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Oración de cada día.
Cada día vamos agregando una oración para ese día y mantenemos las óraciones de la última semana.

 

el poder de la oración

 

HAZME VIVIR, SEÑOR, COMO TÚ DICES Y VIVES

Que haga, no aquello que el mundo espera,
sino aquello que Tú deseas:
para construir tu Reino siendo tu sal y tu luz

Con tu fuerza, Señor, y en tu Palabra
que viva con el fervor de tus discípulos
con la sencillez de María
o arropado con el testimonio de los mártires

Pero, Señor, que no viva de espaldas a tu Verdad:
que mi “sí” a tu voluntad,
se manifieste en un compromiso sincero por un mundo mejor
que mi “si” a tu Palabra
sea luego imagen real de lo que pienso y realizo

Que lejos de desafinar en mi existencia cristiana
sepa armonizar mi idea, con mi práctica
mis ilusiones, con mis realidades
mis anhelos, con mis luchas diarias
mi amistad contigo, con la fraternidad del día a día

HAZME VIVIR, SEÑOR, COMO TU DICES Y VIVES

Sin dividir mi estancia contigo, del servicio a los demás
la oración que te contempla y te necesita
del trabajo que me aguarda en la tierra que me espera

Sin olvidar que, aun mirándote con mis ojos,
o escuchándote con mis oídos
me faltará por recorrer el camino del recio compromiso
de la vida que se ofrece sin medida
de los gestos de perdón o de confianza.

HAZME VIVIR, SEÑOR, COMO TÚ DICES Y VIVES

Desviviéndote, en tu intimidad con el Padre
y deshaciéndote por la salvación de la humanidad

Guiándote por la mano del Padre
y dirigiendo con la tuya el camino del que te desea y busca

Proclamando la bondad de Dios en un mundo egoísta
y mostrando, con tus heridas y tu cruz,
que tu vida no es solo palabra…no solo proyectos…
que, tu vida, es hacer aquello que vives: ¡DIOS!

¡VIVIREMOS PARA MORIR Y VIVIR!

Gracias, Señor, por el don de la vida
Porque, aun siendo viaje de relámpago por la tierra,
ha merecido la pena contemplar, gustar y sentir
la belleza que tu mano creó aquel lejano día.
Gracias, Señor, por la hermana muerte
que, de forma cruel o dulce, nos visita
y nos recuerda que somos frágiles y no yunques
que, tarde o temprano, nuestro cuerpo se desmorona
pero, aquello que le sustenta, va a tus brazos de Padre.

¡VIVIREMOS PARA MORIR Y VIVIR!
Porque en el morir, Señor, está la llave del futuro vivir
Desaparecerá la oscuridad y emergerá la luz
Se evaporarán las lágrimas y nuestros ojos te verán
Saltaremos del silencio, y cantaremos tus maravillas
Nos levantaremos del sueño, y proclamaremos tu realeza
¿Cómo no darte gracias, oh Señor, por tu paso por este mundo?
Sin tu muerte, nuestra muerte sería eslabones de por vida
Sin tu resurrección, nuestra vida sería caduca y sin respuesta
Sin tu triunfo, nuestras conquistas serían poca cosa

¡VIVIREMOS PARA MORIR VIVIENDO!
Sabiendo que, más allá del duro madero
aguarda un cielo abierto por tu Ascensión gloriosa
Creyendo que, en tu Resurrección,
siempre habrá segura y certera respuesta para la nuestra
Amando, como Tú amaste,
para que, en el tomo final de nuestra existencia,
puedas concluir: “mucho amaste y por Dios te salvaste”.

¡VIVIREMOS PARA MORIR VIVIENDO!
Porque bien sabemos que a este mundo nuestro
vinimos de noche o de mañana a darnos un breve paseo
Porque, aunque lo olvidemos, a esta tierra nuestra
aterrizamos como lo hace un avión
para, luego, emprender otro vuelo más alto y definitivo
Porque en este suelo, de gozos y de lágrimas,
hemos ido dejando sudores y esfuerzos
fe, oración y confianza en Ti que tienes la última palabra
Por eso, con todos nuestros difuntos,
hoy más que nunca –mirando hacia lo alto- confesamos:

¡VIVIREMOS, CON CRISTO,
PARA VIVIR CON CRISTO Y POR CRISTO EN EL CIELO!
Amén.

