Cada vez son más las corroboraciones de que la Virgen María estuvo detrás de la caída del régimen comunista soviético.

Ella estuvo presente décadas antes alertando de la toma de poder por los bolcheviques en Rusia.

Y de los errores que esparciría por el mundo.

Avisó sobre las guerras y persecuciones a la Iglesia.

Dijo cómo había que hacer para terminar con el comunismo.

Y suscitó alianzas internacionales que finalmente resquebrajaron el Muro de Berlín y produjeron la caída del socialismo real

En este artículo veremos cómo hizo todo esto con datos concretos.

   

EL CÚMULO DE INTERVENCIONES DE NUESTRA SEÑORA

En 1846 se le apareció Jesús a la joven monja Carmelita María de San Pedro y le dijo que se avecinaba una tormenta por la malicia de los hombres revolucionarios.

El 14 de marzo de 1847 se le apareció de nuevo afirmando que “una sociedad conocida como comunistas está trabajando para extenderse”.

Y el 30 de marzo de 1848 se le apareció por última vez y le dijo que su misión terrenal había concluido Y que pronto moriría. Murió el 8 de julio de 1848 a los 33 años

El mismo año de 1848 un teórico político prácticamente desconocido exiliado en Bruselas publicó El Manifiesto del Partido Comunista, su nombre era Karl Marx.

Aunque Marx murió en la pobreza y nunca fue debidamente reconocido en vida, sus ideas prontamente empezaron a florecer en Europa.

Y el 13 de octubre de 1884 el Papa León XIII tuvo una visión sobrenatural en la que el maligno le pedía a Jesús 75 a 100 años de más poder para destruir a la Iglesia

Y Jesús le dijo que si él creía que podía hacerlo, entonces se lo concedía.

El papa León XIII consternado escribió la oración a San Miguel Arcángel, pidiendo que se recitara al finalizar cada misa.

En 1905 tres partidos se aliaron en Rusia, uno de ellos sería el Partido Obrero Socialdemócrata de cuño marxista.

Y concomitantemente entre 1911 y 1916 estalló en Portugal una fuerte persecución religiosa donde 1700 sacerdotes fueron asesinados.

Además se confiscaron los bienes de una buena parte de la iglesia y se aprobó una ley prohibiendo las ceremonias religiosas públicas.

La idea del jefe de estado Alfonso Costa era eliminar por completo el catolicismo.

Pero el 12 de mayo de 1914 se apareció la Virgen María en Grushew, Ucrania, a 22 personas que cortaban los campos y les dijo,

«Habrá una guerra; Rusia se convertirá en un país sin Dios, y su país sufrirá terriblemente durante 80 años, y tendrá que vivir las guerras mundiales, pero luego será libre”.

Dos semanas después estalló la Primera Guerra Mundial.

 

El Papa Benedicto XV hizo innumerables esfuerzos diplomáticos para terminar con la calamidad de muertes que había traído en Europa.

Y lanzó un pedido al pueblo católico para que suplicara a la Virgen María que trajera la paz al mundo e incluyó en las letanías lauretanas “Reina de la Paz ruega por nosotros”.

Ocho días después la Santísima Virgen apareció a los tres pastorcitos en Cova de Iría, el 13 de mayo de 1917.

En su tercera visita, el 13 de julio, dijo que la guerra iba a terminar, pero si la gente no dejaba de ofender a Dios estallaría una guerra peor.

Y les comunicó,

“Cuando vean una noche iluminada por una luz desconocida, sepan que esta es la gran señal de la inminente guerra futura, así como de las persecuciones a la iglesia”.

Y la noche del 25 al 26 de enero de 1938 apareció una enorme luz en el cielo en todo el mundo, que se atribuye como la mayor aurora boreal desde 1709.

Y 10 días después Adolfo Hitler tomó el mando de las fuerzas armadas de Alemania y al mes siguiente marchó sobre Austria.

Y en esa fecha, el ex seminarista y Secretario General del Partido Comunista Soviético, Josef Stalin, mandó fusilar 100 mil personas durante una purga religiosa.

Mientras tanto, el 13 de octubre de 1917, 33 años exactos desde la visión del Papa León XIII se produjo el milagro del Sol en Fátima, que fue presenciado por 70 mil personas.

Y a la misma hora Vladimir Lenin entraba en Rusia para establecer el estado comunista.

Menos de un mes después Rusia cayó en manos de los bolcheviques.

Y comenzó la persecución al cristianismo que consideraba el “opio de los pueblos”.

Fueron asesinados miles de religiosos y destruidas miles de Iglesias.

