Categories
00 Todas las Advocaciones 06 Junio ADVOCACIONES Y APARICIONES FOROS DE LA VIRGEN MARÍA Foros de la Virgen María

Descripción detallada de Nuestra Señora Reina de la Paz

Para conocer realmente el aspecto físico de la Reina de la Paz de Medjugorje, Fray Janko Bubalo hizo una encuesta entre los videntes con un mismo cuestionario, a fin de comprar las respuestas y sintetizarlas.

Muchos y de modos distintos interrogaban a los videntes sobre el aspecto de la Virgen y generalmente sobre lo que ocurría en la parroquia de Medjugorje.

El que mejor lo sintetizó era fray Janko Bubalo, miembro de la Provincia franciscana de Hersegovina y escritor. Siguió los acontecimientos de Medjugorje desde sus comienzos.

Varios años venía a Medjugorje a confesar adquiriendo así a la vez la experiencia sobre la espiritualidad de Medjugorje.

El resultado visible de ese trabajo suyo era el libro «Mil encuentros con la Virgen en Medjugorje» (1985) que llegó a ser un éxito mundial y obtuvo un premio.

En este libro habla la vidente Vicka sobre sus experiencias. Salvo esa entrevista, el fray Janko habló sobre las mismas cosas con otros videntes también, pero al final publicó solamente su conversación con Vicka porque le pareció que sus respuestas eran las más completas entre todas. Las declaraciones de los demás videntes no se diferenciaban considerablemente en ningún punto.

Sobre la apariencia de la Virgen, según sus palabras, varias veces estuvo hablando con todos los videntes y no publicó nada en que ellos previamente no consintiesen.

A medida que pasaba el tiempo iban multiplicándose los intentos de presentación de la imagen de la Virgen. Muchos de ellos eran opuestos a lo que decían los videntes. Para ordenarlo un poco, fray Janko, aunque ya entrado en años (nació en 1913), hace otro intento.

Manda a todos los videntes un papel de encuesta sobre la apariencia de la Virgen. La mayoría de los videntes ha respondido al intento de fray Janko (Ivan Dragi?evi?, Vicka Ivankovi?, Marija Pavlovi?, Ivanka Ivankovi? y Mirjana Dragi?evi? ). El conjunto de sus respuestas atestiguaron firmandolas personalmente en el monasterio de Humac a 23 de julio de 1992. Jakov ?olo no ha rellenado ese papel de encuesta por razones justificadas, pero estaba de acuerdo con lo que han dicho los otros videntes y no tenía que añadir nada en especial.

A continuación exponemos todas las preguntas junto con sus respectivas breves respuestas de los videntes.

1. ¿En primer lugar, decidme: Qué de alta podría ser la Virgen que normalmente veis?

Aproximadamente unos 165 cm. – Así como yo. (Vicka)

2. ¿ Es delgada, esbelta o cómo es?

Más bien esbelta.

3. ¿Cuántos kilos podría tener?

Unos 60.

4. ¿De qué edad parece ser?

Entre 18 y 20 años.

5. ¿Cuando está con el niño Jesus, parece ser más mayor?

Parece normal – es igual.

6. ¿Cuando está con vosotros, está siempre de pie o… ?

¡Siempre está de pie!

7. ¿ Sobre qué está de pie?

Sobre una nubecita.

8. ¿ De qué color es esa nubecita?

Es blanquecina.

9. ¿ La habéis visto alguna vez arrodillada?

¡ Nunca! (Vicka, Ivan; Ivanka)

10. ¿Cómo es la cara de la Virgen? Es redonda o más bien ovalada?

Es más bien ovalada – normal.

11. ¿ De qué color es su tez?

De color usual – más blanco – rojizo en los pómulos.

12.¿ De qué color es su frente?

De color usual – en general igual de blanco como su tez.

13. ¿ Como son los labios de la Virgen – más carnosos o más tenues?

Normales – bonitos – más tenues.

14. ¿ De qué color son?

Son rojizos – de color natural.

15. ¿Tiene la Virgen hoyuelos en su cara, igual que normalmente nosotros, la gente, los tenemos?

Normalmente no – igual un poco, si se ríe. (Mirjana)

16. ¿ Se le nota normalmente una sonrisa suave en su cara?

Quizás – es más una suavidad indescriptible, es decir – la sonrisa se nota como si fuera debajo de la piel. (Vicka)

17. ¿ De qué color son los ojos de la Virgen?

Sus ojos son maravillosos! Muy azules. (todos)

18. ¿ Son grandes o… ?

Normales – quizás un poco más grandes.

19. ¿Cómo son sus pestañas?

Delicadas – normales.

20. ¿ De qué color son sus pestañas?

De color normal – no tienen ningún color especial.

21. ¿Muy finas o… ?

Las de siempre – normales.

22. ¿Es normal que la Virgen tenga nariz. Cómo es: aguda o… ?

Su nariz es pequeña y bonita (Mirjana)- normal, en armonía con la cara (Marija).

23. ¿ Y las cejas de la Virgen?

Son tenues – normales – tiran más a negro.

24. ¿ Cómo está vestida vuestra Virgen?

De un vestido de mujer muy sencillo.

25. ¿De qué color?

Su vestido es gris – quizás de un color azul- grisáceo. (Mirjana)

26. ¿ Está su vestido ajustado en su cuerpo o cae libremente?

Cae libremente.

27. ¿ Hasta dónde le llega su vestido hacia abajo?

Hasta la nubecita sobre que está de pie – se pierde en la nube.

28. ¿Hasta dónde le llega hacia arriba?

Hasta el principio de cuello.

29. ¿ Hasta dónde le llega donde el cuello?

Normal – hasta el cuello mismo.

30. ¿ Se le ve algo de cuello?

Sí, se le ve su cuello, pero nada de pecho.

31. ¿Hasta dónde le llegan las mangas?

Hasta los puños.

32. ¿Tiene algún borde el vestido de la Virgen?

No, ninguno.

33. ¿Está ceñida, tiene estrechada de algún modo la cintura?

No, de ninguno.

34. ¿Se nota en el cuerpo de la Virgen, que veis vosotros, su feminidad?

Claro que sí! Pero nada en particular. (Vicka)

35. ¿ Lleva algo puesto la Virgen salvo este vestido descrito?

Sí, un velo le cubre la cabeza.

36. ¿ De qué color es ese velo?

Es blanco.

37.¿ Totalmente blanco o… ?

Totalmente blanco.

38. ¿Qué le cubre ese velo?

Le cubre la cabeza, los hombros y todo el cuerpo de espalda y de ambos lados.

39. ¿ Hasta dónde llega hacia abajo?

Llega hasta la nubecita, igual que el vestido.

40. ¿Hasta donde le cubre por delante?

Le cubre su espalda y las partes laterales.

41. ¿ Parece el velo de tela más fuerte, más gruesa que el vestido de la Virgen?

No, no parece-es muy parecido al vestido.

42. ¿Tiene algun tipo de adorno encima?

No tiene ningún tipo de adorno.

43. ¿ Está orillado de algún modo?

No, no tiene ningún orillo.

44. ¿Tiene la Virgen siquiera algun tipo de adorno?

No, ninguno.

45.¿ Por ejemplo, en la cabeza o alrededor de ella?

Sí, en la cabeza tiene corona de estrellas.

46. ¿Tiene siempre las estrellas alrededor de su cabeza?

Ordinariamente sí – las tiene siempre. (Vicka)

47. ¿Por ejemplo, cuando se aparece con Jesus?

Ig
ualmente.

48. ¿ Cuántas estrellas hay?

Doce.

49. ¿De qué color son?

De color de oro – dorado.

50. ¿Si están enlazadas entre sí y cómo?

De algún modo están unidas – en otro caso cómo se mantendrían!? (Vicka)

51 . ¿ Se puede ver algo de su pelo?

Un poco de su pelo.

52. ¿ Dónde se lo ve ?

Arriba de su frente – bajo el velo – a la izquierda.

53. ¿De qué color es?

Es moreno.

54. ¿ Se le vio alguna vez una de sus orejas?

No, nunca jamás.

55. ¿ Y eso?

Pues, las orejas estan cubiertas por el velo.

56. ¿ Hacia dónde mira la Virgen mientas la aparición?

Normalmente nos mira a nosotros – a veces mira otra cosa, la que está indicando.

57. ¿En esas situaciones ¿ cómo tiene sus brazos la Virgen?

Los tiene libres, relajadamente abiertos.

58. ¿Cuándo tiene sus manos juntas?

Casi nunca – a lo mejor alguna vez, al rezar » Gloria al Padre» .

59. ¿ Gesticula con las manos mientras la aparición?

No gesticula, salvo si muestra algo.

60. ¿Al tener los brazos abiertos, hacia dónde miran sus palmas?

Sus palmas normalmente están mirando relajadamente hacia arriba – los dedos también están relajados.

61. ¿Se le ven las uñas en esas ocasiones también?

Parcialmente sí.

62 . ¿ Cómo son?¿ De qué color?

De color natural – puras y blancas.

63. ¿ Habéis visto alguna vez las piernas de la Virgen?

No – nunca – siempre están cubiertas con el vestido.

64. ¿Al final, Es la Virgen realmente tan hermosa como habéis dicho?

Mira, en realidad, no te hemos dicho nada – su belleza es indescriptible – eso no es lo que nosotros llamamos belleza – es algo celestial- es algo divino – algo que veremos apenas en el cielo y solamente hasta cierto punto.

 
 

Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis:

 
 

Categories
00 Todas las Advocaciones 06 Junio ADVOCACIONES Y APARICIONES FOROS DE LA VIRGEN MARÍA Foros de la Virgen María

Los Papas, la Iglesia y los Sacerdotes en Garabandal

Como en muchas apariciones, la oposición primera vino de dentro de la propia Iglesia, pero al final la Virgen fue obrando y en julio de 1963 el Obispo de Santander declaró que los mensajes y lo que ocurre en Garabandal no es contrario a la doctrina de la Iglesia Católica.

Por su parte el papa Pablo VI fue entusiasta de las apariciones de Garabandal, se entrevistó con Conchita en mas de una oportunidad y le dio su bendición a la difusión de los mensajes…

Ver estos posts de los Foros:
Nuestra Señora del Carmen de Garabandal, España ( 18 de junio)
La Virgen de Fatima profetizó su aparicion en Garabandal
Videos sobre las Apariciones de Garabandal
El Aviso, el Milagro y el Castigo en Garabandal, España
La Profecía sobre los Papas en Garabandal
Los Papas, la Iglesia y los Sacerdotes en Garabandal
El Padre Pio y las apariciones de Garabandal
El Milagro de la Comunión del Arcangel Miguel en Garabandal
Dos Testimonios de Curaciones en Garabandal
Visión del Padre Andreu en Garabandal, España ( 8 de agosto de 1961)
El Diario de Conchita, la vidente de Garabandal
La aldea de San Sebastián de Garabandal donde apareció la Virgen en 1961
Los Mensajes y Milagros de Garabandal

INVESTIGACIONES DE LA AUTORIDAD

Las cuatro niñas videntes, Conchita González, Mari Cruz González, Maria Dolores Mazón y Jacinta González, de 11 y 12 años, fueron injustamente acusadas, perseguidas, difamadas por quienes ni siquiera examinaron detenidamente los hechos ocurridos.

A pesar de que por su corta edad, humilde condición y poca cultura, no tenían las posibilidades de orquestar, o inventarse algo tan complejo como fue la aparición de Garabandal, con fenómenos paranormales, curaciones, milagros, profecías, levitaciones, conversiones etc.

Del Doctor Luis Morales Noriega, jefe médico de la Comisión Investigadora nombrada por el Señor Obispo, se cuenta que llegó a Garabandal y dijo: «Con esta farsa acabo yo en un par de horas», y más que examinar hechos, intentó imponer su juicio preconcebido.

El 30 de Mayo de 1983, en una conferencia en el Ateneo de Santander, el Doctor Morales Noriega se retractó públicamente de su juicio negativo, y reconoció la autenticidad y el carácter sobrenatural de las Apariciones.

Había visto casos de curaciones prodigiosas en Garabandal, (la esposa de un médico se curó de un cáncer en estado terminal), y también en su propia familia.

El mismo Obispo de Santander, Monseñor Doroteo Fernández, influenciado por los detractores, sin examinar mucho los hechos, la importancia y alcance de los mismos, dio un juicio negativo sobre la aparición, manteniéndolo hasta que dejó el Obispado. Al final de su vida, Monseñor Doroteo Fernández, que lo negó rotundamente al comienzo, terminó creyendo en las Apariciones.

 

LA POSICIÓN DE LA IGLESIA

El 8 de julio, de 1963, el obispo de Santander, declaró: «No hemos encontrado materia de censura eclesiástica condenatoria, ni en la doctrina ni en las recomendaciones espirituales que se han divulgado ya que contienen una exhortación a la oración y al sacrificio, a la devoción eucarística, al culto a nuestra Señora en formas tradicionalmente laudables, y al santo temor de Dios, ofendido por nuestros pecados…»

Es muy conocido el interés de S. S. Pablo VI por las Apariciones de Garabandal, mandando traer a Conchita González, la principal de las niñas videntes por dos veces a Roma.

Del 12 a 19 de enero, de 1966, Conchita, la vidente de las principales profecías y mensajes, fue convocada a Roma por el pro-prefecto de la Sagrada Congregación para la doctrina de la Fe, Cardenal Ottaviani. Fue interrogada durante dos horas por el mismo Cardenal y otros miembros de la Sagrada Congregación.

Entonces Conchita pidió una audiencia con el Santo Padre, Pablo VI. El Papa le dijo «Conchita, Yo te bendigo y conmigo te bendice toda la Iglesia».

El Papa concedió la Bendición Apostólica a la Obra de difusión de los Mensajes de Garabandal el 12 de junio, de 1967.Desde el 1967, cuando se llevó acabo la abrogación de el Canon 1399 y el Canon 2318, se permite, sin temor de ninguna censura Eclesiástica, publicar información sobre manifestaciones y visitar los lugares de tales manifestaciones, siempre que no contengan algo en contra de la enseñanza de la Iglesia. Las Apariciones de Garabandal definitivamente pasan esa prueba.

Debido a que llegaba a Roma mucha información mal intencionada y tendenciosamente equivocada (difamaciones) sobre la aparición de Garabandal, solicitando que se prohibiese ir a Garabandal, Su Santidad Pablo VI dio un decreto sobre las apariciones para toda la Iglesia, derogando el Canon 1399, que prohibía la publicación de libros que traten de revelaciones, visiones, profecías y milagros.

«El Canon 1399 prohibía por derecho la publicación de ciertos libros tales como aquellos que tratan de revelaciones, visiones, profecías y milagros.»

Este Canon ha sido derogado. (…) Esto significa que se permite a los Católicos publicar sucesos de revelaciones, visiones, profecías y milagros, sin necesidad de Imprimatur o de Nihil Obstat, o cualquier otro permiso. Por supuesto estas publicaciones no deben poner en peligro la Fé y la Moral. (…) De aquí que no hay ninguna prohibición relativa a Apariciones, sean ellas reconocidas o no por la Autoridad Eclesiástica. Por la misma razón se permite a los Católicos frecuentar lugares de Apariciones, aún aquéllas no reconocidas por los Ordinarios de la Diócesis o por el Santo Padre. Los Católicos que frecuenten estos lugares deben respetar la Fe y la Moral. (…). (Aprobado por S.S. Pablo VI el 14 de Octubre 1966, fué publicado el 15 de Noviembre de 1966, en A. A. S. 58/16 a 29 de diciembre 1966, entrando en vigor el 29 de Marzo de 1967.)

Se requiere permiso tan solo para la celebración de la Santa Misa o cualquier otro servicio religioso.

 

EL PAPA, LOS SACERDOTES, RELIGIOSOS Y FIELES

Ha habido cierta polémica, sobre todo por el contenido del Segundo Mensaje, de la actitud de la Virgen respecto a los Sacerdotes y la Jerarquía en general.

Lo cierto es que Garabandal es la exaltación del Sacerdocio, la Eucaristía, la Vida Religiosa y la ternura de una Madre para con todos sus Hijos y Fieles, creyentes o no.

Medítese el contenido de alguna de estas frases que dijo a las niñas. Si vieseis a un Sacerdote y a un Angel, saludarías primero al Sacerdote.

La Virgen se alegraba mucho cuando algún Sacerdote subía a Garabandal.

Obedeced al Obispo antes que a Mi. Así sucede que Conchita pide permiso al Obispo de Santander para hacer declaraciones.

La Virgen tenía especial atención para los Sacerdotes y aunque viniesen de paisano las Niñas por medio de la Virgen lo sabían y acudían a ellos.

Esto mismo sucedía también con los religiosos, religiosas y los fieles en general, todo el mundo es testigo de los prodigios que a diario sucedían, ya que eran muchos los objetos religiosos que la Virgen besaba y las peticiones atendidas individualmente, y las niñas, que recibían esta multitud de objetos sin saber a quien pertenecían, los devolvían a sus dueños uno a uno, en éxtasis, guiados por la misma Virgen.

La Virgen decía «también los pecadores son mis Hijos» atendía a todos y cada uno de los que sinceramente la invocaban, como siempre lo hace.

El Papa Pablo VI tras conocer detalladamente los hechos dio su aprobación a los que subían a estas Apariciones, anulando por decreto anteriores prohibiciones.

La Virgen dijo que el Papa verá el Milagro que viene desde donde
esté.

También dijo la Virgen que un Papa visitaría Tierra Santa, que un Papa visitaría Fátima y que un Papa visitaría Garabandal. En aquellas fechas los Papas en pocas ocasiones salían de Roma y actualmente ya se han cumplido Tierra Santa y Fátima y siempre se ha cumplido lo anunciado por la Virgen, es claro que a su hora un Papa visitará Garabandal.

Son muchos los Sacerdotes, Obispos y Cardenales que creen en Garabandal, y son muchos los frutos con que Dios bendice las obras que se hacen por Amor a su Madre, en especial los que guardan relación con estas Apariciones.

Gladys, esposa del Dr. Domínguez, fundó una asociación, con el Obispo Francisco Garmendia como director, que tiene la aprobación de los Obispos, y el Papa y se llama «Esclavos Carmelitas Penitentes por los Sacerdotes», con el carisma de San Luis María Grignon de Montfort como guía.

Actualmente son miles los sacerdotes inscritos en la asociación, entre ellos hay obispos y cardenales, y los tres últimos Papas. Hay doce mil quinientos padrinos y madrinas, entre ellos siete mil monjas, hermanos y seminaristas, lo que hace un total de veinticinco mil miembros.

Siguiendo la espiritualidad de la Esclavitud Mariana todos ellos, Sacerdotes y Madrinas se consagran a Maria en Esclavitud de Amor y se siguen las mas hermosas enseñanzas de la Virgen en Garabandal, incluidas la Obediencia al Obispo y al Papa.

Si a esto unimos la gran Obra del P. Gobbi, de inspiración Mariana, reflejada en sus escritos «A los Sacerdotes, Hijos predilectos de María» y a la que también se han adherido muchos Cardenales, Obispos y Sacerdotes se ve claro que toda obra que lleva el espíritu que nuestra Madre María nos enseñó en Garabandal lleva también los frutos con que Dios bendice a quienes escuchan a la Virgen María en sus Apariciones y que tanto bien están haciendo a las almas de los fieles.

Para el Obispo Garmendia y otros muchos Obispos y Sacerdotes, las Apariciones de Garabandal son de origen sobrenatural y de la máxima importancia, sometiendo todo su criterio a la decisión última que en su día dará la Iglesia, ya que en el caso de Apariciones proféticas, con profecías ya cumplidas y otras en espera de su cumplimiento, según el Concilio de Letrán, el Papa es el único juez.

Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis:

IR ARRIBA

Categories
00 Todas las Advocaciones 06 Junio ADVOCACIONES Y APARICIONES FOROS DE LA VIRGEN MARÍA Foros de la Virgen María

La Virgen de Fatima profetizó su aparicion en Garabandal

Nuestra Señora de Fátima se despidió de los pastorcitos con estas palabras: «Hasta San Sebastián de España». Esta referencia es a San Sebastián de Garabandal.

 

Ver estos posts de los Foros:
Nuestra Señora del Carmen de Garabandal, España ( 18 de junio)
La Virgen de Fatima profetizó su aparicion en Garabandal
Videos sobre las Apariciones de Garabandal
El Aviso, el Milagro y el Castigo en Garabandal, España
La Profecía sobre los Papas en Garabandal
Los Papas, la Iglesia y los Sacerdotes en Garabandal
El Padre Pio y las apariciones de Garabandal
El Milagro de la Comunión del Arcangel Miguel en Garabandal
Dos Testimonios de Curaciones en Garabandal
Visión del Padre Andreu en Garabandal, España ( 8 de agosto de 1961)
El Diario de Conchita, la vidente de Garabandal
La aldea de San Sebastián de Garabandal donde apareció la Virgen en 1961
Los Mensajes y Milagros de Garabandal

 

Monseñor João Pereira Venancio, Obispo de Fátima, dijo que la Santísima Virgen se despidió en Fátima como Nuestra Señora del Carmen y que tuvo noticias de esta frase, «hasta San Sebastián de España», de un libro carmelitano publicado en Brasil hacia los años de 1930, pero que no se dio cuenta de su significado hasta que conoció las Apariciones de San Sebastián de Garabandal. Monseñor João Pereira Venancio considera a las Apariciones de Garabandal como una continuación de las Apariciones de Fátima.

Lo explica el Padre Alipio en una carta al Sr. Obispo de Santander.

Sao Paulo, 20 de diciembre de 1990.

Excmo. y Rvmo. Sr. Obispo de Santander D. Juan Antonio del Val:

El abajo firmante, P. Alipio Martínez Fernández CSA, y los esposos Egesipo Campos Meireles y Civa Silva Campos, considerando una obligación de conciencia, reparan el silencio inconsciente que guardamos algunos años ante la Autoridad Eclesiástica competente sobre la existencia y lectura habitual de un libro de las apariciones en Fátima, donde la Virgen se despide hasta su siguiente aparición en «Sao Sebastiao da Hespanha».

Considerando que debemos a la Santísima Virgen el testimonio de lo que vimos en ese libro sobre los términos con que se despidió de los videntes, ha resuelto comunicarlo a su Rvma, por medio de esta declaración, hecha en conciencia y totalmente fiel a los hechos.

Primero:

Que con ocasión de organizar pastoralmente la Parroquia de Nuestra Señora de Fátima de la ciudad de Colania, Estado de Goiás, Brasil, desde 1955, se adquirieron ese año varios libros sobre las apariciones y mensajes de la Virgen María en Fátima, unos comprados y otros donados por miembros de la colonia portuguesa. Con ellos preparábamos la catequesis acerca de los mensajes para las familias que pedían la visita domiciliaria de la Imagen Peregrina, que quedó en dicha parroquia al finalizar su segunda etapa de visitas al Brasil.

Segundo:

Que uno de esos libros llamó singularmente la atención de todas las personas que lo leyeron, particularmente la mía y la de los esposos Egesipo y Diva, quienes cuidaban de la imagen, organizaban las visitas e impartían la mayoría de las veces la referida catequesis.

Era un libro en lengua portuguesa, en rústica, de papel ya resecado, el más antiguo de cuantos usamos, escrito con la ortografía anterior a la reforma del 1931. Se leía que Nuestra Señora la Virgen María decía a los videntes en su despedida del 13 de octubre de 1917:

— «até Sao Sebastiao da Hespanha».

Por causa de esta frase muchas veces me preguntaron qué San Sebastián era aquél. Entonces yo sólo conocía a San Sebastián de Guipúzcoa, y eso es lo que les respondía. En aquellos años, de 1955 a 1959 no percibí el valor profético de esas palabras de despedida de Nuestra Señora, y transferido de Parroquia me despreocupé.

Tercero:

Que creemos que el libro que nos causó ese impacto fue «Episodios maravilhosos de Fátima», el que más usábamos y el que más tiempo estuvo a mi disposición por una atención especial de Egesipo y Diva, pues fueron ellos los descubridores de la referida frase, y los que habían recibido el libro de una familia portuguesa. El doctor Marchí, en su obra «Era uma Mulher mais Bela que o Sol», atribuye ese titulo de «Episodios maravilhosos de Fátima» al Dr. Formigao, y dice que fue escrito en 1921.

Cuarto:

No conservamos dicho ejemplar, porque de la media docena de títulos que quedaron en la biblioteca parroquial, hoy sólo queda «Era uma Mulher mais Bela que o Sol». Los otros guardados por los esposos mencionados, en 1964, Doña Diva los dejó bajo custodia de una familia y los libros desaparecieron, al usar esta familia el estante para libros de otra índole.

Quinto:

En julio de 1967 acompañé al agustino Padre John Kelly a Garabandal y, al llegar al pueblo, leí en la placa del estrecho camino «San Sebastián de Garabandal». Súbitamente recordé las palabras antes referidas «ate Sao Sebastiao da Espanha», aquel pueblo era el «San Sebastiao de Espanha», de la despedida de la Virgen, contada en el libro que ya he indicado.

Yo había pasado en Chile cuatro años hasta los últimos días de 1965 y nunca oí mencionar el nombre de «San Sebastián» de Garabandal. Sólo oí mencionar Garabandal a su compañero en 1962 estando en Valencia de salida para Chile.

Ante la sorpresa de encontrarme en el «San Sebastiao» maravilloso de Fátima y, a raíz de este viaje, escribí a los esposos Egesipo y Diva, contándoles que había estado en «San Sebastiao de Espanha» y les envié varios folletos de las Apariciones de la Virgen, vestida del Carmen, en Garabandal.

Los comentarios con los amigos fueron conocidos por el Padre dominico François Turner y sus cartas han despertado mi conciencia y la de mis amigos brasileños, Egesipo y Diva, que también están dispuestos a firmar esta declaración, porque ellos fueron los primeros testigos de la existencia de la despedida de la Virgen, según el libro, «até Sao Sebastiao da Espanha».