QUEREMOS UN MUNDO…

Espíritu Santo, ven
y ayúdanos a construir, con fidelidad,
nuestros deseos.
Los hombres y mujeres de hoy necesitan
nuestros sueños.

Queremos un mundo
donde trabajar sea un gozo,
y no sólo una obligación;
donde para respirar no necesitemos mascarillas,
donde, además de comer, podamos sonreír.

Queremos un mundo sin tensiones,
donde la guerra no sea la última palabra,
donde la vida no sea maltratada,
donde los niños puedan jugar, reír, correr.

Queremos un mundo más humano,
donde, para salir adelante,
no tengamos que convertirnos en máquinas
y donde no nos ahoguen las tristezas,
las inseguridades, los miedos al porvenir.

Queremos un mundo más cercano,
donde podamos darnos la mano unos a otros,
donde podamos contagiarnos de esperanza,
donde podamos sentirnos hermanos de verdad

Espíritu Santo, haz que resplandezca tu luz
en nuestro espíritu;
infunde el amor en nuestros corazones;
sostén la debilidad de nuestro cuerpo,
aleja de nosotros al enemigo,
apresúrate a darnos la paz,
a fin de que iluminados por Ti,
evitemos todo mal
y podamos amar con generosidad.

¿QUIÉNES SON TODOS LOS SANTOS?

Son, ni más ni menos, aquellos
que en la Montaña de las Bienaventuranzas
encontraron y renovaron, una y otra vez,
su pasión y su carnet de identidad
Los que, abriendo la ventana de su corazón,
permitieron que entrase la luz divina y, con esa luz eterna,
agradar totalmente a Dios sin olvidar al hombre.
Son, esos hermanos nuestros, que sin hacer cosas extraordinarias
fueron grandes por su inmensa sencillez;
en la oscuridad, nunca se cansaron de buscar al Señor
y en la luz del mundo, nunca lo dejaron perder.

¿QUIÉNES SON TODOS LOS SANTOS?
Son aquellos/as que fueron fieles al Señor
sin doblegarse o arrodillarse a los pies de otros dioses
Los que, en el sufrimiento, nunca se acobardaron
y, en el éxito, no quisieron dar la espalda al Evangelio
Los que, ante la injusticia, eran altavoz de los que no tenían voz
o los que, ante la pobreza, sabían sembrar a Dios como riqueza

¿QUIÉNES SON TODOS LOS SANTOS?
Tal vez los que, sin levantar mucho ruido,
hicieron un bien inmenso en tantos hombres y mujeres del mundo
Aquellos que, en la soledad, acompañaron con horas sin término
Los que, obligados a renunciar a su fe, prefirieron el martirio
Los que, enmudecidos por muchos intereses, nunca callaron
Los que, presionados por la hostilidad, sólo predicaron la paz

¿QUIÉNES SON TODOS LOS SANTOS?
Son los que, lejos de dejarse seducir por la palabrería barata
se dejaron llevar por la Palabra de Jesucristo
Son los que, tentados por los mil sabores de la tierra
no quisieron jamás apartarse del alimento del cielo: la Eucaristía
Son los que, perseguidos por proclamar la verdad
se crecieron y fueron fuertes hasta el último instante de sus vidas
Son los que, además de amar con pasión la creación,
nunca olvidaron que, Alguien, era su Creador

¿QUIÉNES SON TODOS LOS SANTOS?
Son los que pretendieron un mundo diferente
atravesado por la estrella de la fe e iluminado por el Espíritu Santo
Los que esperaron y soñaron con Dios como recompensa final
Los que, sin ser entendidos ni comprendidos,
han sido recibidos con un abrazo gratificante en el cielo
Los que, con su vida y en su vida, por su vida y desde su vida
quisieron y disfrutaron llevando a Dios
hasta lo más hondo de su existencia.
Esos son… nuestros santos.

¿SANTO? ¿ES POSIBLE?

