El Santuario de Nuestra Señora de la Esperanza, está situado en Calasparra, ciudad de la Diócesis de Cartagena.
Es el tercer santuario más visitado de España y el décimo de todo el mundo católico.
El origen de esta devoción arranca con el legendario hallazgo de la imagen en el interior de la cueva, cuando un pastor buscaba refugio.
El carácter milagroso de la imagen se mantiene vigente hasta nuestros días, quedando como testimonio los cientos de devotos que revisten las paredes de la cámara anexa al camarín de la Virgen
Calasparra es una pequeña ciudad ubicada en la comarca murciana del Noroeste.
Territorio montañoso en el que el rio Segura y sus afluentes han ido modelando un paisaje que presenta desde profundos cañones rodeados de bosques, hasta fértiles llanuras de huerta.
De hecho, el nombre de Calasparra ha atravesado fronteras tanto por los afamados arroces producidos en la zona (con denominación de origen), como por el extraordinario enclave del templo dedicado a su patrona.
La Virgen de la Esperanza se venera desde antiguo en una gruta natural excavada por el Segura, a 5 kilómetros del núcleo urbano, constituyendo en la actualidad uno de los santuarios marianos más visitados del país.
El origen de esta devoción arranca con el legendario hallazgo de la imagen en el interior de la cueva, cuando un pastor buscaba refugio.
El hecho fue comunicado inmediatamente a las autoridades calasparreñas, que dispusieron el traslado de la talla hasta la ciudad con el fin de depositarla en alguna de las iglesias de la villa.
Milagrosamente, la imagen adquirió un peso desproporcionado en relación a su pequeño tamaño cuando intentaron sacarla de la gruta.
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Interpretando así que debía ser aquel el lugar elegido por la Virgen para su veneración.
La pieza es un pequeño busto de Maria tallado en madera, conocida por ello desde un principio con el sobrenombre de «La Pequeñica».
Se desconoce el motivo y cuándo se le adosó a esa talla primitiva la imagen grande de Nuestra Señora, una escultura de vestir propia del barroco murciano.
Hay documentos que ya contemplan esta disposición en 1786, venerándose juntas (la antigua a los pies de la otra) y constituyendo así un caso poco usual en la iconografía mariana.
Desde el siglo XVII está documentada la existencia de un importante santuario en el lugar de la aparición.
Al cual acudían en numerosas romerías los habitantes de Calasparra y de otros pueblos aledaños desde tiempo inmemorial.
El carácter milagroso de la imagen se mantiene vigente hasta nuestros días.
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Quedando como testimonio los cientos de exvotos que revisten las paredes de la cámara anexa al camarín de la Virgen.
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El templo ha sufrido numerosas reformas a lo largo de su historia.
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Pero la espectacularidad del edificio viene dada principalmente por el lugar en que se encuentra.
Ntra. Sra. de la Esperanza ostenta oficialmente el patrocinio sobre la ciudad de Calasparra desde 1840, título que vendría a compartir con los santos Abdón y Senén.
La Coronación Canónica de la patrona se realizó el 8 de septiembre de 1996.
Las fiestas en su honor se centran principalmente en la celebración de una multitudinaria romería hasta el santuario la noche del 7 de septiembre.
Congregando a miles de fieles para conmemorar, al día siguiente, la festividad de la Virgen.
También el 18 de septiembre se realiza otra festividad.
La talla no abandona su templo en dicha ocasión, puesto que son los fieles los que acuden al santuario para venerarla.
Sí se realiza un traslado anual de la patrona hasta Calasparra, pero éste tiene lugar el primer domingo de mayo, volviendo al santuario en romería después de permanecer un mes en la ciudad expuesta al culto de los fieles.
El pueblo de Calasparra le atribuye acciones milagrosas, acudiendo a ella cuando la sequía amenaza las cosechas.
LA IMAGEN
Talla en madera policromada. Imagen de vestir. Se trata de la imagen de la Virgen, que mira de frente con los brazos abiertos para acoger a los feligreses en su regazo.
Como típica imagen barroca, lleva postizos, tales como el pelo, los ojos y las pestañas.
La cabeza parece ser el único elemento original, siendo entroncado con posterioridad a éste el volumen de cuerpo, brazos y finalmente la devanadera.
En cuanto a sus rasgos, los ojos son grandes, las orejas pequeñas y ligeramente subidas, por su parte, la nariz es larga en proporción a la estrechez de la boca.
Las manos no son las originales.
Posee un ajuar compuesto de varios vestidos, mantos, y pendientes.
Porta una corona sencilla enmarcada por un nimbo bastante esplendoroso.
Los pendientes son alargados, el vestido de color beige, simulando dos piezas.