Firmado: Padre Alipio Martínez Fernández, CSA.

Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis:
Categories
06 Junio ADVOCACIONES Y APARICIONES Foros de la Virgen María FOROS DE LA VIRGEN MARÍA

Celebración de la Santísima Trinidad, Universal (domingo posterior a Pentecostés)

La Trinidad es el término empleado para significar la doctrina central de la religión Cristiana: la verdad que en la unidad del Altísimo, hay Tres Personas, el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo, estas Tres Personas siendo verdaderamente distintas una de la otra. De este modo, en palabras del Credo Atanasio: «El Padre es Dios, el Hijo es Dios, y el Espíritu Santo es Dios, y, sin embargo, no hay tres Dioses sino uno solo». En esta Trinidad de Personas, el Hijo proviene del Padre por una generación eterna, y el Espíritu Santo procede por una procesión eterna del Padre y el Hijo. Sin embargo y a pesar de esta diferencia, en cuanto al origen, las Personas son co-eternas y co-iguales: todos semejantes no creados y omnipotentes. Esto, enseña la Iglesia, es la revelación en relación a la naturaleza de Dios, donde Jesucristo, el Hijo de Dios, vino al mundo a entregarla al mundo: y la cual, la Iglesia, propone al hombre como el fundamento de todo su sistema dogmático.

En las Escrituras, aún no hay ningún término por el cual las Tres Personas Divinas sean denotadas juntas. La palabras trias ( de la cual su traducción latina es trinitas) fué primeramente encontrada en Teófilo de Antioquía cerca del año 180 D.C. El habla de «la Trinidad de Dios (el Padre), su Palabra y su Sabiduría («Ad. Autol.», II, 15). El término, desde era usado antes de su tiempo. Más tarde, aparece en su forma Latina de trinitas en Tertuliano («De pud». C. Xxi). En el siglo siguiente, la palabra tiene uso general. Se encuentra en muchos pasajes de Orígenes («In Ps. Xvii», 15). El primer credo en el cual aparece es aquel del pupilo de Orígenes, Gregorio Thaumaturgus. En su Ekthesis tes pisteos compuesto entre los años 260 and 270, escribe:
Por lo tanto, no hay nada creado, nada sujeto a otro en la Trinidad: tampoco hay nada que haya sido añadido como si alguna vez no hubiera existido, pero que ingresó luego: por lo tanto, el Padre nunca ha estado sin el Hijo, ni el Hijo sin el Espíritu: y esta misma Trinidad es inmutable e inalterable por siempre. (P.G.,X, 986).

Es evidente que un dogma tan misterioso, presupone una revelación Divina. Cuando el hecho de la revelación, entendida en su sentido total como el discurso de Dios al hombre, ya no es admitida, el rechazo a la doctrina le sigue como consecuencia necesaria. Por esta razón, no tiene lugar en el Protestantismo Liberal de hoy. Los escritores de esta escuela sostienen que la doctrina de la Trinidad, como profesada por la Iglesia, no está contenida en el Nuevo Testamento, sino que fué formulada por primera vez en el siglo II recibiendo aprobación final en el siglo cuarto, como resultado de las controversias Arianas y Macedonias. En virtud de esta aserción es necesario considerar con algún detalle, la evidencia entregada por las Sagradas Escrituras. Recientemente, se han hecho algunos intentos por aplicar las teorías mas extremas de religiones comparativas para la doctrina de la Trinidad y responder a ella a través de una ley natural imaginaria que urge a los hombres a agrupar los objetos de su adoración en tres. Parece innecesario dar más referencia a estos extravagantes puntos de vista, los cuales pensadores serios de cada escuela rechazan como carentes de fundamento.

 

PRUEBAS DE LA DOCTRINA EN LAS ESCRITURAS

Nuevo Testamento

La evidencia en las Escrituras culminan en la comisión bautismal de Mateo 28:20. Es evidente de la narración de los Evangelistas que Cristo sólo dió a conocer la verdad a los Doce paso a paso. Primero, El les enseñó a reconocer en El al Eterno Hijo de Dios. Al final de su ministerio, El prometió que el Padre enviaría otra Persona Divina, el Espíritu Santo, en Su lugar. Finalmente después de Su resurrección, El reveló la doctrina en términos explícitos, empujándolos a «ir y enseñar a todas las naciones, bautizando en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo» (Mateo 28:18). La fuerza de este pasaje es decisivo. Que «el Padre» y «el Hijo» son Personas distintas se sigue de los términos mismos los cuales son mutuamente exclusivos. La mención al Espíritu Santo en la misma serie, los nombres conectados uno con el otro por la conjunción «y…y» hace evidente que tenemos aquí una Tercera Persona coordinada con el Padre y el Hijo, y excluyen conjunto la suposición que los Apóstoles entendieron al Espíritu Santo no como una Persona distinta, sino como Dios visualiza Su acción sobre las creaturas. La frase «en el nombre» (eis to onoma) afirma del mismo modo la Divinidad de las Personas y su unidad de naturaleza. Entre los Judíos y en la Iglesia apostólica el nombre Divino era representativo de Dios. Aquel que tiene el derecho a usarlo fué investido con vasta autoridad: porque el esgrimió los poderes sobrenaturales de El, cuyo nombre el empleó. Es increíble que la frase «en el nombre» haya sido aquí empleada, donde no todas las Personas mencionadas sean igualmente Divinas. Más aún, el uso del singular «nombre» y no el plural, muestra que estas Tres Personas son aquel Dios Uno Omnipotente en quien creían los Apóstoles. Sin dudas, la unidad de Dios es tan fundamental a una doctrina como la de los Hebreos y de la religión Cristiana, y es afirmada en tantos incontables pasajes del Antiguo y Nuevo Testamento, que cualquier explicación inconsistente con esta doctrina podría ser, en su conjunto, inadmisible. La aparición sobrenatural en el bautismo de Cristo es citado a menudo como una revelación explícita de la doctrina Trinitaria, dada en el mismo comienzo de su Ministerio. Esto, nos parece, es un error. Es cierto que los Evangelistas lo ven como una manifestación de las Tres Personas Divinas. Sin embargo, aparte de la subsiguiente enseñanza de Cristo, el significado dogmático de la escena difícilmente pudo ser comprendido. Más aún, las narraciones del Evangelio parecen significar que nadie sino Cristo y el Bautista fueron privilegiados de ver la Paloma Mística, y escuchar las palabras que atestiguaron la Divina filiación del Mesías.

Aparte de estos pasajes, hay muchos otros en el Evangelio que se refieren a una u otra de las Tres Personas en particular y claramente expresan la personalidad separada y la Divinidad de cada una. En relación a la Primera Persona no será necesario entregar citas especiales: aquellos que declaran que Jesucristo es Dios el Hijo, afirman por lo tanto también una personalidad separada del Padre. La divinidad de Cristo es ampliamente atestiguada no solo por San Juan sino por los Sinópticos. Este punto es tratado en todas partes, aquí será suficiente enumerar algunos de los mas importantes mensajes de los Sinópticos, en los cuales Cristo es la muestra evidente de su Naturaleza Divina.

El declara que El vendrá a ser el juez de todos los hombres (Mateo 25:31) En la teología judía el juicio del mundo era una prerrogativa distintivamente Divina y no Mesiánica.

En la parábola del granjero malo, El se describe a Sí mismo como el hijo del dueño de casa, mientras que los Profetas, uno y todos son representados como los sirvientes (Mateo 21:33 sqq)

El es el Señor de los Angeles, aquel que ejecuta Sus comandos (Mateo 24:31).
El aprueba la confesión de Pedro cuando éste lo reconoce a El, no como el Mesías – un paso mas largo tomado por todos los Apóstoles – sino explícitamente como el Hijo de Dios: y El declara que ese conocimiento es debido a una especial revelación del Padre (Mateo 16: 16-17).

Finalmente, ante Caifás, El no se declara meramente como el Mesías, sino como respuesta a una segunda y distinta pregunta afirma su reclamación de ser el Hijo de Dios. Instantáneamente El es declarado por el sumo sacerdote culpable de blasfemia, una ofensa la cual no se le pudo haber adjudicado por haberse proclamado simplemente como el Mesías (Lucas 22: 66-71).

El testimonio de San Juan es aún más explícito que aquel de los Sinópticos. Expresamente declara que el propósito mismo de su Evangelio es establecer la Divinidad de Jesucristo (Juan 20:31). En el prólogo lo identifica con la Palabra, el único que procede del Padre, Aquel que desde toda la eternidad existe con Dios, Aquel es Dios (Juan 1:1-18). La inmanencia del Hijo en el Padre y del Padre en el Hijo es declarada con palabras de Cristo a San Felipe: «No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en Mi? (Juan 14:10) y, en otros pasajes no menos explícitos (14:7; 16:15;17:21). La unicidad de Su poder y Su acción es afirmada: «el Hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino lo que ve hacer al Padre: lo que hace El, también lo hace igualmente el Hijo» (5:19, cf. 10:38) «Porque, como el Padre resucita a los muertos y les da la vida, así también el Hijo da la vida a los que quiere» (5:21). En 10:29, Cristo enseña expresamente Su unidad esencial con el Padre: «El Padre, que me las ha dado, es más grande que todos, y… Yo y el Padre somos uno.» Las palabras «aquello que el Padre me ha dado», puede, teniendo en cuenta el contexto, no tener otro significado que el Divino Nombre, poseído en su totalidad por el Hijo así como por el Padre. Los críticos racionalistas descansan sobre el texto: «el Padre es más grande que yo». (14:28). Ellos argumentan que esto es suficiente para establecer que el autor del Evangelio tenía puntos de vista subordinacionistas, y exponen en este sentido, ciertos textos en los cuales el Hijo declara su dependencia del Padre (5:19; 8:28). En cuanto a lo que involucra a la doctrina de la Encarnación que, en relación a Su Naturaleza Humana, el Hijo debe ser menos que el Padre. Ningún argumento contra la doctrina católica puede, por lo tanto, ser sacado de este texto. Así también, los pasajes que se refieren a la dependencia del Hijo sobre el Padre, aunque expresan lo que es esencial al dogma trinitario, a saber, que el Padre es la suprema fuente desde Donde la Naturaleza Divina y sus perfecciones fluyen al Hijo. (para ver la esencial diferencia entre la doctrina de San Juan en relación a la Persona de Cristo y la doctrina del Logos del filósofo Alejandrino, sobre el cual muchos racionalistas han intentado trazarlo, ver LOGOS .)
En relación a la Tercera Persona de la Santísima Trinidad, hay pocos pasajes que pueden ser citados de los Sinópticos que atestigüen Su personalidad distintiva. Las palabras de Gabriel (Lucas 1:35) haciendo alusión al uso del término «el Espíritu» en el Antiguo Testamento, para significar a Dios como operativo en Sus creaturas, puede decirse que difícilmente contiene una revelación definitiva de la doctrina. Por la misma razón, es dudoso si la advertencia de Cristo a los fariseos en relación a la blasfemia contra el Espíritu Santo (Mateo 12:31) puede ser usada como prueba. Aunque en Lucas 12:12, » el Espíritu Santo les enseñará lo que tengan que decir.» (mateo 10:20 y Lucas 24:49), Su personalidad está claramente denotada. Estos pasajes, tomados en conexión con Mateo 28:19, postulan la existencia de tal enseñanza como lo encontramos en los discursos en el Cenáculo, reportado por San Juan (14-16). Tenemos, en estos capítulos la preparación necesaria para la comisión bautismal. En ellos, los Apóstoles son instruidos no solo en relación a la personalidad del Espíritu, sino en relación a Su función hacia la Iglesia. Su trabajo es enseñar lo que sea que El oiga (16:13) y les recordará todas las enseñanzas de Cristo (14:26) para convencer al mundo del pecado (16:8). Es evidente que, donde el Espíritu no una Persona, Cristo no pudo haber hablado de Su presencia con los Apóstoles como comparable a Su propia presencia ante ellos (14:16). Nuevamente, si El, no fuera una Persona Divina, no pudo haber sido prudente con los Apóstoles que Cristo debía dejarlos y el Consolador tomar Su lugar (16:7).

Más aún, a pesar de la forma neutral de la palabra (pneuma), el pronombre usado en relación a El es el masculino ekeinos. La distinción del Espíritu Santo del Padre y del Hijo está implícita en las declaraciones expresas de que El procede del Padre y es enviado por el Hijo (15:26; cf. 14:16, 26). Sin embargo, El es uno con Ellos: Su presencia con los Discípulos es al mismo tiempo la presencia del Hijo (14:17, 18), mientras que la presencia del Hijo es la presencia del Padre (14:23).

En los escritos que restan del Nuevo Testamento hay numerosos pasajes que acreditan cuan clara y definitiva fué la creencia de la Iglesia Apostólica en las tres Divinas Personas. En ciertos textos, la coordinación del Padre, Hijo y Espíritu no deja duda posible en lo que quiso decir el escritor. Sin embargo, en la Segunda Carta a los Corintios 13:13, San Pablo escribe: «La gracia de nuestro Señor Jesucristo y la caridad de Dios, y la comunicación del Espíritu Santo estén con todos Uds». Aquí la construcción muestra que el Apóstol está hablando de tres Personas distintas. Más aún, siendo que los nombres Dios y Espíritu Santo son nombres Divinos semejantes, se sigue que Jesucristo es también visto como una Persona Divina. Así también en la Primera carta a la Corintios 12: 4-11: » Hay diferentes dones espirituales, pero el Espíritu es el mismo. [5] Hay diversos ministerios, pero el Señor es el mismo. [6] Hay diversidad de obras, pero es el mismo Dios quien obra todo en todos.» (Cf. también a los Efesios 4: 4-6; I Pedro 1:2-3.) Pero, aparte de pasajes como éstos, donde hay una mención expresa de las Tres Personas, la enseñanza del Nuevo Testamento en relación a Cristo y el Espíritu Santo está libre de toda ambigüedad. En relación a Cristo, los Apóstoles emplearon modos de discurso, los cuales a los hombres traídos de la fe hebrea, necesariamente significaron fe en Su Divinidad. Tal, por ejemplo, es el uso de la Doxología en referencia a El. La Doxología, «Para El sea la gloria por los siglos de los siglos» (ct. I Crónicas 16:38; Salmos 103: 31; 28:2) es una expresión de alabanza ofrecida a Dios sólo. En el Nuevo Testamento, lo encontramos dirigido no sólo a Dios el Padre, sino a Jesucristo (II a Timoteo 4:18; II Pedro 3:18; Revelaciones 1:6; Hebreos 13: 20-21) y a Dios el Padre y Cristo en conjunción (Revelaciones 5:13, 7:10). No menos convincente es el uso del título de Señor (Kyrios). Este término representa el Hebreo Adonai, así como Dios (Theos) representa Elohim. Los dos son nombres igualmente Divinos (ct. I Corintios 8:4). En los escritos apostólicos, Theos, casi podemos decir que ser tratado como el nombre apropiado de Dios el Padre, y Kyrios del Hijo (ver por ejemplo, en la I de Corintios 12:5-6); en sólo unos pocos pasajes encontramos Kyrios usado para el Padre (I Conrintios 3:5;7:17) o Theos para Cristo. Los Apóstoles de tiempo en tiempo aplican a Cristo pasajes del Antiguo Testamento donde Kyrios es usado por ejemplo en la Primera carta a los Corintios 10:9 (Números 21:7), Hebreos 1:10-12 (Salmos 101:26-28); y usan tales expresiones como «el temor del Señor» (Hechos 9:31; II Corintios 5:11; A los Efeios 5:21) «pidan en el nombre del Señor» indiferentemente a Dios el Padre y a Cristo (Hechos 2:21; 9:14; Romanos 10:13). La declaración que «Jesús es el Señor» (Kyrion Iesoun, Romanos 10:9; Kyrios Iesous, I Corintios 12:3) es reconocimiento de Jesús como Yahvé. Los textos en los cuales San Pablo afirma que en Cristo habita la plenitud del Altísimo (colosenses 2:9), que antes de Su Encarnación El poseía la naturaleza esencial de Dios (Filemón 2:6) que El «… quien es Dios sobre todas las cosas. ¡Alabado sea por siempre!…»
(Romanos 9:5) no nos dice nada que no esté implícito en muchos otros pasajes de sus Epístolas.

La doctrina en relación al Espíritu Santo es igualmente clara. Que El es una personalidad distinta, está claramente reconocido como lo muestran muchos pasajes. Es así como El revela Sus mandamientos a los ministros de la Iglesia: «Mientras estaban celebrando el culto del Señor y ayunando, dijo el Espíritu Santo: «Separadme ya a Bernabé y a Saulo…»» (Hechos 13:2). El dirige la jornada misionaria de los Apóstoles: «… intentaron dirigirse a Betania, pero no se lo consintió el Espíritu de Jesús. (Acts 16:7; cf. Acts 5:3; 15:28; Romans 15:30). De El se afirman atributos Divinos.

El posee omnipresencia y revela a la Iglesia misterios conocidos solo por Dios (I Corintios 2:10)
Es El quien distribuye carismata (I Cor., 12:11)
El es el dador de vida sobrenatural (II Cor., 3:8)
El habita en la Iglesia y en las almas de los hombres individuales, como en Su templo (Romanos 8:9-11; I Cor., 3:16, 6:19)
El trabajo de justificación y santificación es atribuído a El (I. Cor. 6:11; Rom., 15:16), así como también en otros pasajes, las mismas obras se atribuyen a Cristo (I. Cor., 1:2; Gal., 2:17).

Para resumir: los variados elementos de la doctrina trinitaria están todos expresamente enseñados en el Nuevo Testamento. La Divinidad de las Tres Personas se insertan o están implícitas en demasiados numerosos pasajes como para contarlos. La unidad de esencia no es meramente postulada por el estricto monoteísmo del hombre nutrido en la religión de Israel, para la cual, «las deidades subordinadas» serían impensables; pero es, como lo hemos visto, implicada en la comisión bautismal en Mateo 28:19, y, expresamente insertas en relación al Padre y al Hijo en Juan 10:38. Que las Personas son co-eternas y co-iguales es un mero corolario de lo anterior. En relación a las Divinas procedencias, la doctrina de la primera procedencia está contenida en los mismos términos Padre e Hijo: la procedencia del Espíritu Santo del Padre e Hijo es enseñada en el discurso del Señor reportado por San Juan (14-17) (ver ESPIRITU SANTO)

Antiguo Testamento

Los primeros Padres estaban persuadidos que debía existir en el Antiguo Testamento, indicaciones de la doctrina de la Trinidad y encontraron tales indicaciones en no pocos pasajes. Muchos de estos Padres no solamente creían que los Profetas lo atestiguaron, si no que sostenían que debieron haber sido conocidos incluso por los Patriarcas. Veían como cierto que el Divino mensajero del Génesis 16:7, 18, 21:17, 31:11; Exodus 3:2, era Dios el Hijo; por razones que serán mencionadas mas adelante (III.B.) consideraban evidente que Dios el Padre no podía manifestarse a Sí mismo (cf. Justin, «Dial.», 60; Ireneo, «Adv. haer.», IV, xx, 7-11; Tertuliano, «Adv. Prax.», 15-16; Theof., «Ad Autol.», ii, 22; Novat., «De Trin.», 18, 25, etc.). Sostenían que, cuando los escritores inspirados hablaron del «Espíritu del Señor» la referencia era a la Tercera Persona de la Trinidad: y uno o dos (Ireneo, «Adv. haer.», II, xxx, 9; Theofilo, «Ad. Aut.», II, 15; Hipolito, «Con. Noet.», 10) interpretaron la Sabiduría hipostática de los libros sapiensales, no, con San Pablo, del Hijo, (Hebreos 1:3; ct. Sabiduría, vii, 25,26) sino del Espíritu Santo. Aunque en otros Padres se encuentra y parece ser la visión más conocida, que bajo el Antiguo Testamento no hay distintiva intimación de la doctrina. (Ct. Greg Naz., «Or. Theol.»,v,26;Epiphanius, «Ancor» 73 «Haer.», 74; Basil, «Adv. Eunom.», II, 22; Cyril Alex., «En Juan.», xii, 20.) Algunos de éstos, sin embargo, admiten que un conocimiento del misterio fué dado a los Profetas y santos del Antiguo Gobierno (Epiph., «Haer.», viii, 5; Cyril Alex., «Con. Julian.,» I). Podría muy bien concederse que el camino está preparado por la revelacion en algunas profesías. Los nombres Emmanuel (Isaías 7:14) y Dios el Poderoso (Isaías 9:6) afirmados del Mesías hacen mención a la Naturaleza Divina del mensajero prometido. Sin embargo, parece que la revelación del Evangelio fué necesaria para otorgarle el sentido y claridad total a los pasajes. Incluso estos exaltados títulos no condujeron a los Judíos a reconocer que el Salvador por venir no era otro que el Mismo Dios. Los traductores Septuagésimos ni siquiera se aventuraron a otorgar a las palabras Dios el Poderoso literalmente, sino que nos dieron en su lugar, «el ángel de gran designio». Un estadio aún más elevado de preparación es encontrado en la doctrina de los libros sapiensiales en relación a la Sabiduría Divina. En los Proverbios 8, la Sabiduría aparece personificada, y de una manera que sugiere que el autor sagrado no estaba utilizando una mera metáfora, sino que tenía ante su mente a una persona real (ct. Versos 22,23). Similar enseñanza ocurre en Eclesiastés., 24, en un discurso donde la Sabiduría es declarada para completar en «la asamblea del Mas Alto», e.d. en la presencia de los ángeles. Esta frase, ciertamente supone concebir la Sabiduría como una persona. La naturaleza de la personalidad es dejada oscura; aunque se nos dijo que toda la tierra es el Reino de la Sabiduría, que ella encuentra deleite en todos las obras de Dios, pero que Israel es en una manera especial su porción y su herencia (Ecclus., 24:8-13). En el libro de la Sabiduría de Salomón encontramos un adelanto aún mayor. Aquí la Sabiduría es claramente distintiva de Jehová: «Ella es…cierta emanación pura de la gloria del Dios Altísimo…la brillantéz de luz eterna, y el espejo inmaculado de la majestad de Dios, y la imagen de su bondad» (Sabiduría 7:25-26. Ct. Hebreos 1:3). Más aún, ella es descrita como «el obrero de todas las cosas» (panton technitis, 7:21), una expresión que indica que la creación es, de algún modo, atribuible a ella. Sin embargo, en el Judaísmo posterior esta doctrina exaltada sufrió un eclipse y parece haber pasado al olvido. Tampoco, sin dudas, se puede decir que el pasaje, aunque manifiesta algun conocimiento de una segunda personalidad del Altísimo, constituye una revelación de la Trinidad. Por lo que en ningun lugar del Antiguo Testamento encontramos ninguna indicación clara de una Tercera Persona. A menudo, se menciona el Espíritu del Señor, pero no hay nada que muestre que el Espíritu es visto como distinto de Yahvé Mismo. El término es siempre empleado para designar a Dios considerado en Su obra, ya sea en el universo o en el alma humana. El tema parece haber sido correctamente resumido por Epifanio donde dice: «El Dios Unico es declarado sobretodo por Moisés y las dos personalidades (El Padre y el Hijo) están afirmadas enérgicamente por los Profetas. La Trinidad es dada a conocer por el Evangelio» («Haer.», Ixxiv).

 

PRUEBA DE LA DOCTRINA EN LA TRADICIÓN

Los Padres de la Iglesia

En esta sección, mostraremos que la doctrina de la Santísima Trinidad ha sido, desde los primeros tiempos, enseñada por la Iglesia Católica y profesada por sus miembros. Como nadie la ha negado en ningún período posterior a las controversias Arianas y Macedónicas, será suficiente si aquí consideramos la fe de sólo los primeros cuatro siglos. Un argumento de gran peso es dado por las formas litúrgicas de la Iglesia. La fuerza probatoria mas alta debe necesariamente adjuntar a estos, dado que expresan no una opinión privada de un individual singular, sino la creencia pública de todo el cuerpo de la fe. Tampoco se puede objetar que las nociones de los Cristianos sobre el tema fueron vagas y confusas, y que sus formas litúrgicas reflejan este estado de ánimo. En este punto, la vaguedad era imposible. Cualquier cristiano puede ser llamado a sellar con su sangre su fe que hay solo Un Dios. La respuesta de San Máximo (c.D.C. 250) al mandamiento del procónsul que debía sacrificar a los dioses «No ofrezco ningún sacrificio salvo al Unico Dios verdadero» es típico de las muchas respuestas en los Actos de los mártires. Está fuera de discusión suponer que los hombres que fueron preparados para dar sus vidas en pro de esta verdad fundamental estuvieran en este punto, en tal confusión en relación a ella que eran ignorantes si su credo era monoteísta, diteísta or triteísta. Más aún, sabemos que su instrucción en relación a las doctrinas de su religión, era sólida. Los escritores de aquellos años dieron muestras como testigos que incluso los iletrados estaban completamente familiarizados con las verdades de la fe. (ct. Justin, «Apol», I, 60; Ireneo, «Adv.haer». III,iv,n.2).

