Al grito ‘el aborto es sagrado’.

 

Cinco activistas de Femen con el torso desnudo lanzaron calzones manchados de rojo al presidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio María Rouco Varela, cuando se disponía a entrar en la parroquia de los Santos Justo y Pastor, en la calle de la Palma de la capital, al grito de «aborto es sagrado».

 

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Las chicas tenían sus pechos ‘adornados’ con inscripciones como ‘Stop mafia episcopal’, ‘Toño fuera de mi coño’ y ‘Aborto es sagrado’, informa el sitio web del movimiento. 

Rouco, escoltado por los párrocos, consiguió entrar a la iglesia, donde se iba a oficiar una misa, y posteriormente, la puerta principal por la que entró el cardenal fue cerrada y las activistas se fueron caminando por las calles aledañas al templo entre algunos aplausos de algunos del público.

La protesta de Femen tuvo lugar el 1 de febrero alrededor de las 20 hs, un día después de la manifestación en Madrid contra el anteproyecto de protección de la vida del concebido y de los derechos de la mujer embarazada.

El cardenal Rouco Varela es uno de los firmes defensores del anteproyecto de reforma de la ley del aborto, impulsado por el ministro de Justicia español, Alberto Ruiz-Gallardón, que promulga severas restricciones del derecho al aborto.

El proyecto de ley sugiere la prohibición del aborto, salvo en los casos en que sea necesario para salvar la vida y la salud de las mujeres, así como en el caso de víctimas de violencia sexual.

También la semana pasada activistas del movimiento Femen, con la consigna «¡Fuera de mi vagina!», interrumpieron el discurso del Ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, cercano al Opus Dei, quien es el principal cabildero de la ley que prohíbe el aborto en el Parlamento.

Extraoficialmente, ha dolido el «esperpento» montado «con premeditación» contra el arzobispo madrileño, cardenal Rouco Varela, cuando se dirigía a celebrar la fiesta de la Candelaria, en el barrio madrileño de Maravillas.

La cita del cardenal en ese templo era conocida y se había anunciado en la propia web del arzobispado. Y es que, como dicen en fuentes de la curia madrileña, «el cardenal no se esconde y continúa con su vida normal y con las actividades pastorales programadas, que le esperaban a su regreso de Roma», donde esa semana fue recibido por el Papa y participó en la reunión que los Kikos (como se le llama a los miembros del Camino Neocatecumenal) mantuvieron con Francisco.

Pero parece que el cardenal Rouco no le quiere dar «mayor trascendencia» ni importancia al tema. De ahí su negativa a lanzar un comunicado sobre los hechos para no avivar la polémica.

Fuentes: Agencias, Signos de estos Tiempos

 

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