Novena por Salud y Trabajo a San Pancracio

DÍA PRIMERO

Nuestro corazón ha sido creado para amar: lo que más tienes que amar es a Dios; más que a todas las personas, más que a todas las riquezas del mundo, y de esta manera te evitarás también muchos desengaños. De esta manera lo hizo San Pancracio, y por eso alcanzó tantos favores de Dios. Pídele de corazón esta gracia; vivirás más tranquilo y alcanzarás su protección en todo lo que necesites. Concluir con la oraciones a la Santísima Trinidad.

DÍA SEGUNDO

Dios permite que amemos a nuestra familia y a otras personas, mientras no sea obstáculo para amar a Dios. Así lo hacía el glorioso San Pancracio, y de esta manera encaminó muchas almas al cielo. Pídele de todo corazón que ames como buenos hermanos a las otras personas, a fin de que amemos más a Dios y obtendremos muchas gracias del glorioso San Pancracio. Concluir con la oraciones a la Santísima Trinidad.

DÍA TERCERO

San Pancracio tenía un corazón tan bueno, que siempre se compadecía de los pobres y desgraciados: por eso logró tantas gracias del cielo; procura tú también imitarlo en estas virtudes, y así lograrás por su intercesión obtener muchas gracias de Dios. Concluir con la oraciones a la Santísima Trinidad.

DÍA CUARTO

El glorioso San Pancracio, no sólo procuró ser bueno, sino que trabajaba para poder guiar otras almas al cielo, y por eso Dios le concedió tanto poder en favor de sus devotos. Procura tú también hacer lo que puedas para propagar esa devoción y procurar que otros vayan por el camino del cielo. Así lograrás muchas gracias, especialmente las que has de menester ahora que haces esta Novena. Concluir con la oraciones a la Santísima Trinidad.         

DÍA QUINTO

En el mundo hay muchas personas que por respetos humanos no son buenas, para que no las tengan como fanáticas. Procura que no seas tú de esos: sino que, a imitación de San Pancracio, siempre defiendas la verdad y las cosas buenas. De esta manera lograrás todo lo que necesites por intercesión de San Pancracio, que atenderá siempre a tus ruegos. Concluir con la oraciones a la Santísima Trinidad.

DÍA SEXTO

Una de las cosas que cuesta más a nuestro corazón, es perdonar a los que nos han agraviado. Pídele al glorioso San Pancracio que te alcance esta gracia cuando alguien te haya agraviado, ya que él perdonó hasta a los mismos que le martirizaron, y no dudes que estarás después más tranquilo y conseguirás para ti y para tu familia más de lo que puedas confiar. Concluir con la oraciones a la Santísima Trinidad.

DÍA SÉPTIMO

En este mundo se ha de tener mucha paciencia en todo, pues vienen más contrariedades de los que uno espera. Toma por modelo al glorioso San Pancracio, que en todo se conformaba con la voluntad de Dios, y así logró vivir tranquilo y ser un gran Santo, en medio de muchas penas. Pídele de buen corazón que te ayude y te concederá esta gracia y muchas más. Concluir con la oraciones a la Santísima Trinidad.

DÍA OCTAVO

Así como quieres el retrato de tus padres y otras personas amigas, también conviene que quieras la imagen del glorioso San Pancracio, no dudando que desde el cielo ve cómo te arrodillas ante el altar en que está colocado. Cuanto con mayor fervor lo hagas, más rogará a Dios para que te conceda lo que le pides en esta Novena, tanto para ti, como para las personas de tu familia. Concluir con la oraciones a la Santísima Trinidad.

DÍA NOVENO

Ahora que terminas la Novena, estás animado y tienes más deseos de amar a San Pancracio, y por lo tanto, de hacerte digno de que puedas ir al cielo para hacerle compañía. No dudes que allí te espera, e irás si cumples bien tus obligaciones viviendo como un buen cristiano; logrando ya, desde ahora, su protección en todo, tanto para ti, como para tu familia. Concluir con la oraciones a la Santísima Trinidad.

ORACIONES A LA SANTÍSIMA TRINIDAD 

Oración al Padre Eterno. Creo, Padre Celestial, todo lo que es de Fe, y con ella quiero vivir y morir; por intercesión de San Pancracio concededme a mi y a mi familia buena salud para cumplir mis obligaciones. Padrenuestro, Avemaría, Gloria.

Oración al Hijo de Dios. ¡Oh! buen Jesús, concededme la virtud de la Esperanza en Vuestras promesas, como lo hizo San Pancracio, que siempre confió en Vuestra Providencia, y así pueda obtener por su intercesión trabajo y don de acierto en las cosas que haya de emprender para atender a mis necesidades y las de mi familia. Padrenuestro, Avemaría, Gloria.

Oración al Espíritu Santo. Concededme la virtud de la Caridad, para amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo por amor a Dios, como lo hacia el glorioso San Pancracio. Por su intercesión confío alcanzar esta gracia y la de verme libre de desgracias y personas mal intencionadas. Padrenuestro, Avemaría, Gloria.

Oración final. ¡Oh! glorioso San Pancracio, os pido me alcancéis las gracias que necesito y especialmente SALUD Y TRABAJO, a fin de que pueda presentarme ante vuestra imagen para daros gracias por los favores recibidos. Así sea.

El autor de esta novena es Salvador Mujal, Pbro. Este santo es muy popular en España, al cual se venera sobre todo como auxiliador para obtener trabajo.]

BIOGRAFÍA

Este es uno de los santos más populares y queridos de nuestro santoral, incluso los que no son practicantes tienen imágenes de él en la casa, en el trabajo o en la cartera. La fama de San Pancracio fue debida a la corta edad en que sufrió el martirio, a los 14 años.

Pancracio nació en la entonces ciudad turca de Frigia probablemente en el año 286, de padres nobles y que no tenían como religión el cristianismo. Pronto quedó huérfano y junto a su tío Dionisio se trasladó a Roma. Aunque era muy joven, nuestro santo quedó entusiasmado de la fe de muchos cristianos que estaban dispuestos a dar su propia vida por Jesucristo. Rápidamente se interesó por conocer el Evangelio y se bautizó. Algunas fuentes señalan que el mismo Papa Marcelino fue quien lo catequizó y bautizó. 

Por aquellos tiempos, el emperador Diocleciano mandó un edicto que perseguía a todos aquellos que abrazaba la fe cristiana. Pancracio fue descubierto y condenado a morir decapitado en la Vía Aurelia, un 12 de mayo del 305. Los cristianos se hicieron cargo del cuerpo del joven mártir y le dieron sepultura en un cementerio cercano a la mencionada calle.

El culto a San Pancracio fue ya importante desde el mismo día de su martirio, muchos devotos fueron a venerar su tumba que se convirtió en un auténtico santuario de peregrinación de personas venidas no sólo de la ciudad sinó también de todo el país. Esto motivó que el Papa Simaco mandara alzar una basílica a principios del siglo VI. Más tarde, otro pontífice, Honorio I construyó entre los años 625 al 638 una nueva iglesia en su honor ya que la anterior amenazaba ruina. Sobre su sepulcro mandó grabar esta inscripción:

«Por los méritos insignes y las singulares gracias del Bienaventurado Pancracio, el obispo Honorio, siervo del Señor, para bien del pueblo de Dios, ordenó derribar el viejo edificio que amenazaba ruina y no contenía los restos del santo, debido al descuido de los antiguos; mandó construir de nueva planta otra iglesia y, dentro del altar adornado con mármoles preciosos, colocó las reliquias que antes estaban en la pared exterior del edificio».