Fórmulas Bautismales

Podríamos primero observar la fórmula bautismal, la cual todos consideramos como primitiva. Ya se ha mostrado que las palabras, tal como las prescribió Cristo (Mateo 28:18) expresan claramente la Divinidad de las Tres Personas así como su distinción, aunque puede ser agregada otra consideración. El Bautismo, con su formal renuncia a Satanás y sus obras, fué entendido como el rechazo a la idolatría del paganismo y la solemne consagración del bautizado al único Dios verdadero (Tert., «De spect.», iv; Justin, «Apol.», I, iv). El acto de consagración fué la invocación de ellos, el Padre, Hijo y el Espíritu Santo. La suposición que ver a la Segunda y Tercera Persona como seres creados y donde, de hecho, se consagraron al servicio de las creaturas, es manifiestamente absurda. San Hipólito ha expresado la fe de la Iglesia en los términos más claros: «Aquel que desciende dentro de la jofaina de regeneración con la fé reniega del Malvado y se compromete con Cristo, renuncia al enemigo y confiesa que Cristo es Dios…regresa de la pila bautismal como un hijo de Dios y coheredero de Cristo. A Aquel con el todo sagrado, el bien y el dador de vida Espíritu sea la gloria hoy y por siempre, y ara siempre. Amen». («Serm. En Teóf» n.10)

Las doxologías

El testigo de las doxologías no es menos sorprendente. La forma, hoy universal «Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo» expresa tan claramente el dogma trinitario que los Arianos encontraron necesario negar que estuvo en uso previo al tiempo de Flavio de Antioquía (Philostorgius, «Hist. eccl.», III, xiii).
Es verdad que hasta el período de la controversia Ariana, otra forma era más común «Gloria al Padre, a través del Hijo en el Espíritu Santo» (ct. I Clemente, 58, 59; Justin, «Apol», I, 67). Esta última forma es sin dudas, perfectamente consistente con la creencia trinitaria: no expresa, sin embargo la coigualidad de las Tres Personas, sino su obra en relación al hombre. Vivimos en el Espíritu, y a través de El, somos hechos partícipes en Cristo (Gálatas 5:25; Romanos 8:9). Y es a través de Cristo, como Sus miembros que merecemos alabar a Dios (Hebreos. 13:15). Aunque hay muchos pasajes en los Padres ante-Niceno que muestran que la forma «Gloria al Padre y al Hijo y a (con) el Espíritu Santo», estaba también en uso.
En la narrativa de San Policarpo, mártir, leemos: «Con Quien a Aquel y el Espíritu Santo sea la gloria hoy y por los tiempos por venir» (Mar. S. Polic., n14; ct.n.22).
Clemente de Alejandría invita a los hombres «den gracias y alaben al único Padre e Hijo, al Hijo y Padre con el Espíritu Santo» (Paed., III, xii)

San Hipólito termina su obra contra Noecio con las palabras: «A El sea la gloria y el poder con el Padre y el Espíritu Santo en la Sagrada Iglesia hoy y por siempre por los siglos de los siglos. Amen» (Contra Noecio., n.18).

Denis de Alejandría usa casi las mismas palabras: «A Dios el Padre y a su Hijo Jesucristo, con el Espíritu Santo sea el honor y la gloria por los siglos de los siglos. Amén» (En San Basilio, «De Spiritu Sancto», xxix, n.72).

Más adelante, San Basilio nos dice que era una costumbre inmemoriable entre los Cristianos cuando levantaban la lámpara para dar graciaa a Dios con la plegaria Ainoumen Patera kai Gion kai Hagion Pneuma Theou («Alabamos al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo de Dios»).

Otros escritos Patrísticos

La doctrina de la Trinidad es formalmente enseñada en toda clase de escritos eclesiásticos. Entre los apologistas, podemos mencionar a Justino, «Apol.» I, vi; Atenágoras, «Legat:pro Crist.», n.12. El último nos dice que los Cristianos «son conducidos a la vida futura por solamente una cosa, que ellos conocen a Dios y Su Logos, cual es la unicidad del Hijo con el Padre, cual es la comunión del Padre con el Hijo, y su distinción en unidad». Sería imposible ser más explícitos. Y podemos estar seguros que un apologista, quienes escribían a los paganos, podían sopesar muy bien las palabras que usaban con esta doctrina. Entre los escritores polémicos, podemos referirnos a Ireneo, «Adv. Haer», I, xxii, IV, xx, 1-6. En estos pasajes, rechaza la ficción gnóstica que el mundo fué creado por eones que habían emanado de Dios, pero no eran consustanciales con El, y enseña la consustancialidad de la Palabra y el Espíritu por Aquel Dios que creó todas las cosas. Clemente de Alejandría profesó la doctrina en «Paedag.» I, vi, y, de alguna manera después, Gregorio Thaumaturgus, como ya hemos visto, Estampa en los mas expresos términos su credo. (P.G., X, 986).

En tanto en contraste con las enseñanzas heréticas

Sin embargo, evidencia posterior en relación a la doctrina de la Iglesia es dada a través de una comparación de su enseñanza con aquella de las sectas heréticas. La controversia con los Sabelinos en el siglo tercero prueba concluyentemente que ella no podía tolerar ninguna desviación de la doctrina trinitaria. Noecio de Smirna, el originador del error, fue condenado por un sínodo local, cerca del año 200 d.C. Sabelius quien propagó la misma herejía en Roma en el año 220 d.C, fué excomulgado por San Calixto. Es notable que la secta no fuera atrayente a la tradición: consideraban el Trinitarismo en posesión dondequiera que aparecieran – en Smirna, en Roma, en Africa, en Egipto. Por otro lado, San Hipólito, quien los combatió en su «Contra Neocio», sostiene la tradición apostólica para la doctrina de la Iglesia Católica: «Dejennos creer, amados hermanos, de acuerdo con la tradición de los Apóstoles, que Dios la Palabra vino del Cielo a la santísima Vírgen María, para salvar al hombre». De alguna manera, después (260 d.C.) Denis de Alejandría descubrió que el error fué diseminado en la Pentapolis de Libia, y dirigió una carta dogmática contra el a dos obispos, Eufanor y Ammonio. En ella, con el fin de enfatizar la distinción entre las Personas, nombró al Hijo poiema tou Theou y usó otras expresiones que sugerían que el Hijo era considerado entre las creaturas. Fue acusado de heterodoxia a San Dionisio de Roma quien sostuvo un concilio y le dirigió una carta que trataba de la verdadera doctrina Católica en relación al punto en cuestión. El Obispo de Alejandría contestó con una defensa de su ortodoxia titulada «Elegxhos kai apologia» donde corrigió lo que hubiera estado errado. Expresamente profesó su creencias en la consustancialidad del Hijo, usando el mismo término homoousios, el cual, luego, se tornó en la piedra angular de la ortodoxia en Nicea (P.G., XXV, 505). La historia de la controversia es concluyente en lo que respecta al estándar doctrinal de la Iglesia. Nos muestra que ella era firme en su rechazo, por un lado, de cualquier confusión respecto a las Personas y, por otro lado, cualquier negación de su consustancialidad. La información que tenemos en relación a otra herejía – aquella de Montano – nos entrega una nueva prueba que la doctrina de la Trinidad fué la enseñanza de la Iglesia el año 150 d.C. Tertuliano afirma en los términos más claros que lo que el sostenía como la Trinidad en cuanto católico, es lo mismo que afirma como Montanista («Adv. Prax», II,156); y en la misma obra explícitamente enseña la Divinidad de las Tres Personas, su distinción, la eternidad de Dios el Hijo (op.cit., xxvii). De la misma manera, Epifanio afirma la ortodoxia de los Montanistas en este tema. (Haer.,1xviii). Ahora bien no se puede suponer que los montanistas hayan aceptado ninguna enseñanza novedosa de la Iglesia Católica dada su secesión en la mitad del siglo 2. De aquí, puesto que hubo total acuerdo entre los dos cuerpos en relación a la Trinidad, tenemos aquí una prueba clara que el Trinitarismo era un artículo de fé en el tiempo cuando la tradición apostólica estaba lejos de ser reciente como para que cualquier error haya aparecido o se haya tornado tan vital.

Controversia posterior

No obstante la fuerza de los argumentos que hemos resumido, desde finales del siglo 17, se ha llevado a cabo hasta el presente una vigorosa controversia en relación a la doctrina Trinitaria de los Padres ante-Nicene.

Los escritores Socinianos del siglo 17 (ej. Sand, «Nucleus historiae ecclesiastic», Amsterdam, 1668) afirmó que el lenguaje de los primeros Padres, en muchos pasajes de sus obras muestran que no estaban de acuerdo con Atanasio, sino con Arius. Petavius, quien en ese período estaba comprometido con su gran trabajo teológico, fué convencido por sus argumentos, y permitió que, al menos algunos de estos Padres cayeran en graves errores. Por otro lado, su ortodoxia fué defendida vigorosamente por el divino Anglicano Dr. George Bull («Defensio Fidei Nicaen», Oxford, 1685) y subsecuentemente por Bossuet, Thomassinus y otros teólogos católicos. Aquellos que asumieron una visión menos favorable, afirmaron que muestran los siguientes puntos inconsistentes con la creencia post-Nicena de la Iglesia:

  • Que el Hijo, en relación a su Naturaleza Divina, es inferior y no igual al Padre;
  • Que el Hijo apareció solo en las teofanías del Antiguo Testamento, en tanto que el Padre es esencialmente invisible, sin embargo, el Hijo no;
  • Que el Hijo es un ser creado;
  • Que la generación del Hijo no es eterna, sino que se dió en el tiempo.

Debemos examinar estos cuatro puntos en orden:

Como prueba de la aseveración que muchos de los Padres negaron la igualidad del Hijo con el Padre, los pasajes son citados de Justin (Apol., I, xiii,xxxii), Ireneo (Adv. Haer., III, viii, n.3), Clem. Alej. («Strom», VII, ii), Hipólito (Con. Noet., n. 14), Origen (Con. Cels., VIII, xv). De este modo. Ireneo dice: «El ordenó, y ellos fueron creados…¿A Quién El ordenó? Su Palabra, por quien, dicen las Escrituras, los cielos fueron erigidos». Y Orígenes, loc. Cit., dice: «Declaramos que el Hijo no es mas poderoso que el Padre, sino inferior a El. Y esta creencia se sostiene por lo que Jesús Mismo dijo : «El Padre que me envió es más grande que Yo». Ahora, en relación a estos pasajes, debería nacer en la mente que hay dos formas de considerar la Trinidad. Podemos ver las Tres Personas en cuanto a que poseen igualmente Naturaleza Divina o, podemos considerar al Hijo y al Espíritu como derivando del Padre, Quien es la única fuente de Divinidad, y desde el Cual Ellos reciben todo lo que tienen y son. El primer modo de considerarlos ha sido la mas común desde la herejía Ariana. La última, sin embargo, era mas frecuente previo a aquel período. Bajo este aspecto, el Padre como siendo: la única fuente de todo, puede ser considerado mas grande que el Hijo. Por lo tanto, Atanasio, Basil, Gregorio de Nissa, y los Padres del Concilio de Sardicia, en su carta sinoidal, todos trataron las palabras de nuestro Señor enseñando «El Padre es mas grande que Yo» como haciendo referencia a Su Deidad (ct. Petavius, «De Trin.», II, ii, 7, vi, 11). Desde este punto de vista, se puede decir que en la creación del mundo, el Padre ordenó y su Hijo obedeció. La expresión no es aquella que pudo haber sido empleada por escritores latinos quienes insistían que la creación y todas las obras de Dios procedían de El mismo como Uno y no de Personas como distintas una de la otra. Pero esta verdad no era familiar para los primeros Padres.

Justin (Dial., n 60); Ireneo (Adv. haer., IV, xx, nn. 7, 11), Tertuliano («C. Marc.», II, 27; «Adv. Prax.», 15, 16), Novacio (De Trin., xviii, 25), Teófilo (Ad Autol., II, xxii), son acusados de enseñar que las teofanías eran incompatibles con la naturaleza esencial del Padre, sin embargo, no incompatibles con aquella del Hijo. En este caso, la dificultad también puede ser ampliamente eliminada si se recuerda que estos escritores veían todas las operaciones Divinas como procedentes de las Tres Personas como tales, y no la Deidad vista como Una. Ahora, la Revelación nos enseña que en la obra de la creación y redención del mundo, el Padre efectúa Su propósito a través del Hijo. A través de El, juzgará. En consecuencia era una creencia en estos escritores que, considerando la disposición presente de la Providencia, las teofonías solo pudieron haber sido obra del Hijo. Más aún, en Colosenses 1:15, el Hijo es expresamente nombrado «la imagen del Dios invisible.» (eikon tou Theou rou aoratou). Parece que tomaron esta expresión con estricta literalidad. La función de un eikon es manifestar lo que en sí mismo está escondido (ct. San Juan Damascano, «De imagin», III, n. 17). En consecuencia sostenían que la obra de revelación del Padre pertenece por naturaleza a la Segunda Persona de la Trinidad, y concluye que las teofonías eran Su obra.

Expresiones que parecen contener la declaracion que el Hijo fué creado se encuentran en Clemente de Alejandría (Strom., V, xiv; VI, vii), Tatian (Orat., v), Tertuliano («Adv. Prax.» vi; «Adv. «Adv. Hermong.», xviii, xx), Orígenes (In Joan., I, n. 22). Clemente habla de la Sabiduría como «creada antes de todas las cosas» del Padre. No obstante, el significado de estos autores está claro. En Colosenses 1:16, San Pablo dice que todas las cosas fueron creadas en el Hijo. Esto fué entendido que significaba que la creación tuvo lugar de acuerdo a ideas predeterminadas ejemplares por Dios y existiendo en la Palabra. Considerando esto, se puede decir que el Padre creó la Palabra, este término es usado en lugar de la más precisa generada, tanto como las ideas ejemplares de la creación fueron comunicadas por el Padre al Hijo. O, nuevamente, la actual Creación del mundo pudo haber sido expresada la creación de la Palabra, siendo que ocurre de acuerdo a las ideas que existen en la Palabra. Invariablemente, el contexto muestra que el pasaje debe ser entendido en uno u otro de estos sentidos. La expresión es, sin lugar a dudas, muy tosca y ciertamente nunca se hubiera empleado sino por el verso, Proverbios 8:22, el cual es dado en el Septuaginto y en las antiguas versiones latinas «EL SEÑOR me dio la vida* (ektike) como primicia de sus obras,* mucho antes de sus obras de antaño.» Como el pasaje fué entendido haciendo referencia al Hijo, éste planteó la pregunta ¿cómo se pudo decir que la Sabiduría fué creada? (Orígenes, «Princ.», I,ii, n.3) Más aún conviene recordar que una terminología precisa en relación a las relaciones entre las Tres Personas fué el fruto de las controversias que brotaron en el siglo cuarto. Los escritores de un período más temprano no estaban preocupados con el Arianismo, y emplearon expresiones las cuales, bajo la luz de los subsiguientes errores son vistos no sólo como meras imprecisiones, sino como peligrosas.

Se presentaron tal vez, mayores dificultades, por una serie de pasajes los cuales parecen afirmar que previo a la Creación del mundo, la Palabra no era una hipóstasis distinta del Padre. Eestas se encuentran en Justin (C. Tryphon., lxi), Tatian (Con. Graecos, v), Atenagoras (Legat., x), Theófilo (Ad Autol., II, x, 22); Hippolytus (Con. Noet., x); Tertullian («Adv. Prax.», v-vii; «Adv. Hermogenem» xviii). Es por esto que Teófilo escribe (op.cit.,n.22) «¿Qué más es esta voz (oída en el Paraíso) sino la Palabra de Dios Quien es también Su Hijo?…Porque antes, nada fué, El lo tenía a El como su consejero, siendo su propia mente y pensamiento (i.e. como el logos endiathetos, c.x)). Aunque cuando Dios quiso hacer todo lo que había determinado, entonces El Lo engendró como la Palabra pronunciada (logos prophorikos), el Primero de toda la creación, sin embargo, no el mismo dejado sin Razón (logos), sino habiendo engendrado Razón y por siempre en reciprocidad con Razón» Expresiones como éstas, se deben indudablemente a la influencia de la filosofía Estoica: el logos endiathetos y logos prophorikos, eran concepciones habituales de aquella escuela. Es evidente que estos apologetas buscaban explicar la Fe Cristiana a sus lectores paganos en términos con los cuáles los últimos estaban familiarizados. Algunos escritores católicos sin duda pensaron que la influencia de su instrucción previa los llevó al Subordinacionismo, a pesar que la Iglesia misma nunca se involucró en tal error. Sin embargo, no parece necesario adoptar esta conclusión. Si el punto de vista que tenían presente los escritores, entonces, las expresiones, extrañas como eran, serían vistas como no incompatibles con la creencia ortodoxa.

Como hemos dicho, los primeros Padres veían en Proverbios 8:22 y Colosenses 1:15, como distintivamente enseñando que hay un sentido en el cual la Palabra fué engendrada antes que todos los mundos, lo que puede correctamente decirse haber sido engendrada en el tiempo. Esta generación temporal que concebían no era otra que el acto de la creación. Ellos tenían esta visión como complemento a la generación eterna, tanto como si fuera la manifestación externa de aquellas ideas creativas las cuales desde toda la eternidad, el Padre ha comunicado a la Palabra Eterna. Aún más, en las mismas obras que contienen estas perplejantes expresiones, se encuentran otros pasajes que enseñan explícitamente la eternidad del Hijo, por lo que parece muy natural interpretarlas en este sentido. Más aún, conviene recordar que a través de este período, los teólogos, al tratar el tema de la relación de las Personas Divinas, entre sí, invariablemente las veían en conexión con la cosmogonía. Sólo después, en la era Nicena, aprendieron a prescindir del tema de la creación y trataron la Personalidad triple exclusivamente desde el punto de vista de la vida Divina del Altísimo. Cuando se llegó a este paso, las expresiones como aquellas, se tornaron imposibles.

 

LA TRINIDAD COMO UN MISTERIO

El primer Concilio Vaticano ha explicado el significado del término misterio en teología. Formula que un misterio es una verdad la cual no somos capaces de descubrir sino que es una Revelación Divina, pero la cual, aún cuando ha sido revelada se mantiene «escondida bajo el velo de la fe y, como quien dice, introducida en un sobre por una especie de oscuridad» (Const., «De fide. Cath», iv). En otras palabras, nuestra comprensión se mantiene solamente parcial incluso luego de haberse aceptado como parte del mensaje Divino. Podemos formarnos un concepto representativo a través de analogías y tipos, que expresan aquello que ha sido revelado, pero no podemos atrapar el conocomiento total el cual supone que los varios elementos del concepto están claramente entendidos y su compatibilidad recíproca manifiesta. En relación a la justificación de un misterio, la gestión de la razón natural sirve solamente para mostrar que no contiene imposibilidad intrínseca, y que cualquier objeción impulsada contra ella debe darse en Razón. Las expresiones tales como esas son sin dudas, señal que ellas violan las leyes del pensamiento, por ende, son inválidas. Más que esto no se puede hacer.

Aún más, el Primer Concilio Vaticano definió que la Fe Cristiana contiene estrictamente hablando, misterios (can. 4). Todos los teólogos admiten que la Trinidad es uno de ellos. Sin dudas, de todas las verdades reveladas esta es la más impenetrable a la razón. En consecuencia, no declararlo misterio, sería una virtual negación del canon en cuestión. Más aún, en palabras de Nuestro Señor en Mateo 9:27 dice «Nadie conoce al Hijo, sino el Padre» parece declarar expresamente que la Pluralidad de Personas en la Divinidad es una verdad completamente fuera del alcance de cualquier inteligencia creada. Los Padres, suministran muchos pasajes en los cuales se afirma la incomprensibilidad de la Naturaleza Divina. San Jerónimo dice en una frase muy conocida: «La verdadera profesion del misterio de la Trinidad, es adueñarse de la idea que no la comprendemos» (De mysterio Trinitatus recta confessio est ignoratio scientiae — «Proem ad 1. xviii in Isai.»). La controversia con los Eunonimos, que declararon que la Esencia Divina ha sido totalmente expresada en la absolutamente simple noción de «el Inaccesible» (agennetos), y que este era complementamente comprensible por la mente humana, llevó a muchos Padres Griegos a insistir en la incomprensibilidad de la Naturaleza Divina, más especialmente en relación a las procedencias internas. (San. Basilio. «In Eunom.», I, n. 14; St. Cyril de Jerusalem, «Cat.», VI; San Juan. Damasquino, «Fid. Orth.», I, ii, etc., etc.). Sin embargo, en fechas posteriores, se encuentran algunos famosos nombres que defienden la opinión contraria, como Anselmo («Monol.», 64), Abelardo («En Ep. Ad Rom.»), Hugo de San Víctor («De sacram» III, xi), y Ricardo de San Víctor («De Trin», III, v) todos declaran que es posible asignar razones perentorias porque Dios debe ser ambos Uno y Tres. Como explicación de esto, conviene hacer notar que en aquel período la relación de la filosofía con la doctrina revelada no era oscuramente entendida. Sólo luego, con el sistema aritotélico, obtuvo reconocimiento de los teólogos y el tema fué totalmente tratado. En el fermento intelectual de la época, Abelardo inició una tendencia racionalista: no sólo afirmó un conocimiento de la Trinidad a los filósofos paganos, sino que su propia doctrina trinitaria era prácticamente Sabelina. El error de Anselmo no se debió al racionalismo sino a una aplicación demasiado amplia del principio Agustiniano «Crede et intelligas». Hugo y Ricardo de San Víctor fueron, sin embargo, influenciados por las enseñanzas de Abelardo. Los errores de Raimundo Lully (1235-1315) en este sentido, eran incluso más extremos. Fueron expresamente condenados por Gregorio XI en el año 1.376. En el siglo 19 la influencia del Racionalismo prevaleciente, se manifestó en varios escritores católicos. Frohschammer and Günther afirmaron que el dogma de la Trinidad era capaz de probarse. Pío IX reprobó sus opiniones en más de una ocasión (Denzinger, 1655 sq., 1666 sq., 1709 sq.) y fué muy precavido contra esta tendencia que el Primer Concilio Vaticano envió los decretos en los cuales se hizo referencia. Un error, de alguna manera similar, aunque menos agraviante, se dió por el lado de Rosmini fué condenado el 14 de Diciembre de 1887 (Denz., 1915).

 

LA DOCTRINA INTERPRETADA POR LA TEOLOGIA GRIEGA

Naturaleza y Personalidad

Los Padres Griegos asumieron el problema de la doctrina trinitaria de una manera que difiere de manera particularmente importante de aquellos que, desde los días de San Agustín, habían sido tradicionales en la teología Latina. La teología Latina fijó el pensamiento primero sobre la Naturaleza y solo subsecuentemente en las Personas. La Personalidad fué vista como, para decirlo de alguna manera, el complemento final de la Naturaleza: La Naturaleza fué considerada como lógicamente previa a la Personalidad. En consecuencia, porque la naturaleza de Dios es una, El es conocido por nosotros como Un Dios antes de poder ser conocido como Tres Personas. Y cuando los teólogos hablan de Dios sin hacer especial mención a una Persona, lo conciben bajo este aspecto. Esto es completamente diferente desde el punto de vista griego. El pensamiento griego se fijó primero en las Tres Personas distintas: el Padre, Quien, como fuente y origen de todo, el nombre de Dios (Theos) le pertenece especialmente; el Hijo, que procede del Padre por generación eterna, y por lo tanto nominado correctamente Dios también; y el Espíritu Divino, que procede del Padre a través del Hijo. La Personalidad es tratada como lógicamente previa a la Naturaleza. Así como en la naturaleza humana es algo que los hombres individuales poseen, y que sólo puede ser concebida como perteneciente a.. y dependiente del individuo, así también la Naturaleza Divina es algo que pertenece a las Personas y no puede ser concebida independientemente de Ellas. El contraste parece notable en relación al tema de la creación. Todos los teólogos occidentales enseñan que la creación, como todas las obras externas de Dios, proceden de El como Uno: las Personalidades separadas no entran en consideración. Los griegos invariablemente hablan como si, en todas las obras Divinas, cada Persona ejerce una función separada. Ireneo replica a los Gnósticos, que sostienen que el mundo fué creado por el demiurgo otro que el Supremo Dios, al afirmar que Dios es el único Creador, y que El hace todas las cosas por Su Palabra y Su Sabiduría, el Hijo y el Espíritu (Adv. haer., I, xxii; II, iv, 4, 5, xxx, 9; IV, xx, 1). Una fórmula a menudo encontrada en los Padres Griegos es que todas las cosas son del Padre y son causadas por el Hijo en el Espíritu (Atanasio, «Ad Serap.», I, xxxi; Basil, «De Spiritu Sancto», n. 38; Cyril de Alejandría, «De Trin. dial.», VI). De este modo, también, Hipólito (Con Noet.,x) dice que Dios ha modelado todas las cosas por Su Palabra y Su Sabiduría creándolas por Su Palabra, y adornándolas por Su Sabiduría. (gar ta genomena dia Logou kai Sophias technazetai, Logo men ktizon Sophia de kosmon). El Credo Niceno aún conserva para nosotros este punto de vista. En él, aún profesamos nuestra creencia «en un Dios y Padre Todopoderoso, Creador del cielo y la tierra…y en Jesucristo Nuestro Señor…por Quien fueron hechas todas las cosas…y en el Espíritu Santo.

La Unidad Divina

Los Padres Griegos no olvidaron salvaguardar la doctrina de la Unidad Divina, aunque su punto de vista manifiestamente requería un tratamiento diferente de aquel empleado en Occidente. La consustancialidad de las Personas es afirmada por San Ireneo al decirnos que Dios creó el mundo por Su Hijo y Su Espíritu, «Sus dos manos» (Adv. Haer., IV, xx,1) El tenor de la frase es evidentemente indicativa que la Segunda y Tercera Personas no son substancialmente distintas de la Primera. Una descripción más filosófica es la doctrina de la Recapitulación (sygkephalaiosis). Esta, al parecer, primeramente encuentra correspondencia entre San Denis de Alejandría y San Dionisio de Roma. El primero escribe: «Nosotros, de este modo ? i.e., por la procedencia doble? extendemos la mónada ? la Primera Persona? a la Trinidad, sin causar ninguna división, y donde capitula la Trinidad en la mónada sin causar disminusión» (outo men emeis eis te ten Triada ten Monada, platynomen adiaireton, kai ten Triada palin ameioton eis ten Monada sygkephalaioumetha — P.G., XXV, 504). Aquí, la consustancialidad es afirmada sobre la base que el Hijo y el Espíritu, procedentes del Padre, no son, sin embargo, separados de El; mientras, nuevamente, con todas sus perfecciones, pueden ser considerados como contenido en El. Esta doctrina supone un punto de vista muy diferente del que hoy estamos familiarizados. Los Padres Griegos afirmaban que el Hijo, como la Sabiduría y el Poder del Padre (I Cor., 1:24) en un sentido formal, y en manera similar, el Espíritu como Su Santidad. Aparte del Hijo, el Padre puede ser sin Su Sabiduría; aparte del Espíritu El puede ser sin Su Santidad. Por eso, el Hijo y el Espíritu son considerados «Poderes» (Dynameis) del Padre. Pero mientras en las creaturas, los poderes y facultades son meras perfecciones accidentales, en el Todopoderoso son hipóstasis subsistentes. Denis de Alejandría en relación a la Segunda y Tercera Personas, las entiende como los «Poderes» del Padre, y habla de la Primera Persona como «extendido» a ellos y no dividisiones de ellos. Y, siendo lo que sea que tienen, fluyen de El, este escritor afirma que si fijamos nuestros pensamientos en la sola fuente de Deidas, lo encontramos en El sin disminucació, todo lo que está contenido en ellos.

