Cómo debemos invocarlo y trabajar con él.
Uno de los regalos más grandes que nos ha dado Dios en nuestro peregrinaje en la Tierra, es haber puesto al lado nuestro a un ángel de la guarda, que está permanentemente con nosotros, para ayudarnos en nuestros problemas y guiarnos en el camino.
Es el nexo permanente y personal entre Dios y nosotros.
Por lo que nunca estamos solos, porque el ángel está a nuestro lado.
Pero no es sólo un amigo, sino alguien a quien podemos pedirle favores increíbles y te sacará de grandes problemas si sabes oirlo.
Aquí hablaremos sobre las cosas que tu ángel de la guarda puede hacer por ti y cómo debes invocarlo.
Los ángeles son criaturas que están al servicio de Dios.
Dios ha puesto un ángel personal, que cuida y protege durante toda la vida a cada ser humano.
Cada uno tiene un ángel de la guarda.
Ellos nos protegen de accidentes y del maligno, nos fortalecen en la tentación, nos animan, intervienen milagrosamente para salvarnos de problemas.
Nos mueven hacia lo bueno y nos iluminan en la verdad.
Fortalecen nuestras mentes e influyen en nuestra voluntad.
Llevan nuestras necesidades a Dios y nos ayudan en nuestra salvación.
Tal vez un buen resumen es lo que se enseña a recitar a los niños:
Ángel de mi guarda, dulce compañía mía, no me desampares, ni de noche, ni de día.
Hasta que descanse en los brazos de Jesús, José y María. Amen
San Josemaría Escrivá saludaba primero al ángel de la persona con la que se encontraba, que a la misma persona.
Y una práctica que se recomienda es que cuando estés en una discusión con una persona, le pidas a tu ángel que hable con el ángel de la otra persona.
Lo mismo cuando está negociando algo con una persona.
Como todos los ángeles, son seres espirituales y no tienen cuerpos.
Aunque a veces pueden tener la apariencia de un cuerpo e incluso pueden influir en el mundo material, pero por su naturaleza son espíritus puros.
En raras ocasiones, como se narra en la Biblia o le sucedía a místicos como el Padre Pío o Santa Gemma Galgani, los ángeles pueden tomar apariencia física y hablar con palabras.
Pero esta no es la regla, es la excepción a la regla, así que no esperes que tu ángel de la guarda se muestre en tu habitación, aunque puede suceder en una circunstancia muy especial.
Pero no debemos envidiar a estos místicos a quienes su ángel de la guarda se les aparece físicamente.
Porque si somos muy puros, humildes, de corazón sencillo, llenos de fe y deseos santos de ser perfectos, notaremos claramente la acción y la comunicación con nuestro ángel guardián.
¿Y desde cuándo es que tenemos con nosotros un ángel guardián?
Desde el momento de la concepción, antes del bautismo.
Esto significa que durante el embarazo una mujer estaría rodeada por dos ángeles de la guarda, el de la criatura que lleva en su seno y el suyo propio.
Además, tu ángel te ha conocido desde el momento en que él fue creado por Dios, porque antes de nacer ya eras una idea de Dios y esto fue comunicado al ángel designado para ti.
Incluso los que no creen en Dios ni en los ángeles tienen un ángel guardián, solo que no son sensibles a escuchar su voz.
La principal forma en que se comunican con nosotros es ofreciendo pensamientos a nuestro intelecto, imágenes o sentimientos que podemos aceptar o rechazar.
Puede que no sea evidente que es nuestro Ángel de la Guarda que se comunica con nosotros, pero podemos darnos cuenta que la idea o pensamiento no provenían de nuestras propias mentes.
No es necesario que hagamos rituales o prendamos velas de colores para tratar de hablar con nuestro ángel de la guarda, como dicen los que practican la New Age y los espiritistas.
Sólo basta que nos dirijamos a él hablándole como un amigo, haciéndole preguntas o pidiéndole cosas.
Y para saber su nombre puedes preguntárselo.
Ten en cuenta además, que aunque no dialogues con tu ángel de la guarda él siempre está allí tratando de que no tropieces.
Y una curiosidad ¿tenía Jesucristo un ángel de la guarda?
Sí, como cualquier otro humano.
Aunque es probable que su ángel guardián fuera el más alto de todos los ángeles en el coro al que pertenecen los ángeles de la guarda.
¿E incluso el anticristo tendrá un ángel guardián?
Si es un ser humano tendrá un ángel guardián.
Y a pesar de que será un gran enemigo de Dios, el Señor lo amará y la expresión de este amor es el regalo de un ángel de la guarda.
