La Virgen María le reveló el nombre el nombre del verdadero mesías a Roy Schoeman.

Los judíos que no reconocieron a su mesías hace 2000 años aún lo siguen esperando.

Pero de a poco, algunos se van dando cuenta de que el verdadero mesías ya vino y es Jesucristo.

Y aquí te quiero contar el caso de un judío que tuvo una iluminación de conciencia y se le apareció un Dios, que no se comportaba estrictamente como le había enseñado en su niñez.

Este Dios le mostró su vida como en una película y este judío quedó desesperado de saber quién era, como se llamaba, porque le había cambiado la vida.

Esto posiblemente suceda con los que no son católicos cuando venga la iluminación de conciencia en el Aviso.

Aquí hablaremos sobre la Iluminación de Conciencia de un judío profesor de Harvard, cómo sucedió, cómo hizo su búsqueda para conocer quien se le había manifestado y cómo le fue revelado.

Una experiencia importante a tener en cuenta para cuando llegue el aviso.

Roy Schoeman era un profesor de Harvard que llegó a esa posición cuando muy joven, a los 29 años.

Una persona muy exitosa profesionalmente.

Era hijo de judíos alemanes observantes que habían huido a Estados Unidos por el holocausto.

En la secundaria y en el primer año de la universidad Roy se había acercado al judaísmo y tomado clases de judaísmo con rabinos relevantes.

Incluso vivió en Israel y había sido un asiduo concurrente de las escuelas de religión, también con rabinos de primer nivel.

Pero cuando ingresó al Instituto de Tecnología de Massachusetts para estudiar matemáticas e informática, se convirtió en un ateo militante contagiado por el clima anticristiano de la década de los 80.

El éxito mundano le hizo perder contacto con Dios, pero también perdió el sentido de propósito y dirección en su vida.

Pero a medida que crecía profesionalmente se enfrentaba a un sentimiento cada vez más profundo de vacío, de falta de sentido en sus propios éxitos. 

Durante unos años había intentado compensarlo con el ski, disciplina en la que se convirtió en experto. 

Pero después de cuatro años enseñando en Harvard, se sentía deprimido, falto de sentido en su vida, rayando en la desesperación

Y una mañana de junio de 1987 salió a caminar por las dunas de Cape Cod en Massachusetts y tuvo su iluminación de conciencia.

Se vio en la presencia de Dios. 

Vio pasar su vida frente a él estando Dios junto a él, como en el juicio después de la muerte. 

Vio todo lo bueno y todo lo que le pesaría. 

Se dio cuenta, en un instante, que el significado y el propósito de su vida era amar y servir a su Señor Dios, que se le había revelado. 

Vio cómo Su amor lo había rodeado y lo sostenido en cada momento de su existencia. 

Vio cómo todo lo que sucedía en el mundo tenía un contenido moral, para bien o para mal.

Y cómo todo contaba, mucho más de lo que jamás había imaginado. 

Vio cómo todo lo que le había acontecido en su vida había sido perfectamente preparado para su bien, por un Dios que era todo bondad y amor.

Vio aquellas cosas que le habían causado sufrimiento cuando sucedieron. 

Vio que los dos mayores pesares al momento de su muerte serían, el tiempo y la energía desperdiciada preocupándose porque nadie lo quería, cuando en cada momento estaba en medio del inmenso mar del amor de Dios.

Y también cada una de las horas desperdiciadas, sin hacer nada de valor a los ojos de Dios.

Vio que al cielo le importaba la esencia de la vida, no las minucias, mientras que un lugar como Harvard está orientado hacia las minucias.

Vi lo tonto que era ser codicioso por cosas que no le harían ningún bien. 

En la aparición que tuvo, la respuesta a cualquier pregunta que le surgía era respondida instantáneamente. 

Es más, no podía preguntarse nada sin que ya no supiera la respuesta.

Pero con una excepción de gran importancia: el nombre del Dios que se le revelaba como el significado y propósito de su vida. 

Ese Dios que se le presentó y le mostró su vida no le dijo quién era.

Pero no sintió que estuviera ante el Dios judío que llevaba en su imaginación desde su infancia.

Era un Dios con características distintas al que le enseñaron.

Luego de esto, le tomó horas salir de la experiencia. Y ya no le importaba enseñar en Harvard.

Y durante el año siguiente su oración de cada noche fue pedir para conocer el Nombre de Su Señor, Maestro y Dios.