La controversia Ariana condujo a la insistencia en la Homousía. Aunque con los Griegos este no es un punto de partida, sino una conclusión, el resultado de un análisis reflexivo. La filiación de la Segunda Persona implica que El ha recibido la Naturaleza Divina totalmente, y para las generaciones implica el origen de uno que es igual en naturaleza al principio originador. Pero aquí, está fuera de discusión el tema de la unidad meramente específica. La Esencia Divina no es capaz de multiplicación numérica; es, por lo tanto, razonaron ellos, idénticamente la misma naturaleza que ambos poseen. Una línea similar de argumentación, establece que la Naturaleza Divina, en tanto comunicada al Espíritu Santo, no es específicamente, sino numéricamente, uno con aquella del Padre y del Hijo La unidad de naturaleza era entendida por los Padres Griegos como involucrando unidad de voluntad y unidad de acción (energeia). Esto es lo que declararon que poseen las Tres Personas (Atanasio, «Adv. Sabell.», xii, 13; Basil, «Ep. clxxxix,» n. 7; Gregorio de Niza, «De orat. dom.,» Juan Damasquino, «De fide orth.», III, xiv). Es aquí donde vemos un imortante avance en la teología del Todopoderoso. Puesto que, como hemos notado, los primeros Padres concibieron invariablemente las Tres Personas como cada una ejerciendo una función distinta y separada.

Finalmente, tenemos la doctrina de la Circuminsesion (perichoresis). Por ella se entiende la inexistencia recíproca y compenetración de las Tres Personas. El término perichoresis fué usado por primera vez por San Juan Damasquino. Sin embargo, la doctrina se encontraba mucho antes. Así, San Cirilo de Alejandría sostenía que el Hijo es llamado la Palabra y Sabiduría del Padre por la recíproca inherencia de estos en la mente «(dia ten eis allela….,hos an eipoi tis, antembolen). San Juan Damasquino asigna una doble base a esta inexistencia de las Personas. En algunos pasajes él lo explica a través de la doctrina ya mencionada, que el Hijo y el Espíritu son dynameis del Padre (ct. «De recta sententia»). Así entendida, la Circuminsesión es un corolario de la doctrina de la Recapitulación. También la entendió como la identidad de esencia, voluntad y acción en las Personas. Donde éstas son peculiares al individuo, como es el caso en todas las creaturas, ahí, nos dice, tenemos existencia separada (kechorismenos einai). En la Divinidad, la esencia, la voluntad y la acción son sólo una. En consecuencia, entonces, la Circuminsesión tiene su base en la Homousía.

Es fácil observar que el sistema Griego estaba menos mejor adaptado para cumplir con las sutilezas de las herejías Ariana y Macedónica de lo que fué aquella subsiguiente desarrollada por San Agustín. Sin dudas, las controverias del siglo cuarto llevó notablemente a algunos de los Padres Griegos mas cerca de las posiciones de la teología Latina. Hemos visto que llegaron a afirmar que la acción de las Tres Personas no eran sino una. Incluso Dydimo emplea expresiones que parecen mostrar que él, como los Latinos, concibieron la Naturaleza como lógicamente antecedentes a las Personas. El comprendió el término Dios como significando la Trinidad total y no, como otros Griegos, sólo el Padre: «Cuando oramos, ya sea que decimos «Kyrie eleison» o «Oh Dios ayudanos» no olvidamos nuestra intención: porque incluímos el todo de la Santísima Trinidad en una Divinidad» (De Trin., II, xix).

Procedencia Mediata e Inmediata

La doctrina que el Espíritu es la imagen del Hijo, como el Hijo es la imagen del Padre, es característica de la teología Griega. Fué afirmada pore San Gregorio Taumaturgo en Su Credo. Fué asumida por San Atanasio como una premisa indiscutible en su controversia con los Macedónicos (Ad Serap., I, xx, xxi, xxiv; II, i, iv). Está implícita en las comparasiones empleadas ambas por el (Ad Serap. I, xix) y por San Gregorio Naziaceno (Orat. Xxxi, 31,32) de las Tres Personas con el sol, el rayo, la luz; y de la fuente, la primavera, y el arroyo. También lo encontramos en San Cirilo de Alejandría («Aff. Thesaurus», 33), San Juan Damasquino (Fid. Orth», I, 13), etc. Esto supone que la procedencia del Hijo del Padre es inmediata; que del Espíritu del Padre, es mediata. El procede del Padre a través del Hijo. Besarion observa con razón que los Padres que usaron estas expresiones concebían la Divina Procedencia como realizandose, por decirlo de alguna manera, dentro de una línea recta (P.G., CLXI, 224). Por otro lado, en la teología occidental, el diagrama simbólico de la Trinidad siempre ha sido un triángulo, siendo las relaciones de las Tres Personas entre sí, precisamente similares. Vale la pena hacer notar el punto, dado que la diversidad de respresentaciones diversas los lleva inevitablemente a expresiones muy diferentes de la misma verdad dogmática. Es claro que estos Padres pudieron haber rechazado sin menor fuerza que los Latinos la posterior herejía Potian, que el Espíritu Santo procede sólo del Padre.

El Hijo

La teología Griega sobre la Generación divina difiere en ciertos puntos particulares de la Latina. La mayoría de los teólogos occidentales basan su teoría en el Logos, dado por San Juan a la Segunda Persona. Este lo entendían en el sentido de un «concepto» (verbum mentale), y sostenían que la Generación Divina es análoga al acto a través del cual el intelecto crea el concepto. Esta explicación es desconocida entre los escritores Griegos. Declaran que la manera de la Generación Divina es del todo mas allá de nuestra comprensión. Sabemos por la Revelación que Dios tiene un Hijo; y varios otros términos aparte de Hijo, empleados en relación a El en las Escrituras, tales como Palabra, Brillo de Su gloria, etc, nos muestran que su filiación debe ser entendida como libre de cualquier relación. Más, no sabemos. (ct. Greg. Nazianzen, «Orat. xxix», p. 8, Cirilo de Jerusalem, «Cat.», xi, 19; Juan Damasquino, Fid. orth.», I, viii).

Solo una explicación puede darse, a saber, que la perfección que llamamos fecundidad, debe necesariamente encontrarse en Dios como Absolutamente Perfecta (San Juan Damasquino «Fid Orth», I, viii). Sin dudas, podría parecer que la gran mayoría de los Padre Griegos entendieron logos, no como un pensamiento mental; sino como la palabra absoluta («Dion Alej»; Atanasio, ibid; Ciril Alej. «De Trin», II). No veían en el término una revelación que el Hijo procede por medios intelectuales de procedencia, sino vista como una metáfora que pretende excluir asociaciones materiales en la filiación humana (Gregorio de Niza, «C.Eunom.» IV; Greg. Naz, «Orat xxx», p.20; Basil, «Hom. xvi»; Ciril de Alejandría, «Thesaurus assert.», vi).

Ya hemos advertido la visión que el Hijo es la Sabiduría y el Poder del Padre en un sentido total y formal. Esta enseñanza es constantemente recurrente desde los tiempos de Orígenes a aquel de San Juan Damasquino (Orígen apud Atan.,»De decr. Nic.», p. 27; Atanasio, «Con. Arianos», I, p. 19; Cirilo de Alejandría, «Thesaurus»; Juan Damasquino, «Fid.orth.», I, xii).

Está fundamentada en la filosofía platónica aceptada por la Escuela de Alejandría. Esta difiere en un punto fundamental de los teólogos Aristotélico-Escolásticos. En la filosofía Aristotélica, la perfección es siempre concebida estáticamente. Ninguna acción, trascendente o inmanente puede proceder de ningún agente a no ser que ese agente, concebido estáticamente, posea la perfección que sea que esté contenida en la acción. El punto de vista Alejandrino era otro. Para ellos, la perfección debe ser pensada como una actividad dinámica. Dios, como la suprema perfección, es desde toda eternidad, automovido, siempre adornandose a Sí mismo con Sus propios atributos: Derivan de El y, siendo Divino, no son accidentales, sino realidades subsistentes. Sin embargo, para estos pensadores, no hay imposibilidad en la suposición que Dios es sabio con la Sabiduría la cual es el resultado de Su propia acción inmanente, poderoso con el Poder el cuál procede de El. Los argumentos de los Padres Griegos, presuponen con frecuencia su filosofía como su fundamento; y a no ser que puedan ser claramente asumidos, el razonamiento que sobre sus premisas es concluyente, nos podría parecer inválido y falaz. Por eso es a veces impelido como una razón para rechazar el Arianismo que, si hubiera habido un tiempo cuando El Hijo no era, se sigue que Dios entonces debi´haber sido evadido de la Sabiduría y del Poder – una conclusión de la que incluso los Arianos huirían.

El Espíritu Santo

En la teología occidental, un punto que es motivo de alguna discusión, es el asunto respecto a porqué la Tercera Persona de la Santísima Trinidad es llamada Espíritu Santo. San Agustín sugiere que es porque El procede de ambos, el Padre y el Hijo, y, por lo tanto, en propiedad recibe un nombre aplicable a ambos (De Trin., xv, n.37) Para los Padres Griegos, quienes desarrollaron su teología del Espíritu bajo la luz de sus principios filosóficos que ya hemos visto, el asunto no presentaba dificultad. Su nombre, sostenían, nos revela su carácter distintivo como Tercera Persona, así como los nombres Padre e Hijo, manifiestan un carácter distintivo de la Primera y Segunda Personas. (cf. Gregorio Thaum., «Ecth. fid.»; Basil, «Ep. ccxiv», 4; Gregorio Naz.,»Or. xxv», 16). El es autoagiotes, la santidad hipostática de Dios, la santidad por la cual Dios es santo. Así como el Hijo es la Sabiduría y el Poder por el cual Dios es sabio y poderoso, así el Espíritu es la Santidad por el cual El es santo. Hubo un tiempo, como se atrevieron los Macedóneos a decir, cuando el Espíritu Santo no era, entonces, en aquel tiempo Dios pudo no haber sido santo. (San Gregorio Naziano, «Orat. xxxi», 4). Por otro lado, pneuma era entendido a menudo bajo la luz de Juan 10:22 donde Cristo, apareciéndose a lo Apóstoles, los sopló y les confirió a ellos el Espíritu Santo. El es el aliento de Cristo (Juan Damasquino, «Fid. Orth», 1, viii), aliento por El a nosotros, y morando en nosotros como el aliento de vida por el cual disfrutamos de vida sobrenatural como hijos de Dios (Cirilo de Alejandría «Thesaurus»; cf. Petav., «De Trin», V, viii). La gestión del Espíritu Santo, por lo tanto, al elevarnos al orden sobrenatural, es, sin embargo, concebida de una manera diferente por los teólogos occidentales.

De acuerdo a la doctrina occidental, Dios confiere al hombre gracia santificante, y consecuentemente entran a su alma en aquel regalo, las Tres Personas. Para la teología griega, el órden es al revés: el Espíritu Santo no viene a nosotros porque hayamos recibido gracia santificante; sino que, a través de su presencia, recibimos el regalo. El es el sello, El mismo imprimiendo en nosotros, la imagen Divina. Esa imagen Divina, sin lugar a dudas, realizada en nosotros, aunque el sello debe estar presente para asegurar la continua existencia de la impresión. Fuera de El, no se encuentra. (Origen, «En Juan. ii», vi; Didymus, «De Spiritu Sancto», x, 11; Atanasio, «Ep. ad. Serap.», III, iii). Esta Unión con el Espíritu Santo constituye nuestra deificación (theopoiesis). Tanto como El es la imagen de Cristo, El imprime la semejanza de Cristo sobre nosotros; siendo Cristo la imagen del Padre, nosotros también recibimos el carácter verdadero de hijos de Dios (Athanasius, loc.cit.; Gregory Naz., «Orat. xxxi», 4). Es en referencia a este trabajo que hemos visto que en el Credo Niceno-Constantinopolitano el Espíritu Santo es referido como el Dador de vida (zoopoios). En Occidente, hablamos mas naturalmente de gracia como la vida del alma. Pero para los Griegos es, por el Espíritu a través de cuya presencia personal, que vivimos. Tanto así como Dios dió vida natural a Adán al soplar sobre él su aliento de vida, así Cristo nos dá vida espiritual cuando El confiere en nosotros el regalo del Espíritu Santo.

 

LA DOCTRINA INTERPRETADA POR LA TEOLOGIA LATINA

La transición a la teología Latina de la Trinidad, fué trabajo de San Agustín. Los teólogos occidentales nunca salieron de las líneas centrales que él dejó, su sistema fue desarrollado en los Años Dorados de la Escolástica, sus detalles completados y su terminología perfeccionada. Recibó su forma final y clásica de Santo Tomás de Aquino. Aunque es necesario primero indicar en qué consistió la transición realizada por San Agustín. Esta se puede resumir en tres puntos:

Sostenía la Naturaleza Divina como previa a las Personalidades. Deus, es para el, no Dios el Padre, sino la Trinidad. Este fué un paso de primera importancia, porque salvaguardó tanto la unidad de Dios y la igualdad de las Persona de una manera que el sistema Griego nunca hizo. Como hemos visto, al menos uno de los Griegos, Dynamus, había adoptado este punto de partida y es posible que Agustín haya derivado su método al visualizar el misterio desde él. Pero hacerlo fundamento de todo el tratamiento de la doctrina, fué el trabajo del genio de Agustín.

Insistía que toda operación externa de Dios se debe a toda la Trinidad, y no puede ser atribuible a una sola Persona, salvo por apropiación. Como hemos visto, los Padres Griegos, llegaron a afirmar que la acción (energeia) de las Tres ersonas era una y una sola. Pero la doctrina de la apropiación era desconocida para ellos y, por lo tanto, el valor de esta conclusión, oscurecida por la teología tradicional que implicaba las distintas actividades del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Al señalar la analogía entre las dos procedencias dentro de la Divinidad y los actos internos del pensamiento y la voluntad en la mente humana (De Trin., IX, iii,3; xi, 17) se transformó en el fundador de la teoría psicológica de la Trinidad, la cual, con algunas excepciones, fué aceptada por todo escritor latino subsiguiente.

En la siguiente esposición de las doctrina latinas, seguiremos a Santo Tomás de Aquino, cuyo tratamiento de la doctrina es hoy universalmente aceptada por lo teólogos católicos. Se debe observar, sin embargo, que esta no es la única forma bajo la cual la teoría psicológica ha sido propuesta. Así también Ricardo de San Víctor, Alejandro de Hales y San Buenaventura, mientras adhieren en lo principal con la tradición occidental, estaban mas influenciados por el pensamiento Griego, y nos dieron un sistema que difiere de alguna manera con aquel de Santo Tomás.

El Hijo

Entre los términos empleados en las Escrituras para designar a la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, está la Palabra (Juan 1:1). Esta es entendida por Santo Tomás como Verbum mentale, o concepto intelectual. Aplicado al Hijo, el nombre – sostiene – significa que El procede del Padre, como el término de un proceso intelectual, de forma análoga a aquel bajo el cual es generado un concepto por la mente humana en todos los actos del conocimiento natural. Es, sin dudas, asunto de fe que el Hijo procede del Padre por verdadera generación. Según el Credo Niceno-Constantinopolitano, El es, engendrado antes de todos los mundos» Pero la Procedencia de la Persona Divina como el término del acto por el cual Dios conoce Su propia naturaleza es propiamente llamada generación. Esto puede ser mostrado fácilmente. Así como en un acto de concepción intelectual, necesariamente produce la semejanza del objeto conocido. Y más aún, siendo acción Divina, no es un acto accidental por el que resulta el término, en sí mismo un mero accidente, sino el acto es la misma sustancia de la Divinidad, y el término, igualmente sustancial.

Un proceso que tiende necesariamente a la producción de un término sustancial como en la naturaleza de la Persona por Quien procede es un proceso de generación. En relación a este punto como sobre la procedencia del Hijo, San Anselmo presentó una dificultad (Monol. 1 xiv) con motivo de que pareciera involucrar que cada una de las Tres Personas debe necesitar una Palabra subsistente. Siendo que todos los Poderes poseen la misma mente, ¿no se sigue acaso – pregunta – que en cada caso entonces produce un término similar? Ante la dificultad, Santo Tomás la resuelve con éxito. Considerando su psicología, la formación de un concepto no es tan esencial al pensamiento, aunque es requisito para todo conocimiento natural humano. Por lo tanto, no hay fundamento en razón, aparte de la revelación, para sostener que el intelecto Divino produce un Verbum mentale. Sólo el testimonio de las Escrituras nos dice que el Padre, desde toda la eternidad, ha engendrado Su Palabra consustancial. Pero ni la razón ni la revelación sugieren esto en el caso de la Segunda y Tercera Personas. (I: 34:1, ad. 3).

No pocos escritores de gran solidez sostienen que hay suficiente consenso entre los Padres y los teólogos escolásticos en relación al significado de los nombres Palabra y Sabiduría (Proverbios 8) aplicados al Hijo, para nosotros en relación al proceso intelectual de la Segunda Persona como al menos teológicamente cierto, y si no, es una verdad revelada. (cf. Suarez, «De Trin.», I, v, p. 4; Petav., VI, i, 7; Franzelin, «De Trin.», Tésis xxvi).

Sin embargo, esto parece ser una exageración. La inmensa mayoría de los Padres Griegos, como ya lo hemos visto, interpretan logos como la palabra hablada, y consideran la significancia del nombre no como descansando en alguna enseñanza como la de la procedencia intelectual, sino en el hecho que implica un modo de generación exenta de toda pasión. En relación a la interpretación de Proverbios 8, tampoco la tradición en ningún sentido es unánime. Considerando estos hechos, la opinión de aquellos teólogos parecen el resonar de quienes vieron esta explicación de la procedencia simplemente como una opinión teológica de gran rpobabilidad y que harmoniza muy bien con la verdad revelada.

El Espíritu Santo

Así como el Hijo procede como el término de un acto immanente del intelecto, así también el Espíritu Santo procede como el término del acto de la voluntad Divina. En el amor humano, como enseña Santo Tomás (I:27:3) aunque el objeto sea externo a nosotros, no obstante el acto immanente de amor suscita en el alma un estado de ardor el cual es, como era, una impresión de la cosa amada. En virtud de esto, el objeto de amor está presente en nuestros afectos, como también, en relación a los conceptos, el objeto de pensamiento está presente en nuestro intelecto. Esta experiencia es el término del acto interno. Es afirmado, que El Espíritu Santo, procede del Padre y el Hijo como el término del amor por el cual Dios se ama A sí mismo. El no es el amor de Dios en el sentido de ser El mismo formalmente el amor por el cual Dios ama; sino al amarse a Sí mismo, Dios exhala este término subsistente. El es Amor Hipostático. Aquí, sin embargo, es necesario salvaguardar un punto de doctrina revelada. Es por fé la procedencia del Espíritu Santo y no es generación. El Hijo es «el único engendrado del Padre» (Juan 1:14). Y el Credo Atanasio expresamente descansa en que el Espíritu Santo es «del Padre y del Hijo, ni hecho, ni creado, ni generado, sino procedente». «Si el acto inmanente del intelecto es apropiadamente llamado generación, ¿bajó que fundamentos puede ese nombre ser negado en relación al acto de la voluntad?. Las respuestas dadas a esta dificultad por Santo Tomás, Ricardo de San Víctor y Alejandro de Hales son muy diferentes. Aquí será suficiente mostrar la solución de Santo Tomás. El dice que la procedencia intelectual es, por su propia naturaleza, la producción de un término en la semejanza de la cosa concebida. Esto no es así en relación al acto de la voluntad. Aquí el principal resultado es simplemente atraer al sujeto al objeto de su amor. Esta diferencia en los actos explica porque el nombre generación es aplicable solo al acto intelectual. La generación es esencialmente la producción de un semejante por un semejante. Y ningún proceso el cual no sea esencialmente de éste carácter, puede atribuirse el nombre. La doctrina de la procedencia del Espíritu Santo por medio del acto de la Divina voluntad se debe enteramente a San Agustín. No se encuentra entre ninguno de los Griegos, quienes simplemente declararon que la procesión del Espíritu estaba mas allá de nuestra comprensión, tampoco se encuentra en los Latinos antes de este tiempo. El menciona la opinión en favor en «De fide at Symbolo» (D.C. 393); y en «De Trinitate» (D.C. 415) donde lo desarrolla en toda su extensión. Sus enseñanzas fueron aceptadas por Occidente. Los Escolásticos buscaron apoyo en las Escrituras en el nombre del Espíritu Santo. Esto debe ser, argumentaban, como los nombres Padre e Hijo, un nombre expresivo de una relación dentro de la Divinidad, propia de la Persona que la tiene. Ahora bien, el atributo santo, como aplicable a persona o cosa, significa que el ser del cual es afirmada es devota de Dios. Se sigue, por lo tanto que, cuando se aplica a la Persona Divina como designando la relación que o une a las otras Personas, debe significar que la procedencia que determina Su origen es tal que por su naturaleza, involucra devoción a Dios. Pero aquella por la cual cualquier persona es devota a Dios, es amor. El argumento es ingenioso, pero difícilmente convincente; y lo mismo se puede decir de una pieza de razonamiento de algún modo similar en relación al nombre Espíritu (I:36:1). La teoría Latina es un noble esfuerzo del razonamiento humano por penetrar las verdades cuyas revelaciones han quedado bajo el velo del misterio. Como decimos, harmonizan con todas las verdades de fe. Están admirablemente adaptadas para ayudarnos a tener una comprensión total de la doctrina fundamental de la religión Cristiana. Pero mas que eso, no podemos decir. No posee la sanción de la revelación.

Las relaciones Divinas

La existencia de relaciones en la Divinidad, pueden ser inferidas inmediatamente de la doctrina de las procedencias, y también como verdad Revelada. Donde hay una procedencia real, el principio y el término se relacionan. Por lo tanto, ambas, la generación del Hijo y la procedencia del Espíritu Santo deben involucrar la existencia de relaciones reales y objetivas. Esta parte de la doctrina Trinitaria, era familiar para los Padres Griegos. En respuesta a la objeción de Eunomia, de que la consustancialidad hacía imposible cualquier distinción entre las Personas.

