La intervención decisiva del cielo para reformar el mundo, que comenzará con el Aviso, sucederá con o sin el apoyo explícito de la jerarquía de la Iglesia, no hay que tener temor.

Ya sea que la jerarquía crea en las profecías marianas o no, sucederá, porque Dios escribe derecho en renglones torcidos y pondrá a la jerarquía en una situación que las decisiones que tome conduzcan hacia ello.

Y ya estamos viendo cómo Dios está llevando hacia ello, casi imperceptiblemente para algunos, que no comprenden cómo Dios nos conduce.

Aquí hablaremos sobre las profecías que nos llevan al Aviso profetizado en Garabandal ya se está cumpliendo, y cómo está sucediendo a pesar que hace unos meses hubiera sido impensable que pasara ahora.

Y cómo el mundo también está adquiriendo una fisonomía alineada con el Aviso. 

Hoy quizás tengamos la sensación de que las piezas encajen más que antes porque lo vemos, pero siempre encajaron, aunque estaba oculto a nuestra percepción.

A lo largo de la historia ha quedado claro que Dios escribe derecho en renglones torcidos.

¿Y qué significa esto en realidad?

Que las cosas equivocadas que incluso hace la Iglesia, no alteran el plan divino, sino que Dios las usa propiamente para hacer avanzar el Reino.

Podemos decir que con o sin el apoyo de los Papas se cumple el plan divino y con la Iglesia como centro.

Es que la Iglesia es una institución divina y humana, santa y pecadora a la vez.

Es santa porque recibe la guía de Dios y pecadora porque la componen y dirigen hombres que muchas veces pecan contra los mandamientos, y en muchos otros casos, no cumplen los pedidos divinos.

Pero de alguna forma Dios siempre se las ingenia para sacar el bien del mal.

Las desobediencias humanas en la Iglesia se producen inevitablemente porque el objetivo del demonio ha sido siempre tentar y corromper a las figuras centrales de ella y a los sacerdotes en general.  

Por eso los católicos no somos papólatras, no suponemos que cada cosa que dice un Papa es santa, porque puede equivocarse, si bien lo respetamos.

Aún en los períodos de más convulsión en la Iglesia, el plan de Dios se llevó a cabo, independientemente de si estamos frente a un papa bueno, regular o malo.

Y lo hemos visto en este momento, cuando Francisco, un pontífice que muchos católicos no consideran un Papa legítimo, una discusión que no viene al caso ahora, logró cumplir la Consagración de Rusia al inmaculado Corazón de María, más cercana a la que pedía la Virgen.

Habrá tenido fallas en esta operación, pero por lo menos nombró a Rusia y llamó a todos los obispos a unirse a él en la Consagración.

Un pontífice que se ha rodeado de los cardenales y obispos más modernistas de la Iglesia y dejado de lado a los de doctrina más tradicional, que ha dicho muchas cosas contradictorias en su pontificado, sin embargo cumplió la profecía.

Y no por mérito suyo sino por diseño divino, porque estaba profetizado y Dios escribe derecho en renglones torcidos.

Es que el responsable de la conducción de la Iglesia no podía hacer otra cosa razonable ante la situación de la guerra.

¿Y cuál fue la profecía?

El estigmatizado Antonio Ruffini, que falleció en 1999, tuvo una aparición de la Santísima Virgen en una fuente de la Vía Appia en Roma.

El 12 de agosto de 1951 cuando regresaba de su trabajo en un viejo automóvil, tuvo una sed insoportable. 

Fue en busca de una fuente y allí encontró a una mujer descalza, cubierta con un manto negro, que creyó que era una campesina local que venía a beber. 

Ella le acercó un cuenco para beber y cuando terminó de beber el agua se convirtió en sangre, lo cual lo dejó estupefacto y no comprendió de inmediato.

Ella le sonrió e inmediatamente comenzó a hablarle de Dios y su amor por los hombres. 

Se sorprendió al escuchar palabras verdaderamente sublimes, en particular las referidas al sacrificio de la Cruz.

Y cuando la visión desapareció, Ruffini, conmovido y encantado, caminó hacia el auto, pero cuando intentó arrancar, notó que en el dorso y en las palmas de sus manos aparecían grandes burbujas de sangre rojiza que brotaban como si sangrara. 

Ahí comenzaron los estigmas de Cristo que tuvo por 40 años.

Pío XII autorizaría luego la bendición de una capilla en el lugar donde Ruffini recibió los estigmas en la Via Appia.

El contacto de Ruffini con el mundo sobrenatural siguió durante los años pero siempre se mostró reservado sobre las apariciones.

Y a principios de 1990 le preguntaron a Ruffini, «¿Es Juan Pablo II el Papa que va a hacer la Consagración de Rusia?» 

