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Un ángel es un ser perfecto creado por Dios para servirle y enviar sus mensajes, la segunda tarea más importante del Ángel es servir de custodio para el alma de cada creyente.

Los ángeles buenos nunca son agentes independientes, nunca se centran en sí mismos. Siempre están al servicio de Dios y siempre nos guían a la Verdad plena que es Jesucristo. Cuidado con historias de ángeles que ignoran o contradicen la fe cristiana. Los ángeles de Dios son «agentes de sus órdenes, atentos a la voz de su palabra» (Sal 103, 20). CIC 329
Los Ángeles son inmortales y tienen una jerarquía que consta de 9 coros divididos en 3 jerarquías diferentes por su función, cada ángel es diferente ya sea en función o “apariencia”.

  

LOS ÁNGELES EXISTEN

Es doctrina de la fe católica, fundamenta en las Sagradas Escrituras y en la unanimidad de la Tradición Apostólica. “Confirmado en el Concilio Lateranense IV (1215), cuya formulación ha tomado el Concilio Vaticano I en el contexto de la doctrina sobre la creación (Const. De fide Cath… DS 3002). “ Ver CIC 328s.

 En el Credo proclamamos y confesamos a Dios creador de todo lo invisible e invisible.

  

NATURALEZA ANGELICAL

Seres espirituales, no corporales CIC 328

Los ángeles y los seres humanos son de diferente naturaleza. Ni los hombres se convierten en ángeles ni los ángeles en hombres.

Los ángeles no tienen «cuerpo» (si bien en determinadas circunstancias se manifiestan bajo formas visibles a causa de su misión en favor de los hombres), y por tanto no están sometidos a la ley de la corruptibilidad que une todo el mundo material. Jesús mismo, refiriéndose a la condición angélica, dirá que en la vida futura los resucitados «no pueden morir y son semejantes a los ángeles» (Lc 20, 36). (JPII; 6,VIII,86)

 Son inmortales» Cf CIC 330. 

Tienen inteligencia y voluntad.

Superan en perfección a todas las criaturas visibles. 

 “Los ángeles son seres personales y, en cuanto tales, son también ellos, «imagen y semejanza» de Dios.

El Ángel se comunica con el ser humano por medio de pensamientos que introduce en el alma, por esto es imposible distinguir si un pensamiento proviene de nuestro celoso guardián o de nosotros mismos.

El lenguaje angélico es el pensamiento en estado puro sin signos o intermedios llamado especie inteligible, las naturalezas angélicas se comunican por medio de el mero pensamiento, la comunicación es telepática y puede transmitir pensamientos, sentimientos e inclusive imágenes o razonamientos, esto es voluntario y se pueden llevar a cabo diálogos como los nuestros, nosotros nos comunicamos por palabras y ellos por el pensamiento.

Los ángeles pueden hacer levitar algo en el aire o transformar algo instantáneamente, ellos puedes hacer cosas más allá de las posibilidades de lo material, pero no pueden todo ni siquiera en el mundo material solo Dios puede crear algo de la nada; esto también se aplica en lo relativo a nuestra alma, nosotros podemos observar algo y que nos recuerde algún momento en especifico, un ángel puede directamente mandar esa inspiración a nuestra alma, pero solo Dios puede mandar una gracia ya sea de arrepentimiento, de acción de gracias, etc., estas las deposita en lo más interno de nuestro espíritu y si son aceptadas pueden cambiar en cuestión de segundo el sendero que recorre nuestra vida y devolvernos al camino de la salvación.

Es muy común que al ángel se le represente con cuerpo humano y cara de niño o con facciones muy delicadas, con una expresión muy intensa y tierna.

Aunque los seres angélicos están libres de materia para enviar un mensaje directo o urgente, como la anunciación a Maria, pueden tomar “prestada” una forma humana con el permiso de Dios para no asustarnos, hay muchísimos casos de santos que tienen la gracia de ver a sus ángeles guardianes e inclusive a otros ángeles, tampoco podemos excluir a los pastores de Belén o a Zacarías quien vio al mismísimo arcángel Gabriel cuando este bajo del cielo a enviarle el mensaje de que su esposa Isabel estaba embarazada.

