Un cambio de época en el deporte de Argentina.

 

Las cosas cambian en el deporte argentino. Lejos quedó la etapa en que la principal figura del deporte argentino era Diego Maradona, admirador del Che Guevara, de Chavez y del régimen castrista de Cuba. Para quien la humildad no era una de sus principales atributos. En cambio las dos principales figuras del deporte argentino son católicos: el futbolista Lionel Messi y el tenista Juan Martín del Potro. Ambos otorgan a la humildad un lugar preponderante en sus vidas y carreras.

 

del potro y messi

 

Los dos deportistas se dicen católicos devotos y fueron recibidos por el papa Francisco, primero Messi, quien también peregrinó a Medjugorje y después del Potro.

MESSI CON FRANCISCO

El 13 de agosto Messi tuvo la oportunidad de ser recibido junto a la selección argentina por su compatriota el Papa Francisco.

«Nos acercamos a saludarle y fue rápido, había muchísima gente y por momentos se desbordó un poco por la gente. Fue un encuentro cortito, pero muy lindo, no tuve la oportunidad de hablar más con él», reconoció Messi tras la audiencia en la Sala Clementina del Vaticano.

Preguntado por el «modelo» que debe prevalecer en una persona, el jugador apuntó

al que «enseñan los padres a uno de chico», donde existen los valores de «la humildad o el respeto por los demás sea quien sea la persona».

«Es el luchar por lo que uno quiere sin hacerle mal a nadie y no pensar solo en uno mismo. Sobre todo, el respeto es fundamental para ser una mejor persona».

A mediados de julio del 2013 Messi había peregrinado a Medjugorje invitado por el vidente Iván y se hospedó en su casa. La nota periodística dice que Messi es un católico devoto. Ver aquí.

JUAN MARTÍN DEL POTRO CON FRANCISCO

Dada su notoriedad deportiva y su condición de argentino, fue ampliamente reconocido el saludo que el tenista pudo dar a su compatriota, el Papa Francisco, al final de la audiencia general el pasado mes de mayo en el Vaticano. Aquel encuentro no fue parte de un hecho aislado en el que dos personajes famosos se encuentran sino un momento de fe entre un feligrés católico y el máximo pastor de los católicos en el mundo.

“Yo soy muy católico”, dijo del Potro, quien añade: “Estoy tratando de ser una buena persona cada día y hacer lo que mis padres me enseñaron cuando era niño. Algunos atletas pueden cambiar porque no es fácil cuando te hiciste famoso muy rápido.”

“El dinero, las fotografías, los fans te siguen por todas partes, uno puede tener todo lo que quiere. Hay diferentes tentaciones, pero hay que estar tranquilo en el propio enfoque y trabajo. Uno necesita un equipo muy fuerte de trabajo para seguir siendo la misma persona todo el tiempo”.

Fruto de aquel encuentro con el Papa Francisco fue un Rosario que el mismo Papa le regaló:

“Fue un gran momento para mí, tal vez el momento más grande de mi vida. Tuve la oportunidad de hablar con él sobre el tenis y sobre mi carrera. Todo el mundo sabe que soy católico y fue una fantástica oportunidad hablar con él y escuchar lo que está haciendo por el mundo. En nuestro país estamos muy orgullosos de contar con él”.

Pero en su viaje a Inglaterra para un torneo de la ATP le robaron la cartera donde conservaba el regalo:

“Yo llevaba el Rosario a todas partes. Eso es lo que más me importa”.

El artículo de The Telegraph pregunta como lleva su fe con su carrera:

“Voy a la iglesia en Argentina y trato de mantener el ritmo durante los torneos. A veces es difícil encontrar una iglesia, y luego está el problema de que la gente te sigue a todas partes. Pero trato de estar cerca de una cada vez que puedo”.

Y concluye The Telegraph,

que considerando “los estándares a menudo cuestionables de los atletas profesionales, del Potro casi podría ser considerado un santo deportivo”.

Fuentes: The Telegraph, El País, Signos de estos Tiempos

 

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