Hay reglas básicas que deberías aplicar cuando te llega un Mensaje de un supuesto Vidente.
En raras ocasiones Dios, o la Virgen María le habla a un alma directamente con visiones o palabras.
Lo que también se conoce como «revelación extra bíblica privada».
Porque lo típico es que hablen directamente a nuestra alma discretamente a través de pensamientos, deseos, por medio de otra persona u otras señales externas.
Pero ciertas almas privilegiadas tienen una relación íntima con Dios o la Virgen María, y Ellos les comparten muchas gracias especiales.
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Los ejemplos más conocidos de revelaciones extrabíblicas son aquellas visiones concedidas a Santa Faustina Kowalska, Santa Margarita María Alacoque, y St. Bernadette Soubirous, los pastorcitos de Fátima, por nombrar algunas.
Todas ellas han sido confirmadas como auténticas revelaciones extra bíblicas.
Y aún así, los fieles son libres de creer y obtener beneficio espiritual de ellas, pero no están obligados a hacerlo.
Sin embargo, no todas las revelaciones extra bíblicas y privadas, que son estudiadas por la Iglesia son aprobadas.
Porque algunas son consideradas como el fruto de un espíritu humano (procedente de los pensamientos de la persona en cuestión) o de un espíritu diabólico (procedente de un demonio que aparece en la forma de un ángel, como un lobo con piel de cordero).
Y aún en la mayoría de los casos ni el vidente ni la Iglesia muestran interés en que se investiguen, con lo cual la aparición y su mensaje queda en la esfera personal.
La inmensa mayoría de las apariciones y mensajes son de este último tipo.
No obstante hay un tema también a considerar. La Iglesia diferencia dos estados de no aprobación de la sobrenaturalidad de las apariciones:
-«no consta su sobrenaturalidad», y
-«consta su no sobrenaturalidad».
Este último estado implica realmente un rechazo, pero el anterior no.
Al decir que «no consta su sobrenaturalidad» la Iglesia quiere decir que con los datos actuales que posee no puede afirmar que es ‘sobrenatural’ o que es ‘no sobrenatural’, pero que sigue abierta a nuevos datos.
Por lo tanto se puede hablar libremente de ellas.
POR QUÉ SON IMPORTANTES LAS APARICIONES MARIANAS
La historia del Plan de Dios ejecutándose sobre la tierra es un entramado de visiones, de profecías, de apariciones, desde el principio al final de ambos testamentos de la biblia.
No se trata de un Dios que nos dijo su plan de una vez y luego desapareció, sino que está constantemente enviando a sus ángeles, a sus profetas, a Su hijo, a la madre de Su hijo.
Y esto para guiarnos paso a paso, para corregirnos, para recordarnos cosas, para darnos tranquilidad, para impulsarnos.
Pero hoy existe la tentación de pensar que eso ya pasó, que esas intervenciones terminaron luego de la revelación que se cerró en la era de los apóstoles.
Sin embargo el propio Jesús se lamenta en Mateo 23,
«¡Jerusalén, Jerusalén! ¡Qué matas a los profetas y apedreas a los que Dios te envía! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la gallina reúne a sus pollitos bajo las alas, y tú no has querido!»
Y en Hechos de los Apóstoles 2 se profetiza el crecimiento de las apariciones,
«Escuchen lo que sucederá en los últimos días, dice Dios: derramaré mi Espíritu sobre cualesquiera que sean los mortales. Sus hijos e hijas profetizarán, los jóvenes tendrán visiones y los ancianos tendrán sueños proféticos«.
Por lo tanto las visiones y las profecías no están cerradas sino incluso deberían estar en auge.
La reaparición del don profético es una de las promesas de renovación que le hizo Dios a Israel y que continúa en el Nuevo Testamento.
De modo que el aumento de la cantidad de videntes de los últimos tiempos está profetizado en la Biblia, no es un ataque del maligno o un problema mental de algunas personas.
Lo que sí está cerrada es la revelación de Dios, el Plan general que Dios tiene para la humanidad, que está plasmado en la Biblia.
Pero las revelaciones privadas tienen una gran importancia en apoyo a esto.
Son más importantes que nunca porque funcionan como una lupa sobre la parte del camino que estamos recorriendo hoy, que nos permiten ver los accidentes del camino, nos dan ánimos, nos alertan.
Son una ayuda para la fe, cuando remiten a la única revelación pública que es la que está en la Biblia.
La ventaja de la revelación privada es que puede introducir nuevos acentos, dar lugar a nuevas formas de piedad o profundizar las antiguas.
Nos pueden ayudar a comprender y vivir mejor el evangelio en el presente.
Nos pueden ayudar a concientizarnos de los hechos que vendrán en el futuro.
Por lo tanto una aparición es un alimento a la fe, la esperanza y la caridad en el camino de la salvación.
La iglesia no pide que se crea en las apariciones, aún las aprobadas totalmente por ella, que son muy poquitas.
Pero al no creer en ellas se pierde un alimento importante para la fe y para la esperanza.
Las apariciones marianas dentro de la Iglesia Católica subrayan permanentemente la mediación única de Jesús entre Dios y el hombre, y si no lo hacen es un signo claro de falsedad.
Por eso es importante saber si se han encontrado errores teológicos en los mensajes.
El principio básico es que la esencia de las revelaciones privadas debe corresponder sustancialmente con la realidad de la salvación.
Por lo tanto la pregunta es si los mensajes nos encaminan hacia la salvación o nos apartan de ella.
¿Una aparición particular nos acerca más a Cristo o nos aleja más de Cristo?, del verdadero cristo, el de la biblia y el de la tradición de la Iglesia.
O sea que mientras más cerca esté el mensaje del que Jesús nos trajo por medio del Nuevo tTestamento, cuyo núcleo central es el llamado a la conversión, más grande será la posibilidad de autenticidad de una aparición.
Las visiones o apariciones sobrenaturales no sustituyen a la fe sino que la ponen de manifiesto.
Nos guían, nos dan más elementos para comprender el mensaje público del Nuevo Testamento y nos hacen reavivar la fe con nueva intensidad en un determinado momento histórico.
Porque las apariciones tienen una función de dar mensajes referidos a un determinado momento histórico y a veces a una determinada región o situación social.
Por ejemplo las apariciones del último siglo han puesto énfasis en recordarnos que vendría una apostasía o sea pérdida de fe, que ya Jesús había alertado cuando se hizo la pregunta si encontraría fe sobre la tierra cuando viniera de nuevo.
También desde Fátima para acá han puesto énfasis en los peligros y consecuencias de que la humanidad no se convierta.
Y además nos están tranquilizando que en este tiempo histórico la evangelización no solo está en nuestras manos, en lo que puede hacer la Iglesia.
Sino que habrá una intervención más directa y manifiesta de Dios sobre la humanidad, como el aviso y el milagro del que se habla en Garabandal y Medjugorje.
Sin embargo no hay que olvidar que son manifestaciones carismáticas y como tales, estos dones gratuitos de los carismas, pueden provocar tensiones con la autoridad oficial de la Iglesia.
Porque pueden verse como una fuente de análisis y hasta de autoridad paralela a la línea de poder parroquial.
Por eso algunas veces se minimizan y se reprimen estos fenómenos carismáticos sobrenaturales en forma excesiva.
Pero también hay que ser claros, que en algunos casos la espectacularidad lleva a los fieles aceptar manifestaciones supuestamente sobrenaturales, sin utilizar el criterio de la sana crítica y el discernimiento.
No es razonable ni conducente para la conversión minimizar el fenómeno de las apariciones marianas in totum.
Pensemos en los aportes de algunas apariciones como la de Guadalupe, que permitió la evangelización de millones de indígenas.
O la de Lourdes donde se han reportado cientos de sanaciones, mostrando al mundo el poder sanador de Dios.
O los frutos de conversión que está dando Medjugorje y que la Iglesia está empeñada en que este movimiento florezca y no se extinga por rivalidades menores.
La Santísima Virgen se ha aparecido muchas veces en diversos lugares a través de estos dos mil años y sobre todo en los últimos dos siglos.
Unas poquitas apariciones han sido estudiadas por la Iglesia, lo cual es importante para da su guía.
Dentro de las estudiadas hay muy poquititas que han sido aprobadas por el obispo o por el Vaticano y más poquitas las que han sido rechazadas diciendo que decisivamente no son sobrenaturales.
La gran mayoría están en el estatus de todavía se están estudiando, no consta aún su sobrenaturalidad, y se está recabando más información y evaluando la situación.
Pensemos en la última aparición que aprobó el Vaticano, la de Nuestra Señora de Laús en Francia.
Estas apariciones del siglo XVII y XVIII, las más largas de la historia, recién se aprobaron en el año 2008.
¿Y antes eran falsas? ¿Estaban equivocadas las generaciones de devotos que creían en esta aparición y vivían sus frutos?
Hay mucha confusión sobre esto.
