Los confesores van a buscar a la gente.
Una de las dificultades que tiene la Iglesia Católica es su “cadena de distribución”, para hablar en términos de marketing, que significa que los lugares para acceder a los sacrementos y servicios muchas veces no están cerca del alcance de la mano de la gente, que tiene que andar largos trechos para llegar a ellos, lo que crea una valla para la práctica perseverante. Por eso está naciendo la tendencia de que los servicios, como el sacramento de la reconciliación o confesión vaya al encuentro de la gente.
Traemos dos experiencias de los confesores yendo a buscar a la gente. Uno es de Tucumán, Argentina, donde la Iglesia está en campaña para instalar confesionarios en plazas. Y otro es en Polonia, donde se está haciendo la experiencia de un confesionario montado en una camioneta.
CONFESIONARIOS EN PLAZAS DE TUCUMÁN
Luego de la nutrida concurrencia de fieles que se acercaron al sacramento de la confesión durante la jornada penitencial convocada por el Papa el viernes 28 de marzo, la arquidiócesis de Tucumán decidió redoblar la apuesta e instalar confesionarios en la Plaza Independencia, el céntrico espacio público de la capital provincial en fechas a publicitar..
El arzobispo de Tucumán, monseñor Alfredo Horacio Zecca, instruyó a los párrocos de la catedral, San Francisco y La Merced para que instalen confesionarios en la plaza principal, a fin de “promover la confianza en la misericordia de Dios”.
El prelado dispuso la medida luego de que la catedral metropolitana y otros templos de la arquidiócesis rebasaran de fieles que se acercaron a recibir el sacramento del perdón de los pecados. En el templo mayor de San Miguel fue necesario disponer de 10 confesionarios en simultáneo, e incluso el mismo arzobispo atendió confesiones durante dos horas.
La iniciativa “24 horas con el Señor”, promovida por el Consejo Pontificio para la Nueva Evangelización, invitaba a que al menos una iglesia de cada diócesis del mundo permaneciera abierta y con sacerdotes disponibles para oír confesiones, mientras se acompañaba el momento con la misa, la adoración eucarística o la meditación de la Palabra de Dios.
“Los confesionarios serán instalados en plena plaza Independencia, y atenderán a todo aquel que pase por allí y quiera ser escuchado. ¡Dios no se cansa de perdonar!”, señaló Eduardo de Zavalía, encargado de prensa del arzobispado.
EL «CONFESIONARIO-BUS» DE UNA DIÓCESIS POLACA
Su aspecto es parecido al de una ambulancia… y en cierto modo lo es.
Nada asusta a los sacerdotes de la diócesis polaca de Koszalin, que han decidido ir literalmente donde sus fieles para animarles a acercarse al sacramento de la Reconciliación
En Polonia ha entrado en funciones el primer “confesionario móvil», alojado en un furgón. El objetivo es el de acercarse a aquellos que no quieren entrar en la iglesia. La iniciativa ha partido con el “nihil obstat” del obispo Edward Dajczak de la diócesis de Koszalin, y responde al llamamiento del papa Francisco que ha invitado a los sacerdotes a salir de las parroquias para buscar a los fieles también fuera de las iglesias.
«Creo que las palabras del Papa tienen una fuerza inmensa y precisamente él nos invita a evangelizar por las calles», declara el padre Rafal Jarosiewicz que gestiona la iniciativa junto con la Fundación Sms z Nieba (mensaje SMS desde el cielo, ndr).
El confesionario-bus es de color rojo burdeos, y encima tiene una señal como si fuera una ambulancia, cosa que en muchos aspectos corresponde a la realidad.
El confesionario-bus está disponible también para otras diócesis y, a petición previa, puede apoyar a otros sacerdotes comprometidos en las diversas acciones de evangelización en el territorio polaco.
Fuentes: AICA, Aleteia, Signos de estos Tiempos