El caso más escalofriante de tribulaciones.
Así como hay personas consagradas al demonio también hay instituciones y países.
Intentan que el maligno les de alguna ventaja, pero sobrevaloran su poder y no piensan en las intenciones que tiene para con los seres humanos.
Haití es el único país del mundo que ha sido consagrado a esas fuerzas oscuras a través del vudú, que precisamente trabaja con ellas.
Fue el primer país americano en obtener la independencia, pero obtuvo un magro logro, por la infinidad de tragedias que le sucedieron y le suceden.
Es el país más pobre de América, el 80% de los niños no sabe quién es su padre, 7 de cada 10 habitantes viven con menos de 1 dolar y medio al día y 30% lo hace con la mitad o menos.
La mitad de su población es analfabeta y las condiciones de salud en Haití son de las peores del mundo.
En este video te queremos contar cómo fue la consagración de Haití al demonio y sus resultados.
Involucrarse con las fuerzas oscuras y con el demonio no es una buena cosa, porque en última instancia él quiere el mal para los seres humanos.
Ya que su rebelión contra Dios fue por causa de los seres humanos que dice que usurparon su lugar.
Y peor aún es consagrarse al demonio.
Puede que al principio él pueda dar algún logro al consagrado, pero al final viene el desastre.
Eso lo vemos en las personas, las familias y también en las naciones.
Y el caso de Haití es paradigmático porque hizo un pacto con el diablo, se consagró al demonio dos veces por 400 años.
Y una serie de calamidades como desastres ecológicos, terremotos, violencia civil y militar, pobreza, analfabetismo, enfermedades, fueron consecuencia de este trato satánico realizado por medio del vudú.
Hemos hecho un video y un artículo dando detalles de esas consagraciones que te indicamos en la descripción de este video.
A pesar de la cuantiosa ayuda internacional Haití no ha podido superar esos problemas, mientras la nación con la que comparte la isla de La Española, Santo Domingo, no padece esos flagelos.
Haití ha tenido alrededor de 30 dictadores y quizá los peores hayan sido los régimenes de los Duvalier que duraron casi 30 años, con el liderazgo de François Duvalier, conocido como Papa Doc y luego su hijo, Jean-Claude Duvalier, llamado Baby Doc, que lo siguió a su muerte en 1971.
Quienes se apoyaron aún más en el vudú para gobernar.
En 1791 Haití se consagró al demonio a través del vudú por 200 años, con el objetivo de lograr la independencia.
Y fue el primer país americano en obtener su independencia, en este caso de Francia.
Una vez finalizados, Haití fue nuevamente consagrado al demonio por otros 200 años, en el 2005.
Y la religión africana volvió a predominar con sus terribles efectos, a pesar de la oposición de los cristianos de la Isla.
Es revelador que Haití haya sido azotado por terribles fenómenos naturales como ciclones, tsunamis, terremotos, sin piedad.
El fenómeno más devastador fue el terremoto del 2010 que causó más de 200 mil muertos y dejó en ruinas la capital, Puerto Príncipe.
Y provocó luego una ola de epidemias, hambrunas y delitos que aún hoy no han sido controlados.
Y es increíble que en 2008 Haití sufrió el paso de tres huracanes en el mismo año y otro en 2016.
Y nuevamente los efectos fueron inundaciones, hambrunas, muertes de miles y más huérfanos.
Las crisis políticas han sido una constante también.
Y desde mediados de 2018, Haití se ha sumido en una importante crisis política y económica.
En 2019, esto condujo a manifestaciones masivas que paralizaron gran parte del país durante varios meses, debido a que las calles estaban bloqueadas y los manifestantes se enfrentaban con la Policía.
Muchos centros de salud públicos tenían dificultades para funcionar debido a la escasez de medicamentos, sangre, oxígeno, electricidad, combustible y personal.
Y luego vino el coronavirus, que ha tenido efectos desastrosos pero que dada la precariedad de los sistemas de salud, sus consecuencias está francamente infravaloradas.
La historia de Haití, es una historia dramática desde el punto de vista histórico-espiritual porque poca gente sabe que es el único país del mundo que fue consagrado explícitamente al demonio
Donde se le sigue rindiendo culto a él y a sus huestes espirituales a través del Vudú.
El pacto con el demonio tiene consecuencias que también hemos visto en Cuba y Venezuela, donde la consagración a las deidades de la santería, una religión hermana del vudú, llevó a sus pueblos a enormes problemas.
La paz y el progreso es un concepto impensable en Haití mientras sea uno de los países del mundo con más seguidores de la religión africana Vudú, como Togo, Benín y Cuba.
Porque apelan a los fallecidos y a fuerzas oscuras.