Gregorio de Niza replica: «Aunque sostenemos que la naturaleza ? en las Tres Personas? no es diferente, no negamos la diferencia que surge en relación a la fuente y de quién procede de la fuente [ten katato aition kai to aitiaton diaphoran]; sino que sólo es esto, admitimos que una Persona difiere de la otra.» («Quod non sunt tres dii»; ct. Greg. Naz, « Or. Theol.», V, ix; Juan Damasquino, «F.O.», I, viii). Agustín insiste que de las 10 categorías arostotélicas, dos, posición y relación, se encuentran en Dios. («De Trin», V,v). Pero fué en las manos de los teólogos escolásticos que el tema recibió su total desarrollo. Los resultados a los cuales llegaron,. Aunque no son reconocidos como parte del dogma, arrojan gran luz sobre el misterio e hicieron un gran servicio sobre las objeciones planteadas contra él. Desde el hecho que hay dos procedencias en la Divinidad, cada una implicando ambas, el principio y el término, se sigue que deben haber cuatro relaciones, dos de orígen (paternitas y spiratio) y dos de procedencia (filiato y processio). Estas relaciones son las que constituyen la distinción entre las Personas. No pueden distinguirse por ningún atributo absoluto, porque cada atributo absoluto debe pertenecer a la Naturaleza Divina infinita y esto es común a las Tres Personas. Cualquiera sea la distinción, ésta debe estar sólo en las relaciones. Todos los teólogos mantienen esta conclusión como absolutamente cierta. En las palabras de San Gregorio de Niza, se contiene la equivalencia, como asimismo fué claramente enunciado por San Anselmo («De process. Sp.», ii) y recibió sanción eclesiástica en el «Decretum pro Jacobitis» bajo la siguiente forma: «[In divinis] omnia sunt unum ubi non obviat relationis oppositio.» Siendo así, es evidente que las cuatro relaciones no suponen sino, las Tres Personas. Porque no hay oposición relativa entre inspiration por un lado y, paternidad o filiación por el otro. Por lo tanto, el atributo de inspiration se encuentra ligado con cada uno de estos, y en virtud de ello, cada uno se distinguen de su procedencia. Como comparten una y la misma Naturaleza Divina, así también poseen la misma virtus spirationis, y, por lo tanto constituyen un solo principio originador del Espíritu Santo. Puesto que las relaciones, y ellas solas, son distintas realidades en la Divinidad, se sigue que las Personas Divinas, no son sino, éstas relaciones. El Padre es la Divina Paternidad, el Hijo, la Divina Filiación, y el Espíritu Santo, la Divina Procedencia. De aquí es menester que nace en la mente que las relaciones no son meras determinaciones accidentales como lo sugieren los términos abstractos. Lo que sea que esté en Dios necesariamente debe ser subsistente.. El es la Sustancia Suprema, trascendente a las divisiones de las categorías aristotélicas. Por lo tanto, de una y al mismo tiempo El es ambos, sustancia y relación. (¿Cómo puede ser que deban haber en Dios relaciones reales, dado que es del todo imposible que la cantidad o la cualidad puedan ser encontrados en El? Es un tema que involucra una discusión que tiene que ver con la metafísica de las relaciones, la cual estaría fuera de lugar en un artículo como el presente). Se verá que la doctrina de las relaciones Divinas entrega una respuesta a la objeción que el dogma de la Trinidad involucra la falsedad del axioma que las cosas que son idénticas con la misma cosa, son idénticas entre sí. Respondemos que el axioma es perfectamente verdadero en relación a entidades absolutas, a las cuales se refiere solamente. Pero, cuando afirmamos en el dogma de la Trinidad que el Padre y el Hijo son semejantes idénticos con la Esencia Divina, estamos afirmando que la Sustancia Suprema Infinita es idéntica no son dos entidades absolutas, sino con cada una de las dos relaciones. Estas relaciones, en virtud de su naturaleza como correlativas, son necesariamente opuestas entre sí y, por lo tanto, diferentes. Nuevamente es dicho que si hay Tres Personas en la divinidad, ninguna puede ser infinita, porque cada una debe carecer de algo que las otras poseen. Respondemos que una relación, vista precisamente como tal, no es, como la cantidad o la cualidad, una perfección intrínseca. Nuevamente, cuando afirmamos que es relación de nada, afirmamos que se relaciona a algo más que sí mismo. La total perfección de la Divinidad está contenida en una Esencia Divina Infinita. El Padre es esa Esencia como eternamente en relación al Hijo y al Espíritu; el Hijo es esa Esencia como eternamente en relación al Padre y al Espíritu; el Espíritu Santo es esa Esencia como eternamente en relación al Padre y al Hijo. Pero la relación eterna por la cual cada una de las Tres Personas se constituyen no es un agregado a la perfección infinita de la Divinidad. La teoría de las relaciones también nos indica la solución a la dificultad más frecuentemente propuesta por los anti-Trinitarios. Se argumenta que desde que hay Tres Personas, deben haber tres auto-conciencias: pero la mente Divina ex hypothesi es una, y por lo tanto, no puede sino poseer una sola auto conciencia; en otras palabras, el dogma contiene una contradicción irreconciliable. Toda la objeción descansa sobre una petitio principii: porque toma por seguro la identificación de la persona con mente con auto- conciencia. Esta identificación es rechazada por los filósofos católicos como del todo, descarriada. Ninguna persona ni mente es auto-conciencia; aunque una persona necesariamente debe poseer auto-conciencia, y la conciencia responde de la existencia de la mente. Aceptado que en la mente infinita, en la cual las cateogrías son trascendentes, hay tres relaciones las cuales son realidades subsistentes, distintas una de la otra en virtud de su relativa oposición, luego se sigue que la misma mente tendrá una triple conciencia, conociendose a sí misma en tres modos de acuerdo con sus tres modos de existencia. Es imposible establecer que, en relación a la mente infinita, tal suposición involucra una contradicción. El problema fué tomado por los Escolásticos: ¿En qué sentido debemos entender el Divino acto de generación?. Tal como concebimos las cosas, las relaciones de paternidad y filiación de deben a un acto por el cual el Padre genera al Hijo; las relaciones de inspiración y procedencia, a un acto por el cual el Padre y el Hijo alientan el Espíritu Santo. Santo Tomás responde que los actos son idénticos con las relaciones de generación y inspiración; solo el modo de expresión de nuestra parte es diferente (I:41:3, ad.2). Esto se debe al hecho que las formas semejantes a nuestro pensamiento y nuestro lenguaje están moldeados sobre el mundo material en el cual vivimos. En este mundo la originación es en todo caso debido al efecto de un cambio. Llamamos efecto de un cambio, acción, y su recepción, pasión. Por lo tanto, acción y pasión son diferentes de las relaciones permanentes consecuentes a ellas. Pero en la Divinidad, la originación es eterna: no es el resultado del cambio. Por lo tanto, el término que significa acción denota no la producción de la relación, sino puramente la relación del Originador a lo Orioginado. La terminología es inevitable porque las limitaciones de nuestra experiencia nos fuerza a representar esta relación como debido a un acto. Sin dudas, a través de todo el tema estamos trabados por la inperfección del lenguaje humano como un instrumento con que expresamos verdades superiores que los hechos del mundo. Cuando, por ejemplo, decimos que el Hijo posee filiación y spiración, los términos parecen sugerir que estas son forma inherentes en El cómo en un sujeto. Sabemos, sin dudas, que en las Personas Divinas no puede haber composición: son abolutamente simples. Sin embargo, estamos forzados a hablar de este modo: Para la Personalidad unica, emreo, su simplicidad, está relacionada a las otras y por diferentes relaciones. No podemos expresar esto salvo atribuyendo a El filiación e inspiración. (I:32:2).

Misión Divina

Hemos visto que toda acción de Dios en relación al mundo creado, procede indiferentemente de las Tres Personas. Entonces, ¿en qué sentido entendemos textos sales como «Dios envió…a su Hijo al mundo? (Juan 3:17) y «Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre…»» (Juan 15.26)? ¿Qué significa la misión del Hijo y del Espíritu Santo? Para responder a esto, la misión supone dos condiciones:

  • Que la persona enviada debe, de algún modo, proceder del que envía y,
  • Que la persona enviada debe llegar al lugar indicado.

Sin embargo, la procedencia puede darse de varias maneras – por órden, consejo e incluso originación. Por lo tanto decimos que un rey envía un mensajero y que un árbol echa capullos. La segunda condición, también, es satisfecha ya sea si la persona enviada llega a estar en algún lugar donde previamente no estaba, o si, aunque el ya estaba ahí, llega para estar ahí de distinta manera. Aunque Dios el Hijo ya estaba presente en el mundo por motivo de Su Divinidad, Su Encarnación lo hizo presente allí de un modo nuevo. En virtud de su nueva presencia y de Su procedencia del Padre, es correcto decir que El ha sido enviado al mundo. Así también en relación a la misión del Espíritu Santo. El don de la gracia otorga a la Santísima Trinidad presencia en el alma de una manera nueva: esto es, como el objeto de directa aunque incipiente conocimiento y como objeto de amor experimental. En razón de este nuevo modo de presencia común a toda la Trinidad, la Segunda y Tercera Personas, dado que cada una recibe la Naturaleza Divina por medio de procedencia, se puede decir que son enviadas al alma.

Referencias

Entre las numerosas obras patrísticas sobre el tema, los siguientes tienen mención especial:

San. ATANASIO, Orationes quatuor contra Arianos; IDEM, Liber de Trinitate et Spiritu Sancto; San GREGORIO NAZIANO, Orationes V de theologia; DIDYMUS ALEJ., Libri III de Trinitate; IDEM, Liber de Spir. Sancto; SAN HILARIO DE POITIERS, Libri XII de Trinitate; SAN. AGUSTIN, Libri XV de Trinitate; SAN. JUAN DAMASQUINO, Liber de Trinitate; IDEM, De fide orthodoxa, I.
Entre los teólogos medievales: San. ANSELMO, Lib. I. de fide Trinitatis; RICARDO DE SAN. VICTOR, Libri VI de Trinitate; SANTO TOMAS, Summa, I, xxvii-xliii; BESSARION, Liber de Spiritu Saneto contra Marcum Ephesinum.
Entre los escritores más recientes: PETAVIUS, De Trinitate; NEWMAN. Causes of the Rise and Success of Arianism in Theol. Tracts. (Londres, 1864).

Fuente G. H. JOYCE para Enciclopedia Católica
 
 

Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis:

 
 

Categories
00 Todas las Advocaciones 05 Mayo ADVOCACIONES Y APARICIONES FOROS DE LA VIRGEN MARÍA Foros de la Virgen María

La imagen de la Señora de Todos los Pueblos

La imagen muestra a la Señora de todos los Pueblos de pie sobre el globo de la tierra, envuelta en la luz de Dios, delante de la Cruz de su Hijo, a quien está inseparablemente unida.

De las manos de María brotan tres rayos: Gracia, Redención y Paz, que Ella puede dar a todo aquel que la invoque como Abogada.

El rebaño de ovejas representa a los pueblos del mundo entero, los cuales no descansarán hasta que no levanten la mirada hacia la Cruz, el centro del mundo.

“He puesto mis pies firmemente sobre el globo terrestre, porque en este tiempo, el Padre y el Hijo quieren traerme en este mundo, como la Corredentora, Medianera y Abogada” (31.05.1951). “Este tiempo es nuestro tiempo” (02.07.1951).

Sin duda, María no es el centro –Ella está ante la Cruz del Hijo– y sin embargo es VOLUNTAD DIVINA que por su vocación de Corredentora, Medianera y Abogada Ella se encuentre en el centro, sobre todo en el centro de nuestro corazón, para llevarnos a EL. Es algo que Ella subraya de forma explícita, diciendo de sí misma: “No yo, sino la Cruz.” (16.12.1949). “Esta imagen habla claro y desde ahora será llevada por el mundo, porque el mundo nuevamente necesita la Cruz” (15.04.1951).

Como en una imagen bíblica, María hace ver a la vidente, en torno a todo el globo, las cabezas representan a todos los pueblos y razas de la tierra, añadiendo a continuación:“No hallarán descanso hasta que no se humillen y miren pacíficamente la Cruz, el centro de este mundo” (31.05.1951).

De nuevo María pide que miremos la Cruz, el centro del mundo. María nos pide que difundamos esta imagen en todo el mundo porque muestra el significado “y representa el nuevo dogma” (08.12.1952).

Por eso María subraya varias veces que “Esta imagen precederá a un dogma, un nuevo dogma” (15.04.1951).

 

SIGNIFICADO DE LA IMAGEN
Los mensajes de Amsterdam son únicos en la historia de las apariciones marianas, porque la misma Virgen describe detalladamente su imagen.

María se muestra de tres maneras como la CORREDENTORA:

• Ella está irradiada de la luz divina, delante de la Cruz de Su Hijo, a Quien está inseparablemente unida.

• Ella lleva un paño a la cintura y explica: “Escucha bien lo que esto significa: Esto es como el lienzo que cubrió la cintura del Hijo en la Cruz, pues estoy como la Señora ante de la Cruz del Hijo” (15.04.1951).

• Sus manos presentan llagas luminosas. Con esta imagen, María describe el sufrimiento físico y espiritual que ha soportado, junto con su Divino Hijo, por la Redención de la humanidad.

La Señora pide de nuevo a Ida que se fije en sus manos, y se muestra así como LA MEDIANERA DE TODAS LAS GRACIAS: “Observa ahora mis manos y dime lo que ves”.

Entonces Ida ve en medio de las manos como si hubiese habido una herida y de ahí, de cada mano, salen tres rayos que iluminan las ovejas. La Señora sonríe y dice: “Estos son tres rayos, los rayos de Gracia, Redención y Paz” (31.05.1951).

La Gracia que viene del Padre, la Redención del Hijo y la Paz del Espíritu Santo.

“He puesto mis pies firmemente sobre el globo terrestre, porque en este tiempo, el Padre y el Hijo quieren traerme en este mundo, como la Corredentora, Medianera y Abogada” (31.05.1951).

“Este tiempo es nuestro tiempo” (02.07.1951).

 

MARÍA NO ES EL CENTRO, PERO ESTÁ EN EL CENTRO

Sin duda, María no es el centro –Ella está ante la Cruz del Hijo– y sin embargo es VOLUNTAD DIVINA que por su vocación de Corredentora, Medianera y Abogada Ella se encuentre en el centro, sobre todo en el centro de nuestro corazón, para llevarnos a EL.

Es algo que Ella subraya de forma explícita, diciendo de sí misma: “No yo, sino la Cruz.” (16.12.1949).

“Esta imagen habla claro y desde ahora será llevada por el mundo, porque el mundo nuevamente necesita la Cruz” (15.04.1951).

 

IMAGEN PARA MEDITAR
Quien mira por primera vez la imagen de la Señora de todos los Pueblos tal vez se extrañe de ver a María sin Jesús ante la Cruz redentora. Alguien puede preguntarse en forma crítica: “¿Tal vez no esconde la Cruz?”.

Parece como si, con esta imagen insólita, nuestra Madre, de pie ante la Cruz, quiera animarnos e invitarnos a reflexionar profundamente sobre su vocación y su lugar en el plan divino de salvación.

Naturalmente, María podría ponerse al lado e indicarnos el Salvador en la Cruz. Muchos célebres pintores, en cada siglo, han representado así el sufrimiento de Jesús y de María en el Calvario.

Sin embargo, la cuadro de Amsterdam no busca representar la misión y el sufrimiento del Redentor, sino, como dicen los mensajes, el cuadro habla de la Corredentora (cfr. 29.04.1951).

Sí, esta imagen pretende expresar la vocación de la Madre Co-redentora, sin ofuscar con ello en lo más mínimo la del Redentor.

Efectivamente, Jesús ya ha resucitado y ha subido al Cielo en la gloria del Padre. Por eso, la Cruz está en el resplandor de la luz de la Resurrección, que inunda a María. La Madre de Dios en el centro, ante la Cruz, nos ayuda a comprender que la Madre y el Hijo están indisolublemente unidos en su misión.

Donde está el Hijo está siempre la Madre. El mismo Hijo divino la ha llamado a su lado, al centro, en su papel de Corredentora, para que comprendamos con gozo cómo en esa colocación de Madre, Ella sea Medianera de las gracias de la Redención, para todos los Pueblos, que brotan de los sufrimientos padecidos, interviniendo en nuestra defensa e intercediendo como Abogada por nosotros.

 

Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis:

 

Categories
00 Todas las Advocaciones 05 Mayo ADVOCACIONES Y APARICIONES FOROS DE LA VIRGEN MARÍA Foros de la Virgen María

La vidente Ida Peerderman

Quince años antes de las apariciones, la Virgen se le mostró fugazmente a Ida Peerdeman, lo que luego la Virgen calificó como una prueba.

También antes de las alocuciones recibió visiones sobre la guerra que iba a venir.

En su vida como vidente tuvo muchos ataques del maligno presenciados por varias personas.

Y unos meses antes de su muerte la Virgen se le apereció de nuevo para anunciarle la fecha de su muerte.

Según la biografía P. Paul Maria Sigl, Ida Peerdeman, la menor de cinco hijos, nació el 13 de agosto de 1905 en Alkmaar, Holanda. Fue bautizada en la parroquia de San José con el nombre de Isje Johanna, pero siempre la llamaron Ida.

Poco antes que empezara la Primera Guerra Mundial, la familia Peerdeman se trasladó a Amsterdam. Ida tenía sólo ocho años cuando su madre, a los treinta y cinco, al dar a luz a su último hijo, murió junto con el niño. De niña, Ida se confesaba cada fin de semana en la iglesia de los Dominicos con el Padre Frehe, que más adelante será su director espiritual.

El 13 de octubre de 1917. Aquella inolvidable tarde de sábado del mes del Rosario, el día del milagro del sol en Fátima, algo extraordinario le pasó al volver a casa, después de confesarse.

A los doce años Ida tuvo una aparición celestial. En el fondo de la calle, envuelta en una luz maravillosa, vió a una Mujer de extraordinaria belleza, cuya mirada expresaba indecible dicha y bondad. Sin decir una palabra, estaba con los brazos ligeramente abiertos. Ida nunca había visto nada tan bello. Inmediatamente comprendió que era la Virgen María. Al dirigirle la aparición un gesto afectuoso, Ida corrió a su casa. Ese hecho se repitió otros dos sábados. La hermosa Señora se le apareció de nuevo en una luz como la del sol, sin decir ni una palabra, sonriéndole, como la primera vez que la vió mientras volvía a casa después de confesarse.

Todo eso ocurrió en octubre de 1917, al mismo tiempo que la Virgen se aparecía por última vez a los tres pastores de Fátima, cosa que, naturalmente, Ida ignoraba.

Treinta y tres años después –durante la vigésima quinta aparición–, al preguntar la vidente con preocupación: “¿Me creerán?”, la misma Virgen le recuerda sus tres venidas en 1917: “Sí, por eso ya había venido antes a ti cuando tú aún no comprendías. Entonces no era necesario. Era la prueba para ahora” (10.12.1950).

 

ATAQUES DIABÓLICOS

A los 18 o 19 años Ida empieza a trabajar en una oficina en Amsterdam, en una fábrica de perfumes, donde estará muchos años. Sus compañeros la aprecian mucho por su amabilidad y su modestia. Siendo también atractiva no le faltan los admiradores, pero Ida no se siente llamada al matrimonio.

En ese período tiene que sufrir repetidas veces ataques diabólicos. Durante un paseo por la ciudad, Ida notó un hombre completamente vestido de negro, como si fuera sacerdote. Asustada por su mirada misteriosa y penetrante, trató de esquivarlo, acelerando el paso. Su perseguidor fue más rápido, la agarró de un brazo e intentó tirarla a un canal para que se ahogara. En aquel trance extremo, Ida oyó una voz suave que la tranquilizaba y le prometía ayuda; a la vez, el agresor la soltó con un grito espantoso, desapareciendo sin dejar rastro. En lo sucesivo, Gesina fue encargada por su padre de acompañarla cada día al trabajo e ir por ella en la tarde. Con todo, Ida encontró de nuevo aquel siniestro personaje, que le sonrió fríamente, pero sin atreverse a tocarla.

Por tercera vez el demonio se acercó a la joven de veinte años, tratando astutamente de atraerla a una trampa mortal. Se le presentó bajo el aspecto de una frágil anciana, que aseguraba que la había conocido en la iglesia. Le dió una dirección, pidiéndole que fuera a visitarla lo antes posible. Ida rechazó la invitación, pero no la petición de la mujer de ayudarla al menos a cruzar la calle. Sin embargo se sintió paralizada por el miedo cuando, a media calle, sintió que le había sujetado férreamente el brazo, como con una garra. A continuación un grito y Satanás despareció. La había llevado directamente al frente de un tranvía que se acercaba, el cual logró frenar, evitando arrollarla por un pelo. Por la tarde, su hermano Piet con su futuro cuñado fueron a inspeccionar la dirección dada por la anciana y solamente encontraron una vieja casa abandonada.

A veces Ida era cruelmente atormentada por los demonios hasta en su casa. Su padre, sus hermanas y su hermano son testigos del movimiento de la lámpara en la sala, del sonido ininterrumpido del timbre de la casa y de ruidos en la caja de los fusibles. Cuando, de repente, las puertas y los armarios se abren solos, el señor Peerdeman exclama con toda calma: “¡Pueden entrar todos! ¡Cuantos más seamos, más nos divertimos!”.

Cuando los ataques aumentan de intensidad e Ida se siente extrangular por manos invisibles, el Padre Frehe comprende que debe hacer un exorcismo. Entonces la familia oye de boca de Ida, la disgustosa voz del demonio, llena de odio, que insulta al sacerdote. El Padre Frehe tendrá que experimentar la rabia de los demonios también de otras formas… Una escuela espiritual, que duró veinte años, prepara así a Ida y a su director espiritual a aquel evento de gracia destinado al mundo entero: La venida de la Madre y Señora de todos los Pueblos.

Aunque no le gustaba hablar de esto, en los últimos años de su vida fue de nuevo atormentada por ataques diabólicos. A los 85 años, terribles silbidos, gritos y ruidos la persiguieron durante una hora entera, dejándola exhausta, en lágrimas. La noche del 4 al 5 de abril de 1992, con pesados pasos que retumbaban, el demonio llegó a su cuarto.

En la oscuridad Ida no lo vió, pero oyó su voz horrible y penetrante, que le decía: “¡Tanto a ti como a tu obispo, haré de manera que no consigan nada! Y la luz que tú ves, soy yo, no hay otra”. A lo cual la vidente respondió: “¡No, es Ella, seguro! La Señora se presenta siempre en la luz, mientras que lo tuyo propio es venir sólo en la oscuridad, y tú estás siempre en las tinieblas!”. Ida rezó en voz alta la ORACIÓN que la Virgen le había enseñado. Entonces el demonio gritó: “¡Haré que tú no puedas volver a ver la luz!” y la hirió en un ojo con una piedra, causándole un dolor agudo, y desapareció. El ojo se hinchó y se puso rojo como de fuego. Al día siguiente, su hermana Truus y Jannie Zaal, la fiel asistente de los últimos años, se lo lavaron cuidadosamente con agua de Lourdes. El ojo estaba infectado, pero interiormente no estaba lesionado. El médico recetó una pomada y a los diez días Ida volvió a ver.

El 1° de marzo de 1995, miércoles de ceniza, de repente empezaron a sonar al mismo tiempo los cinco teléfonos de la casa. No se interrumpieron ni siquiera cuando Ida levantó el auricular. El demonio quería atemorizarla y, en efecto, Ida se asustó tanto que se sintió mal. Otra vez el demonio la tiró de la cama, diciéndole con voz horrible: “¡Aún no estás en el Calvario!”. La mañana del 15 de diciembre de 1995, Madre Ida fue hallada en su cuarto, tirada en el suelo junto a la cama, con la cara llena de moretones. Durante la noche había sentido que de pronto una mano pesada la agarró por la espalda y la tiró de la cama con la cabeza hacia delante. El golpe en el suelo fue tan violento que al cabo de ocho semanas el hematoma aún se le veía en la cara. La tarde del 28 de mayo de 1996, su Excelencia el Obispo, Mons. Bomers, fue a visitarla. Llamó a la puerta, pero nadie abrió. Estando seguro de que estaba en casa, hizo intervenir a Jannie para darse cuenta de la situación. Una vez más, Ida, ya con noventa años, yacía inmóvil en el suelo, donde había sido brutalmente tirada.

 

VISIONES DE GUERRA

En 1940 –Ida tenía 35 años y no habían comenzado aún las alocuciones– empiezan las así llamadas “visiones de guerra”, visiones sobre próximos acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial. Con los ojos cerrados Ida ve frentes de guerra y describe minuciosamente lo que va a pasar. Su hermano se encarga cada vez de señalarlos en el mapa con alfileres. Todo corresponde exactamente a las noticias dadas a continuación por la radio secreta.

En otra visión, Ida, que naturalmente no entiende de estrategia militar, ve algo que a todos, en ese momento, les parece inconcebible: Ve al ejército alemán, hasta entonces siempre victorioso, cercado en forma de una gran tenaza por el ejército rojo en Estalingrado. No sólo eso: Ya en mayo de 1940, al cúlmine del triunfo alemán, ve en sus detalles el trágico final de Hitler y de Mussolini. Esa predicción hizo reir incluso a los mejores amigos de Ida.

 

LOS AÑOS DE LAS APARICIONES

En los turbulentos años de las apariciones, la familia Peerdeman está cada vez más unida. Como es lógico, los hechos extraordinarios en relación con la vidente no quedan del todo secretos, a mayor motivo que dos de las apariciones tienen lugar en público, en la iglesia de Santo Tomás. La autoridad eclesiástica reacciona con discreción cuando pasa algo extraordinario y rehuye la publicidad, lo cual corresponde al carácter de Ida, extraña a cualquier sensacionalismo en torno a su persona. Ella se considera sólo un instrumento, como le había dicho la Señora.

A pesar de las experiencias sobrenaturales, Ida sigue siendo una persona con los pies en la tierra. Muchos años más tarde, un examen psicológico (por disposición del obispo) la definió una persona del todo normal, incapaz de imaginaciones figurativas, pero realista y sin fantasía.

Ida Peerdeman pertenecía a la «MILITIA JESU CHRISTI» que tuvo origen como una orden caballeresca para la protección de los conventos dominicos. En una visión, santo Domingo había indicado a Ida el portal del convento de Sens, diciéndole: “Tienes que entrar aquí”. El 13 de octubre de 1968 ingresó en el movimiento y en Sens recibió el “manto de la Milicia”.

“Y ahora te hablo a ti, hija. ¡Ocúpate de la difusión!” (17 de febrero de 1952). Quien la ha conocido sabe que hasta el fin de su vida se ha ocupado cada día, a menudo hasta el extremo de sus fuerzas, en cumplir fielmente los deseos de la Virgen. Incansablemente respondía a las peticiones de información y a las cartas que llegaban de todo el mundo. A todas partes mandaba las imágenes con la oración y los mensajes, cuidadosamente confeccionadas, añadiendo siempre un afectuoso saludo personal.

Los extraños e incluso los mejores amigos no podían imaginar el martirio espiritual y físico soportado en silencio, sin ninguna queja, por la vidente de Amsterdam. Ridiculizada y desacreditada por los medios informativos, aprendió lo que significa perder la propia reputación por ser fiel a la verdad y a la Señora.

Ida sabía que no se había engañado y más todavía se sentía motivada a asumir el peso de la responsabilidad de ser portadora, en cuanto pequeño instrumento, del mensaje más importante del siglo XX. Todos los que conocían de cerca a Ida Peerdeman, sabían de su heroica obediencia a las autoridades de la Iglesia. Prácticamente nadie, sin embargo, podía imaginar cuánto le costaba callar y seguir esperando, y esperando, y aún esperando.

Cuando murieron también, una tras otra, sus tres hermanas, Ida –que en tantas situaciones tuvo que sufrir una gran soledad– habrá recordado sin duda las palabras de la Señora: “Tú, hija, tendrás que colaborar sin miedo ni temor. Tú sufrirás física y espiritualmente” (01.04.1951). La vidente tuvo un cáncer en el seno, pero por miedo a tener que ir al hospital, se dejó operar sólo mucho más tarde. Además estaba gravemente enferma del corazón.

Ida sabía que había de morir en 1996, pues el primero de enero de ese año –por primera vez desde el mes de noviembre de 1995– oyó de nuevo la voz de la Virgen, que le anunció: “Este es tu último año. Pronto te llevaré a mi Hijo. Has cumplido tu misión. ¡Sigue escuchando mi voz!”. Poco tiempo después, Ida dijo a una confidente: “Ya no viviré mucho. Estoy demasiado enferma. ¡Ya nada me detiene!”.