 

ÓRDENES Y GRADOS DE ÁNGELES

“La Sagrada Escritura se refiere a los ángeles utilizando también apelativos no sólo personales (como los nombres propios de: Rafael, Gabriel, Miguel), sino también «colectivos» (como las calificaciones de: Serafines, Querubines, Tronos, Potestades, Dominaciones, Principados), así como realiza una distinción entre Ángeles y Arcángeles.

Aún teniendo en cuenta el lenguaje analógico y representativo del texto sacro, podemos deducir que esto seres-personas, casi agrupados en sociedad, se subdividen en órdenes y grados, correspondientes a la medida de su perfección y a las tareas que se les confía. Los autores antiguos y la misma liturgia hablan también de los coros angélicos (nueve, según Dionisio el Areopagita). La teología, especialmente la patrística medieval, no ha rechazado estas representaciones, tratando en cambio de darle una explicación doctrinal y mística, pero sin atribuirles un valor absoluto.” (JPII, 6, VIII,86)

Los ángeles se distinguen en 9 coros agrupados en 3 jerarquías diferentes, aunque no conste explícitamente es la creencia general. Esta distinción hecha en relación a Dios, «a la conducción general del mundo o a la conducción particular de los Estados de las compañías y de las personas»; no se dividen por importancia pues cada ángel es importante e indispensable en su campo, mas se clasifican por cercanía a la esencia de Dios, cabe recalcar que la jerarquía no influye en la capacidad de amar de cada ser angelical, pues un ángel de la novena jerarquía podría amar mas a los hombres y a Dios que uno de la primera.

Los 3 coros de la primera jerarquía están en continua presencia de Dios, los 3 coros inferiores a estos están relacionados a la conducta del universo en general y los últimos 3 a la compañía de las personas.

Basándose en las Sagradas Escrituras los Biblistas y teólogos han ordenado a las naturalezas angélicas de la siguiente manera:

Jerarquía Superior (Serafines, Querubines y Tronos)

El Coro de Serafines. Es el coro bienaventurado por excelencia. Ellos son puro fuego de amor al servicio de Dios. Ellos están incesantemente adorando, amando y alabando a la Santísima Trinidad. Ese es su oficio y en eso precisamente consiste su beatitud. De día en día, de hora en hora, su amor se inflama sin cesar de nuevo hacia el amor supremo.

El Coro de Querubines. Son como la guardia privada de Dios. El celo personal y personificado por la gloria de Dios y por su defensa. Fue precisamente un Querubín el que expulsó a nuestros primeros padres del Paraíso terrenal. Delante del trono del Papa hay cuatro querubines. También delante de muchos Santuarios particularmente venerados, hay un Querubín. Dice Ana Catalina Enmerich que debemos invocarles en todas las tentaciones contra la fe. También dice ella que son muy apropiados para las almas escrupulosas, en especial aquellos que están asediados contra la santa virtud de la pureza.

El Coro de los Tronos. Es un coro real. Se dice eso porque cada obispado, lo mismo que cada reino o cada comunidad de claustro, tiene un ángel del coro de los tronos. Ellos presentan al Altísimo las oraciones de su Diócesis, de su reino o de su convento, ennoblecidas y santificadas por su propia oración. Una disposición divina ha querido que se les mencione en el prefacio. El Ángel de España, lo mismo que el Ángel de Portugal que se apareció en Fátima, pertenece a este concreto coro real.

Jerarquía intermedia (Dominaciones, Principados y Potestades).

