Parecería estar gestándose una restauración cristiana en Europa a partir de países de Europa Oriental.

En especial de Polonia.

Que no sólo se resiste a la reingeniería anticristiana que viene de Europa Occidental, sino que va más allá, reivindicando los valores cristianos.

Un ejemplo es la ley de instaurar el domingo como día del descanso y sin trabajo.

 

VENDRÁ LA CONTRARREVOLUCIÓN CRISTIANA DESDE EUROPA ORIENTAL

Esa es la sospecha que tienen unos cuantos católicos.

Todo parece indicar que Polonia, la República Checa, Hungría, Eslovaquia, están dando los pasos para restaurar la civilización cristiana en Europa.

Sucede a contrapelo de la Unión Europea y los países de Europa del Oeste, que han adoptado el discurso políticamente correcto y la imposición a aceptar migrantes musulmanes.

Y están siendo sido bombardeados con políticas anti familia, generadas a través de la imposición del aborto el divorcio y la ideología de género.

Estos países tienen la característica que vivieron el comunismo detrás de la cortina de hierro, y además tienen una larga historia de ser países marca para detener la expansión del Islam.

Ellos han vivido los efectos devastadores de la dictadura soviética, las pérdidas de identidad por la imposición del secularismo y la inmigración musulmana que borra su identidad.

Un hecho curioso es que en Octubre de 1981 los videntes de Medjugorje le preguntaron a la Reina de la Paz ¿que será de Polonia?

Y Nuestra Señora les dijo “Habrá grandes conflictos. Pero al final los justos tomarán el control”.

¿Es esto lo que está sucediendo en Polonia actualmente o es un espejismo?

El discurso polaco ha ido a contrapelo de la Unión Europea en los últimos años.

Y lo más interesante es que en el centro de su resistencia a las políticas europeas está el catolicismo polaco, que tiene marcada diferencias por ejemplo con el catolicismo alemán.

Es así que en octubre de 2017 se realizó un Rosario en todas las fronteras de Polonia, con millones de personas rezando a Nuestra Señora y reafirmando sus raíces e identidad cristiana.

Realizado en una clara resistencia a la imposición de políticas migratorias de la Unión Europea, que aún hoy están siendo apoyadas por el Vaticano.

Y ahora los polacos han hecho un movimiento mucho más osado, comenzaron a reivindicar el Día del Señor, como el día de la familia y el día de descanso generalizado.

 

LOS POLACOS REIVINDICAN EL DÍA DEL SEÑOR

El Día del Señor, o sea el domingo, es el día cristiano por excelencia en que la actividad se vuelve hacia la familia y hacia Dios.

El antecedente del Día del Señor como día de descanso fue proclamado por el emperador Teodosio I en el año 383.

Éste transformó el Día del Sol, que había decretado el emperador Constantino en el año 321, en el Día del Señor.

Pero luego fue paulatinamente cayendo en desuso.

Pero en noviembre de 2017 el parlamento polaco voto a favor de instaurar la inactividad del domingo, privilegiando el descanso y la actividad familiar.

El objetivo es que para el año 2020 las compras del domingo sean ilegales, pero se irá poco a poco llegando a ese objetivo.

Este proyecto de ley que al final se aprobó con 254 votos a favor y 156 en contra, fue introducido por el sindicato Solidaridad un año antes.

Recordemos que el sindicato solidaridad fue un movimiento católico liderado por Lech Walesa, quien fue junto con Juan Pablo II el responsable del resquebrajamiento del régimen soviético a través de Polonia.

Esta ley se basó en el sentimiento de que la restauración de la civilización europea viene por el lado de realzar la vida familiar.

Y también en base a la sensación de que los polacos trabajan demasiado tiempo y necesitan descanso.

El plan establece que a partir de marzo de 2018 las tiendas podrán permanecer abiertas el primer y último domingo de mes.

Para el año 2019 se permitirá que estén abiertas las tiendas solamente el último domingo de mes.

Y ya en el año 2020 la prohibición será total, permitiendo las compras solamente siete domingos al año, incluidos los domingos de Navidad y Semana Santa.

Esto rige para las grandes superficies pero no para pequeñas tiendas atendidas por sus propietarios.

Excepciones a esta ley son las gasolineras, las cafeterías, las heladerías, las farmacias, las tiendas en los aeropuertos y estaciones de tren.

