Triunfo de la Familia.
Después de la multitudinaria marcha de la «Manif pour tous» el fin de semana pasado, contra la futura ley sobre la familia, el Gobierno galo anunció la retirada del proyecto legislativo. El texto no se trataría al menos en 2014 mientras que el movimiento provida reclama una victoria.
El pasado domingo, el presidente francés pudo comprobar que los opositores al matrimonio gay hace un año no han perdido fuerza ni capacidad de convocatoria para librar un nuevo combate. Entre 100.000 y 500.000 personas –según la batalla de cifras– salieron a manifestarse contra la introducción en esa futura ley de dos dispositivos que, a su juicio, destruirán la familia tradicional: la PMA, o procreación médicamente asistida, para parejas de lesbianas, y la GPA, o vientre de alquiler.
Con la retirada el presidente socialista Hollande ha preferido encrespar a los suyos que arriesgarse a que la indignación de la calle y de los sectores más conservadores, a escasos dos meses de las elecciones municipales.
El Ejecutivo ha aducido cuestiones de calendario y la necesidad de continuar con los «trabajos preparatorios». Y desde el Palacio del Elíseo, se ha justificado el aplazamiento «sine díe» de este texto por la urgencia de concentrarse en las cuestiones económicas y sociales.
UNA MOVILIZACIÓN CONTRA LA NORMALIZACIÓN DE LA AGENDA DE GÉNERO
La protesta detonante se trataba en este caso del intento dar acceso a la fecundación artificial a las lesbianas, legalizar las madres de alquiler pensando en los homosexuales, y extender la paternidad y maternidad a la otra pareja.
No era pues una cuestión relacionada con las familias reconstituidas, que tienen un padre o madre real y distinto al del actual emparejamiento, como de dar cobertura legal a la consecuencia del vientre de alquiler y la lesbiana fecundada, para que no solo quien engendra fuera madre como es natural, sino también la pareja que no tiene ningún vínculo con la criatura, de la misma manera que en el vientre alquilado el semen es solo de uno de los dos miembros de la pareja de hombres.
Era un nivel más en el diseño de la sociedad por el homosexualismo político, y más allá de él, por las políticas del deseo ligadas a la pulsión sexual: todas sus consecuencia debían ser “normalizadas” aunque ello significara un ruptura antropológica con el significado de la paternidad y maternidad, fruto de la unión complementaria del hombre y la mujer que posee un vínculo genético -en lenguaje antiguo diríamos un lazo de sangre- con la criatura engendrada.
Las manifestaciones masivas de este domingo con cautela se desviaron de un mensaje pro-vida pleno – es por eso que el «Manif pour tous» decidió no unirse a la Marcha de París por la vida de hace dos semanas.
El objetivo de este domingo era obtener la retirada del proyecto de ley de la familia, sino también protestar contra la enseñanza de la «ideología de género» en las escuelas francesas, contra los nuevos impuestos pesados ??y recortes de pensiones dirigidas familias, especialmente las familias grandes, así como a oponerse a la presión de legalizar la procreación médicamente asistida para parejas homosexuales y la maternidad subrogada.
LA DECISIÓN FUE RECIBIDA COMO UNA VICTORIA POR LAS ORGANIZACIONES CONSERVADORAS
La respuesta ciudadana ha parado en seco una ley que tenía incluso un calendario establecido y que formaba parte del programa electoral con el que Hollande fue a las elecciones.
Mientras, la opositora Unión por un Movimiento Popular (UMP) acusó a los socialistas de estar en «permanente ambigüedad» sobre este asunto, recordó las numerosas ocasiones en las que el presidente, el primer ministro y el propio Valls se han mostrado favorables a la fecundación asistida para lesbianas.
Como se podía esperar, las asociaciones de homosexuales se declararon «decepcionadas» y «traicionadas» por el Ejecutivo socialista. La portavoz de LGTB, la principal asociación representante de la comunidad homosexual de Francia, Sylvie Fondacci, acusó al Gobierno de «ceder» a la presión de los «sectores conservadores», que no dejan de «acosar a los homosexuales».
Los medios de izquierda y liberales por su parte tildan al movimiento de ultraderecha y católicos radicales.
LA LINEA DIVISORIA MARCADA POR LA IZQUIERDA EUROPEA
Se es de izquierdas si se acepta el aborto como solución a las relaciones sexuales, el matrimonio homosexual, la doble madre, la inseminación de lesbianas, la educación en la homosexualidad en la escuela, la ideología de género, y se es un reaccionario si se rechazan.
Ha desaparecido el posicionamiento relacionado con la justicia social, la transformación social y económica de la sociedad. Eso ya no es un tema prioritario para los partidos socialistas y los progresistas, a pesar de la crisis y el crecimiento de las desigualdades.
El homosexualismo político y la ideología de género forman parte de la doctrina del poder establecido.
Desde que el gobierno de Hollande asumió el poder, ha impuesto el acceso gratuito y anónimo a los anticonceptivos para menores de edad, la financiación completa de los abortos, y el «matrimonio gay», sobre todo, la legalización de la homosexualidad y la adopción, con una política anti-vida violenta.
Fuentes: Forum Libertas, Life Site News, Signos de estos Tiempos