El Coro de las Dominaciones. Los ángeles de este coro son donados a todos aquellos que son llamados a enseñar, sea en una Universidad, sea en una cátedra, sea en un Concilio, sea sobre determinado asunto en la dirección espiritual. Los misioneros suelen ser protegidos por estos ángeles. Son los ángeles en ayudarnos a extender el reino de Dios sobre la tierra. Los superiores de un seminario, así como los seminaristas, tienen uno al lado de ellos; y estos ángeles les inspiran a que recen por la conversión de los que están en el error o en la incredulidad, o por los malos católicos.

El Coro de los Principados. Cada parroquia tiene un ángel que pertenece a este coro. Son –según Catalina Enmerich- grandes, de aspecto majestuoso. Están arrodillados delante del santísimo Sacramento y oran noche y día por todas las familias de la comunidad parroquial. Ellos conocen a todos los parroquianos de su Iglesia e imploran el perdón cada vez que se produce un escándalo. Su rostro es amigable y lleno de afecto, y se ensombrece de gran tristeza cuando alguien recibe los sacramentos de una manera poco digna o de forma sacrílega.

El Coro de las Potestades. “Los Ángeles del Coro de las Potestades son grandes, salvo raras excepciones”, dice Anna Catalina Enmerich. Ellos están dedicados exclusivamente al servicio de los sacerdotes. Parece –siempre según la Venerable religiosa- que tienen un aspecto grave y que el demonio huye de este coro. Las Potestades velan sobre los sacerdotes, especialmente en cuanto al cumplimiento de su función.  Es muy importante el invocarlos cuando se sufre de aridez en la oración y de sequedad espiritual. También cuando uno está tentado de ceder a la cólera o impaciencia.

Jerarquía inferior (Virtudes, Arcángeles y Ángeles).

Este coro, en principio, es el que está más cerca de los hombres. Aunque todos ayudan al hombre si se les invoca.

El Coro de las Virtudes. Estos ángeles personifican la virtud, que es una fuerza en el orden del bien. Dios los envía a aquellos que ponen toda su fuerza de voluntad y toda su perseverancia para llegar a ser mejores. Son ellos los que nos ayudan a ir extirpando defectos. Son los que nos advierten, y los que a veces nos han salvado de caer en el pecado de forma casi milagrosa, o nos han ayudado a perseverar en el bien. Esto es sólo posible sin violar la voluntad humana, cuando el pecador, aunque débil, quiere de todo corazón no ceder a las tentaciones y permanecer en gracia de Dios. Este concreto coro puede serle de inestimable ayuda para avanzar por el sendero de la virtud y perfección.

El Coro de los Arcángeles. Son aquellos que nos ayudan en situaciones difíciles y extraordinarias. Por ejemplo nos dan la fuerza que necesitamos para soportar amarguras, sufrimientos y pruebas, las cuales nos aplastarían. Como mensajeros que son llevan noticias importantes.

El Coro de los Ángeles. Son los ángeles custodios que nos guían y protegen, día y noche. No se separan nunca, aunque no se les invoque. Son los mensajeros entre Dios y nosotros para las cosas frecuentes de cada día. Enjugan nuestras lágrimas, velan sobre nosotros y llevan nuestras oraciones y peticiones delante del Señor.

Todos, en realidad, no sólo el último coro, están a nuestro servicio, y la devoción hacia ellos aumentará en nosotros la virtud y la santidad.

 

Algunos autores y místicos, dividen a los ángeles entre Asistentes al Trono Divino (los grados más altos) y Mensajeros de Dios que cumplen diversas misiones por encargo suyo.

 

LOS ARCÁNGELES

Aunque la Biblia habla de siete arcángeles (Cf Tb 12,15, Ap 1,4) solo revela el nombre de tres. Estos son los que la Iglesia honra con culto litúrgico: Miguel, Gabriel y Rafael. Cada uno de los nombres termina con “El” que significa “Dios”.

El primero es Miguel Arcángel (cf. Dan 10, 13. 20; Ap 12, 7; Jdt 9). Su nombre expresa sintéticamente la actitud esencial de los espíritus buenos. «Mica-El» significa en efecto: «¿Quién como Dios?». En este nombre se halla expresada la elección salvífica gracias a la cual los ángeles «ven la faz del Padre» que está en los cielos.

