Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, óyenos.
Jesucristo, escúchanos,
Dios Padre celestial, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad, que eres un solo Dios, ten piedad de nosotros.
Aunque miremos el sol oscurecerse, que no tambalee nuestra fe.
Aunque miremos la luna teñirse de sangre, que no tambalee nuestra fe.
Aunque miremos opacarse las estrellas, que no tambalee nuestra fe.
Aunque miremos las aguas levantarse sobre las tierras, que no tambalee nuestra fe.
Aunque veamos que aparezca una nueva geografía, que no tambalee nuestra fe.
Aunque miremos venir la peste con enfermedades desconocidas, que no tambalee nuestra fe.
Aunque vivamos en medio de la guerra, que no tambalee nuestra fe.
Aunque sintamos hambre en carne propia, que no tambalee nuestra fe.
Aunque seamos perseguidos por el enemigo de la Iglesia, que no tambalee nuestra fe.
Aunque seamos víctimas de aquellos que van a apostatar, que no tambalee nuestra fe.
Aunque miremos los cerros abrirse, que no tambalee nuestra fe.
Aunque las montañas y la cordillera se estremezcan y caigan y prevalezcan las llanuras, que no tambalee nuestra fe.
Aunque miremos estremecerse la Iglesia, que no tambalee nuestra fe.
Aunque veamos que no hay ningún pueblo sin dolor y sin llanto, que no tambalee nuestra fe.
Aunque veamos un fuego venir sobre la tierra, que no tambalee nuestra fe.
Que no tambalee nuestra fe, que no tambalee nuestra fe, que no tambalee nuestra fe.
Oración
A Ti Virgen Santísima que moras en los corazones de los hijos que claman a ti, invocaremos tres veces “Ave María Purísima sin pecado concebida”, y no temeremos, no temeremos, no temeremos porque tu lo dices. Amén.