Lenin fue sucedido por una calamidad mayor ya, que Josef Stalin fue responsable de 20 millones de muertes.

Pero en 1929 la Virgen Fátima se le aparece nuevamente a Sor Lucía, la única sobreviviente de los tres pastorcitos de Fátima.

Y le dice que le pida al Papa que consagre Rusia al Inmaculado Corazón de María para evitar que disemine sus errores por el mundo. Y le instruye cómo hacerlo.

En las apariciones de 1917 ya había avisado que volvería para pedir está consagración.

Mientras tanto la Unión Soviética fagocitaba naciones en Europa del este y trasladaba su ideología a todo el mundo, transformándose en un imperio más grande de lo que había sido el Imperio Romano.

Y en el Vaticano accedió al pontificado Karol Wojtyla, un polaco mariano, que había vivido los horrores del comunismo.

En 1979 hace su primera visita a Polonia como pontífice.

En el año 1980, en la víspera de la Fiesta de la Asunción, los trabajadores del Astillero de Gdansk en Polonia, inician una huelga por reivindicaciones de un despido y forman el sindicato Solidaridad.

Y en la puerta de su sede pusieron la imagen de Nuestra Señora de Czestochowa, la reina y protectora de Polonia.

El 25 de marzo de 1984 Juan Pablo II consagra solemnemente a todos los hombres y pueblos al Corazón Inmaculado de María.

Si bien la fórmula no fue estrictamente la que pidió la Santísima Virgen María, porque no se mencionó a Rusia específicamente, Sor Lucía diría fue aceptada por el cielo.

Y en 1989 cayó el Muro de Berlín sin disparar un solo tiro y en 1991 se desintegró la Unión Soviética.

En todo este proceso vemos la intervención de la Santísima Virgen avisando, dando recomendaciones de cómo actuar y suscitando la colaboración de grandes figuras mundiales, como Juan Pablo II y el presidente de EE.UU. Ronald Reagan, cómo veremos en adelante.

Cuya vinculación vino por el lado de los atentados contra sus vidas.

   

EL ATENTADO A JUAN PABLO II

Se ha publicado una nueva investigación alegando que el intento de asesinar al papa san Juan Pablo II II el 13 de mayo 1981 fue organizado por los soviéticos.

Paul Kengor – profesor católico de ciencias políticas en Grove City College y biógrafo de Ronald Reagan – ha revelado en su recientemente publicado libro, Un Papa y Un presidente: Juan Pablo II, Ronald Reagan y la Extraordinaria Historia del Siglo XX No Contada, que las agencias secretas soviéticas planearon el atentado.

Siempre hubo sospechas al respecto.

Pero sus sospechas no fueron confirmados hasta después que Bill Casey (un ferviente católico) organizó su propia investigación secreta encabezada por dos investigadoras.

“Mis sospechas eran completamente contrarias a las del establishment de la CIA, del Departamento de Estado, y de los pragmáticos de la Casa Blanca”, Kengor dijo.

“Esa es la realidad, hallé que Casey realmente había ordenado una investigación verdaderamente super secreta sobre el atentado, a realizar por dos mujeres impresionantes de 30 y 40 años, que sólo se conoce por un grupo de personas de la agencia.”

Recordemos que un turco llamado Mehmet Ali Agca, de 23 años, disparó cuatro balas de una pistola a Juan Pablo II, dos de los cuales lo hirieron, cuando el pontífice entró en la plaza San Pedro.

Un tribunal italiano condenó finalmente a Agca a cadena perpetua.

Juan Pablo II perdonó a Agca más tarde, y el primer ministro Carlo Ciampi le perdonó a petición del Papa.

Agca pasó 19 años en prisión en Italia y fue visitado regularmente por Juan Pablo II, quien lo perdonó públicamente.

Fue deportado luego a Turquía, donde cumplió una condena de diez años y fue liberado de prisión en el 2010.

El 27 de diciembre de 2014, visitó Roma y dejó flores en la tumba del Papa.

El informe final de la investigación ordenada Casey nunca fue hecho público, y Kengor dice que no está seguro de dónde está el folio hoy.

Kengor también ha dicho:

“No soy el primero en informar de esto, pero soy el primero en informar que la CIA, bajo la atenta dirección de Bill Casey, puso en marcha una investigación de alta sensibilidad que confirmó el papel de la GRU soviética”.

“También hallé que Casey informó a Reagan en esto. Incluso tengo la fecha y hora exacta cuando creo que Casey informó a Reagan”.

Además, me dijeron que Casey informó al Santo Padre, que pidió que esta información se mantuviera en silencio”.

