Una posición en blanco y negro que no admite matices.

 

Los cismáticos lefebvrianos (Fraternidad Sacerdotal San Pío X) han criticado formalmente la carta de Francisco a la comunidad musulmana felicitándola por su celebración de Ramadán, a pesar de que Francisco aprovechó la ocasión para pedir a los musulmanes reciprocidad en el trato, ver aquí nuestro informe.

 

lefebvrianos

 

El tema de los musulmanes es un tema difícil de tratar, pero la crítica lejana no parece la mejor estrategia, porque hay claros y oscuros, y la lejanía sólo hará que los musulmanes se radicalicen más contra los cristianos.

Por un lado, en general, en los países donde dominan los musulmanes los cristianos son discriminados, deben ocupar los estratos inferiores de la sociedad y sufren violencia, persecuciones, violaciones. Pero también hay que establecer que durante la embestida de los hermanos musulmanes contra los cristianos de Egipto, mucha población musulmana auxilió a los cristianos. Y además, traemos un reportaje al arzobispo de Nigeria donde plantea la colaboración entre cristianos y musulmanes en el país, obviamente no exenta de dificultades. 

Es un tema para discernir.

LEFEBVRIANOS EN CONTRA DEL PAPA QUE DIALOGA CON EL ISLAM

En un texto difundido por la casa generalicia de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X se insiste en el rechazo del Concilio que abrió la vía hacia el diálogo con las demás religiones

Los seguidores de monseñor Lefebvre no acogieron positivamente el firmado en primera persona por Papa Francisco, enviado a los musulmanes de todo el mundo en ocasión de la fiesta que marca el final del Ramadán.

Nada nuevo bajo el sol. La casa generalicia de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X difundió un texto el pasado 20 de agosto en el que se condena el gesto de Francisco. Desde hace casi 50 años, los lefebvrianos se niegan a aceptar las innovaciones del Concilio Vaticano II, incluido el diálogo con las demás religiones y la libertad de consciencia.

Al respecto, desde Econe (cuartel general lefebvriano), salieron estidentes anatemas en contra de Juan Pablo II y de Benedicto XVI, incluso cuando este último trataba de llegar a una reconciliación con el grupo tradicionalista.

Sin embargo, lo que sorprende es que la crítica de los lefebvrianos llega a poco tiempo del nombramiento de monseñor Guido Pozzo como Secretario de la Pontificia Comisión “Ecclesia Dei”, una decisión que ha sido interpretada como el intento por parte del nuevo Pontífice de poner de nuevo en marcha el hasta ahora inútil proceso de diálogo con el grupo tradicionalista.

Según los lefebvrianos, en el mensaje a los musulmanes Francisco se mostró confuso, paradójico, en ruptura con la tradición y a favor del olvido de los cristianos asesinados en las tierras en las que el Islam es la religión preponderante.

Según el grupo tradicionalista, de hecho, es «paradójico» y fruto de una «confusión» el hecho de hablar, como hace el mensaje papal, de «respeto por la religión de los demás…. sin aludir al contenido de sus convicciones religiosas».

«El respeto que se debe a las personas –escribieron desde Econe– no implica el respeto por su religión cuando se opone a la verdad revelada por el Dios trinitario, como en el caso del Islam».

Y añadieron:

«Así como el celo del médico por la salud del enfermo equivale a su celo de combatir la enfermedad de quien sufre, de la misma manera el amor del pecador es proporcional al odio por el pecado del que se le quiere librar».

Los lefebrvianos compararon la actitud de Papa Francisco con la del santo del que tomó el nombre, que, según una de las narraciones de su encuentro con el sultán durante la Quinta Cruzada (un episodio histórico con contornos y contenidos muy discutidos) habría propuesto como única posibilidad para la paz entre los cristianos y los musulmanes la conversión de los últimos.

Por otra parte, el grupo tradicionalista subrayó que la postura de Papa Bergoglio está en sintonía con todo lo que dice la declaración conciliar “Nostra Aetate”, que invita a dejar a un lado siglos de odio y guerras entre las religiones para la construcción común de la paz y la justicia.

«¿Es entonces necesario –se preguntan los lefebvrianos– añadir a la persecución sangrienta de la que [los cristianos] son víctimas hoy […] el olvido del testimonio que ofrecen con sus vidas?».

Antes de la casa generalicia de los tradicionalistas, la provincia francesa de la Fraternidad ya había criticado a Francisco por su mensaje a los musulmanes, con un comunicato firmado por el superior, el abad Régis de Cacqueray.

SIN EMBARGO EN NIGERIA; CRISTIANOS Y MUSULMANES UNIDOS POR LA PAZ

El arzobispo y el Imán de la principal mezquita de Jos se comprometen en la reconstrucción de mezquitas e iglesias tras la oleada de atentados. «Los enfrentamientos están vinculados con divisiones políticas y tribales. Las religiones no tienen nada que ver»

«Nuestra posición no es en contra de los fundamentalistas de Boko Haram, sino en contra del mal. Los hombres de Boko Haram, de hecho, atacan también a los musulmanes. Todos nosotros, cristianos y musulmanes, debemos usar nuestros valores positivos comunes para combatir en contra de este mal».

Ignatius Kaigama, arzobispo de Jos, está volviendo en coche desde Abuja. Estuvo en la capital de Nigeria para presentar la iniciativa común que han lanzado cristianos y musulmanes para reconstruir las iglesias y mezquitas destruidas en el estado de Plateau.

«Debemos actuar juntos para reconstruir estas estructuras», declararon los líderes de la principal mezquita de Jos, Sheikh Balarabe Daud, y el arzobispo católico. Solamente entre los cristianos en todo el norte de Nigeria, las víctimas son más de 900 y las iglesias destruidas son alrededor de cien. Desde que comenzó esta interminable secuencia de atentados la vida ya no es la misma para nosotros. Nuestros días, lo encuentros públicos, incluso las celebraciones están llenos de miedo y tensión».

Sin embargo, monseñor Ignatius Kaigama subrayó que la comunidad musulmana siempre ha estado dispuesta a colaborar en esta iniciativa común. En el norte de Nigeria la mayor parte de la población sigue el Islam; los católicos en la diócesis de Jos, por ejemplo, son el 18 % de la población total.

En la ciudad de Rayfield, al sur de Jos, nació el Centro para el “Diálogo, la reconciliación y la paz”. Monseñor Kaigama ha apostado mucho por esta iniciativa:

«Involucramos a los líderes religiosos, pero también a los ancianos y a los representantes de diferentes grupos étnicos. Debemos preguntarnos, por ejemplo, cómo poder llevar a cabo elecciones democráticas sin actos de violencia».

Los conflictos, sobre todo en la región de Jos, se generaron debido a cuestiones tribales, más que religiosas. A menudo se tata de conflictos relacionados con la posesión de terrenos.

Pero es concreto el riesgo de que la instrumentalización de las diferentes religiones divida a la gente. Después de un grave atentado, que provocó muchos muertos, el arzobispo de Jos fue a visitar a los cristianos de esa comunidad:

«Hasta los niños me preguntaban: “¿qué hace la Iglesia? ¡Debemos reaccionar, dennos armas, esta es una guerra!” Pero yo les respondí que la mía, nuestra única misión es la de Jesucristo: la misión del amor».

Fuentes: Vatican Insider, Signos de estos Tiempos

 

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