La tribulación del fin de los tiempos.

Ante la confusión reinante, nuestra esperanza está puesta en el aviso por el cual Dios despertará a los dormidos y en la era de paz que surgirá de la intervención de Jesucristo para cortar la maldad.

Pero antes de esto pasaremos por un período de tribulaciones donde los poderosos de este mundo intentarán crear un gobierno totalitario mundial, liderado por el anticristo.

Aquí hablaremos sobre cómo será ese gobierno totalitario mundial que ya parece estar germinando.  

Isaías es el profeta que ha hablado más de la era de paz, en los capítulo 60 en adelante de su libro en el Antiguo Testamento. 

Habla de un cielo nuevo y una tierra nueva, que la vida de la gente se alargará, que las obras de los seres humanos se multiplicarán, etc.

Los Padres de la Iglesia a menudo lo citaron cuando hablaban de un próximo tiempo de paz. 

Y entendieron que este período del que habló Isaías era el mismo que el que predijo san Juan en el Apocalipsis capítulo 20, que también llamaron el día del Señor y el descanso para la Iglesia.

Interpretaron que el lenguaje simbólico de Isaías, así como el de San Juan, se referían al final de un reinado mundial inicuo.

Liquidado el cual las Escrituras serán reivindicadas y la paz reinará por un tiempo.

El Evangelio del reino será predicado en todo el mundo como testimonio.

Y San Luis María Grignon de Montfort se refiere a él cuando explica el Padrenuestro, diciendo que esos tiempos serán los del «venga su reino» que rezamos, donde los santos superarán en santidad a la mayoría de los que hubo. 

En esa renovación que predijo Isaías, habrá una restauración de la creación, un triunfo del bien sobre el mal, la enfermedad y la división.

¿Pero cómo llegaremos a esto? 

¿Qué sucederá desde aquí hasta que se concrete ese período de paz?

Habrá una gran confrontación entre la Iglesia y la Anti-iglesia, el Evangelio y el Anti Evangelio, para utilizar palabras de Juan Pablo II. 

Porque dijo concretamente en 1976 en Filadelfia,

«Ahora nos enfrentamos a la confrontación histórica más grande que ha atravesado la humanidad… Es una prueba de 2.000 años de cultura y civilización cristiana, con todas sus consecuencias para la dignidad humana, los derechos individuales, los derechos humanos y los derechos de las naciones»

Es una batalla que ya está presente y progresará hacia su punto máximo, el choque de los reinos del bien y del mal.

Y el formato que Juan Pablo II predijo de la acción del mal es el surgimiento de un totalitarismo global.

Este totalitarismo se iniciará a través del dominio de la economía por las fuerzas oscuras, siguiendo a Isaías que dice que ese anticristo dominará las riquezas del mundo.

¿Y cómo será ese totalitarismo que reinará en la ventana de tiempo de la tribulación y el aviso?

La semilla es el comunismo, usado por los poderosos del mundo para dominar a todo el planeta y dirigirlo.

Hay algunos que todavía hablan de la rivalidad entre comunismo y capitalismo, pero eso ya no existe.

Miren por ejemplo el lema del reinicio del mundo que propone el Foro Económico Mundial, que sin duda es el centro de reunión de las élites económicas del planeta.

Su slogan es al mejor estilo comunista: «No tendrás nada pero serás feliz»

¿Qué significa eso? Que no habrá propiedad privada y que todo estará en manos del estado que resolverá como serás feliz.

Este totalitarismo que se está gestando se basa en que un gobierno de los iluminados debe controlar todo para dar a todos lo que a su juicio les corresponde.

El gobierno mundial se convierte así en un imperio sobre cada país, que no permite al hombre ejercer su libertad, y cualquiera que opine diferente es cancelado. 

El gobierno te dice que puedes o no realizar y eliminará las ideas religiosas independientes. 

Piensa lo que dijo Voltaire, uno de los máximos exponentes de la masonería en el siglo XVII:

«Cuando las condiciones sean adecuadas, un reino se extenderá por toda la tierra para acabar con todos los cristianos, y luego establecerá una hermandad universal sin matrimonio, familia, propiedad, ley o Dios»

Isaías también dice que el imperio global del mal será un castigo para las naciones: «se apoderarán del botín, se llevarán el botín, arrebatarán las riquezas».