Más de la mitad de los 11 millones de haitianos practican vudú, una religión pagana y ocultista que tuvo su cuna en Benin, África, y llegó a la isla con los esclavos africanos, que hicieron un sincretismo con la religión católica en secreto para no ser perseguidos.
Una estadística popular define así la situación de la isla: el 70% de los haitianos son católicos, 30% son protestantes, y 100% son seguidores del vudú.
O sea que el vudú se practica aún por gran cantidad de católicos.
Incluso quien le dio estatus legal al vudú fue el presidente Jean Bertrand Aristide, que había sido sacerdote católico líder de la Teología de la Liberación.
El dictador Francoise Duvalier practicaba el Vudú y sumió al país en un sangriento régimen.
Nació el 14 de abril de 1907 en Puerto Príncipe y murió el 21 de abril de 1971 en el país.
Era médico y condujo altas instituciones sanitarias de la isla.
Como político haitiano fue presidente legítimo de Haití desde 1957.
Pero desde 1964 y hasta su muerte en 1971 se transformó en dictador al reformular leyes para ser presidente vitalicio.
Lo sucedió con las mismas sangrientas prácticas su hijo Jean-Claude Duvalier.
En 1957 las circunstancias cambian, se promulga una nueva Constitución y Papa Doc, como se le conocía, renovó la tradición del vudú y dijo que él era un sacerdote, un hougan vudú.
Por lo tanto adquirieron más legitimidad las prácticas con danzas desenfrenadas, sacerdotes poseídos por espíritus, ofrecimiento de animales y adoración de serpientes.
Y él imitó la imagen de una deidad de la muerte vudú, hablando con un tono nasal y se cubría con anteojos para sol.
Nada más tomar el poder, Francoise Duvalier nombró como Comandante en Jefe de su milicia paramilitar al temido brujo bokor Zacharie Delva.
Y organizó los temidos Tontons Macoutes, una especie de policía esotérica vudú, de tintes parecidos a los camisas negras del fascismo italiano, llamados Voluntarios de la Seguridad Nacional.
Sembraron de terror al país como demonios encarnados en uniformes azules, un pañuelo rojo al hombro, un sombrero de cowboy y aterradores lentes oscuros, con un largo y filoso machete y un arma gigantesca a la cintura.
Papa Doc se apoyó en ellos tras sobrevivir a un atentado contra su vida en el año 1958, después del cual su gobierno se volvió más represivo y depuró el ejército para deshacerse de elementos que le pudieran ser hostiles.
Y luego su hijo Baby Doc también se apoyó en ellos.
Dado que estas milicias no recibían remuneración alguna, ellos mismos inventaban sus propios medios de financiación a través del delito y de la extorsión.
Diversas estimaciones hablan que en su punto máximo estas milicias llegaron a estar integradas por 15 mil efectivos y que hicieron desaparecer más de 150 mil personas.
Los Duvalier habían abierto la puerta del infierno y dejaron salir a las calles del país más pobre de América a los ángeles caídos.
Manejaron una horda de violentos, analfabetos y decididos a todo por Papa Doc.
Y aunque esta apertura infernal terminó con el régimen de los Duvalier, la consagración al demonio aún estaba vigente.
Transcurridos los 200 años concedidos por el demonio al sacerdote bokor Boukman para lograr la independencia del país, los sacerdotes vudú planearon volver a consagrar al país a satanás como lo hicieron sus predecesores.
Lo fijaron para el 14 de agosto de 2004 en el día nacional de la oración, que se iba a realizar bajo el respaldo del presidente Jean Bertrand Aristide, ex sacerdote de la Teología de la Liberación.
Pero ante esto, miles de cristianos haitianos se unieron en oración para reparar y desagraviar a Dios Nuestro Señor.
A la vez que tratar de contrarrestar que los brujos vudú guiaran a Haití a una re-consagración.
Jean Bertrand Aristide hizo todo lo que pudo en cuanto a su ámbito de autoridad máxima del país, hizo por ejemplo viajar a 400 practicantes de vudú desde África occidental hasta la isla.
Los espías reportaron que se habían traído multitud de animales cerdos, cabritos y pollos para ofrendarlos.
Pero sucedió algo imprevisto que se atribuye a la fuerza de la oración.
De pronto surgió mucha confusión, discusiones y al final la gente se desbandó sin que se realizara la consagración.
No obstante el fracaso anterior, no fue óbice para que se renovara este pacto satánico el 1º de enero de 2005, día nacional de la Independencia de Haití.
Bueno hasta aquí lo que queríamos contarte sobre Haití, que demuestra que el demonio no quiere el progreso de sus consagrados y el pésimo negocio de pactar con él.
Y me gustaría preguntarte si conoces o has sentido hablar de alguien consagrado al demonio.
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