No le importaba que fuera Buda, Apolo, Krishna, mientras que no fuera Cristo y tuviera que volverse cristiano, porque todavía tenía aquello de su formación judía.

Buscó por todas partes, leyó mucho, consultó a místicos de la New Age, pero no consiguió lo que buscaba.

Pero al año exacto de la iluminación de conciencia en las dunas de Cape Cod, cuando estaba durmiendo, una mano suave en su hombro lo despertó, lo llevó a una habitación y lo dejó solo con la joven más hermosa que jamás podría imaginar.

Supo sin que se lo dijeran que era la Santísima Virgen María. 

Todo lo que quería hacer era arrodillarse y adorarla apropiadamente. 

Hubiera querido saber decir el ave maría, pero no lo sabía.

Estaba abrumado por su hermosura y con el sonido de su voz. 

Cuando hablaba su voz era la esencia de la música, y fluía a través de todas sus fibras elevándole al éxtasis.

La Virgen se ofreció a responder cualquier pregunta que Roy pudiera tener.

Roy le preguntó cuál era la oración favorita para Ella. 

Y dijo «Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti», la oración de la Medalla Milagrosa.

¿Y el título que le gustaba más?

«Soy hija del Padre amado, madre del Hijo y esposa del Espíritu Santo», fue su respuesta.

Y cuando Roy le preguntó quién era el Espíritu Santo, María miró hacia arriba, y con los ojos derretidos de amor dijo, «Él es Su mirada».

Cuando despertó a la mañana siguiente, estaba perdidamente enamorado de la Santísima Virgen María.

Ya sabía que el Dios que había conocido en las dunas de Cape Cod era Jesucristo.

Y todo lo que quería era ser cristiano, tan buen cristiano como fuera posible.

No conocía prácticamente nada del cristianismo, ni siquiera sabía diferenciar entre católicos y protestantes.

Probó con una incursión en el protestantismo, pero cuando habló del tema de María con el pastor sintió su rechazo hacia Ella, y se dio cuenta que no era el lugar.

Comenzó a recorrer los santuarios marianos, yendo a misa y tratando de comprender cómo era ese mundo.

Tenía un enorme deseo de tomar la comunión aunque no sabía qué era eso.

Todo este periodo de más de 2 años de viaje hacia el catolicismo fue de luchas, desolaciones y cuestionamientos.

Cuando se acercó por primera vez a un sacerdote y le pidió que lo bautizara, todavía no tenía ninguna creencia católica firme. 

Este le preguntó «¿Por qué quieres ser bautizado?» 

Y Roy contestó molesto «¡porque quiero recibir la Comunión y ustedes no me dejan si no estoy bautizado!» 

A lo que Roy pensó que su respuesta haría que el sacerdote lo echara de allí, pero por el contrario le dijo: «Ajá, ése es el Espíritu Santo, que está trabajando en ti».

Y un día fue a esquiar a la montaña de La Salette en Francia pero se quedó dos semanas varado por una intensa nevada que no le permitía salir de allí ni esquiar, y estaba molesto.

Entonces tuvo un sueño de vigilia extremadamente vívido, en el que se enfrentó a un hombre severo, pero que sabía que en realidad era extremadamente cariñoso.

Y este hombre le dijo, «Puedes ir a esquiar o puedes trabajar para la Segunda Venida. Es tu elección. ¿Cuál eliges?»

Roy fue bautizado en 1992.

Pero no supo lo que significaba lo que le había dicho ese hombre hasta una década después de su conversión, cuando estudió teología, comenzó su ministerio público y escribió el libro «La salvación viene de los judíos».

Comprendió que su ministerio es ayudar a los judíos a ingresar a la Iglesia, porque la conversión de los judíos es una de las señales de la segunda venida.

Roy hoy da clases en un seminario, en la universidad de Salem y en la universidad Ave María, presenta un programa de radio semanal, escribe libros y da conferencias en las parroquias. 

Bueno hasta aquí lo que te quería contar sobre la iluminación de conciencia y la revelación mística de la Virgen María de Roy Schoeman, quien ha dicho, que el mayor poder del maligno se basa en el sacrificio de los niños y en la perversión sexual.  

Y también ha hablado sobre la actividad maligna en internet, ya que en el alfabeto hebreo no existen los números, las letras significan números, y las letras que identifican a internet, www, significan 666, lo que la biblia el número del nombre de la bestia.

Y me gustaría preguntarte si conoces judíos que se han convertido al cristianismo y cómo fue su conversión.

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