Una nueva ola de antisemitismo recorre Europa.
La guerra en Gaza ha puesto al descubierto una nueva ola de antisemitismo en Europa, que no viene de los clásicos neonazis o cabezas rapadas, sino que es impulsada por los musulmanes.

 

musulmanes en londres

 

Lo más notable de las protestas en las ciudades de Europa Occidental es que han sido abrumadoramente encabezadas por musulmanes – no islamistas – sino musulmanes simplemente normales, musulmanes «integrados», que se quedan en casa cuando se produce cualquier otra guerra.

Estas personas por lo demás «integradas», odian a Israel y a los Judíos, porque han sido enseñados. A toda una generación – tal vez varias – se le ha enseñado a odiar.

La guerra de Gaza ha tenido consecuencias preocupantes en Europa. La guerra de Gaza ha producido protestas flagrantemente anti-semitas, ataques a judios e incendios de edificios judíos. Esas protestas han llegado como una sorpresa para la opinión pública europea.

Las llamadas a «matar a los Judíos» en Francia, Alemania, Holanda e Italia son una parte del problema, pero éstos brotes de violencia en contra de Judios en Europa, son condenados por los políticos y periodistas por igual. Hasta cierto punto, es fácil para ellos hacerlo. Todavía no hay ningún verdadero precio político o de otro tipo a pagar por decir que crees que la gente no debería golpear a los rabinos en la calle o enviar «judíos a la cámara de gas». Lo que es más difícil para la gente es abordar el sesgo anti judío subyacente que la guerra de Gaza reveló.

Los grupos en Europa que monitorean los crímenes de odio antisemitas han visto que estos ataques ya no son llevados a cabo por blancos, neonazis, matones de cabezas rapadas. Aunque existen tales personas, son pequeños en número y rechazados por la sociedad en general.

Las protestas en las ciudades de Europa Occidental han sido abrumadoramente encabezadas por musulmanes, no islamistas o fundamentalistas islámicos, sino por musulmanes extremadamente enojados – especialmente jóvenes musulmanes – que se quedan en casa cuando se produce cualquier otra guerra en cualquier parte del mundo, pero que parecen estar estimulados a la ira cada vez que Israel está involucrado en algún conflicto con alguno de sus vecinos.

Hay ejemplos que podrían, en un primer momento, incluso parecer frívolos. La banda de chicos británicos, One Direction, por ejemplo, tiene cinco miembros. Uno de sus miembros, Zayn Malik, es musulmán. Cuando comenzó la guerra de Gaza, fue Zayn Malik solo, fuera de los cinco miembros de One Direction, que empezó twitteando hashtags con «FreePalestine». Ellos causaron una tormenta mediática. Los cantantes de One Direction no son conocidos por su interés en cuestiones geoestratégicas. ¿Es coincidencia que fuera Malik y no alguno de sus compañeros de banda que se sintió obligado a opinar contra Israel? Malik tiene 13 millones de seguidores en Twitter. Tiene más seguidores que gente hay en Bélgica, y dos veces más de los que viven en Suiza. Los tweets de Malik ha sido re-tweeteados más de 300.000 veces al día.

O por ejemplo, considere al único musulmán en el gabinete británico. Justo cuando las fuerzas de tierra israelíes se retiraban de Gaza, Sayeeda Warsi dimitió en señal de protesta, afirmando que el gobierno británico ha sido demasiado «acrítico» del gobierno israelí. Afirmó que el gobierno británico había mostrado una falta de voluntad para condenar a Israel. Ella simplemente afirmó que su «conciencia» le impedía permanecer en silencio sobre la situación en Gaza por más tiempo, y que creía que los israelíes deberían ser investigados por «crímenes de guerra», en virtud del derecho internacional, sin mencionar a Hamas que dispara a civiles y se esconde detrás de los civiles.

Ejemplos como éstos parecen demostrar que las personas que pasan fin de semana tras fin de semana gritando odio contra Israel y los judíos, no son, de hecho, todos islamistas. Ciertamente, algunos de ellos lo son, pero muchos son simplemente musulmanes enfurecidos. Algunos – como Zayn Malik de One Direction – son personas a las que normalmente se habría descrito como modelos de integración. Sin embargo, si se trata de cualquier acción de Israel, se comportan de una manera que ninguna persona británica ordinaria hace o haría.

El problema es que toda una generación – tal vez a varias – se le ha enseñado a odiar. Lo que es notable, sin embargo, es que en un país como el Reino Unido, la mayoría de los musulmanes son descendientes del sub-continente indio. ¿Qué es «Palestina» para ellos? Entonces, hay claramente una actitud anti judía en los musulmanes, que persiste, por más que supuestamente se hayan integrado a los valores occidentales.

Fuentes: Gatestone Institute, Signos de estos Tiempos

 

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