Las profecías se comprenden más claramente cuando están en proceso de cumplimiento.

La situación moral y material del mundo se ha venido deteriorando rápidamente en la segunda década del 2000.

Y muchos católicos piensan que estamos realmente cerca de que comiencen a cumplirse las profecías de Garabandal. 

Que prevén una intervención decisiva del cielo para purificar la Tierra y la Iglesia, para después de eso, concedernos una era de paz como nunca antes ha habido.

Pero aquí mostraremos que las profecías de Garabandal no es que estén por cumplirse, sino que ya se están cumpliendo, y que estamos en un punto del proceso en el que pronto vendrá el prometido aviso y el milagro sobre la tierra.   

En estos tiempos estamos presenciando una serie de acontecimientos mundiales que parecen confirmar que ya se empezaron a cumplir las profecías de Garabandal.

Como muchos de ustedes saben, entre 1961 y 1965, cuatro niñas de la aldea de Garabandal, en el norte de España, afirmaron haber visto a Nuestra Señora miles de veces. 

Se produjeron levitaciones, marchas extáticas, lectura de pensamientos, insensibilidad al dolor, locuciones, curaciones, conocimientos sobrenaturales, etc.. 

Y si bien a los espectadores directos de Garabandal les pareció muy claro que algo sobrenatural estaba sucediendo, la diócesis de Santander tomó un enfoque muy negativo de los eventos. 

El Padre José Luis Saavedra, ha demostrado en su tesis doctoral que la investigación llevada a cabo por la diócesis no siguió las normas estándar de imparcialidad. 

Y pareció tener la intención de desacreditar las visiones por temor a posibles repercusiones negativas para la Iglesia. 

Incluso luego se dieron arrepentimientos en los integrantes de esa comisión, como le sucedió en mayo de 1983 al Dr. Luis Morales Noriega, el perito médico de la investigación diocesana, que se retractó de su férrea opinión negativa y reconoció la autenticidad de las apariciones, con el permiso del obispo de Santander.

Hoy la posición de la diócesis se ha suavizado notoriamente ante las apariciones, y si bien no reconoce que allí sucedió algo venido del cielo, las mira con mayor benignidad.

Lo más importante de estas apariciones se refieren a que vendría un período de tribulación, durante el cual se dará un aviso a toda la humanidad simultáneamente, para corregir la conciencia del mundo.

Cada uno verá sus acciones como Dios las ve, pecados y buenas obras, sabrá que Dios existe, será invitado a arrepentirse y a convertirse. 

Dentro del año del Aviso, ocurrirá un Milagro en Garabandal, que dejará una señal visible a la vista de todos, como confirmación de que el aviso vino de Dios. 

Y después del Milagro, si la humanidad sigue sin volverse al Señor, habrá un Castigo a escala mundial, dependiendo su intensidad de la respuesta de la población.

Pero lo cierto es que las profecías que Nuestra Señora dijo en Garabandal ya comenzaron a cumplirse a la vista de todos.

La primera en cumplirse fue la profecía del 18 de junio de 1965, donde Nuestra Señora alertó de que muchos cardenales, obispos y sacerdotes están siguiendo el camino de la perdición, y con ellos se llevan muchas almas.

En esos momentos para la mayoría de la gente era impensable que sucediera esto.

Y es lo que llevó a la sublevación de sacerdotes que fueron a pedirle al obispo que desacreditara estas apariciones, por la mala imagen que estaba dando del clero y la Iglesia.

Sin embargo, dos décadas después, la Iglesia comenzó a sacudirse por las revelaciones de abusos perpetrados por sacerdotes y los encubrimientos de obispos y cardenales.

Quizás el golpe más duro a la confianza en la Iglesia, que haya tenido en toda su historia.

Esto ha sido una gran prueba y fue para la purificación de la Iglesia.

La segunda profecía en cumplirse fue la de los Papas y del Final de los tiempos.

El 3 de junio de 1963, mientras Conchita se dirigía a la iglesia para orar por el alma del Papa Juan XXIII que acababa de morir, escuchó la voz de Nuestra Señora que decía: «Después de este Papa sólo quedan tres. Entonces será el fin de los tiempos».

Y poco después le precisó que habría un cuarto Papa que «gobernaría la Iglesia por muy poco tiempo». Ese papa sería Juan Pablo I cuyo pontificado duró 33 días.

Y lo cierto es que a partir de la renuncia de Benedicto XVI, todos los católicos empezaron a ver que algo había cambiado, sacerdotes, obispos y cardenales empezaron a proponer herejías en los medios y la apostasía se vio nítidamente instalada dentro del clero.

Había llegado a la Iglesia una nueva prueba, la gran disidencia interna y la pérdida de fe de parte del clero, el fin de los tiempos.

Y la tercera profecía en cumplirse fue la dada por Nuestra Señora las noches del 19 y 20 de junio de 1962, que se conocen como las Noches de los Gritos.