¿Nuestro ángel guardián estará con nosotros en la próxima vida?
Si vas al cielo, tu ángel estará contigo en la gloria como compañero eterno y amigo.
Si vas al purgatorio él estará contigo tratando de purificarte, dándote ánimo y trabajando para que salgas cuanto antes para el cielo.
Y si te vas al infierno, tu ángel te dejará.
¿Y en qué nos pueden ayudar los ángeles de la guarda?
Como son enviados de Dios para asistirnos, nos auxilian en las cosas rectas para Dios, ya sea que se lo pidamos o no.
Pueden ayudarnos de oficio para superar las tentaciones.
Por ejemplo la Madre Angélica, fundadora de EWTN, contaba de un señor que había comprado su antena para televisión para ver pornografía.
Se sentó en su sofá, con una cerveza y un sándwich y prendió la televisión.
Pero él no sabía lo que su ángel haría.
El primer canal que le salió tenía una monja, la Madre Angélica hablando en su programa.
El señor cambió de canal ¡Y se volvió a topar con Madre Angélica!
Así que gritó: ¿Qué diablos hace esta monja en este canal?
Pasó los 52 canales que tenía su televisión y en todos aparecía la monjita.
El señor furioso apagó la televisión y pasó el resto de la noche caminando dentro de su cuarto.
Al día siguiente se fue directo a confesar, para nunca más volver a ver pornografía.
¡Los ángeles hicieron todo para que en los 52 canales apareciera sólo la monjita!
De modo que los ángeles no solo te protegen del peligro espiritual, sino también del material.
El Padre Pío es un gran ejemplo, si queremos conocer la potencialidad del auxilio del ángel de la guarda.
El ángel le traducía cartas o hacía de intérprete cuando venían personas que no sabían italiano.
Cuando estaba enfermo y no había nadie que le pudiera ayudar en un momento determinado, era su ángel quien le hacía pequeños servicios.
Lo defendía de los ataques del maligno, tanto cuando lo castigaba físicamente como cuando quería engañarlo.
También le daba consejos espirituales o pequeñas prédicas para afianzarlo en la fe.
Utilizaba a su ángel de la guarda como acólito para evitar profanaciones de la eucaristía por descuido.
Y no faltaron casos en los que su ángel tuvo que ayudar a quienes se dormían al volante o velar para que no les pasara ningún accidente a quienes iban a verle.
El Padre Pío solía aconsejar a sus hijos espirituales que vivían lejos del monasterio: “¡No se muevan si tienen algo que decirme, envíenme su ángel! No paga ningún billete de tren».
Y mientras rezaba el rosario, a veces, interrumpía el rezo para contestar a esos ángeles de la guarda diciendo frases como,
«Dile que rezaré por él. Dile que intensificaré mis plegarias para obtener su salvación. Dile que llamaré al Corazón de Jesús para conseguir esa gracia. Dile que la Virgen no le negará esa gracia».
Y se cuenta un caso de un autobús lleno de peregrinos que viajaba de noche para ir a encontrarse con el Padre Pío.
De repente el vehículo fue atrapado en una terrible tormenta.
Recordando su consejo, los peregrinos comenzaron a rezar al ángel de la guarda del Padre Pío y pronto la tormenta amainó.
Y cuando llegaron a San Giovanni Rotondo les gritó: «Hijos míos, ustedes me despertaron anoche. Tuve que rezar por ustedes».
Y tenemos también el caso de Santa Gemma Galgani, que veía a su ángel con los ojos físicos, conversaba con él con palabras y oraban juntos.
Y cuando tenía que enviar una carta, se la daba al ángel de la guarda para que la llevara y llegaba a destino.
Su confesor no le creía y entonces ella le dijo que escribiría una carta y se la daría a su ángel de la guarda para que se la llevara, y él la recibiría aunque no tenía ningún sello postal, lo que sucedió.
De modo que no te olvides cuando estés en dificultades de pedir a tu ángel de la guarda para que le pregunte a Dios que debes hacer.
Y de pedir su auxilio en momentos de peligro o cuando necesitas resolver alguna cosa del momento, por ejemplo que te guíe para encontrar información o que salga bien lo que vas a hacer.
Bueno, hasta aquí lo que quería decirte de la función que tienen los ángeles de la guarda y cómo puedes usar su auxilio.
Y me gustaría preguntarte si dialogas y pides cosas a tu ángel de la guarda o no.
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Los ángeles existen. Yo los he visto en un sueño. Son seres que nos cuidan y nos llevan al Cielo cuando morimos en gracia.