NO LLORES SI ME AMAS
Si conocieras el don de Dios
y lo que es el cielo…
NO LLORES SI ME AMAS
Si conocieras el don de Dios
y lo que es el cielo…
Si pudieras oír el cántico de los ángeles
y verme en medio de ellos…
Si por un instante pudieras
contemplar como yo
la belleza ante la cual
las bellezas palidecen…
Creemé.
Cuando llegue el día que Dios
ha fijado y conoce,
y tu alma venga a este cielo
en el que te ha precedido la mía…
ese día volverás a verme.
sentirás que te sigo amando, que te amé,
y encontrarás mi corazón
con todas sus ternuras purificadas.
volverás a verme en transfiguración,
en éxtasis feliz.
Ya no esperando la muerte,
sino avanzando contigo,
que te llevaré de la mano por los senderos
nuevos de luz y de vida.
Enjuga tu llanto y no llores si me amas.
(San Agustín)
LA ORACIÓN DE UN BURRO
Señor, ya nos llegó la hora de desaparecer del mapa…
Me han dicho que en México hemos quedado unos cuantos miles.
A poco, esto es verdad?
Es verdad. Sólo somos asnos….
Pero el gran poeta Homero nos ha dedicado versos sublimes.
Además, tú mismo te has montado en uno de nosotros, al huir a Egipto en brazos de tu santa Madre y el Domingo de Ramos!
Conserva por favor, nuestra especie, Señor!
¿Qué sería del Nacimiento sin la presencia de un burro?
¿Qué sería de nuestro mundo sin los burros?
Siempre hay necesidad de algún burro que vaya cargando pacientemente hacia adelante en silencio, sin querer aparecer en la televisión.
Siempre se necesita algún asno que sepa solo dar, regalar y nunca arrebatar, jamás robar….
Señor, salva la vida de estos burros!
Quizá sean ellos los que salvarán al mundo.
ME LO DIJERON, SEÑOR
Que en el bienestar y en el tener,
encontraría el futuro y mi seguridad.
Pero, cada día que pasa,
veo que soy menos que ayer
y que, en muchos momentos,
siento que no soy ni dueño de mi mismo.
Que los acontecimientos caminan muy deprisa
Que la apariencia y la superficialidad es pan que sacia
pero un algo que siempre me falta
SI; ME LO DIJERON, SEÑOR
Que el horizonte era marcado exclusivamente
por la brújula del ingenio humano,
y que, en ese paisaje, poco o nada
Tú, Señor, tenías que ver.
Pero, cada día que pasa,
compruebo que el hombre es un barco a la deriva
y que, empeñado en ser “super-dios”
corre el riesgo de dejar de ser lo que es: hombre
ME LO DIJERON, SEÑOR
Que no hay fuerza que venga de lo alto
que todo lo que somos y tenemos
es fruto del azar o de la pura casualidad.
Pero, cada día que pasa,
siento que algo va a ocurrir;
que Alguien tiene que echar una mano
que Alguien tiene que intervenir
para que, la tierra, no sea un brasero de cenizas.
ME LO DIJERON, SEÑOR
Por ello mismo, porque espero en Ti, Señor
¡Ven! ¡Ven y sálvanos!
Y, a este mundo –roto, gélido y vehemente-
regálanos un poco de esperanza y de ilusión
con tu llegada en Belén.
CONCÉDENOS LA PAZ
Concédenos la paz que
ROMPA nuestro silencio en medio de la violencia
y resonarán las voces proféticas
Concédenos la paz que nos
DERRIBE de la torre de nuestro orgullo
y aprenderemos a lavar los pies del prójimo
Concédenos la paz que nos
VACÍE del odio y la intolerancia
y convertiremos los fusiles en guitarras, y cantaremos
Concédenos la paz que
CIERRE nuestras bocas cuando hablemos demasiado
y aprenderemos a escuchar y comprender a los demás
Concédenos la paz que
PERTURBE nuestra apatía
y bailaremos juntos bajo el sol
Concédenos la paz que
INFLAME nuestros corazones aletargados
y seremos llama permanente que haga brillar el amor y la justicia
¡QUÉ GRAN BENDICIÓN, MARÍA!