Hoy oímos que sobre el caso de Garabandal algunos dicen absurdamente que han sido rechazadas por el obispo y que la iglesia no permite hablar sobre ellas.
Cuando en realidad tanto el obispo como el Vaticano tienen abierto el caso recabando nueva información y evaluando, como sucedió con Nuestra Señora de Laús.
Por lo tanto Garabandal no es rechazada y se puede hablar de ella, no se comete desobediencia.
Ambas comisiones que la evaluaron llegaron a la conclusión que no hay errores teológicos en los mensajes, y lo que se estudia ahora es su sobrenaturalidad.
Lo que ha hecho la Iglesia sabiamente es organizar la cosa para que en el propio pueblo de Garabandal haya un local donde se hable de estas apariciones y por otro lado esté la parroquia donde no se habla de ellas; se dividieron las funciones.
Veamos ahora los criterios para evaluar a un vidente.
6 SEÑALES RÁPIDAS DE LA VERACIDAD DE UNA APARICIÓN
La mayoría de los estudios que se pueden hacer sobre la exégesis de los mensajes, los videntes y la circunstancia de recepción de los mensajes no están al alcance de la mayoría de nosotros.
Pero podemos tener algunas señales rápidas que nos pueden dar una idea inicial si una revelación privada es de origen divino.
Aunque siempre hay que tener en cuenta que la Iglesia tiene la última palabra y que siempre se debe respetar sus decisiones.
El tema para discernir las verdaderas revelaciones de las falsas es un tema tan complejo como vital en los últimos tiempos que estamos viviendo, porque Jesús nos alerta que vendrán falsos profetas, ver Mateo 24 y 2 Corintios 11:13-15.
Estos tiempos se caracterizarán por el caos y la desinformación, donde será cada vez más difícil distinguir lo verdadero de lo falso.
Y donde el maligno desatará toda su astucia para confundirnos, y que perdamos el equilibrio y nuestra capacidad de ver las cosas en su justa dimensión.
Esto se ve agravado por el furioso ataque que el maligno está haciendo a los Obispos y sacerdotes, buscando su apostasía y nublandoles su razonamiento.
Y la verdad que está teniendo bastante éxito a juzgar por las cosas que se están viendo.
Repasemos los 5 puntos que debemos estudiar para tener una idea general de la autenticidad divina de una aparición o mensaje.
1 – QUIÉN ES EL VIDENTE
Estos tiempos de desinformación están produciendo un criterio popular perverso para otorgar credibilidad a las apariciones, que se basa en juzgar lo que se dice sin importar quien lo dice.
Es así que pululan en internet mensajes de videntes sin siquiera identificar qué vidente lo recibió.
Mensajes de videntes que ocultan su identidad directamente.
Y en el mejor de los casos, videntes que sólo son un nombre y los demás detalles permanecen ocultos.
Entonces el criterio usado profanamente es que si te gusta lo que dice, si se alinea con lo que tú piensas, entonces es verdadero.
En cambio si no está de acuerdo con tus juicios y prejuicios, entonces es falso.
Se trata en definitiva de una atribución de veracidad con un criterio político, viejo criterio que el refrán popular inmortalizó a través de la definición de quien es una persona razonable: ‘razonable es una persona que razona como uno’.
Este es un terrible error que permite al enemigo moverse como pez en el agua dentro del pueblo de Dios, destacando unos mensajes sobre otros e incluso produciéndolos.
Tanto los estudiosos de las apariciones como la Iglesia Católica sin embargo ponen énfasis en el vidente y la circunstancia en que recibe el mensaje.
Porque es imposible que una persona, leyendo un mensaje, pueda determinar si el mensaje es de origen sobrenatural, de origen humano (dibujado en un escritorio) o generado por el maligno.
Este criterio de análisis – sobre el cual no hay dos opiniones por parte de los expertos -, lo han visto actuar quienes han seguido las investigaciones que se han realizado sobre las apariciones de Medjugorje.
Mientras el análisis del contenido de los mensajes se ha limitado a cotejarlo con la revelación bíblica para comprobar si hay desviaciones que la contradigan, la mayoría de los exámenes se han realizado sobre los videntes.
Se rastreó sus vidas, sus intereses, sus motivaciones, su psicología, su estabilidad emocional, y especialmente la forma en que reciben los mensajes mediante estudios sofisticados de sus cambios físicos y del entorno en ese momento.
No obstante hemos leído que algunos hermanos aducen que han sentido una sensación especial cuando han leído estos mensajes innominados (de los que se conoce nada o poco del vidente).