El segundo es Gabriel: figura vinculada sobre todo al misterio de la Encarnación del Hijo de Dios (cf. Lc 1, 19. 26). Gabri-El significa: «Mi poder es Dios» o «Poder de Dios», como para decir que el culmen de la creación, la Encarnación es el signo supremo del Padre Omnipotente.

El tercer arcángel se llama Rafael.»Rafa-El» significa: «Dios cura». Él se ha hecho conocer por la historia de Tobías en el Antiguo Testamento (cf. Tob 12. 15. 20, etc.).

Cada una de estas tres figuras: Mica-El, Gabri-El y Rafa-El reflejan de modo particular la verdad contenida en la pregunta planteada por el autor de la Carta a los Hebreos: «¿No son todos ellos espíritus administradores, enviados para servicio en favor de los que han de heredar la salud?» (Heb 1, 14).” (JPII, 6, VIII,86)

Los nombres de los otros cuatro arcángeles (San Uriel, San Barachiel ó Baraquiel, San Jehudiel, Saeltiel) no aparecen en la Biblia. Se encuentran en los libros apócrifos de Enoc, el cuarto libro de Esdras y en la literatura rabínica. Estos nombres pueden tenerse como referencia pero no son doctrina de la Iglesia ya que provienen de libros que no son parte del canon de la Sagrada Escritura.

  

ÁNGELES CUSTODIOS

Es una verdad constantemente profesada en la Iglesia Católica que a cada ser humano al nacer se le es otorgado un Ángel que está encargado de su cuidado, protección para ayudar al creyente a llegar a la salvación de la vida eterna. El mismo Jesús dijo «»Mirad que no despreciéis a alguno de estos pequeñuelos, porque os hago saber que sus Ángeles en los cielos están siempre viendo el rostro de mi Padre celestial»

A nuestro ángel custodio no es necesario invocarlo pues siempre está a nuestro lado, pero, aunque posean un intelecto mayor al nuestro no pueden leer nuestros pensamientos, pero si pueden escucharnos si nos dirigimos a ellos aunque no articulemos ninguna palabra, por su gran intelecto y perfección podrán deducir más de lo que estas pensando, más que lo que tú misma conocías.

Es de gran ayuda tratar con amor y respeto a tu Ángel custodio pues es de gran ayuda, considéralo un buen amigo y él buscara la manera de ayudarte hasta en las cosas mas sencillas del diario vivir, también es buena herramienta pedir ayuda al ángel de alguna otra persona que quieras ayudar pues es un aliado invaluable.

Nuestros ángeles de la guarda son consejeros y nos inspiran buenos deseos y propósitos, por ser seres inteligibles nos “soplan” estas inspiraciones desde el fondo de nuestra Alma, estas inspiraciones son claros caminos para acercarnos al camino de la salvación; también están encargados de velar por la conciencia, constantemente están ayudándonos a tomar decisiones por medio de “corazonadas” es decir que hacen todo lo que esta en sus manos para ayudarnos a mantener nuestra conciencia bien formada y fomentada en el camino de Cristo.

  

ANGELES BUENOS Y DEMONIOS

Dios creó a todos los ángeles para compartir su felicidad eterna. Pero los ángeles fueron probados y una porción de ellos se rebeló contra Dios. “ángeles llamados a declararse en favor de Dios o contra Dios mediante un acto radical e irreversible de adhesión o de rechazo de su voluntad de salvación”. (JP2, 30,VII,86)

Los Ángeles como seres intelectuales sabían de la existencia de Dios, el ser omnipotente que los creo, mas Dios no les dio la gracia de la visión beatífica, que es la Gracia de “ver” de manera directa la esencia de Dios; ellos veían a Dios como una luz, lo oían como una voz santa y majestuosa mas su rostro seguía sin develarse, como seres inteligentes que eran ellos sabían que había ese Altísimo, el Santo de Santos.