Sentir tu presencia y tu mirada
en las primeras horas de este nuevo año
Notar que, tus pasos, nos acompañarán
en los nuestros débiles y vacilantes
Eres Madre, Madre y Santa María del Año Nuevo.
Estrella que, encendida en el espléndido cielo,
alumbra la vía de nuestro incierto horizonte.
¡QUÉ GRAN BENDICIÓN, MARÍA!
Sentirnos tus hijos, perdidos en tus brazos,
deseando que una y otra vez
hasta el cielo nos levantes con afecto eterno de Madre
Hoy, como al Niño Dios, abrázanos en tu pecho
Danos el calor de tu amor divino
Bríndanos, oh Virgen Santa,
ese Pan de la Vida que es Jesús
y que nunca nos falte en la mesa de nuestra existencia
¡QUÉ GRAN BENDICIÓN, MARÍA!
En Ti, Dios, se fundió con nuestra humanidad
En Ti, Dios, se hizo más humano
En Ti, Dios, salió a nuestro encuentro
En Ti, tu pueblo, tus hijos, nosotros…
tocamos también, por Jesús y en Jesús, el mismo cielo.
¡QUÉ GRAN BENDICIÓN, MARÍA!
Acercarnos a tu amparo, al lugar donde vives y piensas
es adentrarnos en la casa donde Dios habita
cobijarnos en el soportal donde Jesús crece
mira a la meseta fecundada por el Espíritu
Iniciar contigo este Nuevo Año, Virgen y Madre,
es aspirar a que, el mundo, sea un oasis de paz.
Reconocer que, abriéndonos al Señor,
es cuando, la paz, vendrá como un don firme y duradero
santo y noble, justo, sin egoísmos y verdadero.
¡QUÉ GRAN BENDICIÓN, MARÍA!
Pronunciar tu nombre en este primer día del año
Rezar ante tu beldad y maternidad estrenada
Confiar en tu protección y complicidad con el Padre
Amarte y, amándote, amar a Jesús fruto de tu vientre
¡QUÉ GRAN BENDICIÓN, VIRGEN Y MADRE NUESTRA!
CARTA A LOS REYES MAGOS
Queridos Reyes Magos:
Todos los años, cuando llegan estas fechas, mi pensamiento se vuelve hacia vosotros. Y, junto con él, mi corazón me va dictando una serie de deseos que, con vuestra ayuda, quisiera los llevaseis a feliz realidad.
-Dejad en el mundo UNA ESCOBA. Para barrer todo lo que suene a violencia y terrorismo. Que no quede ni un solo rincón en las personas con resquicio de rencor o de odio.
-Traed multitud de bolsas de JABON. Para limpiar nuestras personas de aquello que, la sociedad, va imponiendo como normal y lógico.
-Echad, en los ojos de todos los hombres y mujeres, COLIRIUM. Para que los unos a los otros, lejos de vernos como adversarios, sepamos contemplarnos y respetarnos como hermanos.
-Esconded, debajo de las almohadas de los que os esperan, SUEÑOS. Nunca, como hoy, tenemos abundancia de bienes para vivir y, nunca como hoy, hemos perdido los ideales por los que luchar.
-En un rincón del corazón de las personas, derramad toneladas de AZÚCAR. Las prisas, los agobios, los trabajos, el afán de superación, nos está convirtiendo en autómatas. Escasamente nos miramos a los ojos. ¡Necesitamos un poco de dulzura!
-Si en vuestros almacenes existen, solicitamos que nos proporcionéis unas LIMAS. Cada día que pasa, y por diversas circunstancias, los tropiezos, las dificultades, los roces, hacen que nos distanciemos y que se acrecienten las diferencias. ¡Necesitamos suavizar las discrepancias!
-Traednos unas grandes TIJERAS. Para cortar todo aquello que no es positivo en nosotros. Para confeccionar un traje con la etiqueta del amor, con los botones de la esperanza y de la caridad. ¡Ayudadnos, en este Año de la Fe, a saber qué es y qué conlleva el vestir el traje cristiano!
-Que vuestros pajes, aunque piensen que no ocupa nada, que nos transporten un poco de ALEGRIA. Es un bien muy escaso. Es tan invisible que, en el mundo donde vivimos, no lo percibimos. ¡La necesitamos para volver a sonreir!