Y está prevista una fuerte multa para quienes violen la ley e incluso prisión para los reincidentes.

Una experiencia como esta fue realizada en Hungría en el año 2015, pero la debieron derogarla porque fue considerada una medida impopular.

Sin embargo en países como Alemania y Austria esto se está produciendo de hecho sin que haya una ley, porque la gente lo está tomando como un día de descanso comercial, escapando de la compulsión de compras y tratando de hacer una vida familiar.

El primer domingo que estuvieron cerrados los comercios en Polonia fue el 11 de marzo de 2018 y es demasiado pronto para evaluar su éxito.

Los partidos liberales critican esta ley como un ataque a la libertad comercial.

Y advierten que probablemente implicará pérdida de empleos y perjudica a los estudiantes, porque los domingos son los días en que pueden trabajar.

Pero curiosamente también la central sindical polaca se opuso a esta ley, porque dicen que en realidad la gente no va a trabajar menos sino concentrar su trabajo los viernes y sábados.

Mateusz Morwiecki Primer Ministro de Polonia

 

COINCIDENTEMENTE UN NUEVO PRIMER MINISTRO

Coincidentemente con la reimplantación del Día del Señor los vientos restauradores trajeron a un nuevo Primer Ministro que asumió el 11 de diciembre de 2017.

Este Primer Ministro se llama Mateusz Morwiecki quien anteriormente había sido Ministro de Finanzas.

Este economista de 49 años, católico y padre de cuatro hijos, dijo en su primer discurso que soñaba con una Europa que volviera a ser cristiana.

A pesar de sus orígenes judíos, el nuevo Primer Ministro vivió en una familia altamente católica con una madre muy devota.

En su primer discurso planteo las líneas generales de su política de la siguiente forma:

“Queremos cambiar a Europa.

Mi sueño es ayudar a que vuelva a ser cristiana, ya que desafortunadamente, en muchos lugares la gente ya no canta canciones cristianas de Navidad, mientras que las iglesias están vacías o convertidas en museos y todo esto es realmente triste”.

Y dijo qué rechazaría sin temor cualquier presión económica y política desde la Unión Europea, incluyendo la presión para aceptar un número de inmigrantes por encima del umbral sostenible de Polonia.

Clasificó la política de la Unión Europea como un tipo de chantaje.

Y declaró que la oración y su devoción a Dios era lo que le daba la fuerza para servir a Polonia.

El Primer Ministro tiene los antecedentes de pertenecer al sindicato Solidaridad, al igual que su padre.

Mientras que su tía terminó en un campo de concentración.

Y él mismo, siendo adolescente, fue golpeado por la policía comunista e intimidado cuando se le obligó a cavar su tumba, unos meses después de graduarse de la escuela secundaria.

Luego de eso estuvo escondido en un hospital, hasta que cayó el régimen y después de eso completó sus estudios en Estados Unidos.

Pero a pesar de sus antecedentes y sus declaraciones al tomar el cargo, algunos líderes pro vida le endilgan que no fue lo suficientemente pro vida cuando Ministro de Finanzas.

¿Cómo podemos comprender lo que sucede en Polonia?

Jan III Sobieski

 

ESTO SÓLO SE ENTIENDE SI SE ANALIZA LA HISTORIA DE POLONIA

Polonia parece estar liderando la restauración del cristianismo en Europa.

Es un país de 38 millones de habitantes donde el 90% son católicos.

Desde el año 966 en que el país se volvió cristiano fue un territorio marca contra la invasión de otras civilizaciones.

Está situado en la encrucijada entre oriente y occidente y se trata de una frontera más cultural que geográfica; de ahí los constantes conflictos que sucedieron en Polonia.

En la Edad Media ser europeo implicaba aceptar el cristianismo.

Y en el año 966 el Sacro Imperio Romano reconoció a Polonia como parte de la familia europea cuando el Duque Mieszko I fue bautizado.

A partir de ahí el reino de Polonia se convirtió en un oasis de tolerancia, según las expresiones de San Juan Pablo II.

Entró en unión dinástica con Lituania en 1569 y fue receptor de muchos grupos religiosos perseguidos.

Al punto que dos tercios de los judíos en el mundo tienen ascendientes polacos.