O gracias especiales o se cumplió alguna profecía proclamada en ellos, lo cual es discutible.
Respecto a la sensación sensible de que ahí está hablando Dios debemos decir que es algo puramente subjetivo y no necesariamente un signo de Su presencia.
Muchas personas, quizás la mayoría, no experimentan sensiblemente nada especial cuando concurren a los lugares de innegables apariciones famosas como Lourdes y Fátima, y no por esto van a dejar de creer en ellas.
Respecto a las gracias especiales recibidas concurriendo a lugares de apariciones ‘sospechosas’ o por rezarle a ellas, hay que considerar que María y Jesús contestan todas las peticiones, independientemente del lugar donde sean hechas.
Y es más, aún allí donde está actuando el maligno, ahí está también la presencia permanente de Ellos tratando de encauzar almas.
De la misma forma que en los lugares de apariciones marianas actúa fuertemente el maligno también.
Y respecto al cumplimiento de una profecía proclamada la casuística es mucha, así que habría que analizar cada caso en particular.
No obstante, hay que considerar que algunas profecías no son más que predicciones humanas o ejercicios de extrapolación del comportamiento de las variables a futuro, como por ejemplo se puede hacer con la economía o con el pronóstico meteorológico.
Y también hay que tener en cuenta que el maligno puede anticipar [por análisis] ciertas áreas del futuro y/o operar para que se concreten sus profecías.
2 – LA OBEDIENCIA DEL VIDENTE
El sello distintivo de cualquier revelación privada es que el vidente es obediente a sus superiores.
Esto podría ser a un obispo local, el Papa o su superior religioso.
El Padre Pío, que experimentó muchas gracias de Dios, sino que también recibió sanciones injustas de su obispo local dijo al respecto y su superior:
«La voluntad del obispo es la voluntad de Dios».
Santa Faustina agregó que,
«Satanás incluso puede vestirse con un manto de humildad, pero no sabe cómo llevar el manto de la obediencia», (Diario, 939).
Quizás no nos guste el juicio de un obispo y, a menudo hemos visto que un obispo pone sanciones a las revelaciones privadas, que luego son levantadas por el mismo o por un sucesor (como en el caso del Diario de Santa Faustina).
Y si no es el caso, crece en la opinión del Pueblo de Dios el criterio de su autenticidad.
Sin embargo, en el momento, Dios nos pide obedecer a la autoridad dada en la Iglesia y de respetar sus decisiones.
Dios nos recompensará por nuestra obediencia.
No obstante en el momento actual este criterio tiene dificultades para ser cumplido por la apostasía de Obispos que hemos mencionado.
De modo que no está demás también investigar quien es el Obispo, cual es su actitud general hacia las apariciones, cual es su apego a la doctrina de los apóstoles, cual es su estado de vida, que tan profundamente ha estudiado esta aparición.
3 – LA HUMILDAD DEL VIDENTE
El tercer signo seguro para buscar es ver si el vidente es una persona humilde y que no busca ninguna fama o dinero por las visiones.
Desde el principio de los tiempos Dios escogió usar comunicadores humanos que fueran gente intrascendente, de lugares lejanos en lugar de grandes personalidades de las naciones poderosas.
La Santísima Virgen María es el ejemplo perfecto de esto porque ella era una pobre campesina de una ciudad ignota que estaba bajo la ocupación romana.
Incluso si se mira las apariciones de Fátima y Lourdes, se ve que Dios escogió a niños pequeños, que no tenían absolutamente ningún poder o riqueza en este mundo.
Más aún, los niños no obtuvieron ninguna recompensa monetaria por sus visiones, sino que fueron muy fuertemente perseguidos y despreciados por su comunidad.
Las visiones a menudo no obtienen mucha atención episcopal hasta después de la muerte del vidente.
Este es especialmente el caso en la única aparición mariana aprobada en los Estados Unidos, que sucedió en un pequeño pueblo en Wisconsin, que era prácticamente desconocido para el mundo hasta que fue aprobada recientemente.
Sobre todo cuando se trata de revelaciones privadas, debemos recordar que Dios elige a los pequeños instrumentos débiles para hacer grandes cosas.
Sus nombres no pueden ser reconocidos en todo el mundo mientras están vivos, pero después se nos muestra que son capaces de ver la obra de Dios en sus vidas y cómo Dios los utiliza para cambiar el mundo.
4 – LOS MENSAJES NO AÑADEN NI RESTAN A LA REVELACIÓN DIVINA
La cuarta señal a buscar es ver si la revelación privada suma o resta (o trata de corregir) una verdad de fe que ha sido transmitida por el Magisterio de la Iglesia.