Eso es lo que harán las empresas multinacionales que serán quienes hagan la producción y el comercio por concesión del gobierno mundial.

Este gobierno mundial decidirá que se producirá en cada zona del planeta y en cada país, y luego pedirá a las multinacionales que se ocupen de ello. 

Es ni más ni menos que el modelo comunista chino, que tiene un gobierno no electo que decide todo y encarga a determinadas empresas trabajar en ciertas áreas.

La Agenda 21 de las Naciones Unidas ya están planteando que no exista más la propiedad de la tierra.

Uno de sus puntos dice en concreto que «La tierra… no puede tratarse como un bien ordinario, controlado por individuos y sujeto a las presiones e ineficiencias del mercado»

Por eso el futuro que explícitamente propone el Foro Económico Mundial, es que cada persona no tenga su propia casa, que viva en una propiedad del gobierno.

Pero eso sí, mientras tu no la usas, por ejemplo cuando sales a trabajar fuera, tu casa podrá ser usada por otras personas.

Plantean que no tendrás incluso enseres para cocinar en tu casa, y que cuando los necesites los pedirás y un dron te los llevará.

Pero para realizar este totalitarismo global como le llama Juan Pablo II deben domesticar a toda la población.

Censurar la expresión de las ideas discordantes.

Sobre lo cual se ha avanzado sustancialmente a través del manejo de las redes sociales.

Y también el derrocamiento de las religiones independientes, la abolición de la soberanía nacional, la desaparición de los pequeños empresarios y las clases medias, y restringir la movilidad de las personas para controlarlas mejor.

Nuestra Señora en Fátima nos dio la receta para combatir este régimen totalitario que iba a comenzar en Rusia, a través de la consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón.

La Iglesia lo debería haber hecho en 1960, pero no se realizó.

Y mientras tanto le dio el tiempo para que sus errores se esparcieran por el mundo.

Y la metástasis que hizo en occidente provocó que las élites económicas del mundo, los grandes capitales, advirtieran sus ventajas para controlar a la población.

Ya en 1973 David Rockefeller elogiando al régimen comunista chino dijo,   

«El experimento social en China… es uno de los más importantes y exitosos en la historia humana»

De modo que estamos en un momento en que los dos grandes sistemas económicos están confluyendo, en una síntesis que toma lo peor de cada uno.

Del comunismo toma el cercenamiento de la libertad, la eliminación de la propiedad privada y un gobierno centralizado dictatorial.

Y del capitalismo toma la concentración de la riqueza en pocas manos.

Y ya vemos que la crisis sanitaria que atraviesa el mundo produjo mayor concentración de la riqueza. 

Juan Pablo II nos advirtió que estábamos a las puertas de la mayor batalla de estos 2000 años.

Y uno de los arquitectos del nuevo orden, el magnate George Soros, declaró el 13 de mayo de 2020 al inicio de la emergencia de salud mundial,

«Esta es la crisis de mi vida… un momento revolucionario, en el que lo que sería imposible o incluso inconcebible en tiempos normales, se había vuelto no solo posible, sino probable y absolutamente necesario». 

Esta confrontación va a suceder en nuestro tiempo histórico, porque piensan terminar de instaurar el nuevo orden en el 2030.

Y en medio de ello esperamos que venga el aviso o iluminación de conciencia en que Dios despertará a los dormidos revelándoles que Él existe, como les ve Él y cuáles son las consecuencias de ello.

Muchos despertarán, otros no. 

Pero ahí comenzará la persecución y la supuesta aparición del antricristo, que reinará por unos pocos años, para luego ser derrocado por fuerzas que se fortalecieron por un nuevo derramamiento del Espíritu Santo.

Y con ello vendrá el triunfo del Inmaculado Corazón de María y ahí veremos la era de paz de la que hablaron Isaías y Juan en el Apocalipsis.     

Bueno, hasta aquí lo que querían decir sobre el régimen totalitario mundial que antecederá a la época de paz.

Y me gustaría preguntarte si ya ves los indicios de ese régimen totalitario mundial y en que lo ves.

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