El miércoles 12 de junio de 1996, Ida recibió con profunda devoción la unción de los enfermos de manos del Padre Amandus Korse OFM. El sacerdote quedó conmovido de la disponibilidad de Ida de aceptar la Voluntad de Dios, cualquiera que fuera: Estaba dispuesta a morir o a seguir sufriendo. En las primeras horas del 17 de junio de 1996, a las cuatro y cuarto de la mañana, la desconocida pero a la vez grande profeta de la Señora de todos los Pueblos entregó su alma al Creador.

“¡Adiós! ¡Nos volveremos a ver en el Cielo!” Palabras finales del último mensaje, el 31 de mayo de 1959. “Hija, ellos te creerán. Yo estoy aquí. Estaré a tu lado y te ayudaré”.Del mensaje del 31 de mayo de 1954.

 
 

Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis:

 
 

Categories
00 Todas las Advocaciones 03 Marzo ADVOCACIONES Y APARICIONES Foros de la Virgen María FOROS DE LA VIRGEN MARÍA

Virgen de la Anunciación, Fiesta Universal ( 25 de marzo)

Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.» Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo.  El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.»

María respondió al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?» El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios. Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque ninguna cosa es imposible para Dios.» Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y el ángel, dejándola, se fue.
Relato de la Anunciación: Evangelio según San Lucas (Lc 1,26-38)

 

MARÍA, NUEVA EVA

Palabras de Juan Pablo II comentando el relato de la Anunciación del Evangelio según San Lucas. Catequesis de Juan Pablo II el 18 de septiembre de 1996.

María y su obediencia

1. El concilio Vaticano II, comentando el episodio de la Anunciación, subraya de modo especial el valor del consentimiento de María a las palabras del mensajero divino.

A diferencia de cuanto sucede en otras narraciones bíblicas semejantes, el ángel lo espera expresamente: «El Padre de las misericordias quiso que el consentimiento de la que estaba predestinada a ser la Madre precediera a la Encarnación para que, así como una mujer contribuyó a la muerte, así también otra mujer contribuyera a la vida» (Lumen Gentium, 56).

La Lumen Gentium recuerda el contraste entre el modo de actuar de Eva y el de María, que san Ireneo ilustra así: «De la misma manera que aquella -es decir, Eva- había sido seducida por el discurso de un ángel, hasta el punto de alejarse de Dios desobedeciendo a su palabra, así ésta -es decir, María- recibió la buena nueva por el discurso de un ángel, para llevar en su seno a Dios, obedeciendo a su palabra; y como aquélla había sido seducida para desobedecer a Dios, ésta se dejó convencer a obedecer a Dios; por ello, la Virgen María se convirtió en abogada de la virgen Eva. Y de la misma forma que el género humano había quedado sujeto a la muerte a causa de una virgen, fue librado de ella por una Virgen; así la desobediencia de una virgen fue contrarrestada por la obediencia de una Virgen…» (Adv. Haer., 5, 19, 1)

Obediencia a la fe

2. Al pronunciar su «sí» total al proyecto divino, María es plenamente libre ante Dios. Al mismo tiempo, se siente personalmente responsable ante la humanidad, cuyo futuro está vinculado a su respuesta.

Dios pone el destino de todos en las manos de una joven. El «sí» de María es la premisa para que se realice el designio que Dios, en su amor, trazó para la salvación del mundo.

El Catecismo de la Iglesia católica resume de modo sintético y eficaz el valor decisivo para toda la humanidad del consentimiento libre de María al plan divino de la salvación: «La Virgen María colaboró por su fe y obediencia libres a la salvación de los hombres. Ella pronunció su «fiat» «ocupando el lugar de toda la naturaleza humana». Por su obediencia, ella se convirtió en la nueva Eva, madre de los vivientes» (n. 511).

Ejemplo de obediencia al querer divino

3. Así pues, María, con su modo de actuar, nos recuerda la grave responsabilidad que cada uno tiene de acoger el plan divino sobre la propia vida. Obedeciendo sin reservas a la voluntad salvífica de Dios que se le manifestó a través de las palabras del ángel, se presenta como modelo para aquellos a quienes el Señor proclama bienaventurados, porque «oyen la palabra de Dios y la guardan» (Lc 11, 28). Jesús, respondiendo a la mujer que, en medio de la multitud, proclama bienaventurada a su madre, muestra la verdadera razón de ser de la bienaventuranza de María: su adhesión a la voluntad de Dios, que la llevó a aceptar la maternidad divina.

En la encíclica Redemptoris Mater puse de relieve que la nueva maternidad espiritual, de la que habla Jesús, se refiere ante todo precisamente a ella. En efecto, «¿no es tal vez María la primera entre «aquellos que escuchan la palabra de Dios y la cumplen»? Y por consiguiente, ¿no se refiere sobre todo a ella aquella bendición pronunciada por Jesús en respuesta a las palabras de la mujer anónima?» (n. 20). Así, en cierto sentido, a María se la proclama la primera discípula de su Hijo (cf. ib.) y, con su ejemplo, invita a todos los creyentes a responder generosamente a la gracia del Señor.

Importancia de su activa colaboración

4. El concilio Vaticano II destaca la entrega total de María a la persona y a la obra de Cristo: «Se entregó totalmente a sí misma, como esclava del Señor, a la persona y a la obra de su Hijo. Con él y en dependencia de él, se puso, por la gracia de Dios todopoderoso, al servicio del misterio de la redención»  (Lumen gentium, 56).

Para María, la entrega a la persona y a la obra de Jesús significa la unión íntima con su Hijo, el compromiso materno de cuidar de su crecimiento humano y la cooperación en su obra de salvación.

María realiza este último aspecto de su entrega a Jesús en dependencia de él, es decir, en una condición de subordinación, que es fruto de la gracia. Pero se trata de una verdadera cooperación, porque se realiza con él e implica, a partir de la anunciación, una participación activa en la obra redentora. «Con razón, pues, -afirma el concilio Vaticano II- creen los santos Padres que Dios no utilizó a María como un instrumento puramente pasivo, sino que ella colaboró por su fe y obediencia libres a la salvación de los hombres. Ella, en efecto, como dice san Ireneo, «por su obediencia fue causa de la salvación propia y de la de todo el género humano» (Adv. Haer., 3, 22, 4)» (ib.)

María, asociada a la victoria de Cristo sobre el pecado de nuestros primeros padres, aparece como la verdadera «madre de los vivientes» (ib.). Su maternidad, aceptada libremente por obediencia al designio divino, se convierte en fuente de vida para la humanidad entera.

 

LA FE DE LA VIRGEN MARÍA

Palabras de Juan Pablo II comentando el relato de la Anunciación del Evangelio según San Lucas. Catequesis de Juan Pablo II el 3 de julio de 1996

Luminosa respuesta del Ángel

1. En la narración evangélica de la Visitación, Isabel, «llena de Espíritu Santo», acogiendo a María en su casa, exclama: «¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!» (Lc 1, 45). Esta bienaventuranza, la primera que refiere el evangelio de san Lucas, presenta a María como la mujer que con su fe precede a la Iglesia en la realización del espíritu de las bienaventuranzas.

El elogio que Isabel hace de la fe de María se refuerza comparándolo con el anuncio del ángel a Zacarías. Una lectura superficial de las dos anunciaciones podría considerar semejantes las respuestas de Zacarías y de María al mensajero divino: «¿En qué lo conoceré? Porque yo soy viejo y mi mujer avanzada en edad», dice Zacarías; y María: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?» (Lc 1, 18.34). Pero la profunda diferencia entre las disposiciones íntimas de los protagonistas de los dos relatos se manifiesta en las palabras del ángel, que reprocha a Zacarías su incredulidad, mientras que da inmediatamente una respuesta a la pregunta de María. A diferencia del esposo de Isabel, María se adhiere plenamente al proyecto divino, sin subordinar su consentimiento a la concesión de un signo visible.

Al ángel que le propone ser madre, María le hace presente su propósito de virginidad. Ella, creyendo en la posibilidad del cumplimiento del anuncio, interpela al mensajero divino sólo sobre la modalidad de su realización, para corresponder mejor a la voluntad de Dios, a la que quiere adherirse y entregarse con total disponibilidad. «Buscó el modo; no dudó de la omnipotencia de Dios», comenta san Agustín (Sermo 291).

Movida por su gran amor

2. También el contexto en el que se realizan las dos anunciaciones contribuye a exaltar la excelencia de la fe de María. En la narración de san Lucas captamos la situación más favorable de Zacarías y lo inadecuado de su respuesta. Recibe el anuncio del ángel en el templo de Jerusalén, en el altar delante del «Santo de los Santos» (cf. Ex 30, 6-8); el ángel se dirige a él mientras ofrece el incienso; por tanto, durante el cumplimiento de su función sacerdotal, en un momento importante de su vida; se le comunica la decisión divina durante una visión. Estas circunstancias particulares favorecen una comprensión más fácil de la autenticidad divina del mensaje y son un motivo de aliento para aceptarlo prontamente.

Por el contrario, el anuncio a María tiene lugar en un contexto más simple y ordinario, sin los elementos externos de carácter sagrado que están presentes en el anuncio a Zacarías. San Lucas no indica el lugar preciso en el que se realiza la anunciación del nacimiento del Señor; refiere, solamente, que María se hallaba en Nazaret, aldea poco importante, que no parece predestinada a ese acontecimiento. Además, el evangelista no atribuye especial importancia al momento en que el ángel se presenta, dado que no precisa las circunstancias históricas. En el contacto con el mensajero celestial, la atención se centra en el contenido de sus palabras, que exigen a María una escucha intensa y una fe pura.

Esta última consideración nos permite apreciar la grandeza de la fe de María, sobre todo si la comparamos con la tendencia a pedir con insistencia, tanto ayer como hoy, signos sensibles para creer. Al contrario, la aceptación de la voluntad divina por parte de la Virgen está motivada sólo por su amor a Dios.

Su pregunta manifiesta su fe

3. A María se le propone que acepte una verdad mucho más alta que la anunciada a Zacarías. Éste fue invitado a creer en un nacimiento maravilloso que se iba a realizar dentro de una unión matrimonial estéril, que Dios quería fecundar. Se trata de una intervención divina análoga a otras que habían recibido algunas mujeres del Antiguo Testamento: Sara (Gn 17, 15-21; 18, 10-14), Raquel (Gn 30, 22), la madre de Sansón (Jc 13, 1-7) y Ana, la madre de Samuel (1 S 1, 11-20). En estos episodios se subraya, sobre todo, la gratuidad del don de Dios.

María es invitada a creer en una maternidad virginal, de la que el Antiguo Testamento no recuerda ningún precedente. En realidad, el conocido oráculo de Isaías: «He aquí que una doncella está encinta y va a dar a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel» (Is 7, 14), aunque no excluye esta perspectiva, ha sido interpretado explícitamente en este sentido sólo después de la venida de Cristo, y a la luz de la revelación evangélica.
A María se le pide que acepte una verdad jamás enunciada antes. Ella la acoge con sencillez y audacia. Con la pregunta: «¿Cómo será esto?», expresa su fe en el poder divino de conciliar la virginidad con su maternidad única y excepcional.

Respondiendo: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra» (Lc 1, 35), el ángel da la inefable solución de Dios a la pregunta formulada por María. La virginidad, que parecía un obstáculo, resulta ser el contexto concreto en que el Espíritu Santo realizará en ella la concepción del Hijo de Dios encarnado. La respuesta del ángel abre el camino a la cooperación de la Virgen con el Espíritu Santo en la generación de Jesús

Siempre fe para la salvación

4. En la realización del designio divino se da la libre colaboración de la persona humana. María, creyendo en la palabra del Señor, coopera en el cumplimiento de la maternidad anunciada.

Los Padres de la Iglesia subrayan a menudo este aspecto de la concepción virginal de Jesús. Sobre todo san Agustín, comentando el evangelio de la Anunciación, afirma: «El ángel anuncia, la Virgen escucha, cree y concibe»  (Sermo 13 in Nat. Dom.). Y añade: «Cree la Virgen en el Cristo que se le anuncia, y la fe le trae a su seno; desciende la fe a su corazón virginal antes que a sus entrañas la fecundidad maternal» (Sermo 293).

El acto de fe de María nos recuerda la fe de Abraham, que al comienzo de la antigua alianza creyó en Dios, y se convirtió así en padre de una descendencia numerosa (cf. Gn 15, 6; Redemptoris Mater, 14). Al comienzo de la nueva alianza también María, con su fe, ejerce un influjo decisivo en la realización del misterio de la Encarnación, inicio y síntesis de toda la misión redentora de Jesús.

La estrecha relación entre fe y salvación, que Jesús puso de relieve durante su vida pública (cf. Mc 5, 34; 10, 52; etc.), nos ayuda a comprender también el papel fundamental que la fe de María ha desempeñado y sigue desempeñando en la salvación del género humano.

IR ARRIBA




Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis:


Categories
00 Todas las Advocaciones 02 Febrero ADVOCACIONES Y APARICIONES Foros de la Virgen María FOROS DE LA VIRGEN MARÍA

Virgen de la Candelaria de Tlacotalpan, Mexico ( 2 de febrero)

La devoción por la «Virgen de la Candelaria» en Tlacotalpan fue traida por los primeros frailes de la Orden de San Juan de Dios de España.

Los festejos de la patrona de los tlacotalpeños datan desde finales del siglo XIX. La «Virgen de La Candelaria» era paseada por el río, con la finalidad de que los pescadores (quienes la adoptaron como su patrona) tuvieran abundante pesca durante el año; costumbre ancestral que se conserva hasta la fecha.

…VER VIDEOS…

Tlacotalpan es la cabecera del municipio del mismo nombre y pertenece al estado de Veracruz. Está ubicado en la margen izquierda del río Papaloapan. Dista unos 100 kilómetros del puerto de Veracruz.

Tlacotalpan es una bella ciudad que cuenta con una interesante y larga historia, ligada estrechamente al desarrollo de la región sur de Veracruz.

Hacia los inicios del siglo XVI, la zona donde se ubica dicha población, fue denominada como Sotavento, término que era muy común utilizar en aquel entonces, para aludir al sentido direccional y climático del lugar, con respecto a la costa.

Su existencia prehispánica se encuentra relacionada con un cacicazgo indígena. Los nativos del lugar le dieron el nombre que hasta hoy conserva y cuyo significado en náhuatl es «en mitad de la tierra» aludiendo al vasto terreno dividido por el agua del «Río de las Mariposas» o «Papaloapan».

 

LA DEVOCIÓN

La devoción por la «Virgen de la Candelaria» es, en Tlacotalpan, muy antigua y, según las versiones más autorizadas, fue traída por la orden de los juaninos a principios del siglo XVII.

Esta imagen, que llegara con los primeros frailes de la Orden de San Juan de Dios de España, es venerada y festejada el día 2 de febrero.

La imagen es introducida con la intención de convertir a los antiguos habitantes de la región al cristianismo, sustituyendo a la deidad prehispánica de la fertilidad que, coincidentemente, era venerada en las mismas fechas y a la que le rendían tributo para obtener beneficios de la tierra, como eran: buenas cosechas, abundancia de peces y buena temporada en general.

Los habitantes estaban acostumbrados a las tormentas que azotaban la entonces isla de Tlacotalpan, por los fuertes vientos septentrionales, llamados «nortes» por los veracruzanos. Del 31 de enero hasta el 2 de febrero, la población se transforma, se adueñan del lugar la risa y la diversión, los sones y las coplas, el fandango, el zapateado.

 

LA CANDELARIA

Animado por la perspectiva y, para cumplir con el apartado sexto de las Leyes de Indias, el cual mandaba edificar iglesias en las cabeceras de las poblaciones indígenas a costa de ellos y de los encomenderos, a fin de instruirlos en la religión católica, concedió a los indígenas el uso gratuito de los terrenos de Tlacotalpan a condición de que se levantara una capilla donde se venerara a «Nuestra Señora de la Candelaria» la que, provisionalmente, quedaría dependiente del curato de Alvarado en tanto no se estableciera una parroquia en el lugar.

Es, desde esta época, que la ciudad quedaría unida a la celebración de la «Virgen de la Candelaria».

En virtud de tal acontecimiento, se instalaron en Tlacotalpan, grupos indígenas procedentes de Amatlán y de otros pueblos, con lo cual se llegó a formar un asentamiento importante, además de que con ello se lograba, para Tlacotalpan, el título de «Pueblo». Este acontecimiento señalaba, también, el inicio de las primeras edificaciones procedentes de la época virreinal y realizada básicamente de madera.

 

LA FIESTA

Los festejos de «la Candelaria» datan del siglo XIX. En el bello puerto de Tlacotalpan se celebra cada año, en el mes de febrero, a esta advocación.

La fiesta de «la Candelaria» es el resultado de un proceso de aculturación. La festividad en sí, es una celebración a la luz. Por un lado, el pueblo Totonaca dominado por los Aztecas, celebrando las fiestas a Tonatiuh (Sol = luz); por otro lado, la celebración de la Iglesia Católica de la «Presentación del Niño Jesús» (la Luz del Mundo, la Luz Salvadora) en el templo de Dios. Sustituida por la segunda y/o semifusionadas, dieron origen a la fiesta de «la Candelaria» o candela (candela = luz).

La fiestas de «la Candelaria» se llevan a cabo durante el mes de febrero (del 1 al 5). Además de las raíces religiosas de donde viene su origen, también se celebra la feria tradicional donde se designa a una joven del municipio como la representante de la feria, la reina de la Candelaria; del mismo modo, simultáneamente, se celebra la exposición agrícola-ganadera, donde se muestra la riqueza de la producción agropecuaria del municipio.

 

LA FESTIVIDAD – Mezcla de lo profano y lo religioso

Los festejos de la patrona de los tlacotalpeños datan desde finales del siglo XIX. La «Virgen de La Candelaria» era paseada por el río, con la finalidad de que los pescadores (quienes la adoptaron como su patrona) tuvieran abundante pesca durante el año; costumbre ancestral que se conserva hasta la fecha.

La feria comienza el día 31 de enero, con una fastuosa cabalgata, en donde participan más de 600 personas, a cuyo frente se encuentra una capitana, una teniente y la coronela. A ellas se unen bonitas chicas de la localidad y apuestos mozos, niños y adultos, todos ataviados con regios trajes jarochos. En estas fiestas, salen a relucir las hermosas joyas de la familia: collares y pendientes de brillantes, esmeraldas, abanicos y peinetas de carey.

El recorrido comprende las calles principales de la ciudad; anteriormente, los acompañaba una banda de música, con instrumentos de viento; actualmente es la banda de la Escuela Naval «Antón Lizardo» quien escolta la comitiva.

El 1ro de febrero es el día dedicado a los toros, iniciado con el embalse: los toros atraviesan el río, acompañados por miles de personas que viajan en canoas, piraguas y cayucos. Ya en tierra los sueltan, realizando una especie de pamplonada («San Fermín» – España).

Los festejos del día 2 se inician con “las mañanitas” a la patrona del lugar; aquí se reúne gente de la localidad, con pueblos aledaños.

Desde las primeras horas de la tarde repican las campanas para que, en punto de las 3 de la tarde, se inicie el paseo de la Virgen en un chalán por el «Río de las Mariposas» (o «Papaloapan»). A esta procesión la preside el señor arzobispo del puerto de Veracruz, además de asociaciones y cofradías, entre otras, quienes le van entonando hermosos temas.

Hay que destacar el ambiente festivo de la gente de Sotavento el cual queda de manifiesto en el encuentro de jaraneros, que se inicia el día 31, teniendo como marco la «Plazuela de doña Martha» (un parque estilo morisco), además de las mojigangas y el fandango, en el que participan todas las personas que lo desean, durante el gran ambiente que se dá durante toda la noche.

En Tlacotalpan la gente se viste de rojo, se sube en lanchas y «toma por los cuernos al toro» para cruzarlo a nado mientras, en la otra orilla del río, los hombres se montan a caballo y aguardan impacientes su llegada.

En las celebraciones patronales del «Día de la Candelaria», la religión preside a la fiesta porque, en Tlacotalpan, primero está la diversión y el trago y después, lo espiritual y el recogimiento.

«Que ahí viene el toro», «que me suelten al torito que aquí lo espero» y «Ajá» dicen las playeras fajadas en ajustados pantalones de mezclilla. También hay blusas ombligueras, pero rojas; amplios escotes, pero rojos; camisas vaqueras pero rojas; y mujeres de carnosos labios, pero rojos…

De Jalapa, Alvarado, Cosamaloapan, Córdoba y el Puerto; de Puebla la Perla del Golfo, Tierra Blanca y hasta chilangos, todos los visitantes se encuentran en Tlacotalpan un espacio perfecto para tomar un «torito» y reír entre amigos a carcajadas. Desde el mediodía en esta ciudad los hombres ya tienen las manos llenas: en la izquierda, la caguama y, en la derecha, una mujer…

Aquí, la música tropical en una bocina; más allá, los grupos norteños en la puerta de un restaurante, y los niños subidos en las improvisadas cercas que protegen del toro a los locales y los valientes que ya lo esperan.

Y las bellas que con un «usted nomás, no se me suelte, mi reina» se sienten protegidas, y los latidos de emoción de toda la concurrencia porque ya no tarda el toro. El animal, casi ahogado, llegando a la orilla.

Son seis los toros a los que el agua les ha quitado lo bravo en la pamplonada tlacotalpeña… El animal se ha vuelto manso, mientras el hombre se convierte en bestia… Si el toro no corre con una cuerda atada al cuello, lo jalan; si no se de vueltas a mirarte, basta con vaciarse una cerveza…

En Tlacotalpan importa poco si el toro quiere andar suelto por el adoquín; para sus seguidores es más divertido verlo caer, una y otra vez, en la Plaza Zaragoza y corear su carrera entre mares de gritos y gente.

Con tres horas de carrera, el valiente lo es más… no importa que le quiten al toro si el «torito» le dura para no acabar la fiesta. ¡Qué más da, si de regreso al toro se llevan!… En Tlacotalpan las manos se vuelven a llenar porque el cuerpo aguanta mucho y, montado a caballo, más. Después de todo, la noche es larga y aún falta un disparo para terminar…

Las tiendas y puestos ambulantes se disputan el espacio en la calle principal; se improvisan tablados en la Plaza Hidalgo, en la Plaza de Doña Martha, en la de San Miguel y Nicolás Bravo.

En la festividad religiosa, los juegos pirotécnicos también son fundamentales, sobre todo el 2 de febrero, cuando se encamina la Virgen hacia el muelle. Durante el paseo, Ella habrá de bendecir el puerto y amainar la bravura del Papaloapan para que, en el futuro, no cause inundaciones.

Esta fiesta ha cobrado tal celebridad que, año con año, asiste una multitud cada vez mayor. Las hileras de carros se estacionan a muchos kilómetros de la ciudad y los hoteles son insuficientes, por lo que la gente prácticamente no duerme durante varios días.

VIDEO

IR ARRIBA

Categories
00 Todas las Advocaciones 02 Febrero ADVOCACIONES Y APARICIONES FOROS DE LA VIRGEN MARÍA Foros de la Virgen María

Nuestra Señora de la Candelaria de la Popa, Cuba ( 2 de febrero)

La Virgen de la Popa de Trinidad, en Cuba, es un imagen milagrosa protectora de los marinos. Son cientos los ex votos y leyendas que relatan las paredes de su ermita.

Se historia que la Virgen apareció en el “Cerro de la Popa” sobre dos piedras de imán, surgiendo de las profundidades de una caverna que pasa por donde, actualmente, se encuentra el Altar Mayor de la Ermita.

Antiguamente era frecuente ver penitentes subir de rodillas en empinado camino a la ermita de la Popa, pero esta advocación ha perdido su relumbre de antaño…La «Isla Verde», situada a 145 Km. (90 millas) al sur de la península de Florida, con sus 105.007 kilómetros cuadrados, se trata de la mayor de las islas del Caribe. Junto con la Isla de la Juventud y otros muchos islotes y cayos, constituye la República de Cuba. La isla es conocida en todo el mundo por su clima, sus playas, su música, su ron, su tabaco, su café, etc.

La población es una mezcla de los descendientes de los antiguos españoles y de los esclavos traídos de África, junto con algunos hindúes y chinos llegados a finales del siglo XIX y principios de siglo XX. En su conjunto, se trata de una población multicolor.

 

TRINIDAD DE CUBA

El Municipio de Trinidad es uno de los treinta y dos municipios en la provincia de Las Villas. Situado este municipio al sur de la provincia, limita por el este, con el de Sancti Spíritus; al norte, con el de Fomento; y al oeste, con el de Cienfuegos; y al sur, sus costas son bañadas por el Mar Caribe. Su territorio cubre una superficie de 1,467 kilómetros cuadrados.

Ubicada en la central provincia de Sancti Spiritus, la antaño conocida como “Villa de la Santísima Trinidad” tuvo su origen hacia el 1514, para colocarse entre las siete primeras villas fundadas por los españoles en el archipiélago cubano.

También llamada la “Ciudad Museo” de Cuba, tiene el privilegio de ser una de las localidades coloniales del país y califica además entre los conjuntos arquitectónicos más completos y conservados del continente americano.,

Declarada “Patrimonio de la Humanidad” por la UNESCO en 1988 y ruta obligada hacia la conquista de nuevos territorios, se asentó junto a las márgenes del río Guaurabo, donde los españoles encontraron una población aborigen utilizada como mano de obra, tierras fértiles y excelentes puertos para la preparación de expediciones.

Verdadero tesoro de las más diversas riquezas, la villa extendió sus límites en el siglo XVI apoyada en la incipiente industria azucarera, para crecer como un núcleo urbano entre rejas de singulares formas, llamativas edificaciones y calles empedradas.

