Un plan de siglos.
Las decisiones que tomamos los seres humanos como sociedad son en última instancia las que deciden cómo la vamos a pasar en el mundo.
Dios nos advierte sobre los buenos caminos y los malos caminos, pero la decisión es nuestra.
En sucesivas oportunidades Nuestra Señora nos ha advertido sobre la esencia del comunismo, sobre los peligros que enfrentamos si lo alimentamos y cómo podemos hacer para librarnos de él.
Estamos hablando del comunismo como sistema político de gobierno, no de partidos políticos que se llaman comunistas o socialistas.
Aquí hablaremos sobre cómo se está globalizando ese sistema de gobierno incluso en occidente, Estados Unidos por ejemplo ha caído bajo el influjo de la lucha cultural que está produciendo.
Y también hablaremos sobre qué deberíamos hacer para combatirlo.
A partir de la caída del Muro de Berlín en 1989 y la disolución de la Unión Soviética en 1991, pensamos que el comunismo había muerto.
Nada más equivocado, porque en aquel momento no comprendimos del todo que era el comunismo, y cómo Dios lo había dejado pasar para que jugara un papel decisivo en Su plan de purificación de la humanidad, profundamente pecadora y cada vez más alejada de Él.
En 1948, tres años después de la Revolución China, cuando China estaba en la miseria, sucedieron en Lipa, Filipinas, unas de las apariciones más impresionantes.
Le sucedió a la monja Teresita Castillo en su convento, y las monjas experimentaron cantidad de eventos sobrenaturales, como lluvia de pétalos de rosa, en muchas oportunidades.
Y uno de los mensajes que le dio Nuestra Señora fue: «Ora mucho, porque el sueño de China es invadir el mundo entero».
Pero dos años antes, la hermana Lucía de Fátima había dicho ya, que Estados Unidos también se volvería comunista, contra todos pronósticos, y los sucesos de esos años, porque un año después no habría nada más distante, comenzaría la Guerra Fría.
Y en 1985, el cardenal filipino Ricardo Vidal, tuvo una enigmática entrevista con Sor lucía, quien le dijo que aún no se había desarrollado lo que ella llamó la «semana de Fátima», a pesar de la consagración de 1984 de Juan Pablo II, que ella dijo que el cielo había aceptado.
Le dijo a Vidal, «la gente espera que las cosas sucedan inmediatamente dentro de su propio marco de tiempo, pero Fátima todavía está en su tercer día».
Y agregó,
«Ahora estamos en el período de post consagración. El primer día fue el período de las apariciones.
El segundo fue el período posterior a la aparición, anterior a la consagración.
La semana de Fátima aún no ha terminado … Fátima acaba de empezar».
Recordemos aquí que el único sistema político sobre el que advirtió negativamente la Virgen María fue sobre el comunismo, y no porque el cielo estuviera a favor del capitalismo.
Sino porque la confrontación entre capitalismo y comunismo no es más que una distracción.
La Virgen advirtió sobre el comunismo en varias apariciones, pero más claramente en Fátima.
En 1917, Nuestra Señora de Fátima había advertido sobre la guerra, el hambre y las persecuciones de la Iglesia y del Santo Padre.
Y que para evitar esto, vendría a pedir la consagración de Rusia a Su Inmaculado Corazón, y la Comunión Reparadora de Primeros Sábados.
Y dijo, «Si se atienden mis peticiones, Rusia se convertirá y habrá un período de paz; si no, esparcirá sus errores por todo el mundo, provocando guerras y persecuciones a la Iglesia»
Mirando hacia atrás, mientras nos dormíamos pensando que el comunismo estaba efectivamente muerto con la caída de la Unión Soviética, se desarrollaban otras estrategias que apuntaban a establecer el sistema comunista modificado en el mundo.
Rusia había esparcido sus errores por el mundo, el comunismo había mutado y entrado en occidente a través de la nueva agenda de la lucha moral dentro de la sociedad, producida por el feminismo, la ideología de género en todas sus variantes, el no respeto a la vida desde el nacimiento hasta la muerte natural, etc.
Luego las fronteras nacionales se debilitarían, las economías nacionales se globalizarían, la educación se deterioraría ex profeso, mientras que el país comunista más grande del mundo, China, sería recibido como un socio privilegiado a nivel internacional.
Los ricos se harían cada vez más ricos y poderosos, y comenzarían la prédica que la cantidad de población de mundo era demasiada y había que bajarla, y comenzaron a tomar medidas para hacerlo.
Todo esto ha sido de diseño, planificado y operado por décadas.
Luego aparece el patógeno que nos confina y hace que se destruyan y se endeuden la mayoría de las economías, con quienes proponen un Gran Reinicio de la vida en el planeta, el capital financiero.
El Foro Económico Mundial lanza su Gran Reinicio que se materializará de aquí hasta el 2030, y utilizan un slogan claramente comunista «no tendrás nada pero serás feliz».
Una sociedad de decisiones centralizadas a nivel mundial, con una población controlada estilo chino, con las multinacionales manejando la producción y el empleo, y con el argumento de la crisis ambiental.
No es una casualidad que quien disolvió la Unión Soviética, Mikhail Gorbachev, fue el primer personaje notorio del mundo en adherirse al nuevo Movimiento Verde.
Y que el ex sacerdote católico Leonardo Boff, un defensor de la teología de la liberación en América Latina, de inspiración claramente marxista, de repente se volvió un luchador contra el cambio climático.
¿Y no hubo advertencias tempranas de todo esto además de Fátima?
Hubo muchas, pero pocos las entendieron.
Por ejemplo, hay una carta escrita el 8 de noviembre de 1918, del cardenal Felix von Hartmann, un prelado alemán, al nuncio papal Arzobispo Eugenio Pacelli, el que sería luego Pio XII.
En la que advierte al futuro Papa de un plan de revolución comunista en Alemania desarrollada por el Gran Oriente, o sea la cúpula de los masones.
El plan era establecer el comunismo bajo el liderazgo del gran capital estadounidense y que el bolchevismo sería la herramienta externa para establecer las condiciones deseadas.
Como explicó von Hartmann, esta amenaza comunista fue organizada por la masonería.
Planeaban que las élites financieras y masónicas internacionales, bien conectadas, financiaran y organizaran la Revolución Comunista.
Es esa misma élite que sigue desarrollando el mismo plan.
Y está ahora organizando el Gran Reinicio, y lo han estado preparando mientras que la mayoría de nosotros nos habíamos ido a dormir.
Y entonces es lícito preguntarse ¿por qué Dios permite que el comunismo se apreste a dominar el mundo?
La primera respuesta es que esto que nos sucede es consecuencia del pecado en la humanidad.
Si nosotros hubiéramos confiado en la Santísima Virgen, que es quien Su hijo ha puesto a cargo estos Tiempos Finales, no nos hubiéramos alejado de las gracias inagotables de Dios, que Ella distribuye.
En cada oportunidad hay una elección del hombre por escoger el mal y no a Ella.
La absoluta mayoría de los seres humanos se han sumado a contradecir los mandamientos de Dios y a crear nuevos mandamientos, que son luciferinos.
Nos hemos convencidos que el hombre y sus instintos animales son el centro del universo y que todo lo que lo contradiga debe ser suprimido.
La segunda razón por la que Dios dejará que el comunismo gobierne el mundo es para que el hombre, al ver los males, se dé cuenta de lo que tenía, se arrepienta y haga caso a lo que Nuestra Madre nos está pidiendo en cada una de sus apariciones.
La Virgen no quiere que el comunismo impere, por algo vino a alertarnos, sin embargo el hombre tiene libre albedrío y si quiere esto, tendrá el caos que producirá.
Pero precisamente por este caos algunas personas reaccionarán y habrá una oportunidad de salvar almas.
Recordemos que Ella como madre no desea que Sus hijos se pierdan, por lo que hace todo lo posible por darles luz.
No en vano en las apariciones de la Medalla Milagrosa en 1830, muestra sus manos llenas de rayos, que son todas las gracias que derrama para los que se las pidan.
En conclusión hoy vemos que Nuestra Madre Inmaculada nos advierte del comunismo, y nos ofrece como solución que confiemos en Ella.
Y nos dice que si no lo hacemos vendrán cosas malas.
Y por eso Ella también nos está intentando acercar a través de ese mal, que el cielo está dejando pasar, para que aprendamos la lección.
Porque si el pecado es muy grande mayor será la prueba para que la persona reaccione y se convierta.
El refrán popular dice la letra con sangre entra.
Para evitar estos males es necesario rezar y confiar, pero además tratar de convencer a otras personas para que se sumen a esta petición y así frenar en nuestras casas, comunidades y países, el paso del demonio.
Bueno hasta aquí lo que te queríamos contar sobre el plan que tienen las elites de que el comunismo gobierne el mundo, por qué Dios lo deja pasar y cómo podemos oponernos, porque todo está en nuestras manos en definitiva.
Y me gustaría preguntarte si tu ya estás viendo señales claras sobre el avance del comunismo en el mundo y en qué cosas las ves.
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