Principios no negociables, celibato sacerdotal, comunión a divorciados.

 

El argentino Monseñor Víctor Manuel Fernández, el primer nombrado obispo por Jorge Mario Bergoglio, explica en el libro-entrevista «La Iglesia del papa Francisco» elementos de fondo del pensamiento de Bergoglio. Su estrecha relación autoral con él lo hace un referente sobre las ideas que tiene el papa Francisco sobre temas candentes en la Iglesia.

 

papa francisco primer plano

 

Fernández es rector de la Universidad Católica Argentina, y desde hace años el más fiel colaborador de Bergoglio en la redacción de sus textos capitales, desde el documento de Aparecida (2007) hasta la «Evangelii gaudium» del 2013.

Estos son tres puntos de los que habla.

PRINCIPIOS «NO NEGOCIABLES»

El Papa Francisco no es ingenuo. Nos propone situarnos en el contexto de la cultura actual de un modo muy realista. Invita a reconocer que la velocidad de las comunicaciones y la selección de contenidos que realizan los medios, nos ponen frente a un nuevo desafío. […] Cuando la Iglesia habla excesivamente de cuestiones filosóficas o de ley natural, eso supuestamente se hace para poder dialogar sobre temas morales con el mundo incrédulo. Pero al hacerlo por un lado no convencemos a nadie con los argumentos filosóficos, y nos perdemos la oportunidad de anunciar a Jesucristo, de hacer “arder los corazones”. En cambio, si uno hace arder los corazones, o al menos logra mostrar el atractivo del Evangelio, entonces sí las personas se disponen a conversar sobre una respuesta moral. […]

Por ejemplo, no sirve de mucho hablar en contra del matrimonio homosexual, porque la gente tiende a vernos como seres resentidos, crueles, poco comprensivos e incluso exagerados. Otra cosa es cuando hablamos de la belleza del matrimonio y de la armonía en la diferencia que resulta de la alianza entre un varón y una mujer, y en ese contexto positivo brota casi sin necesidad de decirlo lo inadecuado de utilizar la misma denominación y llamar “matrimonio” a la unión de dos homosexuales. […]

El Papa nos pide que no hablemos “siempre” y “solamente” de algunos principios morales por dos razones: para no cansar a los demás obteniendo un efecto de saturación y rechazo, pero sobre todo, para no desfigurar la armonía de nuestro mensaje.

CELIBATO DEL CLERO

Nosotros insistimos en que hay muchas personas casadas que son pedófilas. Pero por más que intentemos explicarlo, en la sociedad no nos creen. Hay una convicción muy generalizada de que el celibato obligatorio y los ambientes sacerdotales formados sólo por varones facilitan el desarrollo de inclinaciones no sólo homosexuales sino también abusivas. Por eso, más allá de que nos convenza o no ese razonamiento, creo que tenemos que escuchar más al Pueblo de Dios y que posiblemente sea conveniente que al menos abramos un amplio debate sobre celibato obligatorio. […]

En realidad creo que pesa más la costumbre que las convicciones, porque usted sabe que el celibato no es inseparable del sacerdocio y que hay sacerdotes católicos en Oriente que están felizmente casados. Pero con respecto a eso el Papa ha dicho algo muy interesante y desestabilizador, que vale la pena recordar:

“En su constante discernimiento, la Iglesia también puede llegar a reconocer costumbres propias no directamente ligadas al núcleo del Evangelio, algunas muy arraigadas a lo largo de la historia, que hoy ya no son interpretadas de la misma manera y cuyo mensaje ya no suele ser percibido adecuadamente. Pueden ser bellas, pero ahora no prestan el mismo servicio en orden a la transmisión del Evangelio. No tengamos miedo de revisarlas”. […]

Hay que preguntarse si los motivos que hubo en Oriente para admitir sacerdotes casados no valen también hoy para el Occidente.

COMUNIÓN A LOS DIVORCIADOS QUE SE HAN VUELTO A CASAR 

Será un tema que se debatirá en los próximos Sínodos, y el Papa escuchará las diversas opiniones. […] Sin embargo, en Evangelii Gaudium nos ha dado una orientación importante para la reflexión, que no podremos ignorar: llega a decir que

“tampoco las puertas de los sacramentos deberían cerrarse por una razón cualquiera”

y que la Eucaristía

“no es un premio para los perfectos sino un generoso remedio y alimento para los débiles”.

Recomiendo no dejar de leer las palabras de San Ambrosio y de San Cirilo que coloca en la cita 51, porque invitan a no ser rigoristas en la admisión a la Eucaristía.

En la nota 51 de la «Evangelii gaudium» están las frases de los dos Padres de la Iglesia que el papa Francisco aplica a la comunión para los divorciados que se han vuelto a casar:

San Ambrosio, en «De Sacramentis»:

«Tengo que recibirle siempre, para que siempre perdone mis pecados. Si peco continuamente, he de tener siempre un remedio». Y también: «El que comió el maná murió; el que coma de este cuerpo obtendrá el perdón de sus pecados».

San Cirilo de Alejandría, en el Comentario al Evangelio según san Juan:

«Me he examinado y me he reconocido indigno. A los que así hablan les digo: ¿Y cuándo seréis dignos? ¿Cuándo os presentaréis entonces ante Cristo? Y si vuestros pecados os impiden acercaros y si nunca vais a dejar de caer – ¿quién conoce sus delitos?, dice el salmo –, ¿os quedaréis sin participar de la santificación que vivifica para la eternidad?».

Tampoco podemos ignorar que al hablar de este tema pide prudencia, pero también “audacia”, y reclama que no nos comportemos como “controladores de la gracia”.

Fuentes: Sandro Magister, Signos de estos Tiempos 

 

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