Según cuenta Kengor en su libro, esto fue a mediados de 1985, y Juan Pablo II no vio ningún valor positivo en afirmar públicamente lo que todos sospechaban de todos modos.

Gorbachov acababa de ser elegido como secretario general del Partido Comunista Soviético, y Juan Pablo II vio tiempos mucho más prometedores por delante.

El Papa estaba preocupado acerca de la iniciación de la Tercera Guerra Mundial

y “astutamente calculó que la gente con razón culparía a Moscú de todos modos”, dijo Kengor.

El actual hombre fuerte de Rusia, Vladimir Putin, se encontraba en la KGB en este momento exacto” dijo, y agregó:

“Pero tengo que ser muy claro, dudo mucho que Putin supiera algo o estuviera involucrado. No era de un rango lo suficientemente alto”.

Juan Pablo II y Ali Agca

Unos pocos funcionarios rusos sabían de este ‘crimen del siglo’ como William Safire lo llamó.

En realidad, fue el GRU el que organizó el intento de asesinato.

Ese fue el gran hallazgo en la investigación Casey, dado que todos los demás habían estado buscando, pero no pudieron encontrar las huellas de la KGB.

Pero fue el GRU el que organizó el atentado con la bendición, y el entusiasmo de Yuri Andropov de la KGB.

Andropov, como jefe de la KGB, era el jefe de Vladimir Putin.

“Desde que llegó al poder en 2000, Putin ha sido un gran protector de la KGB y el GRU”, dijo Kengor.

“Tal vez por eso este informe de la Guerra Fría aún no ha sido revelado por Washington.

Tal vez Washington haya temido hasta ahora ofender a Putin y perjudicar las relaciones ruso-estadounidenses”.

Ronald Reagan y Juan Pablo II

   

LA IMPRESIONANTE COINCIDENCIA DEL ATENTADO A JUAN PABLO II Y A RONALD REAGAN

La historia del siglo XX fue la batalla contra el comunismo ateo que se inició en la Rusia bolchevique en octubre de 1917.

Y que fue advertido por Nuestra Señora en Fátima.

Esa fue una lucha épica que fue desde 1917 hasta alrededor de 1989/1991, en que tanto Karol Wojtyla como Ronald Reagan estaban comprometidos.

Lo intrigante del caso son las dos fechas en 1981 de los atentados a Juan Pablo II y a Ronald Reagan.

El 30 de marzo de 1981, en las afueras del hotel Hilton de Washington, Ronald Reagan, el líder del mundo libre, fue tiroteado por un asesino.

El 13 de mayo de 1981, a las afueras del Vaticano, en el corazón de la plaza de San Pedro, el Papa Juan Pablo II, líder del grupo cristiano más importante del mundo, también fue disparado por un asesino.

Ambos hombres sobrevivieron a estos intentos de asesinato con pocas semanas de diferencia en marzo y mayo de 1981.

Cuando finalmente se reunieron en junio de 1982, hablaron del hecho del “milagro” de que ambos hayan sobrevivido.

Ambos entendieron que debían haber muerto desangrados en sus respectivas rutas hacia el hospital.

Ambos creían – y se decían el uno al otro – que Dios les había salvado para un propósito especial.

El propósito era trabajar juntos para hacer caer el comunismo soviético ateo y liberar a las personas detrás de la cortina de hierro.

Juan Pablo II siempre sospechó una mano Soviética.
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Especialmente desde julio de 1981, al leer el Tercer Secreto de Fátima después de recuperarse de sus heridas, cuando comprendió la realidad fascinante que le dispararon en el día de Nuestra Señora de Fátima.

Cuando leyó el Tercer Secreto, que había predicho un ataque a un futuro Papa entre los “errores” del comunismo ruso, afirmó que esencialmente para él, que los soviéticos estaban involucrados.

Cualquier duda fue borrada de su mente cuando abrió el sobre.

   

LA CONEXIÓN DE RONALD REAGAN CON FÁTIMA

El segundo aspecto sorprendente del libro fue el intenso interés de Ronald Reagan en Fátima.

Nadie sabe acerca de esto ni lo podía suponer porque Reagan era protestante, pero estaba fascinado por ella.

Cuando Reagan fue a Portugal en 1985 tuvo en mente la conexión de Fátima y Juan Pablo II, de la que él sabía que era también parte.

Sorprendentemente los católicos no saben acerca de esto porque no se hizo absolutamente ninguna publicidad.

Ronald Reagan dio un discurso en Portugal en mayo de 1985, donde se menciona abiertamente a María y a los niños de Fátima.