Marchasteis por la vida, orientados por la estrella de la fe
y, cuando en medio de tempestades,
la barca de vuestra vida era zarandeada
Dios siempre salió a vuestro encuentro,
como la madre lo hace con su hijo en cada amanecer.

¡Sois santos!
No sabemos exactamente cómo, en donde… ni cuando
Algunos sois familiares, cercanos e incluso
os ponemos figura, semblante y hasta canciones
Pero, a la gran mayoría,
os elevamos en ese inmenso altar
que no conoce más techo que el cielo
Os tallamos en ese descomunal retablo
que, sólo Dios, es capaz de esculpir con su mano.

¡Sois santos!
Y, ello, nos empuja en el sendero de nuestra existencia
a intentar conquistar las mismas metas que, en vosotros,
fueron motor y definición de vuestro vivir y sufrir.

¿Sois santos?
¿Cuántos? ¿Cómo? ¿De qué manera?
No preguntemos tanto
La santidad se talla con el cincel que cada día nos ofrece la vida
¿Cuántos?
Sólo interesa a Aquel que los forja: Dios
¿De qué manera?
¡Qué gran torno y fábrica de santos las bienaventuranzas!
Demos gracias a Dios.
Nos ha dejado una hoja de ruta para llegar hasta el final
Ocho puntos, que son como ocho soles para iluminar la santidad
Ocho jugadas para hacerlo en limpio,
frente al intento de hacerlo a traición.
Ocho consejos necios para el mundo, pero sabios para el Señor
Ocho caminos que son servir a la grandeza de Dios: el amor

¿Santos? ¿Es posible hoy? ¡Claro que sí!
Dicen que, el salmón, es tan rico porque nada contracorriente
Por ello mismo, los santos, son tan enriquecedores
para nuestra iglesia y para nuestra fe
Supieron decir “no” donde el mal decía “sí”
Tuvieron agallas de señalar un “sí” donde el maligno gritaba “no”
Ahora, no puede ser de otra manera,
en el cielo destellan multitud de los nuestros
por Toda una vida de fe, de confianza y de amor
¿Seremos capaces de aspirarlo nosotros?

ENTRE TODO, TÚ, JESÚS

Antes que la apariencia, Tú, Señor
Antes que la mentira, tu verdad, Señor
Antes que la oscuridad, tu Luz, Señor
Antes que otros dioses, Dios, Señor
Antes que otras voces, el Espíritu, Señor
ENTRE TODO, TÚ, JESÚS

Antes que el poder, servir, Señor
Antes que ser servido, amar, Señor
Antes que la grandeza, la sencillez, señor
ENTRE TODO, TÚ, JESÚS

Pero que no me olvide de hablar de Ti
De dar testimonio de Ti
De defenderte frente a otros “césares”
De amarte antes que otros amores
De ofrecerte lo que soy y lo que tengo
ENTRE TODO, TÚ, JESÚS

DEJÉMONOS LLEVAR POR EL ESPÍRITU

“Los que se dejan llevar por el Espíritu de Dios, ésos son hij@s de Dios” (Rom.8,14)

Hemos recibido libertad de espíritu, no un espíritu de esclavitud y temor, sino imaginación y alas para volar y caminar por nuestro propio pie. Entonces, dejémonos llevar…
DEJÉMONOS LLEVAR POR EL ESPÍRITU.

Hemos recibido espíritu de servicio,
no un espíritu de servidumbre y dependencia, sino un gusto por ayudar de buena gana, una íntima satisfacción por sentirse útil. Entonces, dejémonos llevar…
DEJÉMONOS LLEVAR POR EL ESPÍRITU.

Hemos recibido espíritu de concordia,
no un espíritu de contradicción y discusión, sino de búsqueda de armonía
y buen entendimiento

que no es claudicar sino ser indulgente Entonces, dejémonos llevar…
DEJÉMONOS LLEVAR POR EL ESPÍRITU.

Hemos recibido espíritu de justicia, no un espíritu justiciero y vengativo,
sino el sentido de lo que es justo y razonable, y por tanto, no es neutral, toma parte Entonces, dejémonos llevar…
DEJÉMONOS LLEVAR POR EL ESPÍRITU

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