El trinitario la contempla y la abraza en su condición de «trinitaria» y de madre «corredentora» unida a Cristo.

Y se confía a su «mediación maternal».

Para ser configurado con Cristo trinitario redentor.

Y entregarse al pobre y al oprimido con el espíritu del «Magníficat»…

Los trinitarios (religiosos, religiosas y laicos) veneran, como patrona principal de la Orden a la Virgen del Buen Remedio, cuya solemnidad se celebra el 8 de octubre.

Son muchas la advocaciones que llevan el título del Remedio, leer también:

Según cierta tradición, el tercer general de la Orden, Fray Guillermo el Escocés (+1222), fue el primero en inculcar el culto mariano bajo esta advocación.

De notar que, en el lenguaje medieval, los verbos «redimere» y «remediare» y los sustantivos «redime» y «remede», tenían un significado similar: redimir, rescatar; rescate, remedio (en su alcance de salvación, liberación).

Esto explica que, en los escritos de los siglos XVI-XVIII, se le den a la patrona los tres títulos: «del Remedio», «del Rescate», «de la Redención».

La representación más antigua hoy conservada es una imagen románica, que perteneció a la primera casa de los trinitarios en Marsella.
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Está la Virgen sentada, con el Niño sobre el brazo izquierdo y con una bolsa de dinero en el derecho.
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La bolsa es alusiva a una presunta aparición de la Virgen en Valencia a San Juan de Mata para hacerle entrega de una cantidad de dinero que necesitaba con urgencia para concluir un rescate de cautivos.

El Capítulo General de 1230 ratificó la veneración de la Virgen María (sin título preciso) como patrona de la Orden.

Es, sobre todo, a partir del siglo XV cuando se desarrolla una creciente atención hacia la Virgen del Buen Remedio (o del Remedio), a cuya advocación se dedican iglesias, altares, cofradías, etc.

El Capítulo General de 1688 mandó venerar a la Virgen como patrona bajo el título «del Remedio», dedicándole en cada convento un altar y celebrando su fiesta el 7 de octubre, con sermón y particular solemnidad.

El 1921, Fray Javier de la Inmaculada, Ministro General, proclama el patronazgo de la Virgen del Buen Remedio sobre toda la Orden.

Y este dato se incluye en las Constituciones de la Orden de 1933. Con la Carta Apostólica «Sacrarium Trinitatis», del 10 de marzo de 1961, Juan XIII ha dado carácter oficial en la Iglesia a dicho título y patronazgo.

En la Familia Trinitaria, María es vista, por un lado, como modelo y guía de una vida totalmente consagrada a la Trinidad.

Y por otro, como modelo, guía y madre providente de un apostolado evangélico orientado a los pobres y a los creyentes perseguidos.

El trinitario la contempla y la abraza en su condición de «trinitaria» cabal y de madre «corredentora» unida a Cristo.

Y se confía a su «mediación maternal» para ser configurado con Cristo trinitario-redentor y entregarse al pobre y al oprimido con el espíritu del «Magníficat».

virgen de los remedios fondo

 

ORDEN DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD

La Orden fue fundada por San Juan de Mata con la colaboración, según la tradición, de San Félix de Valois.

Es una Orden con Regla propia, aprobada por el Papa Inocencio III.

La bula de aprobación pontificia lleva la fecha de 17 de diciembre de 1198.

La Orden ha sido reformada por San Juan Bautista de la Concepción en 1559, con la aprobación de Clemente VIII.

Sus religiosos, sacerdotes y hermanos, consagrados de manera especial a la Trinidad, ofrecen el servicio de la redención y de la misericordia a favor de los perseguidos a causa de su fe, de los oprimidos, y de los pobres.

La Orden cuenta con 54 comunidades en Europa, 22 en Estados Unidos y Canadá; 21 en América Latina; 10 en Madagascar, 2 en la India y 2 en África Continental.

«Los hermanos, para crecer cada día más en santidad y dar frutos más abundantes de apostolado, honren a la Virgen María con afecto filial y con verdadera devoción.

Fomenten su culto, venerándola, según una antiquísima tradición de la Orden, bajo el título de bienaventurada Virgen María del Remedio, patrona principal de la Orden.

Rezando el rosario mariano y celebrando misa votiva y liturgia de las horas el sábado, según las rúbricas.» (Const. 52)

«La bienaventurada Virgen María, Madre del Redentor, es para nosotros modelo de fidelidad y compromiso.
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En la Familia Trinitaria, la veneramos bajo el título de Madre del Buen Remedio.»
(P.V.L.T. 19)

Fuentes:


Equipo de Colaboradores de Foros de la Virgen María

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