Habló del “gran santuario religioso” en Fátima y dijo que cuando se reunió con el Papa Juan Pablo II éste,

“se atrevió a sugerirle que, en el ejemplo de hombres como él y en las oraciones de la gente sencilla en todas partes, como el niños de Fátima, hay más poder residiendo que en todos los grandes ejércitos y estados del mundo”.

Estos atentados y la conexión con Fátima hicieron que estos dos hombres trabajaran unidos para terminar con el flagelo de la Unión Soviética.

Pero además, el propio Lech Walesa, otro artífice del resquebrajamiento del sistema soviético dijo en un reportaje que no sólo sintió la proximidad real de la Virgen María en su lucha en Polonia.

Y agregó:

“Yo hablaría incluso de milagros porque muchas veces sentí y realmente noté la mano de la providencia divina.

Siempre traté de actuar según mi conciencia y en momentos decisivos decía en silencio y con gran intensidad: ‘¡Madre de Dios, ayuda!’. Y siempre lo hizo”.

   

ACTORES DECISIVOS EN LA MAYOR TRAGEDIA DEL SIGLO XX

Según el Dr. Kengor, más de 100 millones de víctimas fueron muertas solamente en el siglo XX por el comunismo.

En rigor, los números reales están más cerca de 140 millones.

Eso es más del doble que el número de muertos combinados de la Primera Guerra Mundial y la Segunda.

Y los muertos totales son un número pequeño en comparación con los innumerables casos que sufrieron persecuciones e incluso torturas sin muerte.

La colaboración de ambos hombres contribuyó decisivamente a los acontecimientos históricos de 1989 a 1991: desde la caída del muro de Berlín, al colapso del bloque comunista y la desintegración de la Unión Soviética.

La desintegración de la Rusia bolchevique que asoló mortalmente casi un siglo con sus persecuciones y errores.

Ellos ganaron la Guerra Fría sin disparar un misil, contando con la ayuda de nombres clave como Thatcher, Gorbachov, Yeltsin, Walesa, Havel.

Mijail Gorbachov no tuvo reparo reconocer públicamente que la intervención de Juan Pablo II fue decisiva en los acontecimientos que culminaron, en noviembre de 1989, con el derribo del muro de Berlín y con todo el sistema comunista en Europa.

Desde Polonia, dos destacadas personalidades católicas, una política y la otra religiosa, estaban destinadas a ser protagonistas de la historia, entre otras cosas, por su influencia en la caída del muro de Berlín.

El Papa Juan Pablo II contribuyó decisivamente a la caída del muro, al respaldar en todo momento a Lech Walesa en sus aspiraciones de hacer desaparecer el comunismo de la tierra natal de ambos y las de derribar la muralla que dividía Berlín.

Nadie discute hoy que sin los viajes del Papa a Polonia no se podría haber puesto en marcha el llamado “efecto dominó”, que, partiendo del ejemplo polaco, contagió a las demás naciones marxistas del entorno, incluida la Unión Soviética.

De modo que Juan Pablo II y Ronald Reagan en los años ochenta provocaron el colapso, en gran medida pacífico, del comunismo en Europa del Este y sentaron las bases para el colapso de la antigua Unión Soviética.

Ya el libro de 1996 Su Santidad de Carl Bernstein y Marco Politi, especuló que Juan Pablo II y Ronald Reagan habían entrado en una ‘santa alianza’ con la intención de derrocar a la URSS.

En definitiva estuvimos frente a una típica intervención del Cielo para erradicar el mayor mal del siglo XX:
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• Dios dejó pasar un mal menor para lograr un bien mayor (los atentados contra Juan Pablo II y Ronald Reagan)
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• Iluminó a Juan Pablo II de que el atentado lo habían hecho los comunistas soviéticos (cuando Juan Pablo hizo la conexión de la fecha con la profecía de Fátima)
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• Le indicó donde estaba el mal sobre el que debía luchar (la profecía sobre los errores de Rusia)
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• Suscitó la vinculación de Juan Pablo II con Ronald Reagan, que le contó su teoría y lo hizo devoto de Fátima
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• Los dos hombres, más poderosos del mundo, descubrieron la misión de trabajar juntos para terminar con el Muro
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• Y se valieron de Juan Pablo II y Lech Walesa para requebrajar el Muro a través de Polonia.

Esto no quiere decir que la profecía de Fátima se haya terminado allí y que no tenga implicancias para el futuro, por ejemplo respecto a la persecución de la Iglesia y el martirio de un Papa.

Sino que muestra solamente una estrategia usada por María para suscitar esta operación.

Fuentes:

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