-Todos los años, os dejamos en el balcón o en la ventana, nuestro calzado. En el presente año dejadnos unos ZAPATOS CELESTIALES. De tal manera que, al colocarlos en este Año de la Fe, debajo de nuestros pies, caminemos por las sendas de la verdad, de la justicia y del perdón. ¿Tendréis mi número?
-Si además añaden un ABRELATAS para abrir nuestro corazón a Dios y un IMPERMEABLE para protegernos de las tormentas que descargan contra nuestras convicciones religiosas, os quedaré –como si fuera un niño- altamente agradecido.
EN FAMILIA
En familia vino Dios al mundo
y, con una Madre de familia al pie de la cruz,
el Señor marchó humildemente de él.
En familia, lloró Dios en la primera noche de la Navidad,
y en familia, Dios gozó por servir a la humanidad.
En familia, Jesús, recibió humildes y regios honores
En familia, subió y bajó a Jerusalén a cumplir con la Ley.
En familia, Jesús, aprendió el valor del trabajo
y, en familia, respetó y rezó en el día de descanso.
En familia, el Niño Dios, nació en la más fría noche
en familia, ese mismo Niño, recibió el aliento
que, ante la ausencia del calor humano,
un buey una mula le ofrecieron.
¡En familia! ¡Sí! ¡En familia!
En familia, Jesús, creció
y, en familia, Jesús, el amor de Dios aprendió
En familia, Jesús, emigró lejos de su país
y, en familia, volvió a la tierra que le vio nacer.
En familia, Jesús, se instruyó en el lenguaje del cielo
y, en familia, Jesús, entendió los signos de la tierra
En familia, Jesús, cultivó el valor de la fe en Dios
y, en familia, compartió las esperanzas de los hombres.
¡En familia! ¡Sí! ¡En familia!
Algo de bueno, debe de tener la familia
cuando, el mismo Dios, eligió formar parte de una de ellas.
Cuando, el Padre, quiso ser Padre en el cielo
y, por una familia,
Padre de todos los hombres y mujeres de la tierra
Cuando, Dios, teniendo todo…quiso una mujer como Madre
un José como padre para Jesús
y una casa donde entretejer la más bella historia de amor.
Algo, fuera de serie, divino y humano, tiene la familia
cuando Dios, puso en el tiempo señalado por los profetas
al Verbo Encarnado en el corazón de la misma.
Algo, grande, noble, insustituible y santo
posee la familia cuando, el mismo Dios,
siendo Dios, quiso dejarse abrazar, acariciar
cuidar, querer, sostener, mimar, educar y corregir en una de ellas.
SALMO PARA DAR GRACIAS
Es bueno darte gracias, Señor, de corazón, y cantarte con gozo cada día.
Es bueno proclamar por la mañana tu bondad y por la noche decirte de verdadque me has amado.
Es bueno decir que tus acciones, Señor, son mi alegría y mi esperanza.
Es bueno decirte que las obras le tus manos son júbilo y fiesta para mí.
Te doy gracias por el don maravilloso de la vida.
Te doy gracias por el don entrañable del bautismo.
Te doy gracias por el don gozoso de la vocación consagrada.
Te doy gracias por el don precioso de tu Espíritu.
Te doy gracias por el don sabroso de tu Palabra.
Te doy gracias por el don único de tu Pan de vida.
Qué grandes son tus obras, Señor.
Qué profundos son tus designios.
Qué grandes son tus proyectos para nosotros.
Qué profundos son tus deseos para el que te busca.
Es bello, Señor, vivir siendo Tú el centro de mi vida.
Es bello, Señor, saber que tú eres el Señor de mi vida.
Muchos no te conocen, Señor, y me da pena que pongan su vida en cosas que se acaban.
Muchos no saben que tú eres Padre y que nos quieres a todos con ternura.
Tú eres grande para siempre.
Tu amor me inunda v me hace feliz.
El hombre honrado florecerá como palmera, se abrirá como un trigal fecundo, siempre tendrá el fruto a mano.
Y su vida ante Ti, Señor, será preciosa.
Es bueno darte gracias, Señor, y cantarte de gozo cada día.
Es bueno abrir el corazón de par en par y dejar que tu luz inunde de tu paz toda la vida.