Se van a cumplir 100 años de las manifestaciones más sorprendentes de una imagen de Cristo.

La historia del Santo Cristo de Limpias sucedió en Cantabria, España, en la ruta del Camino a Santiago.

Se trata de manifestaciones de una imagen del Cristo de la Agonía exhibido en una iglesia dedicada a San Pedro en la ciudad de Limpias.

Las manifestaciones comenzaron privadamente en 1914 y comenzaron a ser públicas en 1919. Y se sucedieron durante varios años.

Coincidentemente Cantabria también sería el escenario de las apariciones de Garabandal en la década de los 1960.

 

EL INICIO DE LA DEVOCIÓN Y SU TRASLADO A LIMPIAS

La imagen representa a Cristo en los últimos momentos de su vida, con una expresión medio dolorosa y medio relajada, mirando hacia arriba y con los ojos abiertos.

Sus manos están haciendo un gesto de bendición y lleva una corona de espinas en su cabeza.

Mide 1.80 cm de alto y está sobre una cruz que mide 2.30 cm de alto.

Y ambos lados se encuentra la Virgen Dolorosa y San Juan evangelista.

Una particularidad de la escultura es su realismo, especialmente de los ojos.

Los expertos sostienen que se trata de una talla andaluza.

La historia de esta imagen se origina en Cádiz en una iglesia franciscana por los 1700, que luego del derrumbe pasa a la capilla privada de Don Diego de la Piedra.

Se cuenta, que entre los prodigios que manifestó, estuvo la detención de las aguas luego de un maremoto, que se detuvo cuando llegó a los pies de la escultura.

Este milagro hizo que la imagen peregrinara por varias iglesias de Cádiz y fuera sacada en procesión ante emergencias.

¿Y cómo llega a establecerse en Limpias?

La escultura se establece en la ciudad de Limpias luego del año 1755 cuando fallece Don Diego de la Piedra.

Quien en su testamento pide instalar el conjunto escultórico del Cristo, la Virgen María y San Juan en la parroquia de su villa natal, Limpias, y costea el retablo mayor.

Es así como popularmente la iglesia empieza a ser nombrada como santuario del Cristo de la Agonía.

Fue esta escultura qué mostró una serie de manifestaciones durante varios años.

 

PRIMERA MANIFESTACIÓN PRIVADA

La primera manifestación la recibió el padre Antonio López, un vicentino que relata lo siguiente,

«Un día en el mes de agosto de 1914, fui a la iglesia con el motivo de instalar una iluminación eléctrica en el altar mayor.

Me hallaba solo en la iglesia subido en una escalera apoyada sobre un andamio improvisado recostado sobre la pared que sirve de trasfondo a la imagen del Cristo Crucificado.

Y después de dos horas de trabajo, empecé a limpiar la imagen de forma que esta pudiera verse más claramente.

Mi cabeza quedaba al mismo nivel que la del Cristo, a poco menos de 50 cms de distancia.

Hacía un día muy hermoso y por la ventana atravesaban rayos de luz que iluminaban completamente el altar, sin notar la más leve anormalidad.

Y después de un largo rato de trabajo, detuve mi vista en los ojos de la imagen y observe que los tenía cerrados.

Por varios minutos lo vi con toda claridad de manera que dudé si habitualmente los tenía abiertos.

No podía creer lo que mis ojos contemplaban, empecé a sentir que las fuerzas me faltaban; perdí el balance, desfallecí y caí de la escalera del andamio hasta el suelo, sufriendo un gran golpe.

Al recobrar el sentido pude confirmar desde donde me encontraba que los ojos de la imagen del crucifijo permanecían cerrados

Abandoné rápidamente la iglesia contando el hecho a mi comunidad.

Minutos después de abandonar la iglesia, me encontré con el sacristán quien se disponía a sonar las campanas para el Ángelus.

Al verme tan agitado me preguntó si me ocurría algo.

Le relaté todo lo sucedido, lo cual no le sorprendió puesto que ya había escuchado que el Santo Cristo había cerrado sus ojos en más de una ocasión«.

El sacerdote no le dio carácter milagroso al suceso y en cambio optó por examinar la imagen para ver si tenía algún tipo de mecanismo que hiciera mover los ojos.

No encontró nada, y por el contrario verificó que los ojos eran de cristal y no se movían.

Informó esto a su superior, y éste le pidió que lo documentara, pero que lo mantuviese en secreto.

Este documento tomo luz pública recién en 1920, un año después qué comenzarán las manifestaciones públicas masivas.

Estás comenzaron en la cuaresma de 1919, cuándo multitudes observaron que el Santo Cristo movía los ojos, palidecía, sangraba, sudaba y daba la sensación de estar vivo.

 

PRIMERA MANIFESTACIÓN PÚBLICA

El 30 de marzo de 1919, en plena cuaresma, el sacerdote estaba celebrando misa y otros dos sacerdotes confesando en los confesionarios.

Cuando una niña de 12 años Informó a un sacerdote confesante qué el Santo Cristo tenía los ojos cerrados.

«¡Padre Jalón, padre Jalón, mire, el Señor ha cerrado los ojos!».

El padre Anselmo Jalón no le da importancia pero se lo comunica al padre Agatángelo que celebraba la misa.

Mientras los fieles comienzan a alborotarse de entusiasmo, con llantos gritos y oraciones de rodillas.

La gente decía que veía al Santo Cristo mover los ojos e incluso sudar gotas de sangre.

Y los otros sacerdotes ven al tercero temblando de rodillas y sin poder articular palabra.

Los sacerdotes evacúan la iglesia y el padre Jalón sube hasta el camerino de la imagen, la toca y sus dedos se humedecen inexplicablemente.

Dos días después el padre Eduardo Miqueli, arcipreste de Limpias, envía una carta al obispo de Santander diciendo lo siguiente,

«Varias niñas, mujeres y hombres, aseguraban que el Santísimo Cristo de la Agonía abría y cerraba los ojos y dirigía miradas a una y otra parte, y que sudaba copiosamente por el cuello y pecho (…)

Juran y perjuran hombres de toda clase que lo han visto, y ante la Sagrada Hostia lo jurarían igualmente».

 

SEGUNDA MANIFESTACIÓN

La manifestación sucedió el Domingo de Ramos, el 13 de abril de 1919, cuando dos prominentes hombres de Limpias – uno comerciante y otro un intelectual – quisieron verificar los rumores que habían corrido.

Se acercaron a la imagen y vieron que los ojos y la boca del Cristo se movían, y cayeron de rodillas pidiendo perdón.

«¡Misericordia, Señor, no me castigues! Ahora lo creo…».

Esta segunda manifestación consolidó la noticia.

Y grupos de fieles pidieron que el obispado decretara un día de fiesta conmemorando este milagro.

 

TERCERA MANIFESTACIÓN

La tercera manifestación se produjo el Domingo de Resurrección, el 20 de abril de 1919.

Un grupo de religiosas de Hijas de la Cruz, junto con un grupo de catequesis, rezaban el rosario y vieron que los ojos y la boca del Santo Cristo se movían.

A partir de ahí las manifestaciones comenzaron a hacerse casi diarias.

Muchos informaron que veían gotas de sangre caer de las heridas de las espinas, que la imagen del Cristo posaba su mirada sobre cada uno de los presentes, qué suspiraba, movimientos de agonía, pérdida de color…

Y esto comenzó a producir que la iglesia se abarrotara, porque además era un lugar de paso desde Lourdes hasta Compostela, en el Camino a Santiago.

El 4 de agosto más de 30 personas juraron que la imagen había adquirido aspecto de persona viva, cambiando repetidamente su expresión de compasión hacia dolor, e incluso dureza.

Y en septiembre dos obispos y un grupo de sacerdotes ven movimientos agónicos en el cuerpo de Jesucristo.

A partir de ahí las autoridades comienzan a recoger testimonios, los que sobrepasaron el número de 8000, aunque muchos se perdieron como consecuencia de la Guerra Civil Española.

Fachada de Iglesia de San Pedro de Limpias

 

TESTIMONIOS DE LAS MANIFESTACIONES

La historia cuenta que el primer Obispo que presenció las manifestaciones fue Manuel Ruiz y Rodríguez, obispo de Cuba que volvía de una visita al Vaticano.

Quién redactó una Carta Pastoral para su diócesis describiendo como los ojos del Santo Cristo se movían de un lado a otro y su cara tomaba expresión de agonía.

Fue a partir de aquí que comenzó la devoción al Cristo de Limpias en Cuba, se construyó un santuario al Cristo de Limpias en la Habana y se fundó la Cruzada de Cristo de Limpias, que proclamaba el rezo del rosario diariamente.

Y establecieron su fiesta el 16 de julio.

Por su parte el capuchino padre Celestino María de Pozuelo dijo el 29 de julio de 1919 luego de visitar la parroquia de Limpias,

«El rostro presenta una expresión viva de dolor, el cuerpo descolorido como si hubiera recibido crueles latigazos y totalmente bañado en sudor.»

El padre Valentín Incio, de Gijón visitó Limpias el 4 de agosto de 1919 y escribió lo siguiente

«Al llegar contemplé a Nuestro Señor como si estuviera vivo.

Más adelante Su cabeza conservó su posición de costumbre y Su contorno la expresión natural, pero Sus ojos estaban llenos de vida y miraban en diferentes direcciones…

A un punto, Su mirada se centró sobre los marineros a quienes contempló por largo rato, luego miró lánguidamente hacia la sacristía por algún tiempo.

En este instante ocurre el momento más conmovedor de todos: Jesús posa Su mirada sobre todos nosotros pero de una forma tan dulce, ¡tan suave!, ¡tan expresiva!, ¡tan amorosa y divina! que todos los allí presentes caímos de rodillas, lloramos y adoramos a Cristo…

Nuestro Señor continuó moviendo Sus ojos y párpados que brillaban como si estuvieran llenos de lágrimas, y movió Sus labios suavemente como si estuviera diciendo algo o rezando.

Al mismo tiempo una mujer que se encontraba a mi lado vio al Maestro tratando de mover Sus brazos, luchando por relajarlos de la Cruz».

Esto fue contemplado por 40 personas a la vez.

Dos obispos y 18 sacerdotes contaron lo que les ocurrió el 15 de septiembre de 1919,

«Todos vimos entristecer aún más el rostro del Santo Cristo.

Su boca también estaba más abierta que lo usual, Sus ojos se fijaron suavemente sobre los obispos y luego en dirección a la sacristía.

Sus gestos simultáneamente tomaron expresión como los de un hombre que está luchando por sobrevivir.»

El padre confesor de la iglesia del Pilar de Zaragoza, Don Manuel Cubi, visitó la iglesia el 24 de diciembre de 1919 con un grupo de personas y manifestó,

«Nuestro Señor trataba de soltarse de la Cruz con movimientos violentos y convulsivos, luego levantó Su cabeza, movió Sus ojos y cerró Su boca.

En ocasiones pude ver Su lengua y dientes.

Por aproximadamente media hora Él nos mostró cuánto le había costado nuestra salvación y cuánto había sufrido por nosotros en el momento de Su abandono en la Cruz.»

Se calcula que en los meses siguientes desfilaron 100 mil peregrinos por la iglesia y 4 mil de ellos labraron actas de lo que habían visto, muchas de las cuales se conservan hoy en día y otras fueron quemadas durante la Guerra Civil.

Pero no sólo hombres de fe vieron estas manifestaciones.

El doctor Maximiliano Orts, subdelegado de Medicina de la Provincia de Oviedo, visitó la iglesia en julio de 1919 y dijo,

«Veo con asombro que, por detrás del pabellón de la oreja derecha se desliza un hilo de sangre roja (…)

Esta sangre iba desapareciendo hasta dejar limpia la piel que antes había invadido.

A la sorpresa sentida por la visión del fenómeno sucedió en mi espíritu la contrariedad, porque temí caer en la alucinación, imperdonable a mi edad y a mi larga experiencia profesional«.

Y el Dr. Gutiérrez de Cossío, Cónsul de Honduras, también atestiguo lo siguiente,

«Todos los grupos empezamos a decir simultáneamente que el Cristo miraba al lado por donde salían los peregrinos; la visión era clara, perfecta, evidente (…)

Tras breves momentos observo de manera evidente, real, la mutación del rostro: su nariz se afina; los labios, más contraídos, se azulan, se entreabren; aparecen más demacradas las mejillas (…)

Nada pudo impresionarme más en mi carrera de Medicina, ni siquiera el primer cadáver que vi en la sala de disección».

 

LA REPERCUSIÓN MUNDIAL

El fenómeno adquirió relevancia mundial, al punto que en 1921 las peregrinaciones hacia Limpias superaron las que se producían hacia Lourdes y Roma.

Los peregrinos eran de todas partes del mundo, e incluían a obispos y cardenales, políticos, profesionales comerciantes, creyentes, agnósticos y ateos.

Incluso el rey Alfonso XIII visitó Limpias el 31 de julio de 1929 y también lo hizo el príncipe Pío de Saboya.

El comandante de la guardia civil dijo al respecto,

«Por Limpias han pasado reyes, príncipes, infantes, magnates, obispos, sacerdotes, religiosos, aristócratas, catedráticos, abogados, médicos, militares, ingenieros y, en una palabra, gentes de todas las clases sociales y de todas las provincias de España y aún algunas, no pocas, de naciones extranjeras».

El obispo de Santander dio indulgencia plenaria por un período de 7 años a todos aquellos fieles que visitaran al Santo Cristo de Limpias.

El Nuncio Apostólico visitó Limpias en septiembre de 1921 y labró un acta a la santa sede, abriendo un expediente canónico que se encargaría de investigar los hechos.

Pero como sucede habitualmente estás investigaciones terminan en la conclusión que no hay explicación humanamente razonable para lo que sucedió.

 

CURACIONES

También se registraron muchas curaciones.

Solamente en julio de 1920 los médicos certificaron más de 1000 curaciones, algunas en Limpias, otras de regreso a su casa, y otras cuando los enfermos tomaban contacto con objetos que habían tocado al Santo Cristo de Limpias.

El médico forense Castro Urdiales expresó públicamente su evaluación sobre la curación del padre Vicente Rodríguez que estaba afectado por una hemiplejia.

El sacerdote se había dormido rezando con una estampa de Cristo de Limpias en la mano y cuando despertó se encontró recuperado totalmente; esto sucedió en septiembre de 1919.

Y el doctor Castro Urdiales dijo lo siguiente,

«En mi larga carrera profesional nunca he visto la curación de ninguna hemiplejia en tan corto tiempo; no lo he leído, ni oído que así haya sucedido».

Unos años después los fenómenos cesaron de manera total.

Pero aún el santuario del Santo Cristo de Limpias, regido por los padres paúles, sigue recibiendo peregrinaciones de personas que recuerdan estos episodios.

Y el espíritu qué dejaron estás manifestaciones aún sigue vivo en Limpias.

Pero esto no ha quedado ahí, porque en Bolivia se han registrado lacrimaciones de un busto del Santo Cristo de Limpias a partir de la década de 1990. Mira estos videos:

Fuentes:

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