En esto va de suyo si los mensajes y las circunstancias de las visiones tiene errores teológicos; es una premisa básica diríamos.
Las revelaciones extra bíblicas y privadas no tienen el propósito de añadir o restar lo que ya ha sido revelado por Dios (CIC 67).
Están ordenadas para ayudar a los fieles que se adhieran a Dios en un punto específico en la historia.
Las revelaciones privadas auténticas no revelan nada teológicamente nuevo o tratan de corregir algo que la Iglesia ha enseñado desde el principio, sino que lo pueden profundizar.
A menudo ayudan a clarificar o poner especial énfasis en un atributo particular de Dios (como la Divina Misericordia de Dios), pero nunca es nada nuevo.
Siempre debemos tener cuidado con esas revelaciones privadas que enseñan algo contrario a lo que la Iglesia siempre ha enseñado.
Por ejemplo que tienen algún tipo de conocimiento «especial» que sólo fue revelado a ellos por ejemplo, la fecha exacta de la Fin del Mundo o que la Misa en latín es la única Misa válida que se puede celebrar.
5 – LA CONCORDANCIA CON OTRAS APARICIONES MARIANAS
Hasta ahora las apariciones marianas han tenido dos líneas principales.
La primera línea son las apariciones que tienen como motivo intervenir en un lugar y situación en concreto.
Como por ejemplo cuando se aparece para pedir que se construya un templo en su honor, o para hacer cesar una peste o defender un pueblo o prevenir de alguna catástrofe.
En este caso los mensajes son únicos a un vidente o a un grupo.
La otra línea son las apariciones que dan mensajes a la humanidad.
En cuyo caso María y Jesús utilizan el criterio de la redundancia y los eventos que se profetizan en ellos no son inmediatos sino bien lejanos al primer aviso.
Los tiempos que maneja Dios no son los tiempo humanos, y para Dios todo está ante sus ojos, no hay pasado ni futuro, Él conoce todo.
De modo que puede planificar a largo plazo porque no habrá ningún hecho que escape a su previsión y lo tome por sorpresa.
Es así que podemos rastrear el pedido de conversión a la humanidad y las consecuencias de no hacerlo, o sea el castigo.
En un cordón umbilical que comienza en el siglo XIX con las apariciones de la Medalla Milagrosa y se va especificando en las apariciones de Fátima, que produce una profecía precisa.
La cual puede rastrearse a través de las apariciones de La Señora de Todos los Pueblos, Akita, Garabandal y Medjugorje, en todas es el mismo mensaje y el mismo tono.
De modo que si aparece un tono distinto sobre este tipo de mensajes deberíamos esperar la confirmación de otras apariciones, antes de atribuir credibilidad a la novedad dicha en una sola aparición.
6 – LOS FRUTOS DE LA APARICIÓN
Esto se basa en el criterio impuesto por Jesús de que «por sus frutos lo conoceréis».
Malas plantas producen frutos malos y buenas plantas producen frutos buenos.
¿Y que son los frutos buenos?
Podemos contabilizar entre ellos:
– las conversiones
– las vocaciones sacerdotales
– el ambiente favorable para profundizar en los sacramentos, especialmente el de la reconciliación
– el florecimiento de la sana doctrina de los apóstoles
– las obras…
No obstante este criterio debe ser evaluado junto con los otros criterios, porque ya hemos dicho que donde está el Cielo operando también lo esta el maligno y viceversa.
Pero no es menos cierto que si los frutos son la absoluta mayoría, entonces la posibilidad que se trate de una falsa aparición disminuye.
Naturalmente estos 6 criterios que hemos planteado funcionan juntos, no es que si una supuesta aparición cumple a la perfección uno de los criterios le exime del resto.
Y además, está en la tapa del libro o está escrito en la pared , que es una aberración y una perversión atribuir credibilidad a ciegas a un mensaje sin evaluar la fuente, o sea el pedigree del vidente.
Fuentes:
- https://es.scribd.com/document/259315413/Apariciones-Marianas-Rene-Laurentin
- https://www.corazones.org/maria/ensenanza/apariciones_discernimiento.htm
- http://www.medjugorje.hr/es/espiritualidad/reflexiones-teologicas/apariciones/
- http://usuaris.tinet.cat/ass/Profetas%20y%20Videntes.htm
- https://www.todostuslibros.com/libros/las-apariciones-marianas_978-84-404-0061-1
Sergio Fernández, Editor de los Foros de la Virgen María
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