Pero esto sucedió porque en Polonia, al revés de lo que sucedió en Europa Occidental, no había guetos y los reyes polacos dieron privilegios a los judíos, a los armenios y a sectas protestantes radicales.

En 1596 obispos ortodoxos ucranianos de Polonia entraron en Comunión con Roma formando la Iglesia Católica Griega Ucraniana, que es la mayor iglesia de rito oriental en el momento actual.

Pero aún en ese momento, a pesar de que los católicos eran 40% de la población, los polacos puros étnicamente se identificaban con la Iglesia de Católica Romana.

Uno de sus hitos de resistencia a las persecuciones fue San Estanislao, obispo de Cracovia y uno de los santos patrones de Polonia, que vivió entre el año 1030 y 1079.

El rey Boleslaus II lo excomulgó por críticas a su promiscuidad sexual y su crueldad.

Y un día cuando San Estanislao estaba celebrando misa lo mandó matar y cortar en pedacitos.

Se lo compara a San Thomas Becket de Inglaterra.

La población y autoridades políticas polacas celebran anualmente su fiesta asistiendo en procesión de sus reliquias.

Para esa época la mancomunidad entre Polonia y Lituania se extendía desde el Mar Báltico al Mar Negro.

Era multiétnica y multireligiosa.

Sin embargo su decadencia comenzó cuando el jefe de los cosacos lideró una rebelión en 1648, para obtener la independencia de Ucrania con Polonia.

El hecho sangriento provocó que miles de polacos y judíos fueran asesinados.

Y Polonia quedó en tal situación de debilidad que 7 años después Suecia invadió el país.

Pero fue repelido el ataque en el santuario de Jasna Gora en Czestochowa, y de ahí nació la fama del icono, porque se le acreditó la victoria.

Otro hecho central fue el auxilio de los polacos para salvar la Europa cristiana de la invasión musulmana.

Viena estaba siendo asediada en 1683 y el rey polaco Jan Sobieski III marchó con un ejército de húsares y derrotaron definitivamente a los turcos, salvando así a Europa del Islam.

Fue tan importante, que el Papa Inocencio propuso a Sobieski como el líder de la Liga Santa para defender Europa contra el Islam.

Pero a fines del 1700 Polonia deja de existir, porque Rusia, Prusia y Austria lo invaden y se dividen su territorio.

No obstante la cultura polaca sobrevivió y próspero en esa época.

Aunque se había prohibido la enseñanza de la lengua polaca en las escuelas, la resistencia popular liderada por la Iglesia Católica preservo la cultura.

Famosos intelectuales y artistas polacos como Frederic Chopin se hicieron famosos internacionalmente.

Esta época fue de resistencia y represiones brutales.

Pero al final de la Primera Guerra Mundial, que destruyó los imperios que oprimían a Polonia, está obtuvo la independencia en 1918.

Pero en 1920 Polonia sufrió un nuevo ataque de manos del novel régimen ruso bolchevique.

Los comunistas rusos querían exportar su revolución a toda Europa usando a Polonia como trampolín.

En 1920 se produjo la batalla de Varsovia, en que los polacos celebraban misas y procesiones especiales en todo el país para repeler la invasión.

Allí tuvo especial participación el Nuncio Papal Achille Ratti, que luego sería el papa Pío XI.

Los polacos derrotaron a los bolcheviques en el evento llamado Milagro de Vístula.

La Segunda República polaca que transcurrió entre 1918 y 1939, al inicio de la Segunda Guerra Mundial, encontró  Polonia debilitada por la gran depresión.

En agosto de 1939 Alemania y la Unión Soviética firman un pacto de no agresión que incluye secretamente la repartición del territorio de Polonia entre ellos.

Y es así que el 1º de septiembre los nazis invaden Polonia desde el oeste y 15 días después los soviéticos hacen lo mismo desde el este.

Los polacos pelearon fuertemente contra los invasores durante 5 semanas y finalmente sucumbieron.

Sin embargo no se género una casta colaboracionista como en otros países.

Al punto que Primer Ministro polaco nombrado por los propios nazis fue asesinado por su resistencia.

Esta resistencia hizo que la ocupación nazi soviética de Polonia fuera la más brutal de la Segunda Guerra Mundial.

Fueron asesinados 6 millones de ciudadanos polacos.

La mitad de ellos judíos y la mitad étnicamente polacos.

