Las dudas de los expertos.

 

Los medios de comunicación occidentales en su mayoría han aceptado el supuesto de que el gobierno de Assad ha usado armas químicas contra los rebeldes, lo están difundiendo y es muy fácil de acceder a esa información. Sin embargo hay una serie de expertos que ponen en duda lo que han mostrado los videos, que son la única prueba, y esta información casi no circula en los medios occidentales, por eso traemos un compendio de los argumentos de expertos que tienen sospechas de que podría haber una escena armada.

 

uso de gas nervioso en siria

 

En términos generales dicen que los síntomas están ausentes, los rescatistas no están protegids y no son contagiados, y las escenas son demasiado «flagrantes». Es por eso que los videos de los rebeldes sirio que muestran la evidencia no convencen a algunos expertos de armas químicas.

Esto es para su discernimiento.

EL SUCESO

Según el Ejército Sirio Libre (los rebeldes), las autoridades sirias bombardearon con gas sarín la región de Ghoutta, en la periferia de Damasco, el miércoles 21 de agosto de 2013, causando en total 1.700 muertos. Esta alegación fue comentada de inmediato por las autoridades alemanas, británicas y francesas, que llamaron a una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para que se autorice a los observadores de la ONU a investigar en el terreno. Las noticias al respecto están siendo repetidas constantemente por la prensa de la OTAN, que presenta además dichas alegaciones como hechos consumados.

A partir de la madrugada y a lo largo de todo el día 21 de agosto, el Ejército Árabe Sirio bombardeó las posiciones de elementos del Ejército Sirio Libre que se habían reagrupado en el sudeste de la Ghoutta (la región agrícola colindante con la capital siria), zona de enfrentamientos cuya población civil ha sido evacuada desde hace meses. Las bajas de los grupos yihadistas parecen ser allí considerables y hasta ahora el gobierno sirio no había recurrido al uso de gases de combate, un arma que históricamente se utiliza sólo en caso de guerras de trincheras.

Según la Casa Blanca, ese 21 de agosto, el ejército sirio lanzó cohetes con gas nervioso sobre los rebeldes atrincherados en los suburbios de Damasco. Esto le proporciona la base para un ataque militar a una coalición de potencias occidentales. Estados Unidos, Francia y el Reino Unido podrían actuar sin mandato de la ONU y contra el consejo de Rusia y China. 

La evidencia del uso de gas nervioso por parte de Assad está basada, hasta ahora, en las imágenes de algunas filmaciones publicadas por los rebeldes. Algunos expertos de armas químicas, comentando los supuestos ataques no parecen del todo convencidos del material.

En las imágenes, impresionantes a primera vista, algunos perciben una puesta en escena. Los niños afectados, que parecen desfallecidos o drogados, no tienen madres que los acompañen. Los varones aparecen a menudo desnudos mientras que las niñas están completamente vestidas. Fuera de algunas cortinas plegables y varias bolsas de suero, no se ve ningún tipo de estructura médica ni equipamiento sanitario, ni siquiera de tipo clandestino.

Algunas de las fotografías difundidas ahora por la prensa ya fueron utilizadas anteriormente para acusar al ejército de Egipto de haber cometido una masacre en un campamento de la Hermandad Musulmana en El Cairo.

FALTAN LOS SÍNTOMAS  

Interrogada por la AFP, Paula Vanninen, directora de VERIFIN, Instituto Finlandés para la Verificación de la Convención sobre Armas Químicas, ha destacado que

«Las personas que ayudan a las víctimas no llevan ropa de protección ni máscaras y si fuera un ataque con gas, habrían sido contaminadas también y víctimas de los mismos síntomas«, y no sucede en los videos.

John Hart, director del Proyecto de Seguridad Química y Biológica del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo, dijo

que en el video «no hay vestigios de una prueba reveladora» de una contaminación con armas químicas. «Ninguna de las víctimas muestra un estrechamiento del diámetro de la pupila, lo que indicaría una exposición a los agentes nerviosos organofosforados«.

NO HAY CONTAMINACIÓN

Dan Kaszeta, un ex oficial del Cuerpo de Química del Ejército de los EE.UU. y asesor privado, que también fue interrogado por la AFP, afirma que,

«ninguna de las personas que tiene que ver con las víctimas o el fotógrafo usa algún tipo de protección a hoc y a pesar de ello, ninguno de ellos parece haber sido dañado».

Esto excluiría realmente contaminación por armas químicas de uso militar, incluyendo gases nerviosos,

ya que estas sustancias dejan por un poco mas «de una hora cierto nivel de contaminación y daño a cualquiera sin la protección adecuada que esté en contacto con las personas afectadas».

Kaszeta añade que,

«no hay ningún otro signo que se puede esperar ver después de un ataque químico, como problemas graves en la vista, vómitos, pérdida del control de esfínteres

NO ES SARÍN 

Stephen Johnson, un ex asesor del Ministro de Defensa para la guerra química e investigador de los efectos de contagio de materiales peligrosos en la Universidad de Cranfield, cree que

«con un nivel tal de agente químico cabe esperar ver un montón de contaminación en las víctimas, y esto afectaría a aquellos que los tratan y no están protegidas como es debido.  Todo esto no lo vemos» 

También dijo a Euro News que el video se veía sospechoso.

“Hay, en algunos de los videos, ejemplos que se parecen forzados, y casi como si hubieran sido armados. En algunas de las personas con espuma en la boca, la espuma parece ser demasiado blanca, demasiado pura, y no es coherente con el tipo de lesión interna que se podría esperar, que sería más sanguinolenta o más amarilla, dijo Johnson.

OTROS PROBLEMAS 

«Las imágenes de Ghouta, el lugar donde el gobierno habría usado gas devastador desde el punto de vista emocional, son muy ambiguas desde el punto de vista documental», escribió en el Giornale el reportero de guerra Gian Micalessin.

«En Halabja en marzo 1988 el gas de Saddam no hizo ninguna distinción entre las víctimas y los equipos de rescate y destruyó a cualquiera que no estuviera protegido y creó un clima de pánico». 

Esto no sucede en Ghouta, recuerde Micalessin:

«Nadie escapa, no hay un clima de pánico y los hospitales siguen funcionando». «Esto plantea dos grandes cuestiones«, concluye el periodista:

«¿Por qué Assad habría esperado dos años, y medio antes de usar el gas sólo para usarlo bajo la mirada de observadores de la ONU? Y sobre todo, ¿por qué empezar en un área donde el régimen militar no está en problemas y en los que no se aprovecha la ventaja táctica que ofrecen las armas químicas para recuperar el territorio y ocultar la evidencia?»

Fuentes: Tempi, Alerta Digital, Signos de estos Tiempos

 

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