Descubrimiento de la melodía en las estrellas del manto de la guadalupana.
Es imposible no maravillarse con los descubrimientos que se han hecho en la imagen de la Virgen de Guadalupe.
Estamos hablando especialmente de sus diversas cualidades inexplicables científicamente, que muestran que esa pintura no fue realizada por manos humanas.
Y hay un descubrimiento poco tratado, en el que nos queremos detener, la música grabada en su manto.
Hay una fantástica melodía, que se puede reproducir, y que sale de la distribución de las estrellas del manto.
Las que a su vez, describen la posición de las constelaciones en el cielo de México, en el momento en que la imagen quedó estampada en la tilma del indio Juan Diego.
Aquí hablaremos sobre cómo quedó estampada la imagen de la guadalupana en la tilma de Juan Diego, el mensaje que les dio a los aztecas, las maravillas sobrenaturales que muestra y especialmente la música escrita en el manto.
LINK PARA DESCARGAR MELODÍA ?? https://drive.google.com/file/d/1EdRVDD5SPOY3y0AMW8Ju7U6zly3no2O4/view
El sábado 9 de diciembre de 1531, la Virgen de Guadalupe se apareció al indio Juan Diego en el cerro del Tepeyac, en las afueras de la ciudad de México.
Le dijo que deseaba que se le construyera un templo allí en su honor.
Y que fuera a pedírselo al Obispo, el franciscano Juan de Zumárraga.
Juan Diego fue, pero el obispo no le creyó y le pidió señales sobre la autenticidad de la aparición.
Entonces la Virgen pidió a Juan Diego que fuera a la cima del Tepeyac, donde hallaría unas rosas de Castilla, que no florecían en el cerro ni en esa época, y que serían la señal que debería presentar al Obispo.
Juan Diego se presentó de nuevo frente al Obispo y se abrió la tilma, de donde cayeron las rosas de castilla que había recolectado.
Y para sorpresa de todos, apareció la imagen de Nuestra Señora impresa en el ayate de la tilma.
El obispo cayó de rodillas, y a partir de ahí millones de indígenas se convirtieron en pocos años, conduciendo a las Américas al catolicismo.
La imagen de Nuestra Señora quedó grabada en la tilma que es un tejido de ayate hecho con fibra de agave común y sin preparación.
Es un tejido primitivo que permite ver a trasluz sin ninguna dificultad.
Sus dimensiones son 103 x 168 centímetros.
Y está formada por dos partes unidas en el medio por una gruesa costura vertical, con un hilo de la misma fibra.
Y pintada en ese material rústico está la Virgen de Guadalupe, de aspecto joven, rodeada de rayos de sol, con las manos juntas como en oración y el rostro inclinado con una expresión tierna.
Tiene las piernas medio levantadas como si se apareciera en el ayate o caminara para salir de él.
Su tez es oscura y con una mezcla de rasgos indígenas y españoles, representando la unidad de todas las personas.
Viste una túnica de color rosado, aunque en la actualidad el color puede verse más nacarado y en otras partes más claro, porque las décadas de tratamiento descuidado de la prenda le pasaron la factura.
El manto que cae sobre su cabeza es color azul verdoso, turquesa, que indica que ella es de la realeza, ya que solo los emperadores nativos usaban capas de ese color.
Está tachonado de estrellas y con 9 flores. Y un jazmín de 4 pétalos aparece sobre su vientre.
También muestra un cinturón color negro que antes era morado y que es el signo que solían usar las mujeres aztecas para mostrar que estaban embarazadas.
Y alrededor de su cuello, María lleva un medallón de oro grabado con una cruz.
La Virgen se encuentra sobre una luna creciente, que simboliza la fertilidad, el nacimiento y la vida.
Aparece un ángel con alas de águila debajo de sus pies.
Y el ángel sostiene a la Virgen embarazada, lo que significa que el niño en su vientre es la ofrenda que agrada a Dios.
Las dos cosas más impresionantes de esta imagen son los descubrimientos del contenido de sus ojos y de las estrellas del manto.
Análisis bajo microscopio han permitido saber que sus ojos actúan como un ojo vivo.
Tienen el reflejo 3 veces de una imagen en la córnea, que ocurre cuando el ojo de un ser vivo está viendo algo.
Pero lo más maravilloso son las imágenes que se reflejan allí.
En el espacio de un cuarto de micrón, que es la cuarta parte de un millonésimo de milímetro, aparecen 13 figuras humanas en un ojo y 12 en el otro.
Mostrando el momento en que Juan Diego abre el ayate, deja caer las rosas y aparece la imagen de Nuestra Señora.
Está una familia, Juan Diego, el Obispo Zummaraga, el intérprete y algunos otros que estuvieron presentes en la sala en ese momento.
