Los Maravillosos Efectos que la Oración y las Bendiciones proporcionan a las Sanaciones Corporales.
Una buena parte de personas de fe cree firmemente en el poder sanador de la oración y de los signos de la iglesia.
Sin embargo, otros los toman como señales simbólicas y estos son frenos para su difusión.
En este vídeo te presentamos una serie impresionante de hallazgos de investigación científica sobre el poder de la oración y los signos de la iglesia que te van a sorprender.
Hablaremos sobre lo que hallaron científicos sobre el mecanismo que produce curaciones mediante la oración y mediante la bendición de objetos.
¡Imperdible!
Valery Slezin, jefe del laboratorio de neurofisiología del Instituto de Investigación y Desarrollo Psiconeurológico Bekhterev de San Petersburgo, ha descubierto en sus investigaciones que la oración es un poderoso remedio.
Porque no solo regula los procesos del organismo humano, sino que también restaura la estructura dañada de la conciencia.
Estudios científicos han descubierto un estado desconocido en la conciencia que se produce durante la comunión con Dios, que se realiza la oración.
En el laboratorio de Bekhterev se llevaron a cabo experimentos únicos en psicofisiología midiendo el cerebro mientras las personas oraban y descubrieron cosas importantísimas.
Hasta ahora, la ciencia conocía 3 estados principales del cerebro: la vigilia, los sueños rápidos y los sueños lentos.
Pero los experimentos de Lessing descubrieron otro que puede ser llamado de oración mientras está despierto.
El profesor Slezin midió la fuerza de la oración grabando electroencefalogramas de monjes rezando y pudo ver el fenómeno inusual de la completa desconexión de su corteza cerebral.
En esta condición de oración, la corteza cerebral está desconectada y la percepción de las personas está pasando por alto los procesos de pensamiento y de análisis.
El proceso es así: en el momento de despertar del sueño, la corteza cerebral genera los ritmos biológicos alfa y beta con corrientes de velocidades que oscilan entre los 8 y los 30 hercios.
Pero cuando los sujetos se sumergían en el éxtasis de la oración, el ritmo se desaceleraba a una frecuencia de 3 hercios.
Estos ritmos lentos o llamados ritmos delta son conocidos porque se observan solo en los bebés de hasta tres o cuatro meses cuando están cerca de su madre con total seguridad.
Pero a medida que una persona crece, la sensación de seguridad desaparece, aumenta la actividad cerebral y el ritmo de las corrientes eléctricas cerebrales se vuelve más rápido y solo bajan durante el sueño profundo.
Pero también ahora se descubrió que bajan durante la oración.
Es decir, que estas personas se han convertido literalmente como bebés al haber orado.
Luego, cuando se deja de orar, se vuelve al ritmo normal de los impulsos eléctricos de vigilia en la corteza cerebral.
Estos procesos neurofisiológicos son los mismos independientemente de que la oración sea hecha por gente ortodoxa, católica o musulmana.
¿Y qué consecuencia tiene?, te puedes preguntar.
Según el profesor Slezin, la oración en estado de vigilia, cuando el cerebro está en estado infantil, se necesita tanto como los otros estados.
Es vital para cualquier persona porque si no está en la vida de una persona, la armonía en el cuerpo se rompe y emergen las enfermedades.
Es un hecho conocido que muchas enfermedades son causadas principalmente por situaciones negativas y sucesos que se pegan en nuestra mente, factores emocionales.
Sin embargo, durante la oración, las preocupaciones se mueven a un segundo plano e incluso desaparecen en absoluto.
De este modo, es posible tanto la curación física como la moral y la psicológica.
Por eso no es extraño que el Evangelio diga que debemos ser como niños si queremos salvarnos. En Mateo 18:3, Jesús dijo: «Yo os aseguro, si no cambiáis y os hacéis como los niños, no entraréis en el Reino de los Cielos».
De modo que durante la oración se rompen las conexiones anormales entre las neuronas.
La persona se relaja y deja de pensar acerca de la enfermedad y luego, lo importante, se deshace del miedo a la enfermedad.