Antes de revelarse Dios le puso una prueba, una prueba de obediencia, los que la desobedecieron se convirtieron en demonios y fueron expulsados del Cielo al final de la batalla, la Gran batalla que se desarrollo en el cielo entre las naturalezas angélicas, una batalla meramente intelectual en donde los ángeles debatieron y lucharon por medio de argumentos a favor y en contra de Dios, y así se fueron cambiando de lado hasta que un día ya todos estaban convencidos de sus argumentos, los rebeldes convencidos de que Dios no es la felicidad absoluta y los ángeles de que solo con Dios se es completamente feliz.

Nadie creo a nadie malo, ellos se hicieron así por medio del pecado, se dice que el ángel más hermoso creado por Dios, Lucifer, la estrella de la mañana, ahogado por su soberbia encabezo a los rebeldes y con el después de la “gran Batalla” los rebeldes cayeron del Cielo al infierno donde sufrirían en la eternidad por su desobediencia.

Los Ángeles caídos, convencidos en el odio y repulsión al creador se quedaron en el infierno, en el exilio total de la felicidad donde el demonio, completamente deformado en la conciencia, sin perder su belleza de naturaleza se la pasa pensando, o tentando a algún ser humano o incluso apoderándose de alguno de ellos, buscando la manera de hacer sufrir a los seres humanos o simplemente alejarlo del camino que conduce al Dios que ellos mismos rechazaron.

  

QUE HACEN LOS ÁNGELES BUENOS

La Sagrada Escritura les llama “ángeles” de “angelus” significa “mensajero”. El término hebreo “malak” utilizado en el A.T. significa “delegado” o “embajador”. San Agustín dice respecto a ellos «El nombre de ángel indica su oficio, no su naturaleza. Si preguntas por su naturaleza, te diré que es un espíritu; si preguntas por lo que hace, te diré que es un ángel». CIC 329

 Fueron creados, como los hombres, conocer, amar y servir a Dios.

Ante todo los Ángeles adoran a Dios

“Con todo su ser, los ángeles son servidores y mensajeros de Dios. Porque contemplan «constantemente el rostro de mi Padre que está en los cielos» (Mt 18, 10), son «agentes de sus órdenes, atentos a la voz de su palabra» (Sal 103, 20). CIC 329

“Lo dice Jesús mismo: «Sus ángeles ven de continuo en el cielo la faz de mi Padre, que está en los cielos» (Mt 18, 10). Ese «ver de continuo la faz del Padre» es la manifestación más alta de la adoración de Dios. Se puede decir que constituye esa «liturgia celeste», realizada en nombre de toso el universo, a la cual se asocia incesantemente la liturgia terrena de la Iglesia, especialmente en sus momentos culminantes. Baste recordar aquí el acto con el que la Iglesia, cada día y cada hora, en el mundo entero, antes de dar comienzo a la plegaria eucarística en el corazón de la Santa Misa, se apela «a los Ángeles y a los Arcángeles» para cantar la gloria de dios tres veces Santo, uniéndose así a aquellos primeros adoradores de Dios, en el culto y en el amoroso conocimiento del misterio inefable de su santidad.” (JPII; 6, VIII,86)

“Los Salmos de modo especial se hacen intérpretes de esa voz cuando proclaman, por ejemplo: «alabad al Señor en el cielo, alabad al Señor en lo alto. Alabadlo, todos sus ángeles…» (Sal 148, 1-2). De modo semejante el Salmo 102 (103): «Bendecid a Yahvé vosotros sus ángeles, que sois poderosos y cumplís sus órdenes, prontos a la voz de su palabra» (Sal 102/103, 20). “ (JPII; 30,VII,86)

Toman parte en el gobierno de Dios sobre la creación como poderosos ejecutores de sus órdenes.