Él respondió: «No, no es Juan Pablo. Tampoco será su sucesor inmediato, sino el posterior. Él es quien consagrará a Rusia».

Sabemos que esto que decimos no va a dejar conformes a quienes se están centrando en que Franscisco es un falso Papa o a los otros que piensan que es uno de los mejores papas de los últimos tiempos.

Pero alguien tiene que hablar con sensatez.

Dios hace cumplir a la Iglesia los temas importantes y a su tiempo, cualquiera sea el Papa, bueno, regular o malo.

Y esta guerra parece que va a poner a Francisco, a pesar de todo, de nuevo frente a cumplir otras profecías que nos acerquen al Aviso, o sea la intervención decisiva de Dios para purificar el mundo.

Francisco dejó sin efecto la reunión con el Patriarca Kirill, el líder de la ortodoxia rusa y ahora apunta a reunirse con el presidente Putin.

Le pidió una reunión y viajaría a Rusia cuando se la conceda.

Y hay una profecía de Garabandal, que dice que después del regreso de un Papa de un viaje a Rusia, se desatarán los sucesos más importantes del final de los tiempos.

El libro de Albrecht Weber sobre las apariciones de la Virgen de Garabandal, contiene una declaración atribuida a Conchita Gonzalez, una de las cuatro videntes de Garabandal, ella expresó lo que le dijo la Virgen,  

«El Papa irá a Rusia, Moscú. Cuando regrese al Vaticano, pronto las hostilidades explotarán en diferentes partes de Europa».

¿Y cómo está relacionado esto con el Aviso?

Conchita le dijo a Weber que cuando el comunismo venga de nuevo sucederán los acontecimientos.

Y Mari Loli, la vidente Garabandal ya fallecida, le dijo al Padre Benac,

«Nuestra Señora habló a menudo sobre el comunismo. Ella dijo que habrá un momento en que el comunismo parecería estar en todo el mundo. 

Creo que fue cuando nos dijo que los sacerdotes tendrían dificultades para celebrar misas y hablar de Dios y las cosas divinas».

Y agregó que algunos sacerdotes que son comunistas crearán confusión para que la gente no sepa lo que es correcto y lo que es errado.

¿Y cómo podemos interpretar la palabra comunismo en este caso? ¿Y estamos cerca de que el comunismo domine el mundo?

En la década de 1960 hablar de comunismo era hablar de Rusia, porque aún China no se había convertido en potencia, a pesar de ser ya comunista, y los errores del comunismo no habían hecho metástasis en occidente.

Hoy formalmente sólo hay una gran potencia comunista que es China.

Sin embargo Rusia, si bien ha comenzado su re cristianización, no se ha desembarazado totalmente de la forma típica de gobierno autocrática comunista, y además apoya a todos los gobiernos que se identifican con el comunismo, como Cuba, Venezuela y Nicaragua.

Y por otra parte, el marxismo cultural se ha instalado con fuerza en occidente, promocionando el ateísmo y llevando la lucha de clases no solo a la relación entre patrones y obreros como lo pensó Marx.

Sino que la extendió a instituciones como la familia, la relación entre los sexos, entre las razas, entre los nativos del país y los inmigrantes, etc. 

Y a su vez el Gran Reinicio del mundo que propone el Foro Económico Mundial, que parte de occidente, es de cuño claramente comunista, porque propone un tipo de gobierno mundial tipo chino, bajo el lema «no tendrás nada pero serás feliz». 

Donde gobernará una élite, no habrá clase media y la economía la manejarán las grandes empresas multinacionales.

Así que hoy ya podemos decir que técnicamente el comunismo ya está casi instalado en el mundo por cualquiera de estas vías.

Aunque quizás falte una mayor visibilidad de eso, y el detonante quizás sea el viaje de un Papa a Moscú.

Conchita dijo que el Aviso vendrá cuando el comunismo domine al mundo.

Y Mari Loli agregó que «el Aviso vendrá cuando no se pueda más celebrar libremente la Santa Misa, aquello será el momento en el cual el mundo tendrá más necesidad de una intervención divina».

Y cuando llegue el Aviso ya estaremos con la proa puesta hacia el Triunfo del Inmaculado Corazón de María, porque la Iglesia comenzó a comprender la importancia de María en este final de los Tiempos y consagró Rusia al Su Corazón, esperando que se convierta de la nación castigadora del mundo a la que lleve el mundo de nuevo a Dios.

Lo que para algunos ya estaría sucediendo.  

Bueno, hasta aquí lo que queríamos hablar sobre cómo lo que sucede en la Iglesia llevará directa o indirectamente al Aviso.

Y me gustaría preguntarte si has visto casos en que Dios saca provecho de las cosas malas y las convierte en bienes.

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