Cuenta la historia que el sitio escogido por el Adelantado Diego Velásquez para la fundación está donde se localiza actualmente el Parque Martí, con la primera misa a la sombra de un jigüe y a cargo del padre Fray Bartolomé de las Casas.

Casonas coloniales, amplias, cómodas y ventiladas, palacios donde el lujo y el derroche hicieron de las suyas para integrarse al arte colonial cubano, convierten a Trinidad en una indiscutible joya urbanística y arquitectónica de antaño. El signo decorativo característico de las viviendas de la ciudad tiene su base en la ornamentación neoclásica, reflejada en murales, molduras, marcos de madera y en las caprichosas formas que los forjadores del hierro lograron imprimirle, para que se convirtiera en uno de los mayores encantos de la ciudad.

 

LA POPA

Pueblo donde se encuentra la “Ermita de Nuestra Señora de la Candelaria de la Popa”. Fue localidad de un antiguo hospital militar español. Se encuentra al norte de Trinidad.

Todos pueden contemplar, desde la cuesta de “La Popa», un panorama magnífico de la ciudad que se extiende, hacia un lado, por las cordilleras que corona el Potrerillo, y, por otro, termina en la cinta de purísimo azul del mar antillano. Pero, pocos se detienen a conocer, a escudriñar en los anales de las interesantes tradiciones trinitarias los acontecimientos sobrenaturales que forman de “la Popa» algo como una “Gruta de Lourdes” o “Santuario de la Caridad del Cobre”, la virgencita amada del pueblo cubano.

Muy vieja es la construcción primitiva de la Ermita; puede decirse que se remonta al primer cuarto del siglo XVIII. El dato más antiguo que puede citarse es una disposición testamentaria de Don Joseph Carvaxal, del 28 de enero de 1740, ante el Escribano Don Tomás de Herrera, Archivo Notarial del Dr. Francisco Fernández Quevedo. En enero de 1740, ya estaba abierta al culto la iglesia de “Nuestra Señora de la Popa”, nombrada “Ermita de la Caridad”, como puede comprobarse por documentos oficiales relativos a la, fundación del Hospital de Caridad, que se llamó de San Juan de Dios

 

ALGUNOS MILAGROS DE LA VIRGEN

Nativos de la ciudad y forasteros visitan, ansiosos de alguna nueva emoción, la “Ermita de la Popa”. Admiran las cosas antiguas, con más o menos interés, según la cultura que se posee; tal vez, pasen de largo por ante un cuadrito que encierra una historia, brillante página del pasado que, de manera tan emotiva, se va desentrañando.

En el ángulo superior aparece la imagen de la Virgen entre nubes tempestuosas; y en el cuadrito, no obra de arte, pero si de devoción admirable, se destaca un barquichuelo o falucho que parece irse a pique, mientras luchan con las frágiles velas, azorados, en actitud de angustia, tres pobres tripulantes.

Al pie del cuadro, en caracteres de letra estilo español de la época, se lee «El dia 28 de diciembre de 1766, abiendo salido del Vallamo el patrón Lorenzo Vazarra, con una carga de tabaco de su Majestad, para el Vatabanó, enfrente del Río Hondo le abrieron los Ratones al Varco dos abujeros, y, biendo que seiban apique, acudimos al helugio de la Virgen de la popa i permitió qe. se taparan de polsi los abujeros y salinos sin perder arvarmamento».

Así, textualmente, cumplieron con la “Virgen de la Popa”, la milagrosa Virgen del mar, los marineros salvados. Esto sucedió en 1766, época en que la “Ermita de Nuestra Señora de la Popa” se llamaba “de la Caridad”, y a ella acudían a cumplir ofrendas, a orar ante la imagen bendita, los marinos que arribaban a esos puertos. Entre la gente de mar, la fama de la “Virgen de la Popa” corría de boca en boca. La imagen, en aquella época, era muy parecida a la de la “Caridad del Cobre”; de pequeño tamaño.

Hubo hechos prodigiosos acaecidos en «la Popa» entre ellos, la incorruptibilidad del agua de los floreros de “San Blas” y sus virtudes curativas.

Una versión tradicional relata que, un piloto malagueño, nombrado Juan de España, en mares lejanos, naufragó yendo en una embarcación nombrada “La Popa” y que, teniendo, a bordo, una imagen de la “Virgen de la Candelaria”, a ella se encomendó, y, salvado milagrosamente, acudió con ofrendas ante la “Virgen de La Popa» rendirle el homenaje de su gratitud.

Las primitivas noticias tradicionales aseguran que la Virgen apareció, allí, en el “Cerro de la Popa” sobre dos piedras de imán, surgiendo de las profundidades de una caverna que pasa por donde, actualmente, se encuentra el Altar Mayor de la Ermita. Vecinos piadosos erigieron, en la forma rústica primitiva, dicha ermita, con noticias, ya, de la aparición ocurrida en la bahía de Nipe.

Desde el mar costeño se divisaba la ermita y a ella dirigían sus ojos los marinos o viajeros en trances de naufragios, muchos de ellos ocurridos en estas costas (como lo refieren los primitivos historiadores de Indias) pues los barquichuelos eran frágiles y los pilotos improvisados la mayoría de las veces y, el paso de nuestras costas en ciertos lugares, muy tormentoso. No es difícil comprender el culto que la gente de mar profesó a la “Virgen de la Popa” y las ofrendas que se le rendían.

Seguramente, el eco de los toques de las campanitas llegara hasta los marineros en peligro, y fuera como una voz salvadora de aliento y esperanza; y, al retornar de los mares borrascosos, subirían la cuesta y doblarían la rodilla, ante la “Virgen del Mar”.

Así, entre infinidad de casos, sucedió por el año 1785, a cuatro jóvenes trinitarios de los que más visitaban los puertos de Nueva Granada, traficando con objetos de arte y piedras preciosas. En esa época era puerto habilitado el del Guaurabo y se hacían los viajes, muy arriesgados y largos, en los frágiles barcos llamados de Frasquito.

Esos jóvenes, hijos de la tradición, que iban en aire de aventuras, alejándose de las costas de Cuba e internándose en el Golfo de Darién, eran parientes. Se llamaban Marcos Nicado de Figueroa, Felipe Ramírez Naranjo y Salvador Pacheco de León que, en época en que a menudo eran arrasadas las embarcaciones por las furias de las tormentas, se vieron en una noche borrascosa, y con la visión dantesca del naufragio, al regresar, llenos de entusiasmo y cargados de valiosas mercaderías y, notando que sus esfuerzos eran inútiles, que el poder irresistible del mar airado los vencía y que todas sus ansias de gloria y riqueza iban a tener por tumba las olas embravecidas, no lejos de la costa, en la desembocadura del Río Hondo, en el litoral, al Este de Trinidad. Ya sobre los restos de la embarcación, clamaron por la “Virgen de la Popa”, volvieron el pensamiento y los ojos hacia la milagrosa imagen venerada en el pueblo donde habían dejado las comodidades del hogar y los seres más queridos, e hicieron votos, promesas firmes en aquellos horribles instantes, de visitarla ante todo, cuando un zarpazo del mar los arrojó sobre los arrecifes del río. ¡La Virgen los había salvado, (gritaron ellos) y cumplieron su promesa contraída de no visitar a su propia familia, sin cumplir los votos hechos.

Y ante el espectáculo de los asombrados vecinos de la Villa, los jóvenes Nicado de Figueroa, Ramírez y Naranjo y León, raídos los trajes, con aspecto de náufragos salvados, hicieron su aparición por las empedradas calles, cruzaron por delante de sus propias casas situadas en las de Gloria y Desengaño sin dirigirles una mirada, sin articular palabra y, así, subieron la cuesta de “la Popa” y se prosternaron ante la “Santísima Virgen” a quien debían la vida.

También se cuenta que, establecido ya el primitivo “Hospital de Caridad”, cierta noche, un soldado que estaba de centinela en la garita de la puerta, tuvo la mala idea de abandonar el servicio, incitado por la atracción maléfica de una mujer de la calle, lo que, en aquellos tiempos, era juzgado con pena capital; y, al cruzar frente a la ermita, retrocedió, estupefacto, ante una nube blanca entre la que fulguraba la imagen de la Virgen milagrosa. Retrocedió el soldado, haciéndose cruces, ocupando su puesto en momentos en que llegaba el retén de las milicias encargadas de la vigilancia. Y este hecho fue repetido por boca de los vecinos y se acrecentó la importancia y efectos milagrosos por la sucesión de hechos extraordinarios relacionados con el lugar.

Se cuenta, además, que, en la época ya citada de la tormenta de 1812 que dejó, casi en ruinas la ermita, mientras se procedía a la reedificación, fueron las imágenes trasladadas en depósito a otros lugares; pero, ante el asombro de los presentes, al llegar los primeros trabajadores a la ermita, allí estaba la “Virgen de la Popa”, aparecida, de nuevo entre la admiración y el fervor de los fieles creyentes que acudían, presurosos, al enterarse del milagroso hecho.

 

LA ERMITA-SANTUARIO

Después fue construida la ermita que se puso bajo la advocación de “Nuestra señora de la Candelaria”, construyéndose de veinte varas de largo, por diez de ancho y cinco de alto, levantada, a sus expensas por el presbítero Don Jacinto de Villalobos, en el primer cuarto del siglo XVIII, con sacristía y una torrecilla o espadaña donde fueron colocadas las tres campanas. Coadyuvaron a esta obra el Alguacil Mayor, Capitán Don Carlos Polo, y el presbítero Don Julián Castellanos que fue su primer capellán. En 1768 aparece que el Ayuntamiento pagó siete pesos por consumo de cera en las fiestas de “la Candelaria”.

Empezaron a tener resonancia las “Ferias de la Popa” y a ser más visitado el lugar, y tan famoso era el sitio que el Barón de Humboldt escribió que, «al extremo boreal, se halla la iglesia “NUESTRA SEÑORA DE LA POPA”, sitio célebre de romería».

La ermita quedó, casi en ruinas, a consecuencia de la tormenta de 1812; pero, prontamente, su entonces Capellán, José M. Silverio, con la ayuda del pueblo, la reedificó y mejoró notablemente, colocando allí el “Santísimo Sacramento” por intercesión del Gobernador de esta ciudad, a la sazón Don Nicolás Pablos Vélez Padrón, nieto del ilustre patricio del mismo nombre y apellido que adquirió el venerado “Señor de la Veracruz” como principal contribuyente, y la obra de reconstrucción fue dirigida por Don Juan Cadalso Piedra.

Para subir a la ermita se construyó la calzada, que aún existe, en tiempos del Gobernador Brigadier Don Juan Herrera Dávila, (20 de abril de 1847 a marzo 17 de 1851), por suscripción popular que él inició.

 

LAS FESTIVIDADES

En aquella época alcanzó su mayor esplendor «La Popa» con las “Ferias” que se celebraban el día de “Nuestra Señora de la Candelaria” (2 de febrero, festividad de la “Purificación de Nuestra Señora”, y el 3 del mismo mes, festividad de “San Blas”). Acudía a la ermita y a sus alrededores, una gran muchedumbre y había una extraordinaria romería, fuegos artificiales, puestos para ventas de golosinas y agua de Loja. Se repartía a los fieles velas benditas el “Día de la Candelaria” y en el de “San Blas”, cordones para la garganta, de cuyos males preserva la devoción del Santo que aparece cubierto de innumerables milagros.

Todo el barrio, llamado de Jibabuco, andaba de fiesta; se adornaban las casas con palmas y ramajes, se decoraba la calzada con faroles y, por las noches, se quemaban barriles llenos de paja a manera de luminarias, permaneciendo mucha gente en vela.

En la calle de San Patricio había buena tienda de pulpería; en la calle del Desengaño, frente al “Hospital de Caridad”, se hallaban de venta en la tienda «La Balandra» (nombre marino) tarros de ginebra superior, a tres reales sevillanos. («Correo de Trinidad», año de 1845).

Hay más leyendas, otros datos y tradiciones que se repiten de generación en generación sobre “la Popa”, en sus distintos aspectos, pues, sabido es que, además del panorama espléndido y de la santidad del sitio, aquellos alrededores están adornados de grutas preciosísimas que tienen sus distintas historias.

Así corrieron los años, amenguándose la tradición a medida que han venido nuevas generaciones. Las “Ferias de la Popa” vinieron a menos, y, actualmente, sólo se celebran modestas fiestas religiosas a “Nuestra Señora de la Candelaria” y a “San Blas”, cuidándose con verdadero celo y piadosa constancia de la Ermita, de las imágenes y objetos antiguos que aún se conservan.

Ahora no recibe tantas ofrendas, como antaño, la “Virgen de la Popa”. De vez en vez, sube algún penitente de rodillas la empinada cuesta y va mayor público los primeros días de febrero para no olvidar la tradición; pero, ya, en el silencio de la noche, no alumbran las fogatas la “Loma de la Popa”.

 

TESTIMONIO DE LA BENDICIÓN DEL SANTUARIO

Tomado del Semanario «La Mariposa», del día 26 de noviembre de 1899:

«En la Popa, el sábado por la mañana, según dijimos a nuestras lindas lectoras, fue bendecido el santuario de «La Popa» por el Presbítero Santiago Garrote Amigo, Cura Vicario de esta Ciudad, celebrando después una misa rezada. A las doce, las alegres campanas de aquel poético santuario anunciaban al pueblo que, por la tarde, se celebraría un acto religioso. Efectivamente, a las cinco salieron de la iglesia Santísima Trinidad en procesión las imágenes de aquella ermita en el orden siguiente (…) Primero: Cruz parroquial; seguidamente, las imágenes de San Cayetano, Jesús de Nazareth, Santa Rosa de Lima, San Blas y “Nuestra Señora de la Candelaria”, seguidas de los sacerdotes señores Garrote, Quintana Vega y Powers, cerrando la marcha la orquesta que daba al aire hermosas tocatas apropiadas al acto (…) Terminada la procesión, la lomita de la Popa ofrecía un aspecto encantador, pues allí lucían sus galas nuestras bellas que convirtieron aquel lugar en un jardín deliciosísimo(…) El domingo, por la mañana, se celebró una misa solemne, la cual también quedó sumamente concurrida, siendo el pequeño templo insuficiente para contener a los fieles (…) Nosotros, para quienes el santuario de la Popa es así como una hermosísima reliquia, enviamos a la Srta. Josefa Urquiola y González, iniciadora de aquellas fiestas religiosas nuestro aplauso por su decidido empeño en que la ermita de la Popa recobre el esplendor que siempre tuvo.”

IR ARRIBA

Categories
00 Todas las Advocaciones 02 Febrero ADVOCACIONES Y APARICIONES FOROS DE LA VIRGEN MARÍA Foros de la Virgen María

Nuestra Señora de la Candelaria, en Venezuela ( 2 de febrero)

Venezuela tiene gran devoción por la Virgen de la Candelaria, en varias zonas de su territorio se celebra la fiesta con características autóctonas, que muchas veces sintetizan viejos ritos precristianos de alabanza a la fertilidad de la tierra, con los propiamente cristianos.
Estos festejos tienen danza, disfraces y luminarias.

…VER VIDEOS…

VENEZUELA es un país multicultural, con una pacífica, laboriosa y alegre población que es fruto de raíces indígenas, europeas y africanas.

En la fiesta de “LA CANDELARIA”, Venezuela muestra, como es muy común en la mayoría de sus celebraciones populares, elementos de rituales indígenas y de los descendientes de esclavos africanos que han sido sincretizados con las fiestas Católicas Españolas.

Se caracteriza por estar llena de conjuntos de danzas, disfraces, máscaras y bandas de músicos que conducen a expresiones de desbordante sensibilidad festiva.

Asimismo, la fiesta de “la Candelaria” muestra reminiscencias del paganismo Europeo que fueron transformados con los años en fiestas cristianas.

Los católicos celebran ese día la “Fiesta de la Purificación de la Virgen María” (ya que los judíos creían que la mujer debía pasar por un proceso de purificación luego de dar a luz) y se conmemora la presentación del Niño Jesús al Templo de Jerusalén.

 

LAS FESTIVIDADES EN DIFERENTES REGIONES DEL PAÍS

El mes de febrero, en Venezuela, es sinónimo de festividad en honor a la “Virgen de La Candelaria”. Esta celebración se realiza en varias regiones del país durante 18 días, con la presentación de más de 200 danzas. Hombres, mujeres, ancianos, jóvenes y niños no cesan de bailar para la Virgen, agradeciéndole los beneficios y milagros concedidos.

En todo el territorio del país, esta fiesta es una de las tradiciones más arraigadas e importantes, sobre todo en la región andina.

Su historia se remonta a la época de la Colonia, por el año 1628, fecha en que Fernando de Saavedra Valdés se dispuso a reunir indígenas y encomenderos para adoctrinarlos por medio de los religiosos franciscanos.

Pero, fue en 1630 cuando se radica en la zona el Presbítero Bartolomé Carrero de Escalante, quien construyó una ermita, es decir, un pequeño santuario, en medio del poblado, donde divulgó el culto a la “Virgen de la Candelaria”, que pasó con el tiempo a ser centro de devoción cristiana de toda la comarca.

La población toma por asalto las calles, para sorpresa de los turistas; personas que llevan en sus manos velas encendidas. Cuatro de esas personas, llevan en un pañuelo o en una cesta preparada, la imagen del Niño Jesús, ya que son los padrinos; van acompañados de un conjunto de violines, se canta y se reza el Santo Rosario. La alegría se completa con la quema de juegos artificiales: morteros, cohetes o voladores.

A las ocho de la mañana, tanto lugareños como visitantes se reúnen en la iglesia para participar en una ceremonia conocida como la “Bendición del Fuego de la Candelaria” a la cual asisten llevando velas y velones encendidos para que sean bendecidos por el cura de la iglesia. Luego de la procesión en las calles, la imagen de la Virgen es llevada hasta las puertas del templo. Allí los “Vasallos” entonan coplas antes de dar comienzo al baile.

Su colorido y esplendor es parte del comienzo del cielo en verano con el fresco clima que deja la lluvia (recordemos que en Venezuela se llama “verano” al periodo de sequía que se extiende desde noviembre hasta mayo).

Se festeja la fertilidad de la tierra, costumbre antigua de los indígenas, pero con la incorporación sincrética de la devoción a la “Virgen de la Candelaria” en ese día. Hay una procesión que lucha con los carros, los hombres se visten con colores estridentes, además de plumas, banderas, sombreros escandalosos con pelos rojos. Es lo más sorprendente de todo el asunto y llevan un palo y una maraca en las manos.

Arrancan con una misa para la “Bendición del Fuego de la Candelaria” con velones prendidos. Durante la Procesión se cumplen promesas, cantan sus coplas a la Virgen y se baila al acompañamiento de un violín, tiple, cuatro y tambora. Los Vasallos continúan en la casa del capitán donde se toman su vainita, chicha o licor, bailando como en trabajos del campo.

 

ANZOÁTEGUI

En Caracas también las celebraciones se realizan en la “Parroquia de la Candelaria”, así como en el Estado de Anzoátegui y en el Estado de Lara, otras dos de las regiones donde las celebraciones de la “Virgen de la Candelaria” son más arraigadas.

El sentimiento religioso de Cantaura (Anzoátegui) es característico, a tal punto que, a partir del 20 de agosto de 1990, la “Virgen de la Candelaria” es Patrona del Estado Anzoátegui y su imagen venerada por propios y extraños.

Hasta la actualidad la versión más aceptada del por qué “Nuestra Señora de la Candelaria” está en Cantaura, tiene su comienzo en una tradicional leyenda Kariña. La misma afirma que un día, el sol se puso rojo y resecó la hierba, los ríos se paralizaron y la lluvia, como maldición, se alejo de Chamariapa lo cual motivo a los Kariñas a hacer plegarias para que cesara la dura sequía. De pronto, sorpresivamente entre la hierba, hizo su aparición una luz con la imagen de una virgen que dijo llamarse Candelaria. Al poco tiempo, llegó la lluvia y con ella el verdor de los campos, el caudal de los ríos y el ganado que hoy con el gas natural y petróleo son las principales riquezas económicas de esta tierra también conocida como “El Faro Norte de la Mesa de Guanipa.”

En consideración a tal leyenda, tanto el fundador de Chamariapa como los misioneros franciscanos que le sucedieron, se encargaron de inculcar entre Hispanos y Kariñas, la fe por la peculiar imagen de su “Virgen de la Candelaria”, que se distingue de otras, por ser blanca y no morena como comúnmente es representada.

 

VARGAS

En la “Parroquia La Candelaria” de Caracas, así como en el Estado de Vargas (norte), se realizan concursos de danzas, convocando a grupos de bailes autóctonos, y luego se efectúa una procesión en los alrededores de la parroquia.

 

MÉRIDA

En la región andina venezolana, especialmente en el estado Mérida, el día de la “Virgen de la Candelaria” es celebrado por la “Cofradía de los Vasallos de La Candelaria”, quienes representan una danza de indudable sentido propiciador de la fertilidad y fecundidad de la tierra.

Por lo general, en estas celebraciones, se aprovecha para promover la unidad comunitaria y familiar, y honrar a María como la intercesora de Dios en el mundo. Es la celebración de los inmigrantes españoles más identificados en Venezuela.

Puede definirse como una ‘fiesta en la casa’ no estrictamente religiosa; se hace todo lo relativo al ambiente festivo, a la alegría. Se reparten en las iglesias unas velas amarillas que se llaman ‘velas del alma’, las cuales, según una antigua tradición llamada ‘la fiesta de las candelas’, representan las luces que alumbran el camino de la gente al nacer y al morir. Hay quienes las guardan en sus altares domésticos para usarlas en tormentas o crisis familiares, que serán puestas en manos de la Virgen.

 

VALENCIA – VALLE DE SAN DIEGO

Los habitantes de la zona La Candelaria del municipio Valencia y los del Valle de San Diego de Alcalá, celebran el 2 de febrero con una gran fiesta llena de alegría a la regente espiritual de estas dos poblaciones que mantienen viva una tradición que comenzó hace más de 160 años.

En la iglesia de “La Candelaria” del municipio Valencia hay dos imágenes de la Virgen. La más antigua está en una capilla dentro de la iglesia, fabricada en Caracas, en 1873, al estilo colonial, con armadura, por lo que rostro y manos son las únicas partes tridimensionales. Tiene una enorme corona y un vestido blanco y azul, con una hermosa capa. La gran mayoría de los devotos encienden allí sus peticiones y es más admirada que la nueva imagen que ocupa la pared del púlpito central fabricada en 1908 en París, tallada en madera, con estilo neocolonial, elaborada producto de la venta de las joyas donadas por los feligreses.

“La Candelaria” tiene la tez morena, aunque en muchas iglesias no toman en cuenta esta característica porque muchos piensan que la primera figura que apareció estaba quemada.

El ceremonial de la celebración de la “Virgen de La Candelaria”, tanto en Valencia como San Diego, comienza con la bendición de los cirios en la plaza, afuera del templo. Una vez que el manto de las palabras protege al numeroso grupo de personas, tratando de estar lo más cercanas al pastor para recibir las chispas del agua santa, entran al templo cantando y celebrando a la “Virgen de La Candelaria”

La zona, iglesia y Virgen tienen el nombre de “La Candelaria”, en el municipio Valencia, por el grupo de canarios que llegaron a Venezuela trayendo sus costumbres, ideales y añoranzas de su suelo. Fue así como contribuyeron a la construcción del templo católico y todavía hoy en día apoyan iniciativas y las festividades anuales que se realizan.

 

LA DEVOCION – EL PRIMER TEMPLO

El 27 de Noviembre el presbítero Gabriel de Mendoza fundó la “Iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria” en 1618, por orden del Rey Felipe II de España y por Real Cédula, fechada en Madrid, le es ordenado al gobernador y al Capitán General y al Obispo de Venezuela reunir a todos los indígenas dispersos para comenzar a hermanarlos en pueblos, y así los misioneros o religiosos católicos comenzaron a inculcarles la doctrina religiosa.

En el año 1895 el escritor costumbrista Rafael Bolívar, narrando las festividades de la “Virgen de la Candelaria”, dijo entre otras líneas: “No hay Cristo que se oponga a la querida Virgen de la Candelaria en su día”.

De esta apreciación han transcurrido más de 100 años, muchas costumbres han cambiado, algunas hasta han desaparecido. Pero la celebración a la “Virgen de Candelaria”, día a día, se ha fortalecido en un trabajo conjunto entre la parroquia y el equipo de Candelaria, quienes han logrado una participación sin precedentes a la comunidad. Participación que incluye la celebración de la Novena a la “Virgen de la Candelaria”, la Misa de Aurora, la tradicional Misa Solemne, la procesión conjuntamente con las autoridades municipales a través de la Dirección de Educación y la Dirección de Deportes y el majestuoso desfile cívico, sin obviar los actos populares, con la tradicional elección de la reina, las actividades deportivas, los toros coleados y las exposiciones de pinturas, entre otras.

VIDEO

IR ARRIBA

Categories
00 Todas las Advocaciones 02 Febrero ADVOCACIONES Y APARICIONES FOROS DE LA VIRGEN MARÍA Foros de la Virgen María

Nuestra Señora de los Remedios de Huajicori, México ( 2 de febrero)

María de Huajicori, o la Virgen Candelaria es la protectora de la zona del Nayar, en el estado de Nayarit, contándose sobre ella numerosos auxilios por crecida de los ríos de la región.

Se cuenta que fue hallada y misteriosamente desaparecida varias veces y su templo fue comenzado a construir más de una vez, hasta que reapareció sobre un árbol y a su lado se le construyó la actual Iglesia…

…VER VIDEOS…

El nombre de Huajicori proviene del término cora “Huaxi-imi”, compuesta de “Xicori” sinónimo de “Payol” (Biznaga llamada Peyote) y “Hua», que indica la denominación de “Mucho Peyote” o “Donde hay mucho peyote”.