Es como si Nuestra Señora estuviera presente en la habitación mirando la escena.
Sobre esto hemos realizado videos que te recomiendo mirar. https://youtu.be/UAYSr6x2DDg, https://youtu.be/tgChVzka7hE
Y la segunda cosa impresionante es la disposición de las estrellas en el manto.
Y es impresionante por dos cosas, porque muestra el cielo en el momento en que Juan Diego se abre la tilma para dejar caer las rosas y porque hay una música en su distribución.
Hay 8 estrellas puntiagudas doradas y se colocan como aparecieron en la latitud y longitud exactas en el cielo de México la mañana del 8 de diciembre de 1531.
Pero para verlo hay que tener en cuenta que los ejes Norte y Sur son horizontales y los ejes Este y Oeste son verticales, los polos están desplazados.
El cielo parece mirado desde una perspectiva externa, la perspectiva de Dios no la nuestra.
Y otra cosa impresionante es que la distribución que muestran las estrellas del manto expresan una melodía.
Al licenciado Fernando Ojeda Llanes, miembro del Instituto Superior de Estudios Guadalupanos, se le ocurrió que si las estrellas del manto son las constelaciones del cielo en el momento de su impregnación.
Si las flores del vestido representan proporcionalmente a los principales cerros y volcanes de la orografía de México.
Y si toda la imagen guarda la proporción áurea, entonces tiene simetría perfecta, y por lo tanto tiene música.
Entonces como el manto tiene 46 estrellas trazó 23 líneas verticales partiendo del centro hacia la izquierda y otras 23 del lado derecho.
De tal forma que cada línea o espacio correspondiera con una determinada estrella del manto o de una flor del vestido.
Y así cada estrella y cada centro de una flor se transformó en una determinada nota musical en el pentagrama de la imagen acostada.
Luego contrató a un experto músico quien le adjudicó las notas poniendo en el centro la nota «do» y el resto de las notas fueron distribuidas según el pentagrama musical.
Y entonces las notas musicales así obtenidas, fueron colocadas en un programa musical de computadora para que las ejecutara.
Y la sorpresa fue grandiosa, porque lo que se reprodujo no fueron sonidos al azar.
Es claro para quien escucha la melodía que no se trata de sonidos aleatorios sino de una melodía suave y armoniosa.
Emergió de la distribución de las estrellas de la tilma una hermosa armonía que definitivamente es un sonido celestial.
Esta bella armonía musical ha sido llamada «armonía perfecta».
El licenciado Ojeda lo explica con más detalle en su sitio web del que te dejo la dirección, http://fernandoojeda.com/
Acá está un fragmento de la melodía.
¿Y qué sentido tiene esa música en el manto?
Algunos dicen que cuando Dios nos creó, cantó al mundo para que existiéramos.
San Agustín dice que «el que canta reza dos veces».
La música es un medio poderoso porque afecta la realidad espiritual y física de cada persona.
Varios científicos han descubierto el poder sanador de la música.
Por ejemplo, estudios sobre monjes que practican el Canto Gregoriano han sugerido que sus cantos crean una vibración armónica que elimina la fatiga, cura enfermedades y dolencias, extingue la depresión y permite a la persona que canta subsistir con pocas horas de sueño al día.
Y esto es porque estimula una parte de la corteza cerebral creando una vibración completamente diferente en nuestros huesos.
Y cuando el cráneo vibra a esa frecuencia afecta positivamente al cerebro.
En resumen, la imagen de la Virgen de Guadalupe que quedó impresa en la tilma de Juan Diego es un poderoso mensaje para la cultura azteca del momento.
Se les apareció una reina embarazada y mestiza, símbolo de un nuevo mundo, del que ellos eran protagonistas y no discriminados.
Y luego se descubrieron varios elementos sobrenaturales que indicarán que se trata de una imagen no hecha por manos humanas.
Es impresionante lo que sucede con sus ojos.
Dentro de sus pupilas, en un espacio imposiblemente pequeño para pintar, aparece retratado el momento en que Juan Diego abrió la tilma, y hay una docena de figuras humanas en cada ojo.
Y también es impresionante lo que sucede con las estrellas de su manto.
Las estrellas están dispuestas con aparecían en el cielo en ese momento en México.
Y además su distribución canta una melodiosa y bella armonía que se ha llamado la «armonía perfecta».
Bueno hasta aquí lo que queríamos hablar sobre el último descubrimiento de una melodía en la distribución de las estrellas en el manto de la guadalupana.
Y me gustaría preguntarte si crees que esa melodía es algo que surgió por casualidad o hubo un plan premeditado del cielo para ponerla en el manto.
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