Dios también los asigna a cuidar cada nación. Cf. Daniel 10, 13-21.

También el cuidado de las iglesias: Apocalipsis 1:20 “las siete estrellas son los Ángeles de las siete Iglesias”

Dios les ha confiado en particular un cuidado y solicitud para con los hombres

Presentan a Dios las peticiones y oraciones del los hombres. Tobías 3,16-17 “Fue oída en aquel instante, en la Gloria de Dios, la plegaria de ambos y fue enviado Rafael a curar a los dos: a Tobit, para que se le quitaran las manchas blancas de los ojos y pudiera con sus mismos ojos ver la luz de Dios; y a Sara la de Raquel, para entregarla por mujer a Tobías, hijo de Tobit, y librarla de Asmodeo, el demonio malvado.”

Nos ayudan a ser fieles al Señor y cumplir nuestra misión
Salmo 91,11-12 “El dará orden sobre ti a sus ángeles de guardarte en todos tus caminos. Te llevarán ellos en sus manos, para que en piedra no tropiece tu pie”

Tobías 12,6 “Entonces Rafael llevó aparte a los dos y les dijo: «Bendecid a Dios y proclamad ante todos los vivientes los bienes que os ha concedido, para bendecir y cantar su Nombre. Manifestad a todos los hombres las acciones de Dios, dignas de honra, y no seáis remisos en confesarle.”

“Son también los ángeles quienes «evangelizan» (Lc 2, 10) anunciando la Buena Nueva de la Encarnación, y de la Resurrección de Cristo.” CIC 333.

A los pastores “La gloria del Señor los envolvió con su luz y se llenaron de temor” “No temáis pues os anuncio una gran alegría que lo será para todo el pueblo… ”

Tienen por lo tanto una función de mediación y ministerio en las relaciones entre Dios y los hombres.

¿Pero no dice Pablo que solo Jesús es mediador? Si. Pero los ángeles y los santos le ayudan. Dios ha querido compartir su obra de salvación.
Pablo a los Hebreos: a Cristo se la ha dado un “nombre”, y por tanto un ministerio de mediación, muy superior al de los ángeles” cf. Heb 1,4.

“Cristo es el centro del mundo de los ángeles y de toda la creación. Los ángeles le pertenecen: «Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles… (Mt 25, 31). Le pertenecen porque fueron creados por y para El: «Porque en él fueron creadas todas las cosas, en los cielos y en la tierra, las visibles y las invisibles, los Tronos, las Dominaciones, los Principados, las Potestades: todo fue creado por él y para él» (Col 1, 16). CIC 331

(Jesús) “los ha hecho mensajeros de su designio de salvación: «¿Es que no son todos ellos espíritus servidores con la misión de asistir a los que han de heredar la salvación?» (Hb 1, 14). CIC 331

 

ACTÚAN DESDE LA CREACIÓN

Y a lo largo de toda la historia de la salvación los encontramos, anunciando la salvación y sirviendo al designio divino de su realización:
Cierran el paraíso terrenal
protegen a Lot
salvan a Agar y a su hijo
detienen la mano de Abraham
la ley es comunicada por su ministerio (Cf. Hch 7, 53)
conducen el pueblo de Dios
anuncian nacimientos y vocaciones
asisten a los profetas
Finalmente, el ángel Gabriel anuncia el nacimiento del Precursor y el de Jesús.

 

DE LA ENCARNACIÓN A LA ASCENSIÓN

La vida del Verbo encarnado está rodeada de la adoración y del servicio de los ángeles” CIC 333.

Cuando Dios introduce «a su Primogénito en el mundo, dice: “adórenle todos los ángeles de Dios” (Hb 1, 6).

Gabriel anuncia el nacimiento de Juan Bautista Cf. Lc, 1,11

Es enviado a la Virgen María para comunicarle la elección divina y pedirle su FIAT Cf. Lc 1, 26-37

Un ángel avisa a San José sobre la encarnación y sobre su misión.
Mateo 1,20-21 “El Angel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.»

