“La Doctrina de la Fe no puede acabar con la discusión”.
Todos pensamos que tras las declaraciones del Prefecto para la Doctrina de la Fe, Monseñor Muller, que con firmeza expuso por qué no darle la comunión a los divorciados vueltos a casar (ver aquí), se zanjaba la discusión que había abierto el papa Francisco en declaraciones en el vuelo de regreso lusgo de la JMJ de Rio. Y que las discusiones del Sínodo de las Familias podían aportar alguna leve apertura pero sin mucha expectativa. Sin embargo, el cardenal Marx, uno de los 8 que asesoran a Francisco dijo ¡un momentito! no está todo dicho.
En una respuesta a Muller, el cardenal Reinhard Marx, arzobispo de Mónaco y miembro del grupo de consejeros del Papa dijo
“El Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe no puede acabar con la discusión”.
Las palabras de Marx fueron pronunciadas el jueves pasado al final de los trabajos de la Conferencia Episcopal de Frisinga, que reúne a los obispos bávaros; además del de Mónaco participan pastores de Regensburg, Passau, Augusra, Bamberga, Würzburg, Eichstätt y Speyer.
Marx se refirió al largo artículo del arzobispo Gerhard L. Müller, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, publicado hace algunos días por “L’Osservatore Romano” y que fue difundido en diferentes lenguas: un texto sobre el tema de la indisolubilidad matrimonial que cancelaba drásticamente la práctica vigente en las Iglesias ortodoxas sobre la posibilidad de una bendición de las segundas nupcias tras un recorrido penitencial para el cónyuge que fue abandonado.
El artículo recibió el aplauso de algunos observadores que, satisfechos, lo definían como “un precinto” alrededor de la Iglesia, ese “hospital de campo” del Papa Francisco.
De hecho, la negación ortodoxa llegó después que el mismo Pontífice argentino se hubiera referido a ella durante la entrevista que ofreció en el vuelo de regreso de la JMJ de Río, en julio de este año. Después se supo que el artículo de Müller no era un texto inédito y que tampoco había sido escrito para la ocasión. Se trata, de hecho, de un escrito preparado y publicado en «Tagespost» el 15 de junio pasado, es decir antes de que Francisco pronunciara aquellas frases en el avión de regreso a Roma.
El hecho de que aquel pasaje sobre la negativa ante la práctica ortodoxa haya sido publicado sin modificaciones incluso después de las palabras de Papa Francisco fue interpretado por muchos observadores como una cancelación definitiva ante cualquier apertura o reforma relacionada con las normas sobre los divorciados que se han vuelto a casar.
Ahora, el cardenal Marx, miembro del consejo del Papa, afirma que con respecto a estos argumentos “se discutirá ampliamente… con cuáles resultados, no lo sé”.
Explicó también que un enorme número de fieles no puede comprender por qué “una segunda unión no sea aceptada por la Iglesia” y consideró que era inadecuado hablar sobre el divorcio simplemente como un “fracaso moral”. Marx también recordó que Roma quiere una discusión amplia en toda la Iglesia en vista del Sínodo que se está preparando.
Fuentes: Vatican Insider, Signos de estos Tiempos