La superior con forma de corpiño, en un color tostado bordado en tonos azules y dorados.
Por debajo de esta prenda se percibe una camisa de la que asoma en el cuello y en las mangas la puntilla.
La falda en color más claro y con bordados a juego, se abre en forma de campana hacia los pies.
El manto blanco-beige, bordado con motivos florales en color azul y dorado que combinan con el vestido.
Fue adosada a la imagen primitiva de “La Pequeñica”, teniendo constancia de tal disposición ya en 1786.
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Debido al tamaño de ambas, se ha denominado a la que en estos momentos nos ocupa como “La Grande”.
Ha sufrido muchos retoques a lo largo del tiempo, de ahí que la policromía no sea la original. Tampoco las manos, como ya se ha mencionado.
Fue donada por Juana Sánchez en 1617. En 1840, fue nombrada la Virgen de la Esperanza Patrona de Calasparra.
En el mes de mayo es trasladada en procesión a la iglesia parroquial de san Pedro Apóstol.
Dicha imagen se venera junto con “La Pequeñica”, la cual se encuentra ubicada a sus pies, constituyendo un caso poco usual en la iconografía mariana.
SANTUARIO DE LA VIRGEN DE LA ESPERANZA
Merece la pena destacar el fervor que despierta la Virgen de la Esperanza y la visita al santuario que lleva su nombre.
El santuario se encuentra en un bello paraje a 6 km de distancia del pueblo y es allí donde tiene su ermita la Virgen, patrona del pueblo, en lo que era una cueva natural.
Es un bello lugar de oración y esparcimiento.
Parte fundamental en la belleza del conjunto son los edificios de esta terraza que se asoma al Segura.
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Las fachadas que se ven ahora se construyeron en los años 60 con mampostería de piedra del lugar, por lo que parecen parte de la propia montaña.
En sus líneas podemos adivinar influencias neogóticas y neorrománicas.
El templo se encuentra en una antigua cueva de pastores, se accede por un frontón clasicista y encontramos un bello retablo neogótico (1802) que atesora a las santas imágenes en su centro.
Respecto de la Virgen, se dice que muchos fieles encuentran cura de sus dolencias.
Y son ellos agradecidos quienes tienen la costumbre de colgar en ciertas paredes del santuario copias en cera -de tamaño inferior- del miembro curado.
ROMERÍA DE LA VIRGEN DE LA ESPERANZA
En la noche del 7 al 8 de septiembre se celebra la Romería al Santuario de Nª Sª de la Esperanza, con la que concluye la semana de fiestas en honor a la misma..
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Normalmente se celebran al mismo tiempo que la Feria del Arroz, durante la 1ª semana de Septiembre.
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Estas fiestas se caracterizan por sus encierros por las mañanas y las corridas de toros por las tardes.
Existe una profunda veneración a la Virgen de La Esperanza en todos los pueblos que rodean su santuario.
Tanto es así, que se celebran varias romerías hoy día, para satisfacer a todos los fieles que incluso llegan a fletar trenes para poder acudir a Calasparra.
El día de la Virgen es el 8 de septiembre, siendo la romería una de las pocas que se celebra por la noche.
Los vecinos solían acercarse en grupos al santuario el día anterior a la romería tomando el Atajo de La Virgen, veían la imagen y volvían de madrugada.
Algunos devotos hacían tramos del camino de rodillas y otros se hacían velar como si fueran cadáveres en el santuario, lo que se llamaba tradición de las «Amortajadas».
En el santuario había un refugio para dormir y en el exterior se hacía la fiesta. Comida romera, conejo con tomate y tortilla, y mucho vino, de postre, sandía.
Hoy día se añaden los conciertos y la Fiesta de La Radio.
Sólo durante la Guerra Civil y en la gota fría de 1989 se ha dejado de celebrar la romería.
La fiesta nocturna se ilumina de pirotecnia, como no podía ser de otra manera.
Era espectacular en el pasado las filas de romeros que venían por la noche de la sierra, de otras localidades, atravesando el río en el paraje de Las Loberas por un puente provisional que se montaba cada año y por el que se pagaba por persona que lo utilizaba.
Actualmente se celebran varias romerías en el santuario para facilitar el acceso de los fieles, que acuden preferiblemente por carretera.
Fuentes:
- http://www.santuariovirgenesperanza.com/
- https://es.wikipedia.org/wiki/Calasparra
- http://www.corazones.org/maria/esperanza_calasparra.htm
- http://padreeduardosanzdemiguel.blogspot.com.uy/2013/12/nuestra-senora-de-la-esperanza-de.html
- http://www.lahornacina.com/articulosmurcia10.htm