Anuncian a los Pastores el nacimiento y cantas alabanzas por el: «Gloria a Dios… (Lc 2, 9-14)

Protegen la infancia de Jesús ante el peligro de Herodes Cf. Mt 2,13

Sirven a Jesús en el desierto. Cf Mt 4,11

En Getsemaní. Lo reconfortan en la agonía, cuando El habría podido ser salvado por ellos de la mano de sus enemigos como en otro tiempo Israel.

Después de la resurrección de Cristo un ángel se apareció en forma de un joven y le dijo a las mujeres que habían acudido al sepulcro y estaban sorprendidas por el hecho de encontrarlo vacío: «No os asustéis. Buscáis a Jesús Nazareno, el crucificado; ha resucitado, no está aquí… Pero id a decir a sus discípulos…» (Mc 16, 6-7).

María Magdalena, que se ve privilegiada por una aparición personal de Jesús, ve también a dos ángeles (Jn 20, 12-17; cf. también Lc 24, 4).

Ascensión. Los ángeles «se presentan» a los Apóstoles para decirles: «Hombre de Galilea, ¿qué estáis mirando al cielo? Ese Jesús que ha sido arrebatado de entre vosotros al cielo, vendrá como le habéis visto ir al cielo» (Hch 1, 11).

 

EN LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO

En la “parusía” anunciada por los ángeles, éstos estarán presentes al servicio del juicio del Señor Cf Mt 25, 31.

El Hijo del hombre… vendrá en la gloria de su Padre con los santos ángeles. (Cf. Mc 8, 38; Mt 16, 27; Lc 9, 26; 2 Tes 1, 7.

“(Jesús) atribuye a los ángeles la función de testigos en el supremo juicio divino sobre la suerte de quien ha reconocido o renegado a Cristo: «A quien me confesare delante de los hombres, el Hijo del hombre le confesará delante de los ángeles de Dios» (Lc 12, 8-9; cf. Ap 3, 5). Estas palabras son significativas porque si los ángeles toman parte en el juicio de Dios, están interesados en la vida del hombre.” -(JPII, 6, VIII,86)

“Se puede, por tanto, decir que los ángeles, como espíritus puros, no sólo participan en el modo que les es propio de la santidad del mismo Dios, sino que en los momentos-clave rodean a Cristo y lo acompañan en el cumplimiento de su misión salvífica respecto a los hombres. De igual modo también toda la Tradición y el Magisterio ordinario de la Iglesia ha atribuido a lo largo de los siglos a los ángeles este carácter particular y esta función de ministerio mesiánico.” -(JP2, 30,VII,86)

 

LOS ÁNGELES EN LA VIDA DE LA IGLESIA

“Toda la vida de la Iglesia se beneficia de la ayuda misteriosa y poderosa de los ángeles”. -CIC 334

En Los Hechos de los Apóstoles aparece la solicitud de los ángeles por el hombre y su salvación:
El ángel de Dios libera a los Apóstoles de la prisión (cf. Hch 5, 18-20),
Libera a Pedro, que estaba amenazado de muerte por la mano de Herodes (cf. Hch 12, 5-10)

El ángel guía la actividad de Pedro respecto al centurión Cornelio, el primer pagano convertido (Hch 10, 3-8; 11, 12-13).

Guía al diácono Felipe en el camino de Jerusalén a Gaza (Hch 8, 26-29).

En su liturgia, la Iglesia se une a los ángeles para adorar al Dios tres veces santo. El cántico de alabanza en el nacimiento de Jesús resuena en la liturgia.
Invoca su asistencia (así en el «Supplices te rogamus…» [«Te pedimos 8humildemente…»] del Canon romano.

En la liturgia de los difuntos: «In Paradisum deducant te angeli…» [«Al Paraíso te lleven los ángeles…»]

Fuentes: Padre Jordi Rivero, Padre Fortea y otros

 

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