La ideología del cambio climático:

 

La ideología del “calentamiento global” ha dado paso a la ideología del “cambio climático”, mas amorfo aunque menos cuestionable con datos de la realidad, pero nada ha cambiado. El consumo humano y las industrias son los responsables del aumento del CO2 según la teoría, está estropeando el planeta, y esto es promocionado por infinidad de organizaciones sin fines de lucro, bien financiadas, y los medios de comunicación, simpre listos a hacer responsable al cambio climático de cada desastre o anomalía que suceda en la naturaleza.

 

inundacion en puente con autos

 

Este diseño es más bien financiero, político y de reingeniería social, más que basado en datos de sólidos estudios científicos. Y se esta observando que es el elemento que está disparando la profundización de la reingeniería de la sociedad global, que ya está actuando a partir de la promoción del feminismo, la anticoncepción y el aborto, la homosexualidad, el laicismo antireligioso, etc..

No estamos afirmando que no se esté produciendo un cambio climático, puede que sí, aunque hay otra serie de datos que lo ponen en duda, y no se conoce su alcance y si es pasajero o no, y en esta circunstancia, parece absurdo embarcar a toda la humanidad a un cambio civilizatorio tan profundo por una hipótesis que no tiene atrás datos muy robustos. Entonces, surge que podemos estar frente a una excusa para forzar un cambio del rumbo de la sociedad humana, que ya está actuando, y del que recién podemos entrever el plan maestro.

Un hito de este proceso fue el 25 de junio 2013, cuando el presidente Obama expuso su programa a largo plazo para la reducción de «las emisiones de efecto invernadero» industriales y de consumo de EE.UU.  El 11 de julio el Departamento de Energía advirtió que los eventos relacionados con«el cambio climático» amenazan las fuentes tradicionales de producción de energía y causando más interrupciones en el suministro de energía.

EL DISEÑO DE REINGENIERÍA SOCIAL DETRÁS DEL CALENTAMIENTO GLOBAL

La idea de que los fenómenos meteorológicos inusuales o extremos se deben principalmente a un exceso de CO2 en la atmósfera y el consiguiente «efecto invernadero» se basa sin duda mucho más a diseños económicos y políticos a largo plazo que a datos científicos sólidos.

Como respuesta a las peticiones urgentes que acompañan a la supuestamente exhaustiva e imparcial investigación de los científicos que comprenden el Panel Intergubernamental de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que busca vincular el cambio climático a la actividad humana e industrial, una serie de programas se están proponiendo e implementado por decreto, tanto en Europa como en los EE.UU..

Estos programas van a cambiar drásticamente el nivel de vida de la mayoría de cada individuo en el mundo desarrollado. En efecto, ya que las temperaturas globales no fácilmente se correlacionan con el aumento en el dióxido de carbono en la atmósfera, se ha producido un marcado cambio en la máquina de relaciones públicas del CO2, desde el término «calentamiento global» para el término más amorfo y cajón de sastre «cambio climático.»

La agenda real detrás de esta agenda internacional y la promoción de su «ideología del cambio climático», casi religiosa, es establecer los fundamentos de un sistema de regulación y tributación masiva para reformular el comportamiento humano y estilo de vida, además de forjar una forma completamente nueva área de especulación tecnológicas y financiera con valores y derivados relacionados con el carbono.

LAS EMPRESAS SIN FINES DE LUCRO QUE LO PROMOCIONAN

Aparentemente, las empresas sin fines de lucro, predicando el credo cambio climático se han convertido también en empresas lucrativas, con inmensos recursos financieros proporcionados por el constante proselitismo. De hecho, las organizaciones 501c3, exentas de impuestos relacionados con el clima (en EE.UU.), constituyen una máquina de relaciones públicas de miles de millones de dólares dedicados a la promoción de un tema central: los seres humanos tienen la culpa de todos los desastres relacionados con el clima gráficamente presentado en cada medio de comunicación electrónica. Este falso ambientalismo implica grandes esfuerzos para transformar las políticas públicas basadas en una ciencia dudosa, ignorando genuinas amenazas ambientales.

Aunque tales organizaciones 501C3s pueden alentar las donaciones del público en general, la escala de los ingresos y los activos anuales de muchas de estas organizaciones sugiere la dependencia de individuos muy acaudalados e instituciones con la mirada puesta en la “venta” a los funcionarios públicos y al público en general en la idea de que casi cualquier fenómeno meteorológico aberrante es el resultado de las emisiones de efecto invernadero.

Por ejemplo, el Climate Project, financiada por Al Gore, se estableció por primera vez con «fines educativos», principalmente para proclamar el mensaje de Una verdad incómoda en las aulas de Estados Unidos. Otra organización, la Asociación para la Promoción de la Sostenibilidad en la Educación Superior, de manera similar lleva a cabo el trabajo de la promoción de la agenda verde dentro de los colegios y universidades. En general, estos recursos se utilizan para resaltar los supuestos peligros de las emisiones de gases de efecto invernadero para la existencia misma de la civilización y la vida misma. La magnitud de esos recursos es comparable a lo que muchas empresas comerciales transnacionales gastan en publicidad cada año.

UN ECOLOGISMO QUE CALLA SOBRE OTROS VERDADEROS DESASTRES

Pero Obama y el conjunto de la bien financiada campaña de las organizaciones ambientales sobre los supuestos peligros de las emisiones gaseosas, son totalmente silenciosos de las realmente graves amenazas para el medio ambiente y la humanidad, es decir, la contaminación de gran escala de la provisión de alimentos a partir de organismos modificados genéticamente, los serie de modificaciones clandestinas del clima y programas de geoingeniería, la destrucción del Golfo de México, y la grave contaminación de regiones mundiales enteras por el uranio empobrecido y la radiación de Fukushima que durará muchas generaciones.

A la luz de estas catástrofes en curso y los poderosos intereses económicos detrás de del movimiento carbono céntrico en la defensa del medio ambiente, la postura de Obama sobre el cambio climático antropogénico y las propuestas ambientalistas bien financiadas pueden ser visto como lo que realmente parecen ser, los componentes visibles de un programa de ingeniería social complejo que está avanzando en convencer al público de que su regreso a una existencia pre-feudal, como algo que no sólo será agradable, sino absolutamente imprescindible para el bien común.

Fuentes: Global Research, Signos de estos Tiempos

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