Además, la oración profunda alivia las fobias y con ello aumenta la inmunidad.
De acuerdo con las estadísticas de pacientes con cáncer en etapa terminal, los creyentes vivieron 5 años más que el promedio.
¿Y qué hay que hacer para que esta maravilla funcione?
Solo hay que creer y orar para estar en buen estado y hacerlo sinceramente desde el corazón.
Si no, el efecto terapéutico no tendrá lugar.
Pero del mismo modo, los servicios de la iglesia también son sanadores.
Los servicios de la iglesia ayudan a mejorar la salud, según la ingeniera y electrofísica Angelina Malakovskaia del Laboratorio de Tecnología Médica y Biológica.
Ellos han llevado a cabo más de 1000 investigaciones para averiguar las características clínicas de salud de los feligreses antes y después del servicio litúrgico.
Y descubrieron que, en primer lugar, un servicio en un templo normaliza la presión arterial y los valores sanguíneos.
Las oraciones pueden llegar a neutralizar incluso la radiación atómica.
Se sabe que después de la explosión de Chernóbil, los instrumentos para medir la radiación señalaban una lectura altísima fuera de escala a todo alrededor.
Sin embargo, la radiación de fondo era normal cerca de la iglesia de San Miguel Arcángel, a 4 kilómetros de los reactores.
Los científicos de San Petersburgo también confirmaron experimentalmente que el agua bendita, la señal de la cruz y el repique de las campanas de la iglesia pueden ser curativos también.
Por eso en Rusia, las campanas suenan constantemente durante las epidemias, porque la gama de ultrasonido del repique de campanas combate los virus de la gripe, la hepatitis y el tifus.
Las proteínas de los virus parecen impedirles transmitir alguna infección y la gente, de hecho, se puede recuperar en los templos cuando tocan reliquias sagradas, de las cuales hay muchos testimonios.
El signo de la cruz, por su parte, es aún más eficaz porque combate los microbios patógenos no solo en el agua del grifo, sino también en los ríos y en los lagos.
Incluso puede ser tan eficiente como los dispositivos de desinfección modernos de radiación electromagnética.
El laboratorio del Instituto de Medicina Industrial y Naval investigó el agua antes y después de la bendición.
Y resultó que, si se recita el padrenuestro sobre el agua y se hace la señal de la cruz sobre ella, el número de bacterias malignas es cien veces menor.
Por lo tanto, las recomendaciones de los ortodoxos son que se bendiga cualquier alimento y bebida porque eso no es solo de valor espiritual, sino también de carácter preventivo.
Pero lo que se ha visto además es que el agua no solo se purifica con la bendición, sino que cambia su estructura, volviéndose inofensiva y curativa.
Los espectrógrafos sugieren que el agua bendita tiene una mayor densidad óptica como si entendiera el sentido de las oraciones y lo mantuviera.
Esa es la razón de su calidad curativa única.
Pero la única limitación es que solo cura a la gente piadosa, que lo hace con fe, porque el agua parece diferenciar el nivel de creencia.
Ya lo vimos antes.
Inclusive cuando un sacerdote consagra el agua, la densidad óptica del agua es 2.5 veces mayor.
Cuando lo hace un laico religioso, es 1.5 veces mayor.
Pero con la bendición de un hombre no bautizado ni creyente, sin una cruz en el cuello, los cambios son realmente insignificantes.
En los Foros de la Virgen María hemos publicado un artículo que tiene mucha más información y testimonios sobre esto que hemos estado hablando.
También me gustaría saber qué opinas sobre esto que hemos hablado.
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USO Y SIEMPRE TENGO AGUA BENDITA, LES HAGO TRES CRUCES A MIS
NIETOS EN SU FRENTE Y SUPLICO A LA SAGRADA FAMILIA LOS PROTEJA Y CURE
DE CUALQUIER ENFERMEDAD . QUE LOS ILUMINE SIEMPRE DURANTE EL TRAYECTO DE
SUS VIDAS AMEN, AMEN, AMEN