió una invitación para hablar en la conferencia internacional “Stop the War”, que se llevará a cabo en Londres el próximo 30 de noviembre, se desencadenó en su contra una campaña difamatoria por la red.
“La monja preferida de Assad”, una “ferviente defensora de Assad”. Así definieron por internet a la monja, no los fundamentalistas islámicos, sino los “halcones” de la liberal Gran Bretaña. Y al mismo y tiempo comenzaron las presiones en contra de los demás oradores. Dos de ellos, Owen Jones y Jeremy Scahill, recibieron avalanchas de mensajes vía Twitter para que se negaran a sentarse al lado de sor Agnes-Mariam. Ambos escritores y periodistas, cedieron a las presiones.
La religiosa respondió con una carta llena de dignidad para cancelar su presencia en la Conferencia. Escribió:
“Algunos podrían pensar que sería injusto que yo hablara en la conferencia. Otros, que sería injusto si no participara. Pero, puesto que mi participación puede ser usada por algunos en contra de los esfuerzos para llegar a la paz, la no violencia y la reconciliación, creo que es mejor que retire mi participación”.
Fuentes: Fides, Vatican Insider, Signos de estos Tiempos