Huajicori se encuentra a 60 metros sobre el nivel del mar. El municipio de Huajicori se localiza en la región serrana. Limita, al norte y al este, con el estado de Durango; al sur, con el municipio de Acaponeta y, al oeste, con el estado de Sinaloa. Tiene una superficie de 2,267.5 kilómetros cuadrados.

Tiene 182 localidades de las cuales, las cinco más importantes son: Huajicori, San Andrés Milpillas, Quiviquinta, Mineral de Cucharas y San Francisco del Caimán. El 21% de la población se concentra en la cabecera municipal. Las cuatro partes restantes se encuentran dispersas en las demás localidades, de las cuales 143 tienen de 1 a 49 habitantes.

Una pintoresca población de agradable fisonomía que aún se niega a perder su encanto colonial. El lugar adquiere mayor realce con el colorido de las fiestas de la Virgen de la Candelaria.

 

LA IMAGEN

La imagen de «Ntra. Sra. de los Remedios» es antigua y pequeña, no pasa de los 50 centímetros de altura y, al igual que las demás imágenes marianas de la época, está elaborada con pasta de Michoacán.

La visten con gran esplendor. A los costados de su manto están colocadas dos tiras de rosas que la hacen similar a la imagen de «Ntra. Sra. de Talpa»; en su brazo izquierdo sostiene al Niño Jesús y, en la derecha, trae consigo una candela. Bajo sus pies está colocada una media luna y, sobre su cabeza, una corona y aureola de plata.

Está sentada sobre una peana circular que la hace ver un poco más alta.

Su propio título es el de «Nuestra Señora de la Purificación» o «la Candelaria», de ahí que tenga en su brazo derecho la candela y que la festejen el día 2 de febrero de cada año, pero se le ha conocido con fama con el nombre de «Los Remedios de Huajicori».

Es preciso mencionar también acerca de la Prelatura del Nayar, cuando el Papa Juan XXIII el 30 de abril de 1962, erigió la «Prelatura de Jesús María del Nayar». Ésta queda exclusivamente dependiente de la Santa Sede y, entre las parroquias que la componen, se encuentra «San Sebastián de Huajicori».

La Prelatura está a cargo de los Padres Franciscanos. Tiene un área de 20,000 Kilómetros cuadrados y una población de más de 30,000 indígenas.

El 15 de agosto de 1962 el Delegado apostólico en México, D. Luigi Raimondi consagró en la iglesia de «San Francisco» en Guadalajara, al primer Obispo Emérito de la Prelatura, P. Fr. Manuel Romero o.f.m. quien actualmente todavía dirige está prelatura juntamente con el Obispo Fr. Antonio Pérez Sánchez o.f.m quien, antes de partir a la Prelatura, estaba a cargo de la «Parroquia de Nuestra Señora de Santa Anita», en Jalisco.

Es por esto que, al gozar de una gran fama, la «Virgen de los Remedios de Huajicori» en esta Prelatura y en gran parte del estado de Nayarit, es Ella la Protectora del Nayar.

 

ORIGEN DE LA IMAGEN

El origen de la venerada imagen se remonta al siglo XVII. Fue Fr. Francisco de Fuentes o.f.m el donante de la «Virgen de Huajicori» entre los años de 1623 a 1629 y después fue colocada en el templo principal de la población de San Sebastián de Huajicori.

La «Virgen de Huajicori» ha sido siempre la protección de toda esta región nayarita, sobre todo del poblado de Acaponeta donde, en varias ocasiones, se han visto afectados sus habitantes por inundaciones de un río que corre cerca del pueblo y que se ha desbordado. Pero la misericordia de Dios se ve manifestada a través de María de Huajicori.

 

LA FESTIVIDAD

Su festividad, anual y tradicional, es el 2 de febrero, festividad de la Candelaria. Se la celebra con gran solemnidad y esplendor, es muy venerada, especialmente en el norte de Nayarit y el Sur de Sinaloa. Acuden a su Santuario más de 10 mil personas solamente en las festividades.

Huajicori es sede de las más antiguas fiestas religiosas en el estado el día 2 de febrero. Peregrinos de toda la entidad se da cita en este pintoresco lugar para celebrar fervorosamente el «Día de la Candelaria», el 19 de marzo «Día de San José» y el 12 de octubre «Día de San Andrés». La «Virgen de la Candelaria» es venerada en una fiesta anual del 25 de enero al 2 de febrero.

La celebración inicia con el alba, con «mañanitas» y peregrinaciones al Templo de «Nuestra Señora de los Remedios». Hay danzas alusivas a la conquista española, acompañadas con chirimías; también hay bandas de música, juegos mecánicos, fuegos artificiales, palenque, exposición y venta de artesanías huicholas, verbena y baile popular.

 

MITOS Y LEYENDAS

En el interior del templo de «Nuestra Señora de los Remedios» se encuentra la imagen de “La virgen de la Candelaria”. La virgen está elaborada con pasta de maíz (técnica indígena tarasca).

Cuenta la leyenda que apareció flotando en las aguas del río Acaponeta un bule (similar a una calabaza hueca) la cual fue recogida por unos indígenas y llevada al templo de Huajicori por el fraile de Fuentes. Se dice que en la entrada está la piedra denominada “Teposilama” que, en el fervor popular, explica cómo la figura de una mujer que se arrepintió de haber visitado a la «Virgen de la Candelaria» se quedó petrificada sin poder regresar a su lugar de origen.

Otra versión de la leyenda de «La Candelaria» es la siguiente: Según los relatos de su origen (cosa que data de hace cientos de años), esta Virgen se apareció en el río de Cihuacora donde se le empezó a construir su parroquia y, cuando ya se estaban terminando los cimientos de dicha parroquia, la Virgen desapareció. Al poco tiempo, la encontraron más arriba, en un llano muy grande donde otra vez se le empezó a construir su capilla y también, como la vez pasada, al estar terminando los cimientos, volvió a desaparecer quedándole el nombre al lugar de los cimientos, los cuales todavía existen.

Tiempo después, se apareció en lo que hoy es Huajicori; pero no en el lugar donde está hoy la iglesia, sino que la encontraron cerca del río en medio de unos veranos de unos señores de apellido Juárez, los cuales dieron aviso del hallazgo y, como de antemano ellos ya tenían conocimiento de estas apariciones, se dio aviso a las autoridades tradicionales de San Francisco de Lajas, Durango; vinieron por ella para llevarla a donde se apareció por vez primera pero, a los pocos días de haberla llevado, volvió a desaparecer.

Tiempo después, en Huajicori (estaba poblado sólo por cinco familias), en lo que hoy es el centro del pueblo, que era una zona de monte con árboles muy grandes, encontraron a la Virgen arriba de uno de esos árboles. A dicho árbol lo conocían con el nombre de guaje y volvieron a dar aviso pero, esta vez ya no se la llevaron, sino que se le empezó a construir su iglesia a un lado del árbol, dejándola ahí hasta que concluyó dicha obra. El árbol permaneció hasta el año de 1971, fecha en la que se cayó debido al paso del tiempo.

Es por eso que, a dicho pueblo, le dieron el nombre de Huajecora, pero le han ido cambiando el nombre hasta llegar al que actualmente ocupa, «Huajicori». Es así que, cada aniversario (2 de febrero), se celebra la fiesta más bonita de esa región a la que acuden desde todo el municipio y toda la sierra. Allí se presentan peregrinaciones, danzas, exposiciones.

A la festividad acuden feligreses de distintos lugares con la fe que le tienen a esta advocación de la Virgen. Las fiestas duran tres días hasta el día dos de febrero.

 

TEMPLO DE NUESTRA SEÑORA DE LOS REMEDIOS

Considerado como uno de los templos más bellos e interesantes del estado, fue construido por los frailes franciscanos en el siglo XVII. Posee una hermosa fachada de estilo barroco en dos cuerpos, donde se destacan las finas decoraciones sobre la cantera de los frisos y el remate mixtilíneo, con la escultura de la santa patrona del templo.

El templo está construido en piedra roja y sus portales están labrados en cantera rosada. La portada principal está formada por dos cuerpos con torre de dos niveles. Como una decoración extraña a la construcción, se encuentra una gran escultura adosada (apoyo para el muro) en la esquina izquierda de la fachada que, por su deterioro, es imposible identificar al personaje que representa.

El primer cuerpo de la portada es la entrada al recinto, que tiene arco de medio círculo y arriba se ven dos angelitos bellamente esculpidos sosteniendo la corona o escudo papal. En la parte media del friso con triglifos y metopas sobre la clave del arco, está labrada un tanto deforme un águila bicéfala de Carlos V, lo que nos da una idea de la antigüedad del templo.

El arco de acceso esta adornado con relieves fitomorfos vegetales, el que está flanqueado por columnas de altos pedestales y de rasgos platerescos, como la señala el adorno central.

El segundo cuerpo es definitivamente barroco, con sus columnas salomónicas flanqueando, por un lado, a las hornacinas (hueco en forma de arco que se deja en el grueso de una pared), donde se alojan esculturas y, por el otro lado, tienen pares de pilastrillas que enmarcan la ventana coral luciendo un doble arquitocón pintaje (colgante), detalle clásicamente mudéjar. El remate afecta la forma triangular mixtilínea con un nicho en el centro con venera (concha) que alberga la escultura de la Virgen María.

El templo es de una sola nave rectangular. Está cubierta con bóvedas soportadas por arcos moldurados y con la clave labrada: las columnas medias muestran que sostienen los arcos. El altar principal es de estilo neoclásico, con frontón triangular que sostienen pares de columnas jónicas con guirnaldas esculpidas (como es común verlo en las iglesias de Jalisco y Nayarit). La torre del campanario es de dos cuerpos y capulín. El primer cuerpo, es de base cuadrada y columnas salomónicas; el segundo cuerpo, es ochavado y las columnas que flanquean sus vanos son de fuste liso.

VIDEO

IR ARRIBA

Categories
00 Todas las Advocaciones 02 Febrero ADVOCACIONES Y APARICIONES Foros de la Virgen María FOROS DE LA VIRGEN MARÍA

Virgen del Socavón de Oruro, Bolivia ( 2 de febrero)

Mama Candelaria, Canducha, Candila, Mesticita hermosa, Morena cachamoza, Mamita del Socavón… muchos títulos se le da a la Virgen de la Candelaria que ha sido venerada en Oruro desde que apareció pintada en un fresco del Socavón; se convirtió en patrona de los mineros y no quiso marcharse tampoco cuando fue restaurada y trasladada al altar. Desde su allí agradece con amor la devoción que sus hijos expresan con baile y folklore.

…VER VIDEOS…

Desde el año 1789 se tiene evidencia de la existencia de un cuadro, de mérito artístico, representando a la Virgen pintada sobre un muro que circundaba un solar abandonado en los extramuros de la ciudad de Oruro, contiguo a las colinas denominadas Pie de Gallo y Tetilla, que en la época eran asientos mineros de gran riqueza. También queda desde entonces el recuerdo de un milagro.

Este episodio dio origen a la famosa advocación de la Virgen del Socavón.

 

LA VERSIÓN DE LA APARICIÓN DE LA VIRGEN

La versión relativa a la aparición de la Virgen del Socavón – matizada de romanticismo y drama – la encontramos en la Novena compuesta en honor de la Protectora, por el cura Emeterio Villarroel y publicada a fines del siglo XIX. El personaje central es Anselmo Berlamino, apodado el “Nina-Nina” y pretendiente de Lorenza Choquiamo, una beldad india, hija de un comerciante de mediana fortuna llamado Sebastian Choquiamo.

De Anselmo Berlamino, dice aquella pieza eclesiástica, “en los anales de aquellos tiempos se puede compulsar el terror pánico que llego a inspirar en estas comarcas el famoso bandido “Nina-Nina”, especie de monstruo que perpetraba robos con la mayor audacia y la mas astuta sangre fría. Este asesino no pudo ser tomado por la policía y ni los premios que la autoridad ofrecía por su cabeza, ni las diversas partidas que se organizaron contra él, ni las celadas que se le tendían; tuvieron un resultado favorable”

El sábado de Carnaval de 1789, “Nina-Nina” planificó huir con su prometida Lorenza (que atendía el almacén de su padre en las inmediaciones del Conchupata) ante las negativas de su padre podara acceder al noviazgo, enterado como estaba de su mal de vivir.

“Nina-Nina”, devoto como era de la Virgen de la Candelaria, previamente acudió a un solar de la parte más alta de la ciudad, como era habitual en él, para encender dos cirios a la imagen, entonces ignorada por el común de las gentes.

Alrededor de las 7 y media de la noche, encaminó sus pasos hacia el almacén de los Choquiamo. Cuando ejecutaban el plan de la huida, fueron sorprendidos por el padre que retornaba al hogar.  

Desfalleciente el “Nina-Nina” fue conducido por una joven hermosa al hospital de la Villa, encargando se le prodigaran las mejores atenciones y que llamaran al señor cura. Luego desapareció súbitamente como por encanto después de dar su bendición al agonizante y hablarle al oído cortas palabras.

En esta narración entra lo histórico, cuando el autor de la Novena, sostiene que el párroco de Oruro Carlos Borromeo Mantilla en ese año de 1789, “recibió confesión del paciente, quien en esos supremos momentos de agonía y teniendo aún clavada en la garganta su propia daga, expuso que él era devoto de una Virgen de la Candelaria que existía en un solar abandonado de la ciudad, y a cuya imagen dedicaba todos los sábados una vela; que él era Anselmo Berlamino alias el “Nina-Nina” y estando próximo a expirar sin confesión en manos de Sebastian Choquiamo, había sido auxiliado por la misma Virgen a quien veneraba.”

Esta versión sobre el origen de la Virgen del Socavón, marca entonces el inicio de un culto frenético que conocemos en nuestros días y que como en ninguna parte del orbe, encuentra su identidad en las magnas celebraciones del carnaval de la actual capital del Folklore Boliviano, por su raigambre legítimamente andina y por una simbiosis mítico-pagana.

Los mineros de la zona, adoptaron los siguientes acuerdos: la mina de Pie de Gallo se llamaría en adelante “Socavón de la Virgen”, debiendo honrársela anualmente durante tres días a partir del sábado de Carnaval. Difundir este acuerdo unánime en toda la jurisdicción y componer canciones y villancicos en loor de la imagen, y esto que es importante, “que para honrar debidamente a su excelsa Patrona, todos los mineros se disfrazarían precisamente de diablos”.

Esto ultimo, devino de que los mineros siempre tuvieron sentimientos arraigados y ancestrales, de que el “tío” – que es el equivalente del diablo – interviene en el éxito o en el fracaso de sus labores en el subsuelo; por lo que modelan con barro o la greda más fina, una representación de Satanás en bulot, colocándola en las grietas preferidas de los parajes mineros, para rendirle pleitesía con vetas de sebo encendidas, masticaciones de coca y sendas libaciones de licor; amen de invocaciones cánticos y challas periódicas con sacrificios de llamas jóvenes, conocidos con los nombres de “convidos a la Pachamama”, ”mesas” y “wilanchas”.

 

EL CARNAVAL DE ORURO

“Aquí, en Oruro, se danza para la Virgen”. Después de 11 años de ser custodio de la Candelaria, el Padre Jairo de Jesús asume y respeta las tradiciones religiosas criollas. “Este no es un Carnaval como los de Río o Viena; es un Carnaval religioso que comenzó con el homenaje de los mineros a la Virgen en los únicos días que tenían libres, que eran los feriados de Carnaval. Este año será especial, pues, el 2 de febrero, día de la fiesta de la Mamá Candelaria, coincidirá con el Carnaval y eso ha pasado apenas tres veces: en 1799, en 1856, ahora el 2008 y no volverá a ocurrir hasta el 2160. Por eso vamos a sacar la casa por la ventana. Estamos refaccionando la iglesia y el 1 de febrero va a haber una gran peregrinación de cirios que va a convertir a Oruro en un mar de candelas. Luego, una serenata a la Virgen se va a fusionar con las bandas y al día siguiente, a bailar porque el Carnaval de Oruro es un tesoro multicultural único”.

El Carnaval de Oruro se origina en las ancestrales invocaciones andinas a la Pachamama (Madre Tierra), al Tío Supay (diablo) de los parajes mineros, y a la Virgen de la Candelaria.

Su honda espiritualidad y magnetismo, se ha gestado en cinco grandes periodos: el primero se extiende desde sus arcanos prehispánicos y coloniales hasta la aparición de la imagen de la Virgen de la Candelaria, en 1789 y su develación posterior en una cueva del cerro «Pie de Gallo».

En el segundo periodo, de casi un siglo (1789-1900) los mineros reunidos al conjuro del descubrimiento de la Virgen, resuelven reverenciarla durante tres días al año, desde el sábado de Carnaval, usando disfraces a semejanza del diablo al ritmo de una cautivante música, que nadie sabe quién compuso. Tampoco se conoce el pincel que pintó el fresco de la Virgen.

Data desde entonces la Entrada de Cargamentos y Ceras, con ornamentos regionales, presentes de plata para la Patrona, viandas, y bebidas.

En el tercer periodo (1900-1940) irrumpen las primeras comparsas devotas, como «tropas» de diablos, morenos y tobas que se concentraban en la plazuela de «La Ranchería» escanciando chicha y alcohol, para después enfilar por las calles La Paz y Cochabamba hasta la antigua capilla del Socavón.

Los diablos pertenecían al gremio de matarifes. Los morenos eran vendedores de coca. Los veleros conformaban el grupo de los incas. Los llamados «carreritos» se agrupaban en la comparsa de los tobas. Se acompañaban con quenas, pinkillos, tambores, bombos. Hábiles santeros y mascareros dieron inicio a la estirpe de los artesanos. En ese tiempo, no participaban niños ni mujeres.

De 1940 a 1980, derribando perjuicios, empleados del comercio, la banca, maestros y hasta un militar, se unieron al Carnaval. Los llamados pijes o ck’arcas, marcaron con sus innovaciones los futuros rumbos de la original Entrada.

En 1963 se funda el Comité de Defensa de los Conjuntos Folklóricos, mientras que en los teatros se escenifica el original «relato» de La Diablada, con base en una versión —La lucha entre el Bien y el Mal— del escritor Rafael Ulises Peláez.

En 1965 la orureñidad se declara de hecho «Capital Folklórica de Bolivia», las bandas de música aumentan su creatividad, y se impulsa el viaje de grupos de diablos al interior y al exterior.

En 1970, el gobierno declaró a Oruro Capital del Folklore boliviano, mientras se acrecienta la corriente turística. Surgen otros conjuntos, como los Caporales, con la incursión resuelta de la juventud y la mujer en un Carnaval que se masifica.

De la década de los 80 hasta nuestros días se vive un quinto periodo, de esplendor, con la espectacular presentación de la mujer y el despliegue de trajes y derroche de belleza juvenil.

Por primera vez se registra la Música y Danza de La Diablada y se elaboró el estudio técnico para gestionar ante la UNESCO la declaratoria del carnaval orureño como Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad.

En 1995 el Estado reconoce a la Entrada como Patrimonio Cultural, Tradicional, Artístico y Folclórico, contrarrestando su «transplante» a otras regiones.

 

SINCRETISMO: LA PACHAMAMA, EL TÍO Y LA VIRGEN

El baile de los diablos fue el primero realizado en honor de la Virgen del Socavón. Años después, en 1904, la entrada carnavalera se institucionalizó a la cabeza de la Diablada. El autor Ascanio Nava afirma que el 25 de noviembre se formó el primer conjunto de danza: La Tradicional Auténtica Diablada de Oruro. Los mañazos, comercializadores de carne, eran los integrantes de la misma.

Es el Diablo quien, bajo el nombre de Tío, ayuda a sus sobrinos los mineros. Al identificarse la mina con la imagen de la Virgen del Socavón se produce un extraño sincretismo, surgiendo la mencionada danza de la Diablada, mezcla de ángeles y demonios que coexisten en una continua lucha donde se hacen sutiles y difusas las líneas que diferencian el bien y el mal.

 

LA MITOLOGÍA ANDINA: URUS, WARIS Y ÑUSTA

La leyenda misma de donde arranca el carnaval de Oruro sobre todo en su esencia filosófica, nos retrata la configuración de tres ídolos aún vigentes en la realidad costumbrista del pueblo y cuya secuencia se presenta cuando «Wari»,el Dios del mal, dominador de los Andes decidió castigar a los Urus, habitantes de esta región Cordillerana porque se habían arrepentido de sus pecados, que él les entregó como norma de vida y trataban de volver por los caminos del bien..»

«Wari» semi Dios de la mitología andina, en su afán de castigar a los Urus por tornar sus vidas hacia el bien, entonces desencadenó su furia ante el pueblo de los Urus, una gigantesca serpiente que se asomaba por el Sud de la población para exterminar a sus arrepentidos moradores; además de enviar por el Norte a un Sapo gigantesco, por el Este, una verdadera plaga de hormigas hambrientas y un monstruoso Lagarto, con el fin de exterminar a los pobladores de la región. En ese instante atendiendo el clamor de los Urus, hizo su aparición una bella Ñusta, quien en lucha denodada derrotó al temible Wari.

Dice la leyenda: derrotado que fue Wari, sucumbió buscando morada en lo más profundo de la tierra; en tanto el Sapo, la Serpiente y el Lagarto fueron convertidos en piedra y las Hormigas en arena.

La Bella Ñusta, que según los Historiadores era la Virgen del Socavón, quedo plasmada en una hermosa imagen que pervive hasta el presente para proteger a los mineros que podían ser víctimas de la maldad y astucia de Wari, que hoy vencido y humillado cuida las riquezas naturales en las entrañas de la tierra.

En principio, la presencia de Wari en los socavones mineros despertó temor y desconfianza, pero no tardaron los mineros en identificarlo, por sus actos y conducta, en actitud sumisa y de zozobra lo incorporaron en su círculo llamándole «tío». De esta manera el minero aseguró la complacencia de la divinidad, tocándole sus fibras intimas de orgullo ancestral, logrando por lo mismo beneficio, recompensa en la entrega permanente de riquezas del subsuelo de las que es absoluto dueño y señor.

Recordemos que en los pueblos del territorio boliviano, los españoles han sido los segundos opresores después de los Incas. Los dioses Urus sobrevivieron a los embates de Aymaras, Quechuas y Españoles, que se ven reflejados en el carnaval de Oruro.

 

LA IMAGEN DEL SANTUARIO DEL SOCAVÓN

Es un templo religioso de especial devoción por los habitantes de Oruro, donde se venera a la Virgen de la Candelaria, patrona de los mineros, que localmente recibe el nombre de Virgen del Socavón.

Se trata de una extraordinaria imagen no mestiza, pintada sobre unos adobes, que formaban parte probablemente de un muro interior entre fines del siglo XV y principios del siglo XVI. En su honor se realiza la fastuosa Entrada Folklórica del Carnaval.

“Durante siglos, el fresco de la Virgen fue adornado con vestidos, pelucas, joyas y hasta manos postizas. Se estaba deteriorando mucho de tanto sacar y meter clavos”. El padre Jairo enseña las fotografías que atestiguan el proceso que salvó a la imagen sagrada de la destrucción y lo cuenta con su ameno acento de colombiano nacido en el calor de Medellín.

“A la imagen, que estaba pintada sobre un muro de adobe, los fieles le colgaban aretes, coronas y pesados vestidos que descascaraban la pintura. Por eso, en 1990, llamamos a Italia y la Unesco mandó una comisión de restauradores. Después de un estudio, los expertos la sometieron a un complicado proceso por el que le aplicaron barnices especiales y parches de gasa hasta que taparon toda la Virgen y así la trasladaron, adobe por adobe, de la pared en la que estaba a una base de madera que fue colocada en el nuevo altar. Los restauradores dijeron que su estado de conservación era un milagro, porque con las vibraciones de los dinamitazos y de las bandas debía haberse deshecho. Pero la Virgencita sabe cuidarse y quiere quedarse aquí para toda la eternidad”.

El Santuario es atendido actualmente por los religiosos de la orden de Siervos de María.

El templo-santuario fue construido en 1891 y sufrió innumerables modificaciones y arreglos. Sus puertas tienen la siguiente inscripción:
«Tu que gimes en una vida de crimen,
Sin embargo, puedes salvarte,
Ven y prostérnate a los pies de la Virgen,
A llorar tus pecados…»

En 1987 se inicio el proceso de ampliación y remodelación del Templo del Socavón, el cual fue inaugurado en 1991.

Al año siguiente 1992, se descubrió la imagen restaurada por expertos de la Virgen Morena del Socavón patrona de los mineros y venerada por millares de folkloristas en el Carnaval de Oruro. En el subsuelo del santuario se encuentran el Museo Costumbrista y Mineralógico, como muestra de la simbiosis pagano-religiosa.

 

PRUEBAS DE FE

“A ella, le debo la vida. Yo he vivido sus milagros”. Los ojos de la orureña Elizabeth Vallejos se humedecen cuando, a los pies del altar, cuenta su historia: “Cuando mi madre murió, yo no tenía recursos económicos para enterrarla. Entonces agarré el Rosario y comencé a rezarle a la Virgen; y apareció una señorita, que me ofreció un ataúd. Me pagas cuando puedas, me dijo y aunque no la he vuelto a ver siempre la tengo en mis oraciones, ha sido un ángel enviado por la Virgen”.

La esposa de uno de los danzarines de La Paz estaba desahuciada por un cáncer. Tenía sólo tres meses de vida, pero la señora dijo que si se iba a morir sería en el Carnaval, bailando para la Virgen. En el Carnaval del 2003 ha hecho el recorrido y con lágrimas le ha rogado por su salud a la Virgencita. Han pasado cinco años y ella está sana y sigue bailando.

Otro caso es del ex ministro Tito Hoz de Vila; él tenía un problema grave en la cadera pero ha hecho su promesa, ha bailado tres años y ahora lo ven como está. La Virgen les ha retribuido curándolos”.

VIDEO

Tobas Central Oruro – Sábado de Peregrinación 2008

IR ARRIBA