Las niñas fueron llevadas a un lugar apartado por la Virgen y se pidió a los pobladores de Garabandal que se mantuvieran a distancia.

Y entonces se escuchó a las niñas gritar de terror, causando un miedo considerable en el pueblo.

¿Qué había pasado?

Nuestra Señora les mostró con imágenes y les explicó, lo que sucedería en los momentos previos al aviso, eso fue la primera noche, y luego cómo sería el castigo, eso sucedió la segunda noche.

En la primera noche vieron que antes del aviso, habría un tiempo de gran prueba para la Iglesia y el mundo.

Vieron una gran multitud de personas que sufrían intensamente y gritaban de terror.

Y la Santísima Virgen les explicó que esa tribulación ni siquiera era el Castigo.

Les dijo que llegaría un tiempo en que la Iglesia parecería estar a punto de perecer y pasaría por una terrible prueba. 

Y entonces le preguntaron a la Virgen cómo se llamaba esta gran prueba y les dijo que era el comunismo.

Llegaría un momento en que parecería que el comunismo habría dominado o engullido al mundo entero. 

Los sacerdotes tendrían dificultades para decir misa, hablar de Dios y de las cosas divinas y hasta esconderse.

Incluso les fue mostrado que el comunismo invadiría buena parte de Europa.

Llegaría a Garabandal, pero en general España lo sufriría menos.

Incluso le fue mostrado como el comunismo entraría dentro de la Iglesia.

Después de la caída de la URSS en 1991, mucha gente pensó que esta predicción era descabellada, porque interpretaron que el comunismo había muerto.

Sin embargo hoy observamos que Rusia, liderada por un ex agente de la KGB, ha lanzado una invasión a un país vecino y amenaza con armas nucleares si otros países se le enfrentan.

Técnicamente esta no es una invasión de Europa ni Rusia es comunista al estilo de la URSS, porque hubo una vuelta al cristianismo ortodoxo ruso.

Sin embargo, la ortodoxia rusa ha abrazado un plan imperial y se hizo belicista desde 1991, bendiciendo la maquinaria bélica rusa por ejemplo.

Y también vemos el anticristianismo rampante de occidente y la persecución creciente a los cristianos.

Al no haberse hecho la consagración de Rusia cuando la Virgen María lo pidió, el comunismo esparció sus errores por el mundo y mutó.

Y lo hizo de diversas formas.

En la propia Rusia mutó hacia la reconstrucción de la gloria imperial que tuvo durante la época de los zares y de la Unión Soviética, y tomó ciertos valores cristianos.

Y en occidente llegaron los errores del comunismo bajo la forma del marxismo cultural, con un fuerte anticristianismo, embanderándose con la ideología de género, el feminismo radical, la cultura de la muerte, etc.

Lo que ha llegado también al interior de la Iglesia, basta ver las posiciones que tienen la mayoría de los obispos y de los laicos en Alemania, que hasta quieren cambiar la enseñanza que dejó Cristo sobre la sexualidad humana.

Que es lo mismo que opina el cardenal Hollerich, el que ha sido puesto a cargo del Sínodo sobre la Sinodalidad de toda la Iglesia.

Estas tres profecías de Garabandal, ya cumpliéndose, nos indican entonces que estamos cerca del aviso.

¿Pero qué tan cerca?

Las niñas fueron informadas por Nuestra Señora que el aviso vendría cuando la situación fuera muy mala, una crisis económica incluso, carestía, hambre, todo eso traído por una situación anticristiana y bélica en Europa.

Las niñas dicen concretamente que el aviso será en el momento que el mundo lo necesite más.

De modo que debe suceder una invasión más grande a Europa que la de un sólo país y mayor anticristianismo católico.

Los sacerdotes serán perseguidos, no podrán dar misas y las iglesias estarán cerradas, pero no necesariamente por la invasión rusa, sino también por la persecución anticristiana de occidente. 

Y que justo antes de esta situación caótica que precederá inmediatamente al aviso, Nuestra señora dice que habrá dos señales. 

La Iglesia Católica realizará un Sínodo importante.

Y el Papa irá a Moscú, y tan pronto regrese al Vaticano, estallarán las mayores hostilidades en diferentes partes de Europa.

Cuando se den estas condiciones vendrá el aviso, o sea la iluminación de conciencia, luego dentro del mismo año vendrá el milagro y posteriormente el castigo, cuya letalidad dependerá de la respuesta de la población al llamado a la conversión. 

Y después de todo esto, habrá un retorno a Dios que igualará la apostasía y el abandono de Dios que le precedieron, y como prometió Nuestra Señora en Fátima, se concederá a la humanidad una era de paz como el mundo nunca ha conocido.

Bueno hasta aquí queríamos hablar sobre cómo las profecías de Garabandal ya se están cumpliendo y sobre el momento que sucederá el aviso.

Y me gustaría preguntarte si piensas que la situación interna de la Iglesia se deteriorará aún más en estos años o mejorará.

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