Moratoria por dos años de los plaguicidas neonicotinoides:
La Comisión Europea establecerá la prohibición de tres plaguicidas por dos años, a los que varios estudios científicos culpan por la fuerte caída de las poblaciones de abejas. Las compañías que los producen afirman que la evidencia científica no es concluyente y que una prohibición podría dañar la producción alimentaria y el empleo. Mientras que los que apoyan la prohibición argumentan que cada vez hay más pruebas del vínculo y apuntan a que las abejas, como polinizadoras, son vitales para la producción alimentaria.
Los tres insecticidas letales para las abejas se prohibirán durante dos años a partir de diciembre, según anunció la Comisión Europea. Las sospechas sobre la muerte de las abejas apuntaban a los insecticidas llamados neonicotinoides, que se utilizan para recubrir las semillas de futuras plantas (girasol, colza, algodón y maíz), entre otros usos.
El problema es que cuando las plantas crecen, las abejas que recolectan polen en las flores son intoxicadas. Por lo tanto, los insectos son atacados en su sistema nervioso, se desorientan, no pueden regresar a la colmena y sufren parálisis e incluso la muerte.
Vea los informes anteriores que publicamos sobre el tema de la desaparición de las abejas aquí, aquí, aquí y aquí.
SIN CONSENSO POLÍTICO PERO DECISIÓN EJECUTIVA
Los expertos de los Estados miembros que han estudiado la propuesta no han alcanzado una mayoría cualificada a favor o en contra de la iniciativa. Sin embargo, en ausencia de un acuerdo ahora corresponde a la Comisión decidir sobre la adopción de la propuesta de restricción, dijo el ejecutivo de la UE.
En total, quince Estados miembros votaron a favor, dos más que en la votación anterior, que tuvo lugar el mes pasado (incluyendo España, Alemania, Francia, Dinamarca y los Países Bajos), mientras que la oposición fue encabezada por el Reino Unido, Italia, Portugal, República Checa, Hungría y Rumania.
El comisario europeo de Salud, Tonio Borg, ha destacado que,
«ya que nuestra propuesta se basa en varios riesgos para la salud de las abejas identificados por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, la Comisión seguirá estudiando el texto en las próximas semanas».
El comisario recordó que las abejas son «vitales para nuestro ecosistema» por fomentar la polinización, y que su contribución anual a la agricultura europea se estima en más de 22.000 millones de euros.
COMO SE ENVENENAN LAS ABEJAS
El origen de la propuesta de la UE es un informe que la EFSA publicó en enero, que se refiere al uso de los insecticidas neonicotinoides, sustancias derivadas de la nicotina, que producen una alta mortalidad sufrida en las colonias de abejas.
Los insecticidas neonicotinoides afectan a las abejas de diversas maneras. La primera es cada vez mayor en las semillas tratadas («lavado») con estos productos químicos.
El problema es que cuando la planta crece, las flores también envenenan los residuos donde las abejas llegan para obtener el néctar y el polen.
Otras veces, el impacto es en la siembra, que levanta el polvo envenenado con el insecticida. El polvo llega a las colmenas cerca de los campos agrícolas donde las abejas están volando.
Los investigadores también han detectado casos de contaminación causados por la fumigación de árboles frutales, que ha producido episodios de mortalidad aguda.
LAS RESTRICCIONES ESTUDIADAS
La Comisión está considerando la prohibición de la venta y el uso de la «semilla tratada» de productos que contienen estas tres sustancias (excepto las semillas de las plantas que no atraen a los insectos y a los cereales de invierno). Las excepciones se limitan a la posibilidad del tratamiento de cultivos en invernaderos o campos al aire libre sólo después de la floración.
La CE también propone la modificación de las condiciones de aprobación de los tres derivados de insecticidas neonicotinoides (tiametoxam, imidacloprid y clotianidina), para restringir su uso para cultivos que no atraen a las abejas y cereales de invierno.
La CE dijo que las restricciones se aplicarán a partir del 1 de diciembre o tan pronto como haya información disponible, hasta un máximo de dos años, cuando se realizará un examen para analizar las condiciones de aprobación de estas tres sustancias, teniendo en cuenta «los avances científicos y tecnológicos pertinentes».
UN PRIMER PASO CON PROS Y CONTRAS
El presidente de la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo, el socialdemócrata alemán Matthias Groote, advirtió que «todavía hay detalles que se deben saber» para entender exactamente cómo afectan los neonicotinoides a las abejas. Dijo que estas sustancias no son las únicas amenazas a estos insectos.
La eurodiputada francesa Sandrine Bélier subrayó que esta decisión es sólo «un primer paso», teniendo en cuenta que estos plaguicidas deben ser prohibidos «totalmente» para la adecuada recuperación de las abejas.
«La prohibición de eliminar la amenaza a las abejas y responde a una campaña de apoyo de 2,6 millones de personas», dijo Ian Keith, de una organización llamada Avaaz ‘S Europa PAN (Pesticide Action Network), que pidió a la Comisión ir más allá y prohibir pesticidas durante diez años.
«Doy la bienvenida a esta moratoria a nivel europeo», dijo el ministro de Agricultura de Francia, Stéphane Le Foll. En parte, los grandes terratenientes y las multinacionales que producen químicos de alimentos han intentado todo para bloquear la decisión.
Copa-Cogeca, que agrupa a los principales sindicatos agrícolas europeos, ha solicitado un aplazamiento de la medida al 2014 y destacó las pérdidas económicas y en el empleo. La organización se refiere a 2,8 millones de euros en pérdidas y el riesgo de pérdida de 50.000 puestos de trabajo.
Carlos Palomar, director general de la Asociación de Empresas de Protección de las Plantas (AEPLA), declaró que:
«Numerosos estudios independientes muestran que el uso correcto de estos productos no dañan la salud de las abejas, en segundo lugar, el proceso de decisión se ha basado en los criterios de peligrosidad, pero ignora por completo el riesgo de las medidas de mitigación implementadas en Europa, y no podemos olvidar, la base científica pobre que ha sido justificada, ya que la evaluación realizada por la EFSA no fue concluyente».
Fuentes: The Real Agenda, Signos de estos Tiempos