Estos judíos representaban el 90% de la población judía del país.

Sin embargo los polacos siguieron la resistencia y se produjo el levantamiento de Varsovia en 1944, donde la capital fue arrasada y la mayoría de la población asesinada.

La mitad del clero fue enviado a campos de concentración, al punto que la mayoría de los internados en el bloque sacerdotal de Dachau eran polacos.

La Iglesia Católica polaca fue la más perseguida por los nazis en toda Europa.

Al finalizar la Segunda Guerra Polonia fue invadida por el Ejército Rojo en un acuerdo con los aliados.

Y durante casi medio siglo Polonia estaría bajo la égida de la Unión Soviética.

Fue en esa época en que se consolidó la abrumadora mayoría de católica del país por el liderazgo de la Iglesia contra el comunismo.

Juan Pablo II ha declarado que mucho de esto se debe al cardenal Stefan Wyszynski, que fue primado de Polonia desde 1948 a 1981.

Fue un tenaz opositor de los comunistas y encarcelado varias veces.

El pueblo polaco se levantó en protestas y disturbios en 1956, 1968, 1970 y 1976.

Y las represiones fueron sangrientas en cada una de ellas.

Pero la ayuda del cielo llegó en 1978 cuando el cardenal Karol wojtyla fue nombrado Papa, el primer no italiano desde el Renacimiento.

Esto hizo que los comunistas polacos apretaran las clavijas en Polonia, suponiendo lo que en definitiva sucedió luego.

Este Papa polaco, junto con el presidente Ronald Reagan de Estados Unidos, fueron los artífices de la caída del Muro de Berlín y del socialismo real.

Todo comenzó en 1979 cuando Juan Pablo II realizó una peregrinación de 9 días por Polonia, celebrando misas en la que asistieron millones de personas.

Si bien su mensaje no fue político, el hablar de la dignidad del hombre dada por Dios, fue interpretado como un signo revolucionario por la población.

Un año después en el astillero de Gdansk se formó el sindicato Solidaridad liderado por Lech Walesa, quien luego fue nombrado presidente de Polonia.

Se trataba de un sindicato católico donde los trabajadores en huelga recitaban en Rosario y celebraban misa.

Era más que un sindicato, era un movimiento social y de liberación.

Bajo el impulso de la Iglesia Católica y del Sindicato Solidaridad las parroquias católicas se convirtieron en zonas liberadas, donde la gente podría hablar libremente.

Los esfuerzos que hizo el Gobierno de Jaruzelski de internar 20 mil activistas de Solidaridad en campos de concentración no pudieron aplastar este movimiento.

En 1989 el régimen polaco tuvo que dar elecciones y el pueblo votó abrumadoramente por la propuesta de Solidaridad, que formó gobierno.

Este éxito de Solidaridad generó su imitación en otros países detrás de la cortina de hierro y la disidencia se disparó.

Para 1991 la Unión Soviética estaba liquidada.

Nadie hubiera pensado antes de la elección del Papa Juan Pablo II que se derrumbaría tan rápidamente el bloque soviético.

Es más, un par de años antes de que esto sucediera Juan Pablo II lo previó, pero imposible de verlo en ese momento por los analistas internacionales.

Como hemos visto la historia de Polonia es la del enfrentamiento con distintas culturas en una encrucijada cultural de Europa.

Hoy se enfrenta a la emigración de jóvenes hacia el oeste, a la desaceleración del crecimiento demográfico, a la amenaza del secularismo occidental, y a la presión de los musulmanes sobre sus fronteras que quieren emigrar a Europa a través de Polonia.

Sin embargo Polonia es el signo de un milagro de preservación de la cultura cristiana.

Repelió a los invasores islámicos en 1683 salvando Europa del Islam, repelió a los bolcheviques en 1920, y fue el factor principal para él derrocamiento del comunismo soviético en toda Europa.

Y esto se debe a la actividad de la iglesia católica qué protegió y reivindicó la identidad Europea a lo largo de los siglos.

Lo que Polonia está haciendo en este momento.

Ya que se ha transformado en la cabeza de un movimiento para repeler la supremacía secularista que viene desde Europa occidental, que quiere terminar con cualquier vestigio de cristianismo en el continente.

Fuentes:

¿Te gustó este artículo? Entra tu email para recibir nuestra Newsletter, es un servicio gratis: