Testimonio de una curación inexplicable de un niño evangélico.
Estamos acostumbrados a narrar historias de curaciones inexplicables en católicos, que habitualmente se producen mediante el pedido de intercesión a algún santo y campañas de oración. Pero los evangélicos también reportan curaciones milagrosas, aunque su sistema de lograrlas parece diferente, según la curación inexplicable que narramos.
La moraleja de esta curación, según los padres del niño sanado, es que si somos capaces de ser pacientes, Dios llega a nosotros en su tiempo, y su tiempo es siempre perfecto.
LE DESCUBREN UN PRIMER TUMOR AL BEBÉ
Logan Knupp nació en marzo de 1997 de Alan y Lisa Knupp. Ocho meses más tarde, Lisa se dio cuenta de su bebé mostraba algunos comportamientos extraños. Tenía problemas para sentarse. Uno de sus ojos se había vuelto hacia adentro. Se estaba viniendo tambaleante y tenía episodios de vómitos.
Lisa llevó a Logan al pediatra de la familia, que no encontró nada de malo, pero envió a Logan a un oftalmólogo de renombre para determinar por qué su ojo parecía estar hundido.
El oftalmólogo envió a Logan a una resonancia magnética en el Hospital de Niños de Pittsburgh. La prueba reveló un tumor maligno del tamaño de una pelota de ping-pong en crecimiento en la base del cerebro.
Al día siguiente, Logan pasó seis largas horas en la cirugía con un equipo médico retirando el tumor. En el quirófano, los médicos descubrieron el tumor en la base del cerebro, y eliminaron correctamente el 98 por ciento del mismo.
HALLAN UN SEGUNDO TUMOR Y TERMINAL
Los médicos ordenaron otra resonancia magnética el día siguiente. Alan y Lisa estaban esperando con Logan en la habitación de su bebé cuando todo el equipo de neurología vino a dar otra noticia: la médula espinal de Logan estaba encapsulada por un tumor que se había envuelto en torno a la columna vertebral de Logan como una enredadera de hiedra. El pronóstico era absolutamente trágico: Logan tenía un 1 en 10 posibilidades de vivir para ver su primer cumpleaños.
El equipo médico reveló que no había nada que pudieran hacer. El tumor en la columna vertebral de Logan era inoperable. Al parecer, lo único que se podía hacer era que Alan y Lisa aprovecharan al máximo todo el tiempo que le quedaba a Logan.
A Alan y Lisa le dijeron que con muy agresiva quimioterapia la vida de Logan podría ser prolongada. Y querían estás más tiempo con su hijo como fuera posible, acordaron la quimioterapia intensiva. El tratamiento de Logan consistiría en una quimioterapia por los próximos tres años, a condición de que Logan sobreviviera ese tiempo. Se decidió que la quimioterapia comenzaría el domingo e iría 24 horas al día durante siete días. Logan descansaría durante una semana, después de lo cual se iniciaría una nueva ronda.
EL PROCESO DE CURACIÓN
Al mes siguiente, una mujer que conocían como una guerrera de la oración vino a ver a la familia de Logan. Alan dice:
«Ella nos dijo que Dios le había mostrado la columna vertebral de Logan, y en la parte inferior de la columna vertebral había un hacha y el hacha estaba acostada. El hacha fue una señal de que Dios le había cortado el tumor y había dejado el hacha para mostrar que su obra había finalizado».
Fue un mes después del diagnóstico inicial, durante la segunda ronda de los tratamientos de quimioterapia de una semana de duración, que los Knupps tiene una noticia impactante. Después de otra resonancia magnética, el radiólogo entró en el cuarto de hospital de Logan y le dijo a la familia que podían ir a casa. Alan y Lisa estaban confundidos. Ellos sabían que tenían que quedarse toda la semana durante el tratamiento de quimioterapia de Logan.
«¿Qué pasa con el tumor?», le preguntaron.
«¿Qué tumor?», preguntó al radiólogo.
«Su hijo está bien»
Los Knupps quedaron sin palabras.
El radiólogo coloca las resonancias magnéticas lado a lado. Los resultados de la nueva prueba revelaron una sombra oscura en la parte inferior de la columna vertebral del bebé. Los Knupps creen esa sombra era el «hacha de Dios», en el momento que la curación de Logan se logró.
Este nuevo scan desató una conmoción. Un equipo de médicos evaluó los resultados. Nadie podía explicar cómo había dejado de existir el tumor que se suponía iba a terminar la vida de Logan. Un médico realizó una punción lumbar en Logan y no reportó ningún signo de tumor, incluso a nivel celular. No había nada en la columna vertebral del bebé dijo. El tumor había desaparecido por completo. Logan estaba libre de cáncer.
Hoy Logan tiene 15 años y está en el noveno grado. Le gusta jugar al hockey y baloncesto e ir a las actividades del grupo de jóvenes. Su último MRI fue en 2003. Él nunca ha tenido otro tumor, y los médicos dicen que es poco probable que alguna vez lo tenga.
Alan y Lisa no recibió su milagro cuando ellos querían, sino cuando fue necesario. Pero nuestros caminos no son necesariamente los caminos de Dios, y nuestro calendario a menudo no está sincronizado con el tiempo de Dios. Si podemos ser pacientes, Dios llega a nosotros en su tiempo, y su tiempo es siempre perfecto.
Fuentes: Charisma News, Signos de estos Tiempos