Nueva propuesta del cardenal Kasper.
Con la ponencia sobre formas de dar la comunión a los divorciados vueltos a casar en el Consistorio Extraordinario sobre las Familias hace tres semanas, ver aquí, el cardenal Kasper está de moda en este tema. Ahora “Avvenire” le ha realizado una entrevista donde propone enriquecer los entes con la presencia de mujeres.
Consideró «insensato» hablar de familia sin escuchar a las mujeres y alentó a convocarlas para que participen tanto de la preparación como de las instancias decisivas, y podrían ocupar cargos en la curia.
“Hasta ahora, las mujeres han estado presentes en los Sínodos como auditoras y en posiciones de escaso relieve. Me pregunto: ¿Cómo se pueden preparar dos sínodos sobre la familia sin que intervengan in primis también las mujeres? Sin las mujeres, la familia simplemente no existe. Es insensato hablar de familia sin escucharlas. Hay que llenarlas y escucharlas desde ahora, desde la fase preparatoria”.
Según el cardenal alemán,
“las mujeres tienen que estar presentes en todos los niveles de la vida de la Iglesia, y también en puestos de plena responsabilidad. La Iglesia sin las mujeres es un cuerpo mutilado…Sin ellas muchas parroquias tendrían que cerrar mañana mismo”.
El cardenal ve lógica la presencia de las mujeres en los más altos niveles de la Curia,
“en los consejos para la familia, para los laicos (recordemos que la mitad de los laicos son mujeres), para la cultura, para las comunicaciones sociales, para la promoción de la nueva evangelización, entre otros. Es absurdo que en todos estos pontificios consejos no haya presencia femenina de relieve y con responsabilidad plena”.
En el ámbito de las propias Congregaciones romanas, Kasper apuesta por integrar a las mujeres como subsecretarias. Por ejemplo, en la de la Educación católica, en la de la Vida Consagrada o en la de la Doctrina de la Fe.
Pide también a las mujeres que sean llamadas a servir en la Curia que no imiten el modelo masculino de «hacer carrera». Y para evitar el carrerismo curial, Kasper propone nombramientos temporales, por un quinquenio.
Por último, el cardenal alemán cree que no todos los secretarios de los dicasterios
“tienen que ser obispos», proque, en la Curia, hay «una altísima concentración de obispos, dedicados a funciones birocráticas, cuando el obispo es un pastor. La consagración episcopal no es un honor, sino un sacramento”.
Fuentes: Avvenire, Signos de estos Tiempos