Los signos proféticos más importante del 2021.
En medio de la crisis de salud que ha asolado al planeta, se han estado cumpliendo una serie de profecías católicas en forma silenciosa y difícil de discernir si no se mira con profundidad.
Dios tiene un plan para terminar la maldad en el mundo y que vuelva a Él.
Y a veces es difícil de comprender, porque lo vemos como la parte trasera de un bordado, con los hilos sueltos y entreverados, y no como la parte delantera, en la que la imagen toma forma.
Dios tiene el control de lo que sucede. Nunca lo pierde ni lo perderá.
Aquí hablaremos sobre cómo se han ido cumpliendo, en el año 2021, las profecías más significativas.
El primer año de la segunda década del tercer milenio, o sea el 2021, ha abierto una serie de puertas a profecías que han estado circulando en estos 20 siglos de cristianismo.
Muchas de ellas giran en torno a la marca de la bestia, que sólo con ella se podría comprar y vender.
Lo que supone primeramente un poder centralizado, o sea un gobierno mundial, y luego la pérdida de libertades personales.
Durante el 2021 el poder de las grandes empresas tecnológicas, las Big Tech, ha crecido exponencialmente.
Estas empresas tienen el poder de controlar el flujo de noticias e información de miles de millones de personas.
Y han prestado su poder para instaurar un discurso público que viene del poder político de occidente y la ONU, y para censurar las desviaciones basándose en los verificadores de hechos, que legitiman lo que es correcto o no.
Ya lo habíamos visto funcionar cuando expulsaron al unísono de sus plataformas, nada menos que al presidente de la mayor potencia del mundo.
Y en el 2021 su foco principal fue ser el gendarme del discurso único respecto a la pandemia.
Promocionando la narrativa del poder global y no dejando pasar informaciones que ponían en tela de juicio o incluso matizaban ese discurso.
Esto también ha sido seguido por los grandes medios de comunicación de todos los países.
De modo que por primera vez, el mundo ha visto una concordancia, casi sin fisuras, sobre lo que se puede informar y lo que hay que censurar.
Por lo tanto ahora se ha cristalizado un poder mundial con capacidad de vehiculizar una sola información y censurar las otras campanas.
Y esto va unido a las libertades personales.
Porque no sólo se ha erradicado la libertad de recibir informaciones que no sigan el discurso hegemónico, sino que también se ha estado quitando la libertad personal de expresar esa información a otras personas en forma individual.
Es así como se ha censurado la divulgación de información en línea que no siga la narrativa oficial, por ejemplo en facebook, twitter, etc.
Y el certificado de vacunación ha erosionado la libertad personal de comprar y vender, porque ahora sólo pueden acceder a lugares públicos, en muchos países, quienes tienen ese pase.
Y lo que lo acerca aún más a la marca de la bestia, son los desarrollos de microchips implantables de este certificado bajo la piel.
En Suecia se ha desarrollado un microchip del tamaño de un grano de arroz, que se implanta en la mano o el brazo y que contiene el certificado.
Y probablemente sea el precursor de un tipo de identificación digital que el Foro Económico Mundial proponía para el año 2030.
Con la excusa de la pandemia, muchos países se han transformado en estados policíacos al mejor estilo estalinista, lo que ha permitido a los gobernantes ejercer su poder con más discrecionalidad y menos controles.
Y como esto está ocurriendo todo en el mismo sentido, con el mismo contenido y amparado por los poderes globales, es que podemos hablar de que el mundo marcha hacia el comunismo global.
Es el método de gobierno que gusta a las élites financieras del mundo, porque impide los controles democráticos.
Y recordemos que Nuestra Señora dijo en las apariciones de Garabandal, que los sucesos que traerían el aviso, el milagro y el castigo, aparecerían cuando volviera el comunismo.
También se dijo en esas apariciones que las hostilidades de una gran guerra vendrían cuando el Papa viajara a Rusia, específicamente cuando volviera de Moscú al Vaticano.
Y recientemente Francisco anunció su intención de ir a visitar al patriarca ortodoxo Kirill a Moscú, aunque no definió fecha.
Mientras el escenario de hostilidades se está armando en Europa, básicamente por el enfrentamiento Rusia – Ucrania.
En las apariciones de Hrushiv, en Ucrania, en la década de 1980, se dice que la tercera guerra mundial comenzaría allí, con un enfrentamiento entre Rusia y Ucrania.
Pero también hay otros conflictos que se están gestando y que no auguran nada bueno para la paz internacional, por ejemplo la invasión de China a Taiwán, y el conflicto por las armas nucleares de Israel contra Irán e Siria.
También hay un conflicto generalizado en Europa que se ha dado en llamar crisis de inmigración, con miles de musulmanes emigrando a los países de Europa.
Este es un método de invasión para colonizar una zona que los musulmanes llaman «hijra», que ha usado el Islam en forma exitosa a lo largo de su historia.
Otro elemento profético son las inoculaciones.
El padre Michel Rodrigue profetizó a principios de 2020 que los grandes eventos de purificación del mundo comenzarían en el otoño de ese año.
Y en ese otoño de 2020, comenzaron a administrarse masivamente las inoculaciones.
Por lo tanto, viéndolo a la distancia, es razonable pensar que algo tan masivo y discutido como las inoculaciones, hayan sido ese comienzo de la purificación.
Y este año, el Padre Michel dijo que a la conclusión del Año Santo de San José, el 8 de diciembre de 2021, se levantaría el katéjon y el mundo no tendría la especial protección de San José.
Y por lo tanto el mal escalaría aún más en la tierra.
Y a los pocos días del final de este Año Santo, el mundo fue arrojado de nuevo al caos por el miedo producido por la variante omicron.
Y hay que tomar nota de algo perverso.
Las dos celebraciones más importantes del cristianismo, han coincidido con una campaña masiva de miedo, respecto a las variantes del virus, y pedidos para restringir esas celebraciones.
La Pascua 2021 coincidió con la campaña mediática sobre la variante delta y la Navidad coincidió con la campaña mediática sobre la variante omicron.
Otros hechos proféticos están relacionados con lo que sucede en la Iglesia.
Hay profecías que hablan de que vendrá una apostasía en la Iglesia.
Al respecto basta leer lo que dicen algunos obispos y cardenales hoy, sobre cuál es la actividad central de la Iglesia, y se refieren al cuidado de los inmigrantes y no a la evangelización, que es precisamente lo que pidió Jesús a sus discípulos.
Y los obispos alemanes siguieron adelante con su camino sinodal, que pretende cambiar la enseñanza católica sobre la sexualidad, la naturaleza de los sacramentos, y el ejercicio del poder dentro de la Iglesia.
Otras profecías hablan sobre un cisma en la Iglesia, y el cisma viene cuando se echa gasolina al fuego de los conflictos.
Desde el Concilio Vaticano II ha habido una grieta entre tradicionales y modernistas, pero la última limitación vaticana sobre las misas tridentinas acerca más a la Iglesia a un cisma.
Porque en vez de ser inclusivo con las diferentes tradiciones del rito católico, el Vaticano ha optado limitar lo que no es del gusto actual de sus dirigentes, en un gesto simbólico, porque quienes practican la misa tridentina son muy poquitos.
Y finalmente, la Virgen le dijo a Conchita de Garabandal que antes de que ocurran los eventos futuros, se llevará a cabo un Sínodo importante.
Y la Iglesia ha iniciado un Sínodo sobre la Sinodalidad, que es curiosamente largo, porque va desde el 2021 al 2023, lo que habla de su importancia.
Coincide con el sínodo alemán y algunos analistas ven el peligro de que los modernistas traten de llevar este sínodo al espíritu del alemán y al ecumenismo.
Y es ahí donde podría venir una nueva directiva del Vaticano, según las profecías, tal vez en nombre del ecumenismo o del diálogo entre religiones, que requiera que las palabras «este es mi cuerpo», dichas en la consagración de la misa, se cambien por «este es el cuerpo de Cristo» o similar.
Lo que invalidará la consagración, de modo que Jesús ya no se haría presente en la hostia consagrada por los sacerdotes, que usen esa nueva fórmula.
En resumen, el año 2021 ha visto el cumplimiento de varias profecías católicas, y debemos esperar si esos signos se consolidan en el futuro.
Porque recordemos que las profecías son condicionales y es difícil discernir su cumplimiento, porque suceden en medio de otra serie de hechos que hay que separar.
Y transcurren a través del tiempo que no necesariamente es corto.
Bueno hasta aquí lo que queríamos hablar sobre cómo se estuvieron cumpliendo las profecías en el año 2021 y cuales están en proceso de cumplimiento.
Y es un buen momento para recordar que Dios tiene el control, aún en esta situación aparentemente negativa.
Y que no nos debemos distraer ni caer en el miedo que el maligno quiere generar.
Dios dirige la historia y el maligno y sus secuaces son sólo un accidente en el camino.
Sólo nos queda confiar en Dios pase lo que pase.
Y me gustaría preguntarte si entiendes que hay alguna otra profecía que se ha estado cumpliendo en el año 2021 y cual.
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