Las apariciones de Fátima están llenas de misterios que aún se está develando.

Y no es para menos tratándose del evento más importante en la iglesia en el siglo XX, junto con el Concilio Vaticano II.

Ambos hechos marcaron las contradicciones en que hoy vive la Iglesia.

Uno de los misterios de Fátima son las apariciones previas del Ángel de la Paz.
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¿Por qué se supo recién en 1937 que se había aparecido para preparar las apariciones de Nuestra Señora?
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¿Para qué se apareció? ¿Qué vino a hacer?

Sin embargo las apariciones de Fátima casi no se conocen por el clero, porque no se estudian en los seminarios.

Los sacerdotes que las conocen lo han hecho investigando por su propia inquietud.

Aunque su tremenda importancia lo demuestran los movimientos espirituales que surgieron, las oraciones, las devociones, etc.

Y la influencia que tuvo en los pontificados hasta ahora.

Porque desde 1917 hasta ahora todos los Papas estuvieron movilizados por esta aparición.

Algunos porque sentían la presión de revelar el tercer secreto que había dejado la Virgen.

Otros como Juan Pablo II, vivió 3 eventos que marcaron su pontificado relacionados con Fátima.

Uno fue el atentado de 1981 en Plaza San Pedro donde el estableció que salvó su vida gracias a la intercesión de la Virgen de Fátima.

El segundo evento fue en 1984, cuando consagró el mundo al Inmaculado Corazón de María.

Que luego fue informado por Sor Lucía que había sido aceptado por el cielo como la Consagración de Rusia al Inmaculado Corazón de María, a pesar que el ritual no había sido estrictamente como Ella lo había pedido (no se nombró expresamente a Rusia)..

Y el tercero fue la caída de la Cortina de Hierro y del comunismo soviético a partir de 1989, del que fue un gran artífice junto con el presidente Ronald Reagan de EE.UU.

Estos tres eventos están relacionados con los mensajes que Nuestra Señora dio a los tres pastorcitos.

Pero también el Papa Francisco fue responsable de la gran celebración que se hizo para los 100 años de ésta aparición en el 2017.

Ninguna advocación mariana ha tenido una celebración tan imponente en todo el mundo.

Pero como todo en Fátima, las cosas se han ido revelando de a poco.

   

EL SECRETO BIEN GUARDADO DE LA APARICIÓN DEL ÁNGEL

Las apariciones de Fátima han tenido numerosos secretos.

Uno de ellos fue la aparición previa del Ángel de la Paz antes que comenzaran las apariciones de la Santísima Virgen.

Ellos vieron al Ángel de la Paz cuatro veces y en 3 de ellas se apareció.

Pero ellos lo mantuvieron en secreto.

Fue recién en 1924 que Sor Lucía hablo en privado de estas apariciones, cuando Jacinta y Francisco ya habían muerto y nunca habían mencionado el tema.

Cuando Sor Lucía se lo contó a un sacerdote en 1924, éste le aconsejo que no hablara de estas apariciones, porque podría competir con las apariciones de la Virgen.

Así que recién en 1937 se hicieron públicas estás apariciones del Ángel de la Paz, cuando sor Lucía escribió sus memorias y reveló los hechos.

Las apariciones del Ángel de la Paz tuvieron una fuerte impresión en los pastorcitos y los dispuso para recibir la visita de Nuestra Señora preparador por una catequesis dada por el Ángel.

Parecería que los puso en gracia de Dios porque todos recibieron la eucaristía aunque los más pequeños aún no habían tomado la primera comunión.

   

MANIFESTACIÓN INICIAL DEL ÁNGEL

En algún momento entre abril y octubre del año 1915 Lucía fue con otras niñas llevando sus ovejas a la Colina de Cabeço.

Ella lo narra de esta manera

“Junto con nuestros rebaños, subimos casi hasta la cima de la colina.

A nuestros pies hay una gran extensión de árboles: olivos, robles, pinos, encinas, etc.

Alrededor del mediodía, comimos nuestro almuerzo.

Después de esto, invité a mis compañeras a rezar el Rosario conmigo, a lo que accedieron con entusiasmo”

Y de repente se les aparece una figura esfumada,

“Apenas habíamos empezado cuando, ante nuestros ojos, vimos una figura en el aire ante los árboles; parecía una estatua hecha de nieve, casi transparente por los rayos del sol”.

Su altura era normal, pero era como una estatua brillante blanca, como fabricada de nubes.

Y así describe la reacción de los niños,

“¿Qué es eso?, preguntaron mis compañeras, bastante asustadas.

¡No lo sé!

Seguimos orando, con los ojos fijos en la figura que teníamos ante nosotros, y cuando terminamos nuestra oración, la figura desapareció”.

Más tarde Lucía reconocerá en esa figura nebulosa al ángel qué se les aparecerá en tres veces en 1916.

Lucía decide no contar su madre lo sucedido pero las otras niñas lo hicieron, y entonces su madre le pregunta qué fue lo que había visto.

Y en realidad es poco lo que le dice, que vio algo lleno de luz, que parecía una persona envuelta en una sábana, pero no podía distinguir ningún ojo o ninguna mano.

Y la madre zanja el tema diciendo que eran tonterías de niña.

¿Quién es este personaje que se apareció a las niñas en 1915 y a los tres videntes en 1916?

Los nombres que él se adjudicó fueron Ángel de Portugal y Ángel de la Paz.

Y los historiadores creen que era San Miguel Arcángel, porque es patrón y protector de Portugal.

Esto comenzó cuando el rey Alfonso Henriques, fundador de la nación y de la dinastía, eligió a San Miguel Arcángel como protector especial de sus ejércitos y su reino, porque había sido bautizado en una capilla dedicada a él.

Luego el papa León X le otorgó al rey Manuel I de Portugal una fiesta especial en honor al Ángel Guardián de Portugal el tercer domingo de julio.

Que luego fue cambiada por el papa Pío XII al 10 de junio.

En Portugal además existe la tradición de llamarle Ángel de la Paz al Arcángel Miguel.

  

PRIMERA APARICIÓN DEL ÁNGEL

Esto sucedió a los primos Lucía, Jacinta y Francisco mientras cuidaban sus ovejas en Loca de Cabeço en la primavera de 1916.

Fue inmediatamente después que habían terminado de rezar el Rosario en una versión muy abreviada que hacían ellos.

Una figura que salió del este desde el cielo se acercó a ellos.

Era un joven de unos 14 años y su figura era transparente y luminosa.

Quedaron impactados por la atmósfera sobrenatural que penetraba todo el escenario.

Esto sucedió en una propiedad que se conocía como Chousa, que era un campo lleno de olivares.

Fue a mitad de la mañana y había una finísima lluvia que parecía una niebla.

Ellos se habían refugiado en una cueva y allí habían comido el almuerzo.

Esto es lo que relata Lucía en sus memorias.

Subimos con el ganado al cerro arriba en busca de abrigo, y después de haber tomado nuestro bocadillo y dicho nuestras oraciones, vimos a cierta distancia, sobre la cúspide de los árboles, dirigiéndose hacia el saliente, una luz más blanca que la nieve, distinguiéndose la forma de un joven trasparente y más brillante que el cristal traspasado por los rayos del sol.

Al acercarse más pudimos discernir y distinguir los rasgos. Estábamos sorprendidos y asombrados:

Al llegar junto a nosotros dijo: “No temáis. Soy el Ángel de la Paz. ¡Orad conmigo!”

Y arrodillado en tierra inclinó la frente hasta el suelo.

Le imitamos llevados por un movimiento sobrenatural y repetimos las palabras que oímos decir:

 “Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman”.

Después de repetir esto tres veces se levantó y dijo:

“Orad así. Los Corazones de Jesús y María están atentos a la voz de vuestras suplicas”

Y desapareció….

Tan íntima e intensa era la conciencia de la presencia de Dios, que ni siquiera intentamos hablar el uno con el otro.

Permanecimos en la posición en que el Ángel nos había dejado y repitiendo siempre la misma oración.

No decíamos nada de esta aparición, ni nos recomendamos tampoco el uno al otro guardar el secreto.

La misma aparición parecía imponernos silencio.

La oración que el Ángel les entregó hoy es conocida simplemente como la Oración del Ángel.

Y Sor Lucía comentó que a menudo se arrodillaban con la cabeza en el suelo y repetían en esta oración durante largos períodos.

El Ángel de la Paz se les había presentado en medio de la Primera Guerra Mundial, pero no reclamando Paz entre los hombres, sino básicamente la unión con Dios y a partir de ahí la intercesión por los demás.

   

SEGUNDA APARICIÓN DEL ÁNGEL

El Ángel se les revela en esta aparición como el Ángel de Portugal.

Que rememora la aparición de San Miguel al Profeta Daniel, presentándose le como el guardián de Israel.

Lo que podría llevar a considerar que el Ángel que se les apareció haya sido San Miguel, aunque no hay consenso entre los estudiosos.

Además esto reafirma que no sólo las personas tienen un ángel de la guarda sino también las naciones.

Portugal había tenido una fiesta en honor a su ángel guardián desde el siglo XVI, pero ya había caído en desuso.

Esto es lo que soy Lucía relata de la segunda aparición.

Ocurrió a mediados del verano, cuando llevábamos los rebaños a casa hacia mediodía para regresar por la tarde.

Estábamos a la sombra de los árboles que rodeaban el pozo de la quinta Arneiro.

De pronto vimos al mismo Ángel junto a nosotros:

“¿Qué estáis haciendo? ¡Rezad! ¡Rezad mucho!

Los corazones de Jesús y de María tienen sobre vosotros designios de misericordia.

Ofreced constantemente oraciones y sacrificios al Altísimo!”

¿Cómo hemos de sacrificarnos?, pregunté.

“De todo lo que pudierais ofreced un sacrificio como acto de reparación por los pecados cuales Él es ofendido, y de súplica por la conversión de los pecadores.

Atraed así sobre vuestra patria la paz.

Yo soy el Ángel de su Guardia, el Ángel de Portugal.

Sobre todo, aceptad y soportad con sumisión el sufrimiento que el Señor os envíe”

Estas palabras hicieron una profunda impresión en nuestros espíritus, como una luz que nos hacía comprender quien es Dios, como nos ama y desea ser amado, el valor del sacrificio, cuanto le agrada y como concede en atención a esto la gracia de conversión a los pecadores.

Por esta razón, desde ese momento, comenzamos a ofrecer al Señor cuanto nos mortificaba, repitiendo siempre la oración que el Ángel nos enseñó.

   

TERCERA APARICIÓN

Esta última aparición es la más extraordinaria porque el Ángel les dio la comunión en la boca.

Y le hizo previamente una breve catequesis sobre la eucaristía.

Ésta no fue la primera vez que se registra a un ángel dando la Eucaristía a una persona.

Esto ya había pasado con San Buenaventura, San Estanislao Kostka, San Pascual Baylón, Santa María Francisca de las Cinco Llagas, la beata Margarita Bays, entre otros.

Y más adelante también le daría la comunión en la boca a Conchita, la vidente de Garabandal.

Este es el relato de Sor Lucía.

Fue en octubre o a fines de septiembre, pasamos un día de Plegaria en la cueva Loca de Cabeço, caminando alrededor del cerro de al lado que mira a Aljustrel y Casa Velha.

Allí decíamos nuestro Rosario y la oración que el Ángel nos enseñó en la primera aparición.

Estando allí apareció por tercera vez, teniendo en sus manos un Cáliz, sobre el cual estaba suspendida una Hostia, de la cual caían gotas de sangre al Cáliz.

Dejando el Cáliz y la Hostia suspendidos en el aire, se postró en tierra y repitió tres veces esta oración:

“Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, te adoro profundamente y te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que El mismo es ofendido.
Y por los méritos infinitos de su Sagrado Corazón y del Corazón Inmaculado de María te pido la conversión de los pobres pecadores
”.

Después levantándose tomó de nuevo en la mano el Cáliz y la Hostia.

Me dio la Hostia a mí y el contenido del Cáliz lo dio a beber a Jacinta y Francisco, diciendo al mismo tiempo:

“Tomad el Cuerpo y bebed la Sangre de Jesucristo, horriblemente ultrajado por los hombres ingratos. Reparad sus crímenes y consolad a vuestro Dios.”

De nuevo se postró en tierra y repitió con nosotros hasta por tres veces la misma oración: Santísima Trinidad….y desapareció.

Durante los días siguientes nuestras acciones estaban impulsadas por este poder sobrenatural.

Por dentro sentimos una gran paz y alegría que dejaban al alma completamente sumergida en Dios.

También era grande el agotamiento físico que nos sobrevino.

No sé por qué las apariciones de Nuestra Señora producían efectos bien diferentes.

La misma alegría íntima, la misma paz y felicidad, pero en vez de ese abatimiento físico, más bien una cierta agilidad expansiva.

En vez de ese aniquilamiento en la divina presencia, un exultar de alegría.

En vez de esa dificultad en hablar, un cierto entusiasmo comunicativo.

La oración que el Ángel les enseñó fue como preparación para la comunión y acción de gracias.

La gota de sangre que caía del cáliz representaba la comunión bajo las dos especies y además el sacrificio de Jesús en la cruz.

También hay que aclarar que Lucía ya había recibido la primera comunión, pero Francisco y Jacinta aún no.

Esta comunión causó un efecto extraordinario en Francisco, porque si bien sintió que Dios estaba dentro de él, no podía comprender cómo le habían dado la eucaristía sin haber tomado la primera comunión en la parroquia.

¿Y por qué el ángel no le dio de comer la hostia a Francisco y Jacinta y en cambio les dio de beber el cáliz?

La explicación parece ser que el cáliz es la imagen bíblica del sufrimiento.

Jesús les preguntó los apóstoles Juan y Santiago si están dispuestos a beber el mismo cáliz que Él.

Entonces señala el destino que en pronto tendrían Jacinta y Francisco, que morirían a una edad muy temprana en medio de sufrimientos que entregaron al Señor

Y actuaron como el Ángel les había enseñado.

Luego, cuando Nuestra Señora de Fátima se les apareció por primera vez, incluyó lecciones sobre el Santísimo Sacramento, además de su constante insistencia de rezar el Rosario todos los días.

Fuentes:


Sergio Fernández